La historia de Elden Ring, vol. 1: los portadores de Grandes Runas
Iniciamos una serie de textos para profundizar en el trasfondo y las subtramas del nuevo juego de From Software. Hoy, tratamos jefes como Radahn o Malenia.
Con m¨¢s de 12 millones de copias vendidas en apenas unos d¨ªas, Elden Ring es la mejor prueba de que la f¨®rmula Souls patentada por From Software ha dejado muy atr¨¢s su nicho inicial. Y lo ha hecho sin renunciar ni a su alto nivel de exigencia, ni a su narrativa dispersa, que fuerza al jugador a prestar atenci¨®n en vez de poner el piloto autom¨¢tico e ir de marcador en marcador, de secuencia en secuencia, en un formato agradable y digerible. Ni siquiera la colaboraci¨®n con George R. R. Martin, autor de la c¨¦lebre saga literaria Canci¨®n de hielo y fuego, ha cambiado eso. Aunque algo, en realidad, s¨ª que ha cambiado. Porque ser el primer Souls de mundo abierto no solo ha transformado la exploraci¨®n, tambi¨¦n ha tenido un impacto acorde en la narrativa.
La mayor escala y libertad significa que ahora no solo hay m¨¢s espacio para repartir pedacitos de trasfondo en descripciones de objetos o hechizos, tambi¨¦n que existen docenas de interacciones que podemos encontrar en diferente orden o ni siquiera encontrar. Las Tierras Intermedias no es un lugar que gire en torno al jugador, incluso aunque este consiga ¡ªsi se esfuerza¡ª cambiar su destino. Nuestro objetivo inicial es intentar abrirnos paso hasta el ?rbol ?ureo para convertirnos en el Se?or del C¨ªrculo y ver los cr¨¦ditos, pero hay mucho m¨¢s all¨¢ de eso. Todo un mundo de historias y personajes con sus propias motivaciones. Protagonistas de aventuras que entroncan con otras aventuras, o con los grandes jefes finales. Protagonistas a los que podemos ayudar, o para los que podemos acabar sentenciando a destinos fat¨ªdicos sin desearlo.
Alguno incluso pueden hacer que nos replanteemos nuestro camino y nos desviemos hacia uno de los finales alternativos. Que los hay, varios, y por supuesto terminaremos hablando de ellos. Aunque eso no ser¨¢ hoy. Porque, dada la magnitud de la obra ¡ªpor mucho la m¨¢s ambiciosa y compleja de From Software¡ª, hemos decidido repartir el contenido sobre historia y lore de Elden Ring en tres textos. Tres ediciones centradas en diferentes aspectos o arcos. Ni siquiera con eso abarcaremos todo lo que da de s¨ª el juego en el plano narrativo ¡ªlas subtramas est¨¢n llenas de ramificaciones y se siguen haciendo nuevos descubrimientos a diario¡ª; pero, con suerte, s¨ª servir¨¢ para no dar demasiados bandazos y favorecer una lectura que ayude ahondar en este universo.
Y para calentar, hoy hemos decidido centrarnos en el nivel m¨¢s elemental. Dejar los tiempos remotos, los conceptos abstractos y la especulaci¨®n sobre temas ambiguos para hablar de los eventos m¨¢s cercanos al jugador. O lo que es lo mismo, dar contexto a los siete portadores de esquirlas, los jefes a los que debemos derrotar si queremos hacernos con las Grandes Runas que anta?o formaban el C¨ªrculo de Elden que da t¨ªtulo al juego. Conseguir tres es suficiente para pasarlo, pero como todas ellas sirven para establecer el complicado ¨¢rbol geneal¨®gico de la Reina M¨¢rika y sus consortes, Godfrey y Radagon, y para explicar por qu¨¦ cada rinc¨®n del mundo es c¨®mo es cuando llegamos, repasarlas deber¨ªa servir como una introducci¨®n amable a las nociones m¨¢s b¨¢sicas. As¨ª que all¨¢ vamos... ?SPOILERS?a continuaci¨®n!
Morgott, rey de los Augurios
Podr¨ªa parecer l¨®gico empezar por Godrick, portador de la primera Gran Runa que seguramente consigan la mayor¨ªa de jugadores, pero Morgott funciona como punto de partida m¨¢s id¨®neo porque su esquirla es la ¨²nica de obtenci¨®n obligatoria y da pie a introducir dos conceptos clave en el mundo de Elden Ring: la Devastaci¨®n y los augurios. La Devastaci¨®n fue el tiempo de guerra y caos en el que se sumergieron las Tierras Intermedias despu¨¦s de que M¨¢rika destruyese el C¨ªrculo de Elden, un artefacto metaf¨ªsico (pensad, por ejemplo, en la Trifuerza de la saga Zelda) que regulaba el funcionamiento del mundo como tal. Las leyes de la naturaleza. El llamado Orden Dorado. Es algo en lo que ahondaremos en otro momento; ahora lo que nos interesa es que con ese orden alterado, y con M¨¢rika desaparecida, sus descendientes se enzarzaron en disputas para hacerse con los fragmentos del C¨ªrculo.
Pero estas batallas no se limitaron a Leyndell, la ciudad construida en torno al gigantesco ?rbol ?ureo que serv¨ªa como recept¨¢culo para el C¨ªrculo. Se dispersaron por otras regiones y, aunque con el tiempo algunos de los semidioses consiguieron reclamar y recluirse con fragmentos en su poder, fue una guerra sin vencedores. Nadie se alz¨® como nuevo Se?or del C¨ªrculo a pesar de los da?os profundos e irreparables ocasionados tanto para el mundo como para ellos mismos. Morgott lo lamenta cuando nos encontramos con ¨¦l frente al ?rbol ?ureo, rodeado por las sillas de un concilio vac¨ªo. La ambici¨®n de los semidioses dej¨® a las Tierras Intermedias sin ese orden previo y sin un gobernante que velase por el reino, as¨ª que ahora solo queda ¨¦l.
¡°Godrick el Dorado. Los prodigiosos gemelos, Miquella y Malenia. General Radahn. Pretor Rykard. Princesa lunar Ranni. Unos traidores deliberados, todos ellos. Saqueadores, envalentonados por las llamas de la ambici¨®n.¡±
Y ¨¦l es, ir¨®nicamente, un augurio. Un ser considerado maldito por nacer cubierto de cuernos y enviado a vivir en las profundidades de Leyndell tras su nacimiento, junto a otros de su estirpe con la misma afecci¨®n. Si durante el juego bajamos a este laberinto oculto, podemos encontrarlos: descendientes de alto linaje deambulan las alcantarillas convertidos en monstruos. Pero Morgott logr¨® salir y, a diferencia de sus parientes queridos y aceptados, decidi¨® montar guardia. Aferrarse a uno de los fragmentos no con fines ego¨ªstas, sino para proteger el ?rbol de aspirantes indeseables a nuevo Se?or del C¨ªrculo. Y saliendo incluso a explorar las Tierras Intermedias bajo el seud¨®nimo de?Margit para cazarlos antes de que llegasen a la capital.
Pero la historia de Morgott termin¨® como empez¨®, sin ninguna clase de recompensa: tras conseguir dos Runas y abrir el sello que hab¨ªa levantado alrededor de Leyndell, descubrimos que el ?rbol ?ureo tambi¨¦n lo ha rechazado a ¨¦l. No lo considera digno de ser un Se?or del C¨ªrculo y le bloquea el paso con espinas inquebrantables. