Hotshot Racing, an¨¢lisis: el sabor inconfundible del buen arcade

Los aficionados a las experiencias m¨¢s arcade en juegos de conducci¨®n reciben una nueva propuesta tras los recientes Inertial Drift y art of rally con Hotshot Racing, lo nuevo de Lucky Mountain Games junto a Sumo Digital y la editora Curve Digital, una apuesta de marcada personalidad retro que nos invita a viajar a los salones de recreativas de inicios y mediados de los 90, ¨¦poca en la que empezaron a proliferar aquellos m¨ªticos juegos de carreras tridimensionales que nos maravillaban en nuestra infancia. Y es que si recuerdas con cari?o juegos como Virtua Racing, Daytona USA, Sega Rally o el m¨ªtico Scud Race de 1996, Hotshot Racing te entrar¨¢ por los ojos desde un primer vistazo; no en vano, este nuevo juego de carreras arcade recupera la fren¨¦tica jugabilidad de los cl¨¢sicos del g¨¦nero para invitarnos a vivir una experiencia de juego directa y adictiva, con decenas de veh¨ªculos, varios modos de juego y una explosiva oferta multijugador para hasta 4 jugadores en local y 8 en l¨ªnea, todo ello en un t¨ªtulo ya disponible para PC, PS4, Xbox One y Nintendo Switch. ?Est¨¢ Hotshot Racing a la altura de los recordados arcade de hace casi tres d¨¦cadas? Compru¨¦balo en nuestro an¨¢lisis.

Velocidades de infarto y derrapes antol¨®gicos

Hotshot Racing nace de la interesante idea de un grupo de creativos dispuestos a hacernos volver a nuestra infancia -en el caso de que ya pintemos canas- a trav¨¦s de un t¨ªtulo de marcado car¨¢cter old school basado en aquellos t¨ªtulos pioneros de la d¨¦cada de los 90 y que se atrevieron a dar el salto a las 3D en pleno auge de las dos dimensiones, tanto en salones arcade como en consolas dom¨¦sticas. Y es que no hace falta profundizar mucho en qu¨¦ ofrece Hotshot Racing para identificar su principal inspiraci¨®n: aquellos primeros videojuegos poligonales de velocidad. Tanto es as¨ª, que mientras su est¨¦tica bebe directamente de todo un cl¨¢sico como Virtua Racing de Sega, su estilo de juego se asemeja m¨¢s a otro cl¨¢sico del g¨¦nero como es Ridge Racer de Namco; y es que m¨¢s all¨¢ de alcanzar velocidades de infarto, Hotshot Racing pide a gritos que dominemos el arte del drifting, tanto para superar las curvas m¨¢s peligrosas sin perder valiosos segundos como para cargar las diferentes barra del turbo, imprescindible para mantenernos en las primeras plazas en plena carrera.

El nuevo representante de Curve Digital en el g¨¦nero de las carreras de coches propone a sus jugadores toda una experiencia arcade, sin florituras ni complicaciones de ning¨²n tipo; desde las primeras vueltas en la primera partida, Hotshot Racing deja claro su objetivo: corre tanto como puedas para llegar el primero. Tampoco es que sea un videojuego muy original, ciertamente, pero lo que hace, lo hace notablemente bien. Los coches se manejan con soltura, cada uno con sus propias caracter¨ªsticas que responden a uno de los 4 tipos de veh¨ªculos disponibles: equilibrado, aceleraci¨®n, derrape y velocidad. A la pr¨¢ctica, cada jugador dar¨¢ con su tipo de b¨®lido en funci¨®n de su estilo de conducci¨®n. Como decimos, el otro factor decisivo es el del derrape, imprescindible a la hora de encarar las curvas y, a su vez, aumentar el n¨²mero de turbos en la rec¨¢mara para usarlos en los momentos decisivos.

Eso s¨ª, para lograr nuevas barras de turbo (hasta un m¨¢ximo de cuatro) debemos completar derrapes limpios, lo m¨¢s largos posibles a las m¨¢s altas velocidades y sin chocar. Otro m¨¦todo efectivo de rellenar las barras de turbo es ir a rebufo de otros coches, a la vez que logramos algo m¨¢s de velocidad punta. Todas estas posibilidades en carrera otorgan a Hotshot Racing algo m¨¢s de profundidad a sus mec¨¢nicas; y si bien no inventa la rueda -nunca mejor dicho- en conjunto funciona a las mil maravillas. La experiencia a los mandos es realmente satisfactoria y en pocas partidas estaremos derrapando a 180 millas por hora con relativa facilidad. Otra cosa ser¨¢ colocarnos en las primeras posiciones, algo asequible en el nivel est¨¢ndar de dificultad pero que representar¨¢ todo un desaf¨ªo en los dos siguientes niveles. Aqu¨ª es cuando entra en juego la inteligencia artificial del t¨ªtulo, en muchos aspectos, poco equilibrada e incluso desesperante.

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La IA no est¨¢ del todo bien resuelta, especialmente en los niveles de dificultad superiores. Tanto es as¨ª, que los rivales se muestran demasiado agresivos, casi prefiriendo la envestida directa que encontrar la trazada perfecta; todo ello es fruto del frenetismo inherente del g¨¦nero, aunque creemos que podr¨ªa ajustarse mejor para una experiencia m¨¢s satisfactoria. El otro punto negativo m¨¢s evidente es el desequilibrio manifiesto entre los diferentes coches; y es que en los niveles de dificultad m¨¢s exigentes poco importar¨¢n las estad¨ªsticas o si un veh¨ªculo tiene m¨¢s facilidades para el derrape en circuitos m¨¢s enrevesados. Los rivales nos pisar¨¢n los talones s¨ª o s¨ª, siendo la velocidad punta el factor determinante. Insistimos; esta serie de contratiempos se dejan notar en los niveles altos de dificultad y no tanto en el modo est¨¢ndar. El manido efecto pinball, muy com¨²n en este tipo de racers de circuitos cerrados, tambi¨¦n se deja notar m¨¢s de lo deseado.

Pero ahora regresemos a los aspectos m¨¢s atractivos del t¨ªtulo, que no son pocos; y empezando por sus n¨²meros y opciones, en absoluto desde?ables. Hotshot Racing ofrece varios modos de juego, tanto en local como online. As¨ª, el modo estrella no es otro que el Grand Prix a trav¨¦s de cuatro competiciones con cuatro circuitos cada una, con un total de 16 circuitos originales, tambi¨¦n disponibles en modo inverso. Las ambientaciones son igualmente variadas y nos llevar¨¢n por parajes de lo m¨¢s diversos, desde entornos monta?osos a urbanos, pasando por escenarios veraniegos, helados e incluso por el interior de un casino, todos ellos con multitud de elementos animados.

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Por otro lado, tenemos a nuestra disposici¨®n hasta 8 pilotos diferentes, con su propia personalidad y cuatro coches ¨²nicos para cada uno de ellos, totalmente personalizables, desde pinturas a toda clase de accesorios est¨¦ticos, tanto para el exterior como para el interior de los mismos. Y a pesar de que son modelos ficticios, muchos de ellos responden a dise?os reales de coches ic¨®nicos; los fans del autom¨®vil los sabr¨¢n identificar sin muchos problemas.

Todos estos extras se compran con el dinero virtual ganado con nuestras haza?as en el juego, potenciando as¨ª la rejugabilidad hasta desbloquear todo el contenido (que no es poco), asegurando as¨ª horas y horas de juego. Volviendo a los modos de juego, Grand Prix, como decimos, nos invita a participar en cuatro torneos de cuatro carreras cada uno, consiguiendo puntos para la clasificaci¨®n general. En carrera, tendremos como objetivo superar los diferentes checkpoints dentro de los l¨ªmites de tiempo, todo ello al m¨¢s puro estilo de los arcade cl¨¢sicos; a mejor posici¨®n, m¨¢s puntos para el ranking final.

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Como detalle curioso, al vencer se desbloquea un peque?o final para cada piloto. Junto al modo estrella se ofrece tambi¨¦n un modo contrarreloj junto a diferentes modalidades del arcade, como las carreras ¨²nicas tradicionales, la variante Polis y Ladrones en la que podemos optar tanto por el rol de ladrones (recolectando dinero mientas huimos de los coches policiales) o por el de agentes de la ley (tratando de detener a los ladrones antes de que escapen) y, por ¨²ltimo, Conduce o Explota, en el que debemos mantener la m¨¢xima velocidad posible para que nuestro coche no estalle en llamas.

Dichos modos de juego pueden jugarse tanto en solitario como en compa?¨ªa de otros jugadores, ya sea en modo local (con pantalla partida) o en l¨ªnea, una de las posibilidades que m¨¢s se agradece de la oferta de Hotshot Racing. Y es que as¨ª la diversi¨®n se multiplica de forma exponencial, convirti¨¦ndose en uno de los alicientes m¨¢s llamativos del t¨ªtulo, especialmente para aquellos que disfrutan compartiendo sus partidas junto a sus amigos o familiares. Pasando ya al apartado audiovisual, Hotshot Racing deja claras las cosas desde un principio; o lo amas o lo odias.

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Tanto es as¨ª que apuesta deliberadamente por gr¨¢ficos tridimensionales exageradamente planos, al estilo de los primeros t¨ªtulos 3D, con una paleta de colores viva y un dise?o art¨ªstico muy personal, adem¨¢s de un rendimiento, eso s¨ª, a un gran nivel, con 60 FPS constantes en todo momento y sin contratiempos gr¨¢ficos destacables. Como detalle curioso, se ofrecen varias c¨¢maras, incluida una interior en el que se aprecia el volante y el salpicadero; y como no pod¨ªa ser de otra manera, la sensaci¨®n de velocidad es sublime. Los efectos de sonido, por otra parte, est¨¢n muy bien seleccionados mediante un sinf¨ªn de gui?os a los t¨ªtulos en los que se inspira.