Kao the Kangaroo, an¨¢lisis. Una mirada nost¨¢lgica al plataformas 3D

Kao the Kangaroo regresa una vez m¨¢s tras m¨¢s de dos d¨¦cadas desde el lanzamiento del primer t¨ªtulo de una saga que cay¨® en el olvido en 2005 y que pas¨® por varios sistemas sin pena ni gloria. Con el objetivo de recuperar la esencia de los plataformas 3D cl¨¢sicos de mediados de los 90 y principios de los 2000, los responsables de la saga original protagonizada por Kao, los polacos Tate Multimedia, lanzan ahora un reinicio de las coloridas aventuras del canguro m¨¢s simp¨¢tico y pel¨¦on de los videojuegos con Kao the Kangaroo, t¨ªtulo que pretende aunar las bases de un g¨¦nero que nos ha dejado grandes t¨ªtulos y, por otro lado, muchos m¨¢s de los que nadie se acuerda. ?A qu¨¦ grupo ir¨¢ a parar Kao con su reboot? Veamos en nuestro an¨¢lisis si Kao the Kangaroo logra estar a la altura de los plataformas tridimensionales de corte old-school m¨¢s satisfactorios y entretenidos.

Saltos, exploraci¨®n y uppercuts

Como decimos, Kao the Kangaroo, en su d¨ªa, no logr¨® llamar especialmente la atenci¨®n de los aficionados a los saltos, los puzles ligeros y la exploraci¨®n frente a otros plataformas contempor¨¢neos, juegos que s¨ª supieron captar la esencia de los grandes nombres primigenios como Super Mario 64, Banjo-Kazooie, Conker's Bad Fur Day y otros tantos que tan buenos momentos nos hicieron pasar en esas consolas que empezaron a plantear videojuegos en 3D. Kao the Kangaroo no pasaba de gen¨¦rico, cayendo en planteamientos insulsos que no aportaban mucho m¨¢s que un protagonista entra?able con cierto carisma; ?a qui¨¦n le podr¨ªa caer mal un canguro con guantes de boxeo? Lamentablemente, y a pesar de ciertos aspectos que s¨ª pueden resultar interesantes, el conjunto de este reboot de Kao the Kangaroo no est¨¢ a la altura de otros t¨ªtulos que han aparecido estos ¨²ltimos a?os, desde apuestas seguras por parte de Nintendo a otros nombres como Yooka-Laylee, Crash Bandicoot 4: It's About Time o incluso New Super Lucky's Tale, por citar solo algunos.

Pero antes de nada, empecemos por el principio. ?Qui¨¦n es Kao, el canguro? Y es que m¨¢s all¨¢ de los jugadores veteranos que pudieran jugar a alguna de sus entregas en PC, Dreamcast, PS2, Xbox o GameCube o, simplemente, les suene la franquicia, el gran p¨²blico seguramente no tenga ni idea de qui¨¦n es este entra?able e intr¨¦pido canguro. Y este nuevo Kao the Kangaroo no se esfuerza lo m¨¢s m¨ªnimo en presentar su colorido mundo a los nuevos jugadores, sin entrar en detalle y pasando muy por encima por su contexto. Y si bien un plataformas de este estilo no requiere de una presentaci¨®n grandilocuente, s¨ª pedimos unos m¨ªnimos. Y ni tan siquiera logramos empatizar con los personajes que se nos van presentando en pantalla, ni con la familia de Kao ni con sus compa?eros de aventuras.

La historia en s¨ª sirve como simple excusa para plantear una aventura de rescate, en la medida de lo que se espera en un videojuego de este tipo donde las bases de la aventura son la exploraci¨®n, el combate y la resoluci¨®n de simples puzles o desaf¨ªos. As¨ª, el padre de Kao ha desaparecido y tras sufrir una pesadilla en la que su hermana parece estar en problemas, Kao decide emprender una misi¨®n de rescate con la ayuda del mentor de su padre y la inestimable ventaja que proporcionan los guantes de boxeo de su progenitor. Pronto empezaremos a descubrir los misterios tras los guantes de la familia mientras seguimos las pistas de sus seres queridos.

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La aventura se desarrolla a trav¨¦s de varios mundos de ambientaci¨®n totalmente dispar, desde profundas selvas a monta?as heladas, pasando por islas paradis¨ªacas o parques de atracciones encantados. La variedad es uno de sus puntos fuertes, qu¨¦ duda cabe, no as¨ª su n¨²mero total. Nos abriremos paso a trav¨¦s de los mundos y sus diferentes niveles recogiendo un m¨ªnimo de objetos ancestrales para abrir nuevas fases, como en tantos otros juegos cortados por el mismo patr¨®n. Ello nos obliga a explorar los niveles a consciencia y, a decir verdad, resulta bastante entretenido. En el caso de Kao the Kangaroo tendremos que recolectar un buen pu?ado de runas repartidas por los escenarios, tanto en los niveles ¡°abiertos¡± a modo de hub como en los niveles m¨¢s pasilleros que iremos abriendo de forma progresiva. Esta concepci¨®n tan cl¨¢sica funciona y nos anima a seguir adelante con bastante soltura, algo de lo que tambi¨¦n se beneficia una dificultad pr¨¢cticamente inexistente. Y es que moriremos en m¨¢s ocasiones por fallos del juego o por la imprecisi¨®n de los controles que a manos de nuestros enemigos, todo sea dicho.

