Scorn, an¨¢lisis de una pesadilla influenciada por H.R. Giger

Es muy dif¨ªcil analizar un t¨ªtulo como Scorn. Y es que estamos ante un caso muy curioso, porque siendo un juego muy esperado con unas expectativas muy altas en torno a ¨¦l, realmente poco o nada sab¨ªamos acerca de qu¨¦ esperar realmente del mismo, m¨¢s all¨¢ de una impactante ambientaci¨®n fuertemente influenciada por la obra del artista H.R. Giger. Los trailers mostraban una aventura en primera persona opresiva y grotesca, pero era dif¨ªcil adivinar si est¨¢bamos ante un survival horror, un juego de disparos, una mezcla de ambas o vete t¨² a saber qu¨¦. Es por ello que podr¨ªamos pensar que el dispar recibimiento que est¨¢ teniendo el t¨ªtulo viene por no ser lo que se esperaba.

Porque finalmente, Scorn tiene m¨¢s de juego de puzles en primera persona que de los dos g¨¦neros anteriormente mencionados, de los cuales s¨ª que encontramos ligeras gotas en la mezcla. Pero el problema de Scorn no es ser una pausada y claustrof¨®bica aventura en primera persona con rompecabezas a resolver en lugar de un t¨ªtulo donde pegar tiros o pasar miedo sobreviviendo a las bravas. El problema de Scorn es que como juego de puzles resulta mediocre, que su narrativa es casi inexistente, y que da la sensaci¨®n que las buenas ideas del estudio afincado en Belgrado Ebb Software se acabaron con la soberbia ambientaci¨®n del juego. Scorn funciona mejor como experiencia que como videojuego, y eso no puede ser bueno.

Y a¨²n as¨ª, vemos a mucha gente encantada con el juego. Porque s¨ª, si nos gustan las emociones fuertes, las ambientaciones extremas y somos fan¨¢ticos del retorcido arte del se?or Giger, Scorn es el t¨ªtulo que mejor hace gala de dicha influencia entre los muchos videojuegos que lo han hecho hasta ahora. Si tenemos est¨®mago y no somos aprensibles, este claustrof¨®bico y opresivo viaje a la demencia es digno de ser disfrutado, ya que ofrece una de las ambientaciones m¨¢s personales e impactantes del medio. Pero si dejamos fuera de la ecuaci¨®n dicha ambientaci¨®n, casi todo lo dem¨¢s no termina de cuajar. Desde luego, si buscamos un juego de puzles en primera persona, Scorn est¨¢ a a?os luz de t¨ªtulos como The Talos Principle o The Witness. Si buscamos t¨ªtulos de terror con una narrativa potente, Scorn palidece ante propuestas como la de Soma.

Su duraci¨®n, en torno a las 6 horas, tambi¨¦n ha resultado ser en cierta medida una decepci¨®n. No ya por la escasez de la misma, si no por lo poco que ocurre en las mismas. Y a¨²n as¨ª, hay que reconocer el acierto con que Ebb Software ha construido uno de los escenarios m¨¢s dantescos e inolvidables que hemos recorrido en los muchos a?os que llevamos disfrutando de los videojuegos. Y as¨ª como alabamos semejante despliegue, criticamos la falta de chispa en casi todo lo dem¨¢s en un videojuego que podr¨ªa haber sido apote¨®sico, y se queda en una experiencia para fan¨¢ticos de Giger y las ambientaciones extremas. Disponible en Pc y Xbox Series, en Gamepass desde el d¨ªa del lanzamiento.

Puzles en primera persona

Scorn nos pone en la piel de un ser que nos resulta totalmente extra?o, del que nada sabemos, que despierta en un entorno hostil de pesadilla. El t¨ªtulo se esfuerza con ah¨ªnco en hacernos sentir desorientados y confusos desde el inicio, donde no contamos con absolutamente ning¨²n tutorial ni gu¨ªa que nos explique los mandos ni los conceptos b¨¢sicos del juego. Scorn quiere ser opresivo y asfixiante desde el minuto uno, y a buena f¨¦ que lo consigue. Quiz¨¢ con demasiado ¨¦xito, muy a nuestro pesar.

