Ridge Racer
Ridge Racer, Retro An¨¢lisis
Ridge Racer fue uno de los t¨ªtulos culpables de enterrar para siempre los salones recreativos gracias a su adaptaci¨®n a PlayStation. Hoy retro analizamos este t¨ªtulo de Namco que abander¨® el lanzamiento de la primera consola de Sony.
Si cerramos los ojos seguro que sois capaces de recordar, con milim¨¦trica precisi¨®n, aquellos momentos en los que nuestros padres nos exped¨ªan nuestra paga semanal, casi siempre a finales de la misma. En la d¨¦cada de los 90 las opciones en las que gastarnos esas ansiadas monedas eran m¨²ltiples y variadas. Estaba la posibilidad de acercarnos a una ¡°paraeta¡± y arramblar con las diferentes chucher¨ªas que el kiosquero expon¨ªa en cubetas de pl¨¢stico no demasiado higi¨¦nicas, pero tambi¨¦n la de comprar unos cuantos sobres de cromos del ¨¢lbum que en ese momento coleccion¨¢bamos.
Los m¨¢s geeks afrontaban estas decisiones de otra forma; ?ahorrar para comprar en el futuro una consola o gastar la paga en los recreativos? Estos, a su vez, se clasificaban entre los ansiosos o los pacientes, seres extra?os que prefer¨ªan insertar su sueldo semanal en la ranura de una hucha con forma de Ruperta, la mascota del Un, dos, tres. Mientras que los ansiosos se acercaban a los templos de ocio que conten¨ªan las m¨¢quinas recreativas m¨¢s novedosas del momento al grito de ¡°?a jugaaaar!¡±, los pacientes a?ad¨ªan cada semana un pelda?o m¨¢s a su escalera donde en el ¨²ltimo esfuerzo le aguardaba la consola de sus sue?os.
Ambas decisiones eran igual de v¨¢lidas pero mientras que el primero se limitaba a jugar t¨ªtulos de corte arcade, el segundo ampliaba su experiencia con multitud de g¨¦neros. La opci¨®n m¨¢s recomendada era -al menos en teor¨ªa- aquella en la que se instalaba una videoconsola a un televisor CRT, por aquello de no salir de casa y ahorrarse los t¨ªpicos comentarios tales como; ¡°si me prestas una vida te paso la pantalla¡±. Sin embargo tarde o temprano se iba echando de menos una conversi¨®n pixel perfect de nuestro t¨ªtulo favorito arcade a consolas, que a¨²n habiendo muchos y buenos, no se acercaban a la magnificencia de la cabina original.
Sony y Namco; el d¨²o perfecto
Uno de los primeros proyectos serios con el que se quiso emular ese tipo de similitudes en nuestro sof¨¢ de escai fue Virtua Racing, el cual lleg¨® a Mega Drive con un potente chip pensado para la ocasi¨®n y porteado m¨¢s tarde a 32X. Aunque pueda parecer evidente, las consolas de aquella ¨¦poca eran infinitamente m¨¢s escuetas en caracter¨ªsticas t¨¦cnicas con respecto a los muebles de los salones recreativos por lo que las videoconsolas al fin y al cabo nunca consegu¨ªan replicar las sensaciones de los t¨ªtulos originales. Esto cambi¨® con la llegada de SEGA Saturn -con Virtua Fighter y Daytona USA a la cabeza- y PlayStation -con Battle Arena Toshinden y Ridge Racer-, m¨¢quinas bastante m¨¢s potentes y capaces de manejar pol¨ªgonos y reproducir m¨²sica de gran calidad. Sony ten¨ªa claro qu¨¦ quer¨ªa consumir el jugador en sus hogares y la tendencia de crear juegos cada vez m¨¢s potentes hizo que se aliara con grandes marcas para lanzar sus t¨ªtulos arcade en exclusiva para PlayStation como Soul Edge o Tekken, pero tambi¨¦n el que hoy nos ocupa, Ridge Racer.
