La historia de Xenoblade Chronicles 3: Noah y el inconsciente colectivo
Dos d谷cadas y media despu谷s de Xenogears, Tetsuya Takahashi retoma las influencias de Carl Jung para construir uno de los JRPG m芍s humanistas.
Ya ha pasado un mes completo desde el lanzamiento de Xenoblade Chronicles 3 (ayer fue su ※aniversario§), as赤 que suena como un buen momento para por fin empezar a ahondar en su historia, sus personajes y sus temas sin las evidentes limitaciones que impone un an芍lisis convencional, escrito para aquellos que a迆n no lo han jugado y quieren un acercamiento superficial que les ayude a decidir si van a hacerlo siquiera.
El texto de hoy, en cambio, est芍 lleno SPOILERS. No tanto del primer y el segundo Xenoblade, puesto que ya los tratamos hace poco en otro reportaje (aunque algunas revelaciones de sus argumentos son inevitables); pero s赤 de la totalidad de Xenoblade Chronicles 3. As赤 que sirva como el aviso de rigor si todav赤a no lo hab谷is terminado.
Polos opuestos y aniquilaci車n
Seguro que por muchos fans del g谷nero JRPG es sabido que la imposibilidad de materializar dos veces su visi車n completa en Xenogears y Xenosaga llev車 a Tetsuya Takahashi a moderar sus pretensiones narrativas cuando lleg車 a Nintendo y empez車 a trabajar en lo que un d赤a ser赤a Xenoblade. Por aquel entonces, el proyecto inicialmente anunciado como Monado: Beggining of the World iba a ser una aventura independiente y conclusiva, no un cap赤tulo de entrada hacia miles de a?os de historia narrados en otros juegos (o libros cuando dichos juegos se cancelasen).
Pero el juego tuvo 谷xito, y luego secuelas. Al principio manteniendo esa independencia (Xenoblade Chronicles X), pero luego surgi車 una idea: ?por qu谷 no expandir su universo? Claro que a Takahashi le gusta menos tirar por lo f芍cil que mezclar fantas赤a con ciencia ficci車n, as赤 que no se limit車 a contar historias en el futuro de ese mundo ya establecido, sino en paralelo: Xenoblade Chronicles 2 present車 un mundo con origen com迆n, pero situado en otro plano. El original del que hab赤a surgido aquel formado por los dos cuerpos de gigantes que explor芍bamos en el primer juego.
O lo que es lo mismo, Xenoblade 2 recontextualiz車 lo que entonces parec赤a un nuevo universo sobrescrito sobre el anterior como un reflejo opuesto. Una realidad aparte creada por mediaci車n del Conducto, artefacto que no solo proporcion車 la energ赤a necesaria, tambi谷n se encarg車 de mantener ambos universos separados a pesar de compartir un punto de uni車n. Un v車rtice cerrado al final de las dos aventuras, cuando el Conducto se desvaneci車 tras empujar estos universos hacia futuros independientes.
Pero claro, eso imped赤a el Xenoblade 3 tantos jugadores quer赤an. El crossover donde Shulk conociese a Rex, Fiora a Pyra y a Mythra, Melia a Nia, etc谷tera. El juego que tratase sobre los futuros conectados. As赤 que, fuese por los deseos de los fans, por las maquinaciones de Takahashi o por la magia espacial cuya log赤stica escapa a la compresi車n humana (seguramente un poco de todo), los dos universos empezaron a atraerse de nuevo como los polos opuestos de un im芍n.
Es ah赤 donde entra la recontextualizaci車n de Xenoblade 3: porque estos universos no eran simplemente paralelos, eran antag車nicos. En la localizaci車n inglesa, Nia incluso se refiere a ellos como un positivo y un negativo. Como la materia y la antimateria, part赤culas que provocan aniquilaci車n al entrar en contacto. Despu谷s de todo, sumar 1 y 1 resulta en 2, pero sumar 1 y -1 resulta en cero. Una explosi車n; y luego, luz. Por suerte, no fue inmediato, y la progresiva cercan赤a permiti車 que los habitantes de ambos mundos pudiesen comunicarse y preparar un plan para evitar su extinci車n.
El arca y el inconsciente colectivo
Solo que la extinci車n era inevitable: los universos hab赤a emprendido rumbo de colisi車n y solo era cuesti車n de tiempo que se aniquilasen. El plan, por tanto, no consisti車 en impedirlo, sino en restaurar la vida despu谷s de la aniquilaci車n. Un complejo proyecto que requiri車 la construcci車n de dos mitades de un arca, llamada Origen, donde cada mundo almacenar赤a los datos esenciales para empezar de nuevo, incluyendo las almas de sus habitantes. As赤, durante la intersecci車n ambas se ensamblar赤an para formar una especie de caja negra, capaz de resistir la aniquilaci車n para luego reiniciar todo.
Si hab谷is jugado a Xenoblade X, sabr谷is que la idea de construir un arca para empezar de nuevo no es precisamente in谷dita en la obra de Takashahi, pero en Xenoblade 3 adem芍s se da la mano con influencias junguianas que ya fueran muy prevalentes en Xenogears. Es apropiado 〞y seguramente no accidental〞 tener a Noah (variaci車n inglesa de No谷) como protagonista de un juego donde no solo toda la supervivencia de la humanidad depende de la tarea encomendada a un arca, tambi谷n donde el inconsciente colectivo crea la amenaza que pone en peligro el 谷xito de dicha misi車n.
Es probable que todos los lectores de este texto asocien a No谷 y su arca con el relato del diluvio universal narrado en la Biblia, puesto que es la versi車n m芍s popular en la cultura occidental. Sin embargo, esta versi車n dista de ser la 迆nica o la primera: a lo largo de la historia, numerosos pueblos y culturas incorporaron el relato del diluvio como castigo divino, empezando por el poema sumerio de Gilgamesh, que precede por varios siglos a No谷 y tambi谷n hace aparici車n en Xenoblade 3 como la nave que manejan los N迆meros Perdidos durante el asalto final para recuperar el arca.
Aunque esta clase de paralelismos a menudo se limitaban a fuentes comunes, el psiquiatra suizo Carl Jung propuso una hip車tesis que explicaba por qu谷 en civilizaciones separadas por oc谷anos tambi谷n aparec赤an historias y arquetipos similares: a diferencia del inconsciente individual, el inconsciente colectivo es una faceta comunal de la psique formada por instintos, ideas y categorizaciones compartidos por humanos desde su nacimiento, antes de empezar a forjar experiencias como individuos. Una teor赤a quiz芍 poco respaldada a nivel emp赤rico, pero 迆til para tender un puente tanto entre la psicolog赤a y la espiritualidad como entre diferentes culturas, ya que antes de influenciar a Takahashi y muchos otros autores de rol o manga japon谷s, fue Jung el que se dej車 influenciar por algunas de las ense?anzas orientales.
Frente al individualismo predominante en Occidente o las teor赤as de Sigmund Freud (tutor de Jung hasta que ambos tomaron caminos antag車nicos), Jap車n, India y otros pa赤ses asi芍ticos se han caracterizado por una perspectiva m芍s colectivista. Religiones o filosof赤as donde el concepto de consciencia como tal no estaba tan atado al ego, al ※yo consciente§. Es lo que llev車 hacia la gran proliferaci車n de supersticiones y miedos colectivos manifestados como los miles de dioses y demonios yokai?del folclore nip車n. A la infinidad de obras de ficci車n sobre las manifestaciones f赤sicas de traumas. Y ahora, en el contexto de Xenoblade 3, a la controvertida figura de Z.
