Luigi¡¯s Mansion 3, An¨¢lisis: puro talento en un videojuego sobresaliente

Cuando Luigi¡¯s Mansion lleg¨® a las tiendas con motivo del lanzamiento de GameCube, all¨¢ por 2001, Nintendo apost¨® por desarrollar una aventura alrededor de una idea muy clara, diferente a lo que est¨¢bamos acostumbrados con el fontanero de rojo. Un acercamiento notable a otro g¨¦nero, a otro ritmo; una forma distinta de jugar y establecer un contacto con el entorno. Next Level Games recogi¨® el testigo en Nintendo 3DS en 2013 con un producto todav¨ªa mejor en muchos aspectos, m¨¢s vers¨¢til, m¨¢s personal. Ahora, tras completar Luigi¡¯s Mansion 3, nos damos cuenta de que esta idea ha alcanzado el grado de madurez que necesitaba para culminar ese concepto, un videojuego imprescindible para cualquier jugador de Nintendo Switch.

Directo al podio de Nintendo Switch

Porque las virtudes son muchas en esta entrega. La premisa es clara: Luigi, Mario, Peach y Toad llegan a un hotel para descansar en una aparente tranquilidad; vacaciones donde pensar sea lo ¨²ltimo que se nos venga a la cabeza, pero una serie de acontecimientos terminan convirtiendo este enorme edificio en una mansi¨®n encantada donde los fantasmas pueblan en cada esquina. Vuelta a empezar.

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Ya desde los primeros compases de la aventura queda claro que esto no es una producci¨®n intermedia, que no es un t¨ªtulo que venga a cubrir un hueco en el calendario; no es fondo de armario. Luigi¡¯s Mansion 3 llega a Nintendo Switch con la intenci¨®n de codearse con los m¨¢s grandes, una afirmaci¨®n que podr¨ªa parecer incluso grandilocuente si vemos un par de tr¨¢ileres o si nos pensamos que esto es ¨²nicamente una evoluci¨®n de la segunda parte. La realidad es bien distinta. Esta tercera iteraci¨®n de la saga supone un salto cuantitativo, tambi¨¦n cualitativo, que toma por bandera la b¨²squeda de la excelencia y consigue, en casi todo el proceso, elevar el list¨®n adonde solo un par de nombres lo hab¨ªan hecho durante los ¨²ltimos a?os en la casa nipona.

Desvelar sorpresas ser¨ªa un error por nuestra parte en este an¨¢lisis. No queremos que sep¨¢is qu¨¦ pasa en la planta 8, tampoco en la planta 12; ni siquiera en la plata 2, porque todas ellas son diferentes entre s¨ª. Desde el vest¨ªbulo al mismo ascensor, los recovecos y los emplazamientos que se puedan venir a nuestra cabeza cuando pensamos en un hotel: todo est¨¢ representado en el Hotel Gritz, el nombre al que responde el lugar. Se nos cuentan peque?as historias, a veces autoconclusivas, donde nosotros somos espectadores y part¨ªcipes de la pericia del sempiterno Player 2.

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Y es quiz¨¢ ese toque incoherente, la falta de cohesi¨®n en muchas de las cosas que suceden en cada planta, lo que termina por definir al t¨ªtulo como una experiencia tan especial, por hacer de lo excepcional algo habitual. Next Level Games ha dise?ado el juego con mucho tiento, calculando al mil¨ªmetro c¨®mo ense?ar al jugador cada mec¨¢nica y cu¨¢ndo hacerlo. La curva de dificultad es, por tanto, muy correcta, aunque el reto no es tan elevado como nos hubiese gustado. En toda la aventura, que nos ha durado en la primera partida cerca de 13 horas por otras 11 horas en la segunda (con el camino m¨¢s bien aprendido), apenas hemos muerto tres o cuatro veces.