La exitosa placa de Namco lleg¨® a PlayStation como uno de los t¨ªtulos de lanzamiento que, claramente, buscaba atraer a los jugadores habituales de salones recreativos. No en vano, Ridge Racer fue una de las cabinas m¨¢s demandadas en el 93 junto a Daytona USA por lo que la rivalidad entre ambos t¨ªtulos se traslad¨® tambi¨¦n a los hogares y con ello, continuaba la guerra en consolas. Esta uni¨®n de ambas marcas -Namco y Sony- permiti¨® que la franquicia de conducci¨®n arcade fuera fiel al logo de PlayStation hasta el a?o 2000, momento en el que tras siete a?os de exclusividad se lanz¨® al mercado Ridge Racer 64.
No nos enga?emos, Ridge Racer para PlayStation no fue una conversi¨®n perfecta de la recreativa pero s¨ª sirvi¨® a Namco como banco de pruebas para lo que lanzar¨ªa en a?os venideros, como por ejemplo Tekken 3, una adaptaci¨®n tan acertada que incluso dio pie a rumores sobre s¨ª la cabina ten¨ªa una PlayStation en sus entra?as corriendo el t¨ªtulo de peleas. A pesar de ello Ridge Racer mejor¨® su contenido con respecto al original a?adiendo m¨¢s modos de juego, desbloqueables e incluso un cameo jugable de Galaga, un recurso que patent¨® Namco para que nadie m¨¢s pudiera replicarlo en sus t¨ªtulos.
PlayStation Vs. System 22
La conversi¨®n sufri¨® de un acusado downgrade poligonal, se eliminaron multitud de detalles como placas informativas, helic¨®pteros sobrevolando la pista principal, edificios, luces o sombras. Por si fuera poco tambi¨¦n sufr¨ªa de un exagerado popping que igual te eliminaba de la pantalla media ciudad que las monta?as de alrededor. Y por supuesto, el juego funcionaba a una resoluci¨®n menor que su hom¨®logo de recreativa. ?Pero diantres, ten¨ªas una recreativa en casa! Tambi¨¦n es cierto que por aquellos entonces todav¨ªa no estaban consolidados los juegos en tres dimensiones por lo que este tipo de fallos no se penalizaba -ni se criticaba- tanto como en la actualidad.
A¨²n y con todo Ridge Racer luc¨ªa mucho mejor que su m¨¢s directo competidor, Daytona USA para SEGA Saturn. Era mucho m¨¢s estable en su ejecuci¨®n, m¨¢s trabajado poligonalmente, con m¨¢s detalles, mayor sensaci¨®n de velocidad y con un mejor control. Todas estas bondades le valieron para llevarse el premio de mejor juego de conducci¨®n de 1995 por la revista Electronic Gaming Monthly. Daytona USA, por el contrario, recibi¨® cr¨ªticas por su aspecto gr¨¢fico, su lentitud y por el manejo del veh¨ªculo.
Llevar una placa arcade de ¨¦xito a una consola de sobremesa ten¨ªa sus riesgos, sobre todo a la hora mantener al p¨²blico entretenido con una propuesta jugable creada para vaciarnos los bolsillos m¨¢s r¨¢pido que inmediatamente. Para ello Namco a?adi¨® una serie de extras que la recreativa no pose¨ªa como dos nuevas dificultades, una vista aerea, coches desbloqueables y modos espejo para los circuitos -o m¨¢s bien para el ¨²nico, con variantes, que ten¨ªa-. Estas dos nuevas dificultades eran Advanced y Time Trial, la primera aumentaba la velocidad m¨¢xima y potenciaba la IA de los adversarios mientras que en Time Trial compet¨ªamos contra un ¨²nico rival a modo de duelo. Al avanzar tanto en el juego principal como en esta ¨²ltima desbloque¨¢bamos circuitos espejo y nuevos veh¨ªculos.
El videojuego en si mismo no ten¨ªa mucho m¨¢s, era b¨¢sicamente el arcade a pelo. Los jugadores ten¨ªan que superar la l¨ªnea de meta en primera posici¨®n mientras sumaban tiempo al contador atravesando checkpoints ubicados en sitios estrat¨¦gicos. Una vez terminada la carrera -con victoria o sin ella- una pantalla de GAME OVER luc¨ªa en primer plano y volv¨ªamos al men¨² principal para escoger una nueva dificultad o veh¨ªculo. No obstante nuestro progreso quedaba guardado por lo que exprimir el t¨ªtulo se hac¨ªa algo m¨¢s llevadero.