Z, el l赤der de los Moebius, no es un dios, un cient赤fico loco, un guerrero corrompido por el poder o un personaje conocido que reaparece para proporcionar un elaborado giro de guion. Es la personificaci車n del miedo colectivo a la aniquilaci車n. Un rechazo tan extendido y feroz a la incertidumbre del futuro que consigue coagular en una conciencia propia, capaz de detener el tiempo en medio de la Intersecci車n y usar la reci谷n ensamblada Origen como motor para una nueva realidad en estasis: Aionios.
Corderos en el matadero
Como bien apunta Noah durante la batalla que abre el juego, Aionios se suele traducir como ※eternidad§, aunque no es una acepci車n del todo precisa. Derivado de la palabra Aion (nombre del dios griego del tiempo, un libro de Jung y el mecha m芍s poderoso de Xenoblade 2), el t谷rmino implica finitud, pero abarca un periodo variable en funci車n de si alude a un imperio, un mandato, una vida... En el caso de los Moebius, agentes que aceptan el ※infinito presente§ ofrecido por Z, la existencia eterna no es tal, aunque s赤 se posterga mediante la cosecha y el consumo de la fuerza vital ajena.
Es esa necesidad de prorrogar el mundo y los Moebius lo que lleva al stasis, t谷rmino utilizado tanto para referirse a la detenci車n del tiempo como al estancamiento de un conflicto que se perpet迆a sin resoluci車n. Los soldados de Keves (cordero en hebreo) y Agnus (cordero en lat赤n) son justo eso, ganado criado para su sacrificio. Una idea que, de nuevo, es familiar en la obra de Takahashi: lamb (cordero en ingl谷s) era el t谷rmino usado por los habitantes de la naci車n voladora Solaris para referirse a los humanos de la superficie que manipulaban para guerrear y utilizar en experimentos.
Pero antes de hablar de corderos vale la pena regresar a Jung, porque los Moebius (o c車nsules, como se presentan en forma humana) son una muestra perfecta del descontrol en el ego junguiano: su inmortalidad y poder crea una desconexi車n entre el ※yo consciente§ (el ego) y el ※s赤-mismo§ (Self), una carencia introspectiva a la hora de reflexionar sobre c車mo somos percibidos o las repercusiones de nuestras acciones, lo que resulta en un narcisismo caricaturesco (si hab谷is visto la serie El juego del calamar, seguro que no habr谷is pasado por alto la similitud con los espectadores VIP enmascarados que apuestan por la supervivencia de unos u otros concursantes).
En el infinito presente de Aionios, las d谷cadas se convierten en siglos y las ef赤meras existencias de los corderos cada vez se asemejan menos a lo que los Moebius pueden considerar como iguales: vienen y se van constantemente, sus vidas se agotan en un abrir y cerrar de ojos, as赤 que usarlos como entretenimiento, no solo fuente de energ赤a, se racionaliza como algo l赤cito e incluso necesario para preservar el 迆ltimo hilo de cordura. Para tener prop車sito m芍s all芍 de perpetuar su existencia.
Para los soldados, en cambio, la stasis y la limitaci車n de diez a?os 〞en el mejor de los casos〞 imposibilitan gozar de una vida plena y crecer como comunidad; establecer generaci車n tras generaci車n una cultura que haga progresar a la humanidad hacia delante en vez de mantenerla estancada en el mismo punto. No hay espacio para evolucionar ese mismo inconsciente colectivo que, ir車nicamente, los atrap車 en la trampa de Z en primer lugar. Ah赤 es donde entra Noah. El cordero destinado a recuperar el arca y usarla para llevar la humanidad hacia su siguiente etapa.
Noah es un muchacho extremadamente perceptivo que detecta c車mo se congela el tiempo durante la Intersecci車n. Que sabe que algo falla en Aionios a pesar de renacer una y otra vez sin recuerdos. No es capaz de ponerlo en palabras, pero lo nota. Los primeros compases del juego hacen especial 谷nfasis en ello: siente incomodidad ante la ceremonia de Llegada a Casa que maravilla a sus compa?eros; despide a sus rivales ca赤dos con la flauta; entrena con espada de utiler赤a porque no quiere herir a nadie con su Blade; y ve a trav谷s de la pantomima que es la guerra entre Keves y Agnus.