Por suerte, el juego no basa su reto en la dificultad sino en el af¨¢n por el descubrimiento. El Hotel Gritz esconde media docena de joyas en cada planta, algunas disimuladas en posiciones que parecen estar puestas a rabiar, pero intensifica el acercamiento del t¨ªtulo a lo interactivo, a lo experimental y, si quer¨¦is, al point and clic.

Porque a?adidos como la ventosa (Chupoun) o el Propulsor, por no hablar de Gomiluigi ¡ªde quien detallaremos todo m¨¢s adelante¡ª, no se limitan a ser una llave que permita superar ciertos obst¨¢culos en los escenarios: no son una mec¨¢nica reservada a la resoluci¨®n de puzles, son una opci¨®n m¨¢s con la que experimentar. Recordamos una situaci¨®n donde ten¨ªamos una sand¨ªa gigante que ped¨ªa a gritos ser destruida en mil pedazos. El juego te permite hacer dos cosas: sacudirla y te?irlo todo de rojo o, si lo prefieres, tomar la ventosa para arrastrarla a esa ba?era al fondo de la habitaci¨®n y golpearla para destruir ambas. ?Has visto el resultado?

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Next Level Games quiere que rompas, que mires debajo de la mesa, que tragues ese mont¨®n de vestidos escondidos en un armario y que expulses aire a esas botellas perfectamente ordenadas en una bodega: siempre pasa algo.

Acci¨®n, experimentaci¨®n, puzles, plataformeo: versatilidad

Ya nos avisa al principio de la aventura el Profesor Fesor: aqu¨ª pasan cosas muy raras. Su nombre y l¨ªneas de di¨¢logo dejan claro el nivel de localizaci¨®n del videojuego, que se presta a leer todas y cada una de las conversaciones por su simp¨¢tico sentido del humor y las exc¨¦ntricas ideas que se pasan por su cabeza. A veces es algo redundante e interviene en exceso en la partida para aconsejarnos o guiarnos. Las pistas se pueden activar y desactivar, pero hubi¨¦semos agradecido un trayecto m¨¢s aut¨®nomo.

Con todo, el ritmo no cae en ning¨²n instante de la partida: siempre va a m¨¢s. Hay cierto punto en la recta final donde se rompe a prop¨®sito la estructura a la que nos hemos venido acostumbrando, de ir planta a planta, y el juego se atreve a ser casi un metroidvania. El resultado encaja porque pone a prueba nuestra memoria fotogr¨¢fica y la capacidad de reutilizaci¨®n de entornos ya visitados.

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Luigi¡¯s Mansion 3 tiene algunos de los mejores jefes finales que ha dise?ado Nintendo en los ¨²ltimos quince a?os. Si trazamos como frontera el lanzamiento de Super Mario Galaxy (2007, Wii), son pocos los t¨ªtulos de la factor¨ªa japonesa que hayan podido incluir jefes de final de zona con tanto atino y personalidad. Fall¨® Luigi¡¯s Mansion 2; incluso Super Mario Odyssey no logr¨® alcanzar esas cotas de excelencia en estos enemigos, no tan memorables como el propio juego; pero esta vez tenemos un par de nombres que no podremos olvidar. Es en esos momentos donde Next Level Games se desmelena y eleva el list¨®n hasta el punto de preguntarte si va a ser as¨ª todo el juego. Esos jefes finales tan brillantes llegan, seguramente, demasiado pronto porque, aunque el gusto que produzca cada jefe final de planta responda a criterios subjetivos, lo cierto es que hay momentos de la segunda parte, previo desenlace, que no est¨¢n a ese nivel. Asusta. Hay partes donde la obra parece ser, literalmente, una pel¨ªcula, pero preferimos que se¨¢is vosotros los que descubr¨¢is lo que se esconde tras el tel¨®n.