El manejo de los coches en Ridge Racer era algo peculiar pero su sello de identidad se ha mantenido fiel a los principios con el paso del tiempo. Aqu¨ª la simulaci¨®n se iba al garete en pos de la diversi¨®n con un sistema de derrapes -o drifting- duro de dominar pero gratificante tras aceptarlo. Cada curva, derrape o adelantamiento deb¨ªa medirse milim¨¦tricamente o nuestras esperanzas de llegar a la primera posici¨®n se daban de bruces contra un muro cercano. La maestr¨ªa a bordo de un coche no se daba con un par de partidas, realmente deb¨ªas conocer al dedillo cada curva del circuito as¨ª como comprender cada veh¨ªculo, sus carencias y sus defectos. Los mismos motivos que nos llevaban a dejarnos las monedas en la cabina se trasladaron a su versi¨®n para PlayStation y, al mismo tiempo, forzaba al jugador a comprender el juego para no completarlo en una tarde. Y todo esto podr¨ªa haber sido muy distinto a lo que hoy en d¨ªa conocemos pues Ridge Racer, en su fase embrionaria, iba a ser un juego de Formula 1.
Ridge Racer solo pose¨ªa un circuito donde medir el acelerador contra la m¨¢quina pero ¨¦ste tomaba ligeras desviaciones seg¨²n el modo de dificultad escogido. Ridge City era el paisaje m¨¢s predominante y donde pas¨¢bamos m¨¢s tiempo pero la pista tambi¨¦n recorr¨ªa los aleda?os, una costa e incluso las inmediaciones de su aeropuerto. Y cuando cre¨ªamos que ya conoc¨ªamos el circuito, hab¨ªa que volver a memorizarlo en el sentido inverso. Por otra parte trece eran los coches disponibles, siendo cuatro los originales, ocho desbloqueables tras superar el minijuego de Galaga al inicio del juego y un decimotercero obtenible tras derrotar el ¨²ltimo adversario en el modo Time Trial.
En referencia al apartado musical quiz¨¢s no muchos jugadores lo sepan pero Ridge Racer no iba a contar con banda sonora. El equipo estaba decidido a no incluir ning¨²n tipo de pista musical hasta que el dise?ador Fumihiro Tanaka y el compositor Hiroshi Okubo creyeron conveniente a?adir m¨²sica techno a la cabina -y m¨¢s tarde en su versi¨®n para PlayStation- para impregnar mayor velocidad y dinamismo al videojuego. El ya m¨ªtico tema Ridge Racer, Rhythm Shift, Speedster, Feeling Over, Rare Hero o el machacante -pero estupendo- Rotterdam Nation eran las ¨²nicas pistas de m¨²sica que pod¨ªamos escuchar durante la partida, tanto en carrera como en un men¨² jukebox.
El videojuego de Namco fue la punta de lanza de PlayStation en su lanzamiento al mercado siendo adem¨¢s uno de los primeros ¨¦xitos de la consola gris¨¢cea. Un arcade fren¨¦tico y exigente con el que estrenar la m¨¢quina de Sony que dejaba claro que, a¨²n sin sacarle el jugo a la circuiter¨ªa, se pod¨ªan hacer grandes cosas. Un t¨ªtulo con el que se emplearon t¨¦cnicas que hasta entonces nunca antes hab¨ªan sido utilizadas en consolas as¨ª como la tecnolog¨ªa m¨¢s vanguardista de la ¨¦poca.
Para el lanzamiento de Ridge Racer Type 4, el ¨²ltimo de la generaci¨®n, se a?adi¨® un disco titulado Ridge Racer Hi-Spec Demo que era ni m¨¢s ni menos el que hoy tratamos con mejoras gr¨¢ficas, sombreados gouraud y un aumento de velocidad en la tasa de im¨¢genes de 25 a 50fps -de 30 a 60 en la versi¨®n NTSC-. Si quer¨¦is conocer m¨¢s detalles acerca del desarrollo de Ridge Racer no os pod¨¦is perder este art¨ªculo titulado The Making of Ridge Racer donde se habla del esfuerzo que les supuso tanto la versi¨®n arcade como la de PlayStation. Tambi¨¦n pod¨¦is echarle un ojo a un reportaje que publicamos aqu¨ª mismo acerca de la sagarecordando las caracter¨ªsticas de cada juego lanzado en consolas.
Muy Bueno
Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del g¨¦nero. Est¨¢ bien cuidado a todos los niveles. C¨®mpralo.