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El inicio del t¨ªtulo nos ha parecido poco acertado, y nos da la sensaci¨®n de que justifica las muchas devoluciones que ha sufrido el t¨ªtulo en Steam (cosa que podemos hacer con cualquier t¨ªtulo si hemos jugado menos de 2 horas). Nos parece perfecto que el t¨ªtulo nos haga sentir perdidos y nos obligue a desentra?ar los entresijos de su universo por nosotros mismos, sin ning¨²n tipo de gu¨ªa. El problema es que el primer obst¨¢culo del juego sea un puzle tipo ¡°slider¡±, t¨ªpico rompecabezas insufrible de aventura gr¨¢fica que adem¨¢s aqu¨ª est¨¢ insertado de una manera un tanto confusa.

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Esta es una de nuestras principales cr¨ªticas a Scorn. Su n¨²cleo jugable consiste en resolver un batiburrillo de puzles gen¨¦ricos sin ning¨²n tipo de personalidad, parecen elegidos sin ganas entre lo m¨¢s detestable del g¨¦nero de la aventura gr¨¢fica. Al slider mencionado se le suman puzles de girar mecanismos para lograr combinaciones y otros rompecabezas gen¨¦ricos m¨¢s. No hay mec¨¢nicas originales, no hay profundidad, y tampoco hay variedad ni cantidad.

Tampoco es que su integraci¨®n sea la m¨¢s org¨¢nica del mundo, ya que deberemos resolver puzles, alguno bastante pu?etero, para realizar acciones que en este universo de pesadilla se podr¨ªan considerar cotidianas. A mayores, el desplazarnos por sus intrincad¨ªsimos parajes puede ser considerado otro puzle en s¨ª, ya que no contamos con ning¨²n tipo de mapa o indicaci¨®n, y el patr¨®n de las zonas a visitar es muy laber¨ªntico, y nos obligar¨¢ a dar mil vueltas y a memorizar cada trayecto.

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Es triste que un t¨ªtulo con una ambientaci¨®n y personalidad tan potentes base su propuesta en puzles gen¨¦ricos que precisamente no tienen ninguna personalidad, y que parecen m¨¢s obst¨¢culos puestos para dificultar el avance y alargar una duraci¨®n que ser¨ªa p¨ªrrica en caso de su ausencia. Desde luego, si nos apetece darle al coco y jugar un t¨ªtulo de puzles, tanto en primera persona como en otras perspectivas, se nos ocurren muchas opciones mejores que Scorn (y m¨¢s baratas). La narrativa, se limita a lo que vemos en pantalla, sin ning¨²n di¨¢logo ni fuente de informaci¨®n, por lo que resulta totalmente difusa y deja en manos del jugador sacar sus propias conclusiones, sin mucha ayuda en la que basarse.

Concesi¨®n al survival horror

No todo ser¨¢ deambular por escenarios claustrof¨®bicos y opresivos resolvendo puzles. Tambi¨¦n habr¨¢ lugar para pasarlo mal lidiando con enemigos y recursos limitados, en secciones concretas y que no aparecen hasta m¨¢s o menos la mitad de la aventura. El caso es que esta concesi¨®n al survival y los tiros, parece m¨¢s eso, una concesi¨®n en previsi¨®n de las cr¨ªticas de los que se esperaban ¡°otra cosa¡±, que un a?adido que dote de mayor enjundia al juego.

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En cualquier caso, ni el control ni el apuntado son tan toscos como se ha le¨ªdo por ah¨ª, y van en consonancia con el personaje al que controlamos y el ¨¦nfasis de los creadores del t¨ªtulo por ofrecer una experiencia ardua. El caso es que apenas combatiremos a dos tipos de enemigos, en enfrentamientos que por lo general podemos evitar, m¨¢s un tercer enemigo en un combate que s¨ª deberemos afrontar una ¨²nica vez. El apuntado es lento, y el cambio de arma nos deja totalmente vendidos, y en un par de ocasiones moriremos porque la situaci¨®n busca ser frustrante a prop¨®sito. Nada grave, porque reapareceremos en un punto de control minutos antes del fatal desenlace.