Cuando todas las piezas del puzle encajan

El dise?o de los niveles no ser¨ªa posible sin Gomiluigi, que ya pudimos conocerle en la adaptaci¨®n del primer Luigi¡¯s Mansion para Nintendo 3DS. Podemos activarlo en todo momento para vivir la aventura en forma cooperativa de principio a fin, porque esta opci¨®n no es tanto un a?adido sino un elemento contemplado sobre el papel; todos los niveles est¨¢n preparados para jugarse en cooperativo. La diferencia entre el Luigi de carne y hueso y este otro de goma verde es que puede atravesar celdas, superficies con pinchos o introducirse en tuber¨ªas. Tiene un defecto: no se puede mojar. Y he ah¨ª la gracia de su existencia, es vulnerable y presenta tantas ventajas como inconvenientes. Pens¨¢bamos que usar a Luigi y Gomiluigi al mismo tiempo (que ya avisamos, sucede unas cuentas veces) iba a entorpecer la comodidad jugable en solitario, pero no es as¨ª, por suerte. El modo cooperativo local no parte la pantalla en dos porque cada uno adopta un rol en el escenario. Mientras uno escupe aire a un ventilador, el otro se sube en una especie de ascensor para subir a lo alto del lugar, encontrar la llave, etc.

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Poco a poco vamos viendo que la tarea encomendada por Fesor, que no es otra que recuperar todos los botones del ascensor y llegar a lo m¨¢s alto del Hotel Gritz, crece y se acompleja. En la medida en que avanzamos Luigi tiene m¨¢s funciones ¡ªuna de ellas algo superher¨®ica¡ª, mec¨¢nicas que se aprovechan tanto para superar algunas fases como para descubrir patrones de debilidad de ciertos tipos de fantasmas. La sacudida es la joya de la corona: absorber hasta el punto en que puedas iniciar un combo. Hay que medir el timing, pero si lo hacemos bien podemos dar hasta cuatro impactos contra el suelo. Y s¨ª, es muy gratificante, aunque la cara de Luigi no muestre ning¨²n tipo de disfrute en el proceso.

Es una l¨¢stima que no se haya aprovechado para incluir a¨²n m¨¢s tipos de enemigos, todo sea dicho. Los fantasmas azules abundan, quiz¨¢ en exceso, a lo largo de la aventura, con un sistema de patrones realmente sencillo y conservador. Aunque la variedad de enemigos es superior a las dos anteriores entregas, creemos que algo m¨¢s de esfuerzo a este respecto hubiese sido de agradecer de cara a la recta final de la aventura. Porque es precisamente la propia naturaleza del viaje la que va cambiando en cada planta; se vuelve m¨¢s imprevisible y fortuito, pero esos enemigos siguen siendo en muchos casos los mismos si lo comparamos con todo lo que sucede a nuestro alrededor. Por suerte, muchos de los jefes finales de zona son tan originales como disparatados, compensan esta peque?a flaqueza, que por suerte no es tan acusable como para ensombrecer el conjunto.

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Fr¨®tate los ojos: se ve espectacular

Todo esto no ser¨ªa tan disfrutable sin un apartado t¨¦cnico a la altura de lo que nos hemos encontrado. Como suele ser habitual, ni un tr¨¢iler ni una demostraci¨®n en una feria representan la calidad del producto final. A lo largo de esta generaci¨®n nos hemos encontrado casos que dan para p¨¢ginas y p¨¢ginas de comentarios en foros: que si downgrade, que si upgrade¡­ Luigi¡¯s Mansion 3 es uno de los segundos.

Desde que se revel¨® en un Nintendo Direct all¨¢ por septiembre de 2018 hasta el E3 2019 hubo una mejora, pero ahora que lo hemos podido probar en diferentes monitores, televisores y en el modo port¨¢til de la consola podemos decir que es el videojuego con mejor apartado gr¨¢fico de la consola. Sea porque los estudios internos o adheridos a Nintendo se van encontrando m¨¢s c¨®modos con el hardware de la consola o sea porque est¨¢n dominando m¨¢s el motor gr¨¢fico, el juego rinde y se ve mejor que Super Mario Odyssey.