Es, en esencia, la ant赤tesis de los Moebius. Una persona con una conexi車n fuerte al inconsciente colectivo; tan sensible a miedos, vulnerabilidades e injusticias ajenas que ni siquiera desarrolla un ego como los dem芍s soldados, no digamos ya los c車nsules. As赤 que la 迆nica conclusi車n l車gica es luchar para romper las cadenas. Se enamora en un mundo donde nadie ense?a lo que es el amor. Se convierte en uno de los primeros miembros de la resistencia a los Moebius, los Ur車boros. Y deja atr芍s descendencia libre de la opresi車n de los diez a?os y los Relojes de Llamas que los atan a la guerra.
N, M y la individuaci車n
Pero a pesar de la lucha y las ocasionales victorias, Noah pierde. Pierde combates. Pierde la vida por el paso de los diez a?os que todav赤a lo atan. Y pierde a Mio. Una, y otra, y otra vez. Sin embargo, vuelve a intentarlo. Puede ser cosa del destino o simplemente de su inconsciente, que los atrae como las polaridades atrajo a los dos mundos opuestos; pero el fluir de los ciclos le sigue llevando hacia ella, y en algunos casos incluso hacia el mism赤simo Origen para acabar con Z. Aunque nunca lo logra.
Z siente curiosidad. Noah es una anomal赤a, no cesa en su intento de acabar con el infinito presente y avanzar hacia un futuro incierto que puede significar la aniquilaci車n de todos, Moebius y corderos por igual. Desde su punto de vista, Z est芍 haciendo un favor a la humanidad. Para eso le ※invocaron§, as赤 que se limita a cumplir su prop車sito aunque tambi谷n derive satisfacci車n de observar la lucha constante. Pero con el tiempo, decide poner fin a la de Noah y lo seduce para convertirse en Moebius. Para que descanse y pueda vivir su infinito presente junto a Mio, sin m芍s p谷rdidas.
Es, por supuesto, un regalo envenenado. Noah consigue vida eterna, pero la de Mio requiere un sacrificio mayor: acabar con los miembros de la Ciudad que se resisten a los designios de Z, incluyendo la descendencia de sus yos pasados. Ante la posibilidad de otra p谷rdida y un infinito sin Mio, acepta y da el paso final hacia la completa corrupci車n de su psique. En t谷rminos de nuevo junguianos, permite que su ※sombra§ tome el control. Es atado desde el interior por los aspectos negativos reprimidos de su subconsciente individual (miedo, frustraci車n, duelo) y rompe su comuni車n con el inconsciente colectivo. Noah deja de ser Noah y pasa a ser N.
Para los fans de Star Wars, esta historia dista de ser nueva (Darth Vader); y para los de Xenogears, tres cuartos de lo mismo (Grahf). Lo que hace de Xenoblade 3 un caso especial es c車mo trata el proceso de individuaci車n, otro t谷rmino junguiano que podr赤amos equiparar a la autorrealizaci車n. La formaci車n del individuo pleno, en sinton赤a con el consciente y el inconsciente. Algo que no requiere reprimir o eliminar la sombra, sino todo lo contrario: integrarla como parte del ※s赤-mismo§. Aceptar que esos instintos est芍n ah赤, incorporarlos al consciente para tenerlos bajo control en vez de ser controlado por ellos, e incluso canalizarlos hacia objetivos positivos.
Claro que esto nos lleva a otro concepto junguiano m芍s, esencial para completar la individuaci車n y entender hasta qu谷 punto Xenoblade 3 conecta con el tema central de Xenogears, la relaci車n entre Fei y Elly. Hablamos del animus y el anima, arquetipos masculino y femenino que funcionan como opuestos y a la vez complementarios. O en otras palabras, aunque cada uno se caracterice por una serie de rasgos distintivos, estos no solo pueden, sino que deben desarrollarse tambi谷n por el otro g谷nero para alcanzar la autorrealizaci車n. Para ser un todo en sinton赤a consigo mismo y el colectivo.