Como decimos, los niveles que nos permitir¨¢n avanzar en la aventura son totalmente lineales, aunque de vez en cuando podemos desviarnos de la ruta principal para descubrir secretos y recolectar objetos secundarios. Adem¨¢s, descubriremos una serie de fases bonus de muy sencilla resoluci¨®n en los que amasar buenas cantidades de monedas. Como en la saga cl¨¢sica -y la mayor¨ªa de plataformas 3D old school- tendremos varios items que recolectar de forma pr¨¢cticamente continua. Desde las cl¨¢sicas monedas -a centenares- repartidas por los escenarios, al acabar con enemigos o en el interior de cajas o vasijas que podremos romper, a las citadas runas que nos permitir¨¢n acceder a nuevos niveles. Y como no pod¨ªa ser de otra manera, podremos recoger las letras KAO escondidas o vidas extra, adem¨¢s de pergaminos que nos cuenten algo m¨¢s de los personajes, enemigos y niveles. Todo para animar al jugador a completar todo el juego al cien por cien y que, en definitiva, se convierte en el reto m¨¢s desafiante del juego por la cantidad de tiempo que tendremos que invertir, no por su dificultad.

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Para combatir usaremos los famosos guantes de boxeo con los que repartir una serie de golpes a modo de sencillos combos, siempre los mismos; si logramos llenar la barra de combos podremos recurrir a un ¡°fatality¡± que variar¨¢ en funci¨®n del poder esencial que equipemos en ese momento. Porque s¨ª, en Kao the Kangaroo tendremos a nuestra disposici¨®n hasta tres tipos de habilidades extra, tales como fuego, hielo y viento. Con ellas podremos interactuar con diferentes elementos de los escenarios para avanzar, ya sea derritiendo hielo, quemando telara?as, congelando agua o empujando grandes bloques. Tambi¨¦n podemos hacer uso de unos bumeranes en momentos puntuales y que podremos combinar con los citados poderes, todo para alcanzar objetivos lejanos o inalcanzables. Si bien este a?adido tiene su gracia, termina por caer en la reiteraci¨®n de situaciones sin mucho m¨¢s que aportar. Como ataques extra, podremos rodar por el suelo o caer con fuerza al suelo, aunque apenas haremos uso de ellos.

A nivel de control nos encontramos con los primeros contratiempos serios del juego. Si bien Kao se mueve con cierta naturalidad, el t¨ªtulo no garantiza la soltura que demanda una aventura plataformera de estas caracter¨ªsticas. Y la ausencia de dificultad no puede servir para tapar dichas carencias. Los saltos son quiz¨¢s los elementos que m¨¢s dolores de cabeza nos pueden dar, ya que no ofrecen la precisi¨®n adecuada; y ello provoca fallos que escapan a nuestro control y nos llevan al checkpoint inmediatamente posterior en m¨¢s ocasiones de las que nos gustar¨ªa. Adem¨¢s, las hit boxes no terminan de funcionar en ciertos momentos, especialmente con algunos elementos de los escenarios. Por lo dem¨¢s, t¨ªpicas secciones de plataformas, grupos de enemigos que derrotar, algunos rompecabezas de entorno que no pasan de testimoniales, un mont¨®n de objetos que recoger y un pu?ado de jefes finales bastante sosos. Todo para tratar de acercar la experiencia a un p¨²blico m¨¢s infantil, por lo que los jugadores m¨¢s veteranos encuentren su propuesta excesivamente sencilla, sin reto alguno.

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Aunque quiz¨¢ el aspecto menos cuidado del conjunto es su puesta en escena. No en vano, y a pesar de su colorido y un aspecto cartoon de lo m¨¢s simp¨¢tico y agradable, Kao the Kangaroo cae en la desgana m¨¢s absoluta. Las animaciones dejan bastante que desear y los modelados y las texturas no pasan de aceptables, adem¨¢s de otros aspectos menores como las transiciones que no est¨¢n al nivel, dando lugar a un acabado algo decepcionante. Tambi¨¦n nos encontramos con algunos errores gr¨¢ficos generalizados como un constante clipping, algo de popping y algunas ca¨ªdas de framerate que no tienen cabida en un juego tan poco exigente en m¨¢quinas sobradas de hardware.

Aun as¨ª, qu¨¦ duda cabe de que su dise?o art¨ªstico atraer¨¢ la atenci¨®n, de nuevo, de los m¨¢s peque?os de la casa. A nivel sonoro nos movemos en los mismos t¨¦rminos, con un doblaje al ingl¨¦s muy justito -los textos s¨ª est¨¢n localizados al castellano- y temas musicales y efectos de sonido testimoniales; en este sentido, tambi¨¦n se dejan notar errores en la entrada de la m¨²sica ambiental, como por ejemplo, cuando de pronto el juego se queda en silencio hasta que se inicia una nueva secci¨®n o entra una escena cinem¨¢tica.

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