Nintendo Switch no es un portento t¨¦cnico en relaci¨®n con otros sistemas dom¨¦sticos de la presente generaci¨®n, pero el estilo art¨ªstico de este t¨ªtulo aminora ese posible defecto con un sistema de iluminaci¨®n que te hace fruncir el ce?o por su grato resultado. Los detalles empapan la pantalla del televisor con part¨ªculas de polvo, telas de ara?a o el rastro de los objetos que se mueven a nuestro alrededor. La linterna pone de manifiesto c¨®mo reacciona el escenario ante la luz blanca. Dependiendo de d¨®nde enfoquemos las cosas se ver¨¢n m¨¢s claras, pero tambi¨¦n m¨¢s n¨ªtidas y con detalle, con incluso cambios en la tonalidad. El traje de Luigi no es siempre del mismo color verde, tampoco el color de las alfombras. La paleta de colores es, en general, muy detallada. De nuevo, elementos que van en sinton¨ªa con el grado de obsesi¨®n del juego por el detalle, porque la aventura es una constante de detalles.

Las animaciones merecen una menci¨®n aparte. Luigi no necesita hablar para decirnos qu¨¦ est¨¢ pasando. Basta con mirarle a la cara para ver sus decenas de expresiones faciales, que cuesta identificar cu¨¢ndo se repiten; su lenguaje no verbal, con gestos que transmiten miedo, pavor, fr¨ªo, calor o desasosiego. Pero Luigi sigue adelante y vuelve a abrir otra puerta, vuelve a hacer que suene un picaporte, ?qu¨¦ nos espera tras esa puerta? La magia no se pierde en un solo instante.

Para aquellos que se lo pregunten, el juego luce a resoluci¨®n 1080p en televisor bloqueado a 30 FPS. Las ca¨ªdas son una anomal¨ªa, especialmente en momentos que interseccionan con pasajes donde se carga la zona adyacente, pero son momentos muy puntuales. La aventura no flaquea, no hay tirones, ni bugs; el juego est¨¢ terminado y rematado. Para la realizaci¨®n de este an¨¢lisis hemos podido jugar tambi¨¦n en modo port¨¢til tanto en un modelo original de Nintendo Switch (pantalla de 6,2¡±) como en una de las Nintendo Switch Lite, la soluci¨®n solo port¨¢til de la familia (pantalla de 5,5¡±). En ambos casos hemos completado unas cuantas horas con resultados m¨¢s que satisfactorios tanto en la experiencia de juego como en lo t¨¦cnico.

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Por un lado, la resoluci¨®n es siempre de 720p, y se nota. A lo largo de los ¨²ltimos tiempos hemos visto ports ¡ªincluso en juegos nativos de Nintendo¡ª donde la resoluci¨®n en modo port¨¢til no alcanzaba la alta definici¨®n, pero aqu¨ª la relaci¨®n de aspecto y los cuadros por p¨ªxel brillan como pocos. Es especialmente notable en el modelo original, cuya diagonal de pantalla es lo suficientemente grande como para no perder matices. Si sois de aquellos que no acostumbr¨¢is a poner nunca vuestra consola en el dock, hemos de decir que la jugabilidad no se resiente en ning¨²n aspecto, aunque s¨ª es verdad que nosotros recomendamos m¨¢s jugar esta aventura en el televisor: se presta a ser vista en un panel lo m¨¢s grande posible para ganar en cobertura visual. En Nintendo Switch Lite, a pesar de sus dimensiones, tampoco se pierde ni definici¨®n ni matices; incluso la fuente de la letra tiene un tama?o legible ¡ªv¨¦anse casos como Dragon Quest Builders 2 o Fire Emblem: Three Houses¡ª. En este caso se ha tenido todo en cuenta y se agradece. De nuevo, creemos que esta opci¨®n es la menos recomendable de todas.