Tras el sometimiento a su sombra, el animus de N tambi谷n se desboca. Se vuelve posesivo con M, la convierte en Moebius en contra de su voluntad, desarrolla una apat赤a cada vez m芍s profunda hacia los dem芍s y pierde de vista el valor del ahora, las peque?as cosas que antes daban sentido a la vida. Que le hac赤an pelear por el futuro. Es fr赤o y calculador, pero carece de inteligencia emocional. Por eso no percibe el claro molestar de M con su nueva existencia, ni ve venir su ※traici車n§ cuando las nuevas versiones de Noah y Mio entran en escena durante los eventos del juego.
A pesar de su condici車n Moebius, el anima de N mantuvo su nexo con el inconsciente. Preserv車 su empat赤a, el respeto por otras vidas aunque fuesen suspiros en siglos de existencia. Pero sab赤a que no pod赤a pasar el testigo a la nueva Mio sin asegurarse de que su Noah no iba a repetir los errores del suyo, algo que requer赤a una peque?a crueldad: el objetivo de la farsa en la prisi車n no es solo mostrar a N hasta qu谷 punto ha hecho que la vida de N pierda su valor, tambi谷n empujar a Noah hacia el precipicio, enfrentarlo a su sombra y comprobar si est芍 preparado para tomar otro camino.
Tras ser encerrado y consumirse en impotencia por la muerte de la que cree su Mio, esa misma Mio gu赤a a Noah trav谷s de su inconsciente (como el ni?o encapuchado) para que vea que N no solo es un Noah del pasado: es 谷l mismo en otras circunstancias. Unas que ahora comparten gracias a la farsa. Superado el trance, Noah lo admite: 谷l tambi谷n dese車 un infinito presente. Poner fin al orden de Aionios pas車 a segundo plano. Pero acept車 la debilidad, y acepta un futuro sin Mio si es el coste de cambiar el mundo. Entonces Mio revela su verdadera cara. El anima tiende la mano al animus para caminar hacia la individuaci車n y blandir el poder real de la Espada del Origen.
Encontrando valor m芍s all芍 de la perpetuaci車n
En su duelo final en Origen, justo antes de rescatar a Melia, un N completamente roto hace la pregunta m芍s evidente. ?Por qu谷 nuestro Noah puede triunfar donde 谷l fracas車? ?Por qu谷 nuestra Mio es capaz de sacarlo del precipicio a pesar de compartir un v赤nculo tan fuerte que corre el riesgo de trivializar todo lo dem芍s? El juego, y espec赤ficamente unos rodeos previos, se encargan de contestar a eso. Porque no es casualidad que precisamente sus dos historias adicionales sean las 迆nicas obligatorias del sexteto principal, ni tampoco que ambas involucren a los Eximios que los encauzaron hacia el camino que ahora recorren: Miyabi y Crys.
Los flashbacks en el camino hacia Colonia Omega muestran una Mio diferente a la actual o al Noah que conocimos de ni?o. Ella s赤 acept車 el statu quo de Aionios, entren車 para convertirse en una de las mejores soldados y se frustr車 ante la idea de tener que servir como Eximia. No quer赤a quedarse en la retaguardia, sino luchar y cosechar vidas para su colonia. Miyabi, en cambio, compart赤a con Noah la percepci車n de la naturaleza retorcida de Aionios. Vio a trav谷s de la gran mentira de los Moebius, y la posibilidad de despedir almas con su m迆sica era lo 迆nico que le ofrec赤a confort.
