The Many Pieces of Mr. Coo
- PlataformaPCNSWPS4XBOPS57XBS
- G谷neroAventura gr芍fica
- DesarrolladorGammera Nest
- Lanzamiento07/09/2023
- TextoEspa?ol
- EditorMeridiem Games
Review
An芍lisis de The Many Pieces of Mr. Coo, el suspiro de un hombre enamorado
La esperada aventura gr芍fica de Nacho Rodr赤guez es una proeza de la animaci車n artesanal, pero tambi谷n un point and click mortal y de tr芍gico desenlace.
Dicen que lo bueno, si breve, dos veces bueno. Que una vida no se mide en a?os, sino en experiencias. Por eso juegos como Limbo o Journey nos duraron una tarde y a迆n as赤 se las ingeniaron para dejarnos una huella indeleble en nuestro coraz車n. The Many Pieces of Mr. Coo quiere ser eso, un suspiro que se recuerda, de los que sueltan los enamorados. Y aunque hay flechazo, esta vez es s車lo visual y no jugable.
Amor a primera vista
A nivel art赤stico no hay dudas. The Many Pieces of Mr. Coo es una proeza de la animaci車n artesanal. Estamos ante una de las propuestas m芍s genuinas que han pasado por nuestras pantallas. Cada escena es un nuevo alarde de mimo y cari?o por parte de su creador, Nacho Rodr赤guez, quien se ha valido de un equipo 赤nfimo para regalarnos un homenaje a Dal赤 y los surrealistas que ya quisiera para s赤 el museo Reina Sof赤a.
El juego es un derroche imaginativo sin fin, un desfile de colores, formas y situaciones entre lo on赤rico y lo macabro, pero fascinantes en cualquier caso. Las referencias que se nos vienen a la cabeza van de la obra de Tex Avery a la de Yuru Norsht谷in, pasando por Krazy Kat, Ren y Stimpy o lo m芍s granado del c車mic underground (Robert Crumb a la cabeza). A unos Mr. Coo les recordar芍 al famoso inspector de los dibujos de la Pantera Rosa. A otros al se?or Rossi de Bruno Bozzetto.
Es igual, al final del d赤a lo que har芍 es sorprender a todos. Por lo original del resultado y por la variopinta cantidad de recuerdos que despierta, tantos que llegado un momento dejamos de intentar situarlos y nos limitamos a disfrutarlos.
Problemas de convivencia
A los mandos, su propuesta no guarda mucho misterio. The Many Pieces of Mr. Coo es una aventura gr芍fica de corte cl芍sico, un point and click concebido con los grandes del g谷nero en mente. Sam & Max y el pante車n de LucasArts (Monkey Island, Day of the Tentacle), la saga The Blackwell, juegos como Discworld (basado, efectivamente, en las novelas del Mundodisco de Terry Pratchett) y hasta proyectos m芍s recientes como los Deponia y Lucid Dream Adventure.
Estamos por tanto ante una serie de puzles y acertijos que deberemos superar combinando objetos y pulsando en los lugares indicados en el orden correcto. Por desgracia, el parecido con los nombres citados es m芍s un anhelo que una realidad. Los rompecabezas de Mr. Coo nunca llegan al nivel de aquellos. Avanzar resulta demasiado simple y lineal. No hay di芍logo con el jugador. No hay deducciones que hacer ni momentos en los que gritar eureka.
Durante los primeros compases nos limitaremos a mover el puntero por la pantalla hasta encontrar aquellas partes en las que se transforma en mano, que es donde se nos permite hacer click. Como escanear una imagen, como un libro de buscando a Wally. Y despu谷s se vuelve puro ensayo y error. El juego no es un puchero al que ir echando ingredientes. No existe demasiada relaci車n entre sus partes y la mayor赤a de sus escenas parecen aislada e independientes, sin desarrollo alguno.
Cuando mejor funciona es precisamente cuando permite moverse entre varios escenarios, combinar objetos e incluso manejar a varios personajes (o mejor dicho, a diferentes partes del mismo). Es una l芍stima que al llegar esos momentos de intr赤ngulis, The Many Pieces of Mr. Coo peca de otras dos cosas. La primera, que las soluciones dejan de ser intuitivas y la asociaci車n de ideas exigida es cuanto menos cuestionable. La secci車n final se antoja extra?a. La segunda es que el juego va y se acaba.
El desenga?o
Tampoco es que haya espacio para desarrollar ning迆n desaf赤o, pues The Many Pieces of Mr. Coo dura menos de una hora y acaba con un ※Continuar芍§ que, seamos sinceros, no deja muy buen sabor de boca. Echa el cierre justo cuando hab赤a de despegar, cuando empez芍bamos a entrar en su mundo y sus din芍micas. No da tiempo ni a quejarse de lo ambiguo de la historia ni de las ideas desaprovechadas en materia jugable.
A todo esto se suma la pol谷mica que parece haber salpicado al juego, cuyo desarrollador afirma estos 迆ltimos d赤as haberse visto abocado al lanzamiento a迆n no estando listo para ello, lo que explica que los bugs con los que ha salido, detalles como las pantallas de carga y lo precipitado y distinto de su 迆ltimo tercio. Una pena que se le haya impedido volar con lo alto que apuntaba.
Conclusi車n
The Many Pieces of Mr. Coo es tan intenso y ef赤mero como un amor de verano. El juego entra por los ojos y no tiene parang車n a nivel audiovisual. Nacho Rodr赤guez ha obrado un peque?o milagro que rinde un inolvidable homenaje al surrealismo y al mundo de la animaci車n artesanal. L芍stima que una vez se terminan las vacaciones y se vuelve a la rutina, la magia de ese romance se esfuma. Porque a los mandos, en el d赤a a d赤a, esta aventura gr芍fica de corte cl芍sico, un point and click de los de toda la vida, trae consigo algunos bugs y pol谷micas que afean y ensucian la experiencia. Tampoco termina de desarrollar y explotar sus ideas y mec芍nicas, pues cuando debiera hacerlo, el juego decide que su estaci車n ya ha pasado y echa la persiana. Se despide en apenas tres cuartos de hora, dispuesto a vivir en nuestro recuerdo sabiendo que ya se ha grabado en 谷l, como esos inolvidables amores de verano. S車lo esperamos que de este en concreto s赤 volvamos a saber en el futuro. Lo contrario ser赤a una pena.
Lo mejor
- Art赤sticamente maravilloso. Nos encontramos ante una proeza de la animaci車n artesanal.
- Ese aroma a aventura gr芍fica de las de toda la vida, al principio intuitivo y disfrutable.
Lo peor
- Dura menos de una hora.
- Ciertos bugs.
- Pasa de lo simple a lo obtuso sin t谷rmino medio.
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podr赤an haberlo llevado a cotas m芍s altas. C車mpralo sin miedo.