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A nivel sonoro no hay m¨¢s que buenas palabras, con composiciones de m¨²sica cl¨¢sica pasando por otras m¨¢s intensas acompa?adas de instrumentos el¨¦ctricos. El estilo es muy variado, aunque s¨ª es verdad que nos faltan algunos temas m¨¢s memorables, de esos que solo con escucharlos nos hagan que venga inmediatamente el nombre del t¨ªtulo a la cabeza. La direcci¨®n sonora, por su parte, s¨ª alcanza el nivel esperado y es muy importante para la inmersi¨®n en la partida. Jugar con auriculares es muy recomendable en este caso, sobre todo para identificar la posici¨®n de algunos enemigos y sentirnos dentro de cada habitaci¨®n. La variedad de recursos sonoros es inmensa, con gui?os incluso a otras series de Nintendo. La cantidad de referencias, comenzando por las dos anteriores entregas de Luigi¡¯s Mansion, har¨¢n esbozar alguna que otra sonrisa. De nuevo, es Luigi el que m¨¢s destaca.

Compartiendo sustos aqu¨ª y all¨ª

Lo que no cre¨ªamos que nos fuese a dar tantas horas de entretenimiento es el modo multijugador, tan variado como cooperativo¡­ y competitivo. Quien esperase que la soluci¨®n multijugador iba a ser tan limitada como la de la segunda parte se equivoca, si es que verdaderamente le supo a poco lo ofrecido con Luigi¡¯s Mansion 2. Luigi contra Luigi es el nombre que recibe el modo competitivo local; un nombre que, en verdad, hace honor a su nombre. A modo de resumen, encontramos tres vertientes: Pescamonedas (gana el que consiga m¨¢s monedas en escenarios peque?os pero repletos de obst¨¢culos); Atrapafantasmas (gana el que consiga m¨¢s puntos a trav¨¦s de la absorci¨®n de fantasmas, cada uno con un valor diferente); y, finalmente, Disparaca?ones (donde tenemos que preocuparnos de coger las balas para cargar el ca?¨®n antes de abrir fuego). Sin duda, el que m¨¢s nos ha gustado es Atrapafantasmas, aunque realmente sea el que menos diste de lo que vivimos en la aventura individual¡­ pero es una f¨®rmula que funciona a la perfecci¨®n y que demuestra, una vez m¨¢s, que Luigi¡¯s Mansion 3 es puro talento. En todos podemos jugar hasta ocho personas de manera local.

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La Torre de Desaf¨ªos es la otra vertiente multijugador, aunque tambi¨¦n se puede jugar en solitario. En este caso tenemos tanto local como en l¨ªnea, con resultados bastante satisfactorios en este ¨²ltimo caso ¡ªaunque solo hemos podido jugar unas pocas partidas dado que los servidores estaban algo limitados en lo que a participaci¨®n se refiere¡ª. Ni una sola ca¨ªda, tampoco lag; un rendimiento que recuerda bastante a lo visto con Splatoon 2, que es seguramente el t¨ªtulo online de Nintendo Switch que mejor maneja tanto el matchmaking como la estabilidad de sus servidores. La Torre de Desaf¨ªos puede ser un verdadero infierno en solitario por el tiempo que se nos da para completar cada nivel, que se basa en encontrar el fantasma en cuesti¨®n a trav?es de salas dise?adas especialmente para la ocasi¨®n. Si somos m¨¢s personas es m¨¢s f¨¢cil cooperar y dar con el objetivo. Es divertido e invita a usar la comunicaci¨®n verbal.

En ning¨²n caso el modo multijugador es lo m¨¢s destacable del t¨ªtulo, pero s¨ª supone una forma notable de alargar la vida ¨²til del juego tanto en solitario como si vienen amigos a casa.

Hemos realizado este an¨¢lisis a trav¨¦s de un c¨®digo de descarga suministrado por Nintendo Espa?a para Nintendo Switch.

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