Los excesos de Resident Evil 4: cuando m¨¢s no significa mejor

A estas alturas seguro que sobra toda presentaci¨®n o halago para Resident Evil 4. A su llegada en 2005, fue celebrado como uno de los mejores juegos de su generaci¨®n (solo Metroid Prime rivaliz¨® con sus notas en GameCube) y consolid¨® una nueva f¨®rmula que no solo inspirar¨ªa a las siguientes entregas de la saga, tambi¨¦n a pr¨¢cticamente cualquier juego de acci¨®n en tercera persona de ah¨ª en adelante: su c¨¢mara al hombro, controvertida como fue de inicio tras media docena de entregas con planos minuciosamente elegidos por los desarrolladores, nos dej¨® ver los horrores m¨¢s de cerca, aunque tambi¨¦n nos forz¨® a defendernos con mayor precisi¨®n.

Por supuesto, la historia de los Third Person Shooters estar¨ªa incompleta sin el Gears of War de Epic Games, que tom¨® notas de Capcom, pero adem¨¢s incorpor¨® un sistema de cobertura que pronto imitar¨ªan los estudios occidentales m¨¢s potentes (Rockstar, Naughty Dog, Bioware) e incluso el propio Shinji Mikami en Vanquish. Sin embargo, esa r¨¢pida transformaci¨®n fue la que ayud¨® a cimentar RE4 como un caso especial: un h¨ªbrido de acci¨®n y terror donde la inevitable exposici¨®n al peligro creaba otro tipo de tensi¨®n; donde la agresividad se ten¨ªa que canalizar de una forma t¨¢ctica para sobrevivir a oleadas cada vez m¨¢s numerosas y con mayor capacidad para flanquear.

Ampliar

La pata de mono del Survival Horror

Esa es la versi¨®n resumida, la que todos sabemos, y la que solo est¨¢ sobre estas l¨ªneas porque todo texto necesita empezar de alg¨²n modo. Diecisiete a?os despu¨¦s de su estreno, los fans de Resident Evil siguen sin alcanzar unanimidad sobre lo mucho o lo poco que esta entrega encarna lo que su nombre implica; pero casi nadie pone en duda que su gunplay dej¨® poco al azar. Que tramos como la llegada a la aldea o el asalto en la caba?a reconceptualizaron los encuentros multitudinarios de un modo que trascendi¨® a una saga donde antes evitar combates era una victoria en s¨ª misma.

Mikami y su equipo lo sab¨ªan, y por eso uno de los cambios m¨¢s significativos (aunque rara vez tan comentado como el arsenal de armas y mejoras, la vers¨¢til detecci¨®n de colisiones o al racionamiento extra gracias a las patadas y el cuchillo) fue el hecho de que los enemigos dejaban munici¨®n u otros recursos tras ser derrotados. Ya no eran simples obst¨¢culos a evitar, tambi¨¦n potenciales botines que reclamar, as¨ª que la planificaci¨®n de rutas en mapas complejos con backtracking dej¨® de ser el motor de la experiencia: el juego pod¨ªa ser lineal y a la vez estimulante si el dise?o de encuentros se encargaba de aportar la suficiente variedad de situaciones y sensaci¨®n de escalada.

Ampliar

Como sus infectados, la identidad de Resident Evil estaba llamada a mutar tarde o temprano. Ya el original pasara de la laber¨ªntica mansi¨®n, con un grado de exploraci¨®n no lineal rara vez igualado desde entonces, a niveles de dise?o mucho m¨¢s simple para encauzar?hacia un cl¨ªmax donde deb¨ªamos usar las balas de escopeta o rev¨®lver atesoradas por precauci¨®n. Los cambios de ritmo siempre estuvieron ah¨ª, fueron deliberados, y respondieron al beneficio de liberar la tensi¨®n acumulada durante las primeras horas. Una catarsis que no podr¨ªa sustentar todo el juego sin convertirlo en otro diferente, pero s¨ª acentuar la progresi¨®n de personaje y jugador.

El problema evidente a partir de ah¨ª es que los posteriores no solo tuvieron que construir su propia escalada, tambi¨¦n suceder a las previas. En RE2, Capcom multiplic¨® zombis e introdujo la contrapartida de los Hunters (Lickers) mucho antes para mantener a los veteranos en vilo; en RE3, Jill ven¨ªa de sobrevivir al original, as¨ª que solo N¨¦mesis podr¨ªa ponerle contra las cuerdas. Pero nada de lo visto en ellos, Code: Veronica o RE0 adelant¨® lo que ser¨ªa RE4. Un juego que introduc¨ªa nuevo sistema de combate y escalaba a trav¨¦s de un enemigo, varios y una aldea completa (incluyendo posibilidad de ser decapitados incluso con salud m¨¢xima) en menos de media hora.

Ampliar

Resident Evil 4 fue con todo desde el principio, y extendi¨® con su ¡°tutorial¡± (el encuentro multitudinario en la plaza precede a la aparici¨®n del t¨ªtulo en pantalla) un cheque casi imposible de canjear durante el resto del juego. Especialmente si su intenci¨®n era ser tambi¨¦n el m¨¢s largo hasta entonces (12-15 horas frente a las 6-10 de los previos). Su ambici¨®n, por supuesto, dio frutos; pero tambi¨¦n result¨® en un declive que quiz¨¢ muchos no notaron hasta RE5 y RE6, pero se empez¨® a materializar aqu¨ª mismo. Antes de alcanzar los cr¨¦ditos. Quiz¨¢ antes de alcanzar la isla.

Y usamos el quiz¨¢ porque mucho de esto siempre variar¨¢ de jugador a jugador. No hay una f¨®rmula m¨¢gica para gustar a todo el mundo todo el tiempo, y Capcom ya puede hacer un remake, y luego otro remake del remake, que seguir¨¢ sin lograrlo aunque los mejores desarrolladores se pongan sus batas de laboratorio para escrutar an¨¢lisis, encuestas y estudios de mercado. Dicho todo esto, incluso en medio del relativismo m¨¢s absoluto es dif¨ªcil cuestionar c¨®mo la aldea fue capaz de evolucionar ese c¨®ctel de horror y acci¨®n escor¨¢ndose progresivamente m¨¢s hacia la intensidad de lo segundo, pero sin diluir por completo la tensi¨®n de lo primero.

Ampliar

Encerronas en niveles m¨¢s densos o verticales, enemigos con dinamita, par¨¢sitos grotescos con mayor alcance, jefes como la bestia del lago y el gigante, la custodia de Ashley, la citada batalla de la caba?a junto a Luis, el duelo con el alcalde... En aproximadamente tres horas, RE4 hac¨ªa esto y m¨¢s gracias a la propulsi¨®n de un ritmo acorde a la recta final de cualquier otro juego. El desarrollo era lineal, priorizando lo que cada arena aportaba a cada combate frente a la complejidad global; pero fuera de las secuencias se preservaba cierto gravitas, y el dise?o se replegaba para incluir varios regresos a zonas previas e ilustrar el aumento de peligrosidad al cerrarse la noche.

Rumbo a la isla sin tesoro

RE4 dej¨® de ser el Survival Horror que conocimos en los noventa, aunque segu¨ªa siendo uno a su propio modo. Pero entonces lleg¨¢bamos al castillo, y el juego no solo estaba lejos de terminar: ten¨ªa mucho m¨¢s contenido hacia delante que hacia atr¨¢s. La escalada deb¨ªa seguir. Una monta?a sobre otra monta?a, con nuevos peligros en la subida. M¨¢s variados, m¨¢s cuantiosos, m¨¢s alocados. Los amagos de terror siguieron ah¨ª (enemigos ciegos con garras, insectos invisibles, la secci¨®n jugable de Ashley, el mayordomo de Salazar); pero todo lo dem¨¢s, tambi¨¦n. Multiplicado y cada vez menos preocupado por las apariencias. Por ideas como gravitas o backtracking. Correr en quinta marcha era insuficiente, as¨ª que meti¨® una sexta que ni siquiera ser¨ªa la ¨²ltima.

Ampliar

Y el resultado fue divertido como pocos. De nuevo, contando con que tal cosa como la diversi¨®n var¨ªa de persona a persona; pero de nuevo, tambi¨¦n con el hecho de que las notas, la recepci¨®n p¨²blica y la influencia en otros desarrolladores es incuestionable. El objetivo de hoy en ning¨²n caso es menoscabar la proeza de Mikami y su equipo. Es entender por qu¨¦ el creativo ya estaba m¨¢s cerca de God Hand que de Resident Evil Remake, por qu¨¦ la explosi¨®n de RE4 tuvo una continuidad tan irregular en su propia saga, y por qu¨¦ la posibilidad de volver a la pizarra para reimaginar su desarrollo no es tan redundante como la vigencia de su jugabilidad puede dar a entender.

Incluso en su d¨ªa, cuando ignor¨¢bamos todo lo que vendr¨ªa despu¨¦s, o que la reimaginaci¨®n de Resident Evil 2 heredar¨ªa su perspectiva sin sacrificar tono o complejidad estructural, la isla de la recta final ya ocup¨® el punto de mira de aquellos abonados a la filosof¨ªa de que a veces ¡°menos es m¨¢s¡±. Una isla, curiosamente, ahora ausente en el mapa de la edici¨®n coleccionista del remake; lo que, unido a las declaraciones sobre la dr¨¢stica reducci¨®n de Quick Time Events, invita a asumir cambios sustanciales en la segunda mitad (qui¨¦n sabe si incluso introduciendo m¨¢s uso de la aldea en vez de ir constantemente de arena nueva en arena nueva).

Ampliar

Para ser justos con la isla, la tradici¨®n de ir de m¨¢s a menos es una arraigada en la saga, precede por bastante a RE4, y ha seguido aplic¨¢ndose desde entonces. Pero eso no quita que marcase uno de los puntos de inflexi¨®n m¨¢s notables, especialmente cuando ni cinco minutos despu¨¦s de llegar un militar con ametralladora Gatling port¨¢til sal¨ªa a nuestro encuentro. Era la bienvenida a un festival con enemigos de armadura a lo Mad Max, oleadas y m¨¢s oleadas de soldados, retos a cuchillo v¨ªa QTE con Jack Krauser, un Leon superh¨¦roe esquivando rayos l¨¢ser como en la primera pel¨ªcula de Paul W. S. Anderson o una batalla campal con la asistencia de un helic¨®ptero.

En esos momentos, Resident Evil 4 no solo parec¨ªa parte de una saga diferente a la que creara Mikami en tiempos de la primera PlayStation, tambi¨¦n casi un juego diferente al que empez¨¢ramos en la aldea, cuando un enemigo con motosierra intimidaba m¨¢s que muchos jefes de juegos anteriores. Fue la l¨®gica de la progresi¨®n del original llevada hasta un nuevo y disparatado extremo, donde la acci¨®n se escalaba con m¨¢s acci¨®n porque, ?c¨®mo si no podr¨ªamos considerarlo escalar? ?C¨®mo llamar clim¨¢tico a un desenlace si no tiene m¨¢s enemigos, m¨¢s tiroteos, m¨¢s explosiones, m¨¢s volteretas o m¨¢s muertes evitadas en el ¨²ltimo segundo?

Ampliar

Algunos dir¨¢n que Resident Evil 4 funciona bien como est¨¢ y no necesita cambiar nada; postura razonable porque, a fin de cuentas, ha sido con esta forma con la que ha obtenido tanto ¨¦xito al margen de lo que luego sus secuelas aprendiesen de ¨¦l. Otros quiz¨¢ dir¨¢n que arrancar quir¨²rgicamente algunas horas habr¨ªa sido beneficioso para conseguir un resultado superior, m¨¢s equilibrado, capaz de lograr m¨¢s impacto en las set pieces resultantes por el simple hecho de evitar el desgaste por acumulaci¨®n y sobre escalada oleada tras oleada, QTE tras QTE. Y luego est¨¢ la tercera opci¨®n.

Fantasmas del pasado

La tercera opci¨®n es, c¨®mo no, la que tiene Capcom sobre la mesa ahora que puede rehacer el juego en un motor nuevo, y es tambi¨¦n la que tuvo en su d¨ªa antes de cerrar el desarrollo en el motor viejo. Cuando el equipo experimentaba y present¨® al mundo una propuesta diferente a la que luego recibir¨ªamos a su estreno. Un Resident Evil 4 ya con Leon y c¨¢mara al hombro al apuntar (aunque solo al apuntar, no durante la exploraci¨®n), pero tambi¨¦n con ritmo m¨¢s pausado, una linterna que solo se pondr¨ªa al frente en la secci¨®n de Ashley, alucinaciones e incluso apariciones espectrales.

Ampliar

En el camino hacia el lanzamiento de RE4, el zombi cl¨¢sico hab¨ªa perdido mucha de su capacidad para asustar debido a la sucesi¨®n de secuelas que aumentaban nivel de detalle, pero rara vez aportaban algo nuevo entre ellas, o durante el desarrollo pasados los contactos iniciales. El remake del primero diera en la tecla exacta con los Crimson Head, versiones mucho m¨¢s r¨¢pidas y peligrosas que solo aparec¨ªan al cabo de un tiempo, si dej¨¢bamos los zombis corrientes reposando en su lugar de derrota sin quemarlos con queroseno (con lo que ello implicaba en tiempo y gesti¨®n extra) o la suerte de que un escopetazo reventase su cabeza y eliminase el problema de ra¨ªz.

En Resident Evil 4, de nuevo, sab¨ªan que necesitaban algo m¨¢s. Y ese algo m¨¢s, en un principio, iba a ser jugar con la infecci¨®n del propio Leon. Uno de los primeros elementos introducidos al p¨²blico (antes incluso de la beta con fantasmas) hab¨ªa sido la idea de que nuestro protagonista iba a contraer el virus y ser afectado por ¨¦l, una idea que sobrevivi¨® a la versi¨®n final, pero solo como recurso narrativo: en efecto, Leon era inoculado poco despu¨¦s de empezar el juego, pero el impacto de este evento en la historia era m¨ªnimo; y en la jugabilidad, directamente nulo a pesar de recibir pastillas que podr¨ªan servir como elemento de gesti¨®n en una versi¨®n alternativa.

Ampliar

En una saga m¨¢s preocupada por racionalizar el terror que Silent Hill, Project Zero u otras franquicias de enfoque m¨¢s abstracto o paranormal, la infecci¨®n brindaba una oportunidad ideal para introducir elementos m¨¢s ambiguos o perturbadores sin tirar por la borda cualquier intento de verosimilitud que no fuese compatible con las mutaciones bioterroristas originales. Como sabemos, el estudio acabar¨ªa desechando la idea, as¨ª que todo lo que vemos est¨¢ ah¨ª. Sean campesinos con par¨¢sitos gigantes en su interior, sean las deformes criaturas con gran capacidad regenerativa que recuperan temporalmente el horror entre los tiroteos m¨¢s mundanos de la isla.

El resultado fue un desarrollo capaz de escalar hasta el infinito y m¨¢s all¨¢ cuando se trataba de explotar su avanzado combate, pero con dificultad para recapturar el suspense de las primeras horas?desde que la naturaleza de los Ganados se defin¨ªa con claridad y el juego se limitaba a armarlos mejor. Al par¨¢sito inicial con tent¨¢culos y l¨¢tigo presentado en la aldea, el castillo a?ad¨ªa una variedad capaz de separarse del hu¨¦sped y otra capaz de arrancar de cuajo la cabeza de Leon si se acercaba demasiado; pero esa clase de horror corporal, o el ofrecido por los regeneradores de la isla, quedaba como complemento espor¨¢dico para un juego de acci¨®n bomb¨¢stico.

Ampliar

Lo que nos lleva de nuevo a la aparente desaparici¨®n ¡ªo desplazamiento¡ª de la isla, a la prometida moderaci¨®n con los QTE, al mayor compromiso con el horror y a los gui?os a Resident Evil 3.5 (nombre coloquial de la beta con fantasmas) que ya ha hecho Capcom con detalles como la linterna o la elecci¨®n de indumentarias para Leon y Ashley m¨¢s en l¨ªnea con aquella etapa. Nada de eso asegura, por supuesto, si tambi¨¦n tienen en mente llevar m¨¢s all¨¢ las infecciones de ambos protagonistas, o si las alucinaciones dar¨¢n el salto de las secuencias al propio juego; pero dado los precedentes de Village y el nuevo tono, no suena como la opci¨®n m¨¢s descabellada.

Solo el tiempo dir¨¢, y tampoco es tanto el que toca esperar de aqu¨ª a marzo. Resident Evil 4 como el juego que conocemos ya existe desde 2005, y ha sido relanzado en casi toda plataforma posible para asegurar su accesibilidad. El Resident Evil 4 de 2023 deber¨ªa probar algo diferente, sobre todo a medida que se enfrente al rendimiento decreciente, a la predictibilidad de una escalada que deja de tener tensi¨®n porque sabemos que es lo mismo de atr¨¢s con mayores n¨²meros, defensas y alcances. Es lo que termina desinflando un juego a pesar de ello hist¨®rico; pero esa historia ya est¨¢ escrita, y solo escribiendo una nueva se puede salir de su sombra.

Ampliar