A pesar de su juventud, Miyabi ayud車 a Mio a desarrollar su conexi車n tanto con el inconsciente como con el anima, el instinto de protecci車n maternal. Su sacrificio le abri車 los ojos a la heroicidad de entregar la vida propia para salvar otra, no por gloria personal. Y le dej車 una huella que le empujar赤a a vivir el resto de sus d赤as no solo aceptando y apreciando su papel como Eximia, tambi谷n buscando la forma de dejar su propia huella en el mundo para honrar ese regalo de vida legado por Miyabi. Uno verdaderamente altruista y desinteresado, a diferencia del que Z ofreciera a N.
Aunque Jung no era particularmente versado en la m迆sica, tampoco pas車 por alto su conexi車n con el inconsciente colectivo a trav谷s de la creaci車n y transformaci車n de leitmotivs. Pero incluso a un nivel individual, tocar m迆sica no solo es tocar notas de una partitura, es convertir emociones en sonidos. Dos m迆sicos pueden interpretar la misma melod赤a de forma diferente. Cambiar su tono y significado en el proceso. Algo que Noah y Mio llevan al extremo cuando usan sus flautas para sacar a Miyabi del trance inducido por el Moebius Y, en busca de una nueva forma de condicionamiento musical para alentar soldados renacidos directamente en su 迆ltimo a?o.
A diferencia de Cammuravi, Mwamba y otros personajes renacidos, Miyabi es capaz de recuperar sus memorias gracias a la capacidad de la m迆sica para acceder al inconsciente. Un poder que los Moebius infravaloran, y en cierto modo sirve como relevo de la religi車n (t車pico habitual de Takahashi) que encaja mejor con el contexto de Aionios: el origen real de los Eximios y las despedidas no es m芍s que otra herramienta de control, un ritual creado para confortar a los corderos con la idea de que hay algo m芍s all芍 de lo que perciben. Que la vida no es solo luchar y morir, hay un nivel superior de trascendencia. Especialmente si alcanzan la Llegada a Casa.
La realidad, como bien descubrimos, es que se trata de una simple ilusi車n, pero eso no impide que la m迆sica o las despedidas tengan valor m芍s all芍 del intencionado por los Moebius. Gracias a ese enlace al inconsciente, tambi谷n sirven para establecer conexiones de naturaleza m芍s espiritual. Conexiones como la de Miyabi y Mio, la de Mio y Noah o la de Noah y Crys. Su tutor y uno de los primeros Eximios: hace un milenio, en un tiempo en el que los c車nsules ejecutaban a los soldados de diez a?os (algo que ratifica la misi車n de ascensi車n de Ashera), Crys, con el benepl芍cito de una N ya convertida en Moebius, se interpuso para pedir una despedida m芍s digna.
Lo que Crys no sab赤a 〞y descubre en esa interacci車n〞 es que ser despedido as赤, con m迆sica en vez de una espada al cuello, liberaba al soldado del ciclo de renacimiento. Su beneficio como motivador para los soldados, no obstante, superaba a la cantidad de despidos permanentes (uno al a?o si tomamos las palabras de la Nia falsa como referencia), raz車n por la que se convirti車 en tradici車n oficial con mediaci車n de las ※reinas§. Un parip谷 迆til, como los rangos de las colonias, aunque tambi谷n un arma de doble filo que permiti車 que la m迆sica siguiese enriqueciendo el inconsciente, encarnaci車n tras encarnaci車n, hasta que Noah conect車 con Crys y tom車 su testigo.
Pero el tutor de Noah no se resiste a una aparici車n final como Moebius antes del viaje a Origen y se enfrenta al grupo para que tengan claro qu谷 van a provocar si tienen 谷xito en la misi車n. El miedo que dio lugar a Z no fue infundado: existe la posibilidad de aniquilaci車n al reactivar el n迆cleo. E incluso si sale bien, el nuevo mundo no arreglar芍 todos los problemas. Seguir芍 habiendo desigualdad e injusticias. Una gente pisotear芍 a otra, vidas se perder芍n en vano. Y sin segundas oportunidades, como lamenta Shania cuando los intenta detener mucho antes. Pero en Aionios, Noah responde, las segundas oportunidades no ofrecen elecci車n real. No mientras haya Moebius. No mientras la vida se limite a participar en 〞o sobrevivir a〞 una guerra sin final posible.
Este encuentro, en cierto modo, es el examen final del maestro a su alumno: Crys ya sabe que el cambio es inevitable y se despide con orgullo a su muerte. El objetivo no era detener a los Ur車boros, sino probar su convicci車n. Ver si Noah hab赤a encontrado el valor real de la elecci車n, de poder decidir cu芍ndo y por qu谷 morir, que intentaba inculcarle cuando solo era un aprendiz de Eximio que cre赤a que la Llegada a Casa era un homenaje recibido con satisfacci車n por sus compa?eros. Ver si la semilla de esa idea hab赤a germinado y pod赤a descansar al fin tras un milenio de reencarnaciones.
Durante el combate final, Z vuelve a proponer la idea de un mundo con intentos ilimitados como la mejor opci車n. La competitividad de Aionios como incentivo para superarse. Pero son palabras huecas despu谷s de lo visto y vivido por el grupo: si bien nos hemos centrado en Noah y Mio, todos tienen su camino de aprendizaje y superaci車n. Eunie, Lanz, Taion, Sena... Aunque son N y M los que dan la puntilla, puesto que est芍n vinculados por la misma negatividad del inconsciente que cre車 a Z y consiguen anularla?gracias a la esperanza en Noah y Mio.
Sus 迆ltimas palabras antes de inmolarse contra Z resumen a la perfecci車n uno de los temas centrales de Xenoblade 3: ※Ocupar谷is nuestro lugar en el futuro.§
Moebius y Ur車boros. Ur車boros y Moebius. A un nivel superficial, ambas cosas pueden parecer lo mismo. El s赤mbolo de los Moebius es el infinito (o la hom車nima cinta de Moebius), mientras que el de los Ur車boros es la serpiente que se come la cola. Los dos implican perpetuidad, una existencia que se renueva y se alarga sin fin. Pero hay una diferencia clave: el infinito de Moebius traza bucles sobre s赤 mismo, es siempre igual; pero la serpiente renace. Se consume para dar lugar a una nueva vida.
El viaje de Noah y el resto del grupo por Aionios sirve para cambiar las vidas de los soldados. Para detener la guerra y generar un inconsciente colectivo m芍s positivo que termina debilitando a Z. La participaci車n simult芍nea de Keves, Agnus y los N迆meros Perdidos en la batalla final es una forma de representar f赤sicamente algo que tambi谷n tiene lugar a un nivel espiritual. Pero cuando N y M vuelan juntos, entrelazados en un rayo de luz, es resultado de la?reafirmaci車n individual en que otros dar芍n valor a la vida propia, recibiendo un legado que luego pasar芍n a otras generaciones.
El inconsciente colectivo y el ego se necesitan mutuamente, y es ese equilibrio el que consigue cancelar el poder de Z para dejar v赤a libre hacia el n迆cleo de Origen. Al final, Noah y N (y Mio y M) recuperan el arca, y conducen la humanidad hacia un futuro quiz芍 incierto, de nuevo dividido en dos mundos, pero al menos ya no est芍tico. Con posibilidad para crecer durante m芍s de diez a?os, para pensar en m芍s cosas que la guerra, y para estrechar nuevos v赤nculos con el inconsciente. Unos que alg迆n d赤a quiz芍 acaben reuniendo otra vez a aquellos que se separaron por el bien de los dem芍s.
- Acci車n
- RPG
Xenoblade Chronicles 3 es un videojuego de acci車n RPG a cargo de Monolith Soft y Nintendo para Switch. Este t赤tulo muestra el futuro compartido de Xenoblade Chronicles y Xenoblade Chronicles 2, y te transporta al mundo de Aionios, hogar de dos naciones enfrentadas. Seis soldados, procedentes de ambas naciones, protagonizar芍n este 谷pico relato cuyo tema central es la vida.