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El caso es que ni los combates resultan ser algo satisfactorio, ni consiguen elevar la tensi¨®n, y la verdad es que salvo por la ambientaci¨®n opresiva, nunca tendremos la sensaci¨®n de estar ante un survival horror. Ni hay sustos, ni situaciones traum¨¢ticas, ni jugaremos con el coraz¨®n a m¨¢s pulsaciones de las normales. Es triste, pero la sensaci¨®n es que Scorn habr¨ªa funcionado mejor sin puzles ni combates, centr¨¢ndose en su excelsa ambientaci¨®n y en su vocaci¨®n de experiencia. No es, ni mucho menos, c¨®mo nos gustar¨ªa que fuera, pero dada la poca chispa que desprenden tanto puzles como combates, y la escasa pericia en la implementaci¨®n de ambos, casi habr¨ªa sido mejor as¨ª.

Contaremos con 4 tipos de armas, que podremos recargar en unas curiosas estaciones de munici¨®n repartidas a lo largo del juego. Tambi¨¦n habr¨¢ una suerte de puestos donde recogeremos recargas para nuestra salud. Pese a que se da la sensaci¨®n de escasez de unas y otras, reforzando el aire de survival, son m¨¢s que suficientes y salvo p¨¦simo desempe?o por nuestra parte siempre nos sobrar¨¢n. Como hemos comentado, podemos evitar casi cualquier enfrentamiento, pero contaremos con munici¨®n para despachar a todo enemigo que nos encontremos.

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H.R. Giger estar¨ªa orgulloso

Donde no se le puede hacer el m¨¢s m¨ªnimo reproche a Scorn es en su majestuosa ambientaci¨®n y colosal puesta en escena. La influencia del mencionado Giger impregna todos los poros de un universo dantesco, que evoca con maestr¨ªa la obra del artista en una aberrante fusi¨®n de la carne y el metal con un fuerte componente sexual. La pesadilla biomec¨¢nica de Scorn quedar¨¢ en los anales del medio como una de las ambientaciones m¨¢s espectaculares y personales que hemos disfrutado en el mismo. Y por si eso no fuera suficiente, luce escandalosamente bien en pantalla, justificando el dejar atr¨¢s la versi¨®n de la pasada generaci¨®n de Xbox y siendo exclusivo de la presente generaci¨®n, adem¨¢s del Pc.

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Los escenarios est¨¢n llenos de detalles grotescos y opresivos, son una explosi¨®n exacerbada de imaginer¨ªa retorcida y perversa de la que el artista su¨ªzo a buen seguro estar¨ªa m¨¢s que orgulloso. El t¨ªtulo es una constante sucesi¨®n de im¨¢genes impactantes de las que se quedan en la retina, aunque eso s¨ª, el contenido es muy fuerte y no apto ni para menores ni para est¨®magos sensibles. Hay que destacar el excelente rendimiento de la versi¨®n Pc, que corre de forma flu¨ªda a 1080p en equipos modestos, y mantiene esa tasa de im¨¢genes por segundo a resoluci¨®n 4k en equipos actuales sin exigir una m¨¢quina exagerada. Tir¨®n de orejas eso s¨ª a la desarrolladora, ya que hemos sufrido un bug por el cual nuestro personaje se qued¨® atascado traspasando el suelo de un ascensor, situaci¨®n que se manten¨ªa al salir y volver a cargar la partida, debiendo cargar un punto de control anterior y teniendo que repetir un buen trecho de aventura.

El apartado sonoro es un tanto minimalista para nuestro gusto, pasando demasiado desapercibido. Cierto es que la ausencia de estridencias casa con la propuesta del t¨ªtulo, pero nos habr¨ªa gustado una mayor presencia y contundencia tanto de efectos sonoros como de una m¨²sica que apenas aparece durante la aventura. Desde luego, la puesta en escena de Scorn es tan potente, personal y provocadora que entendemos que para muchos justifique plenamente el t¨ªtulo, aunque en nuestra opini¨®n el resto de apartados del mismo se queden bastante por detr¨¢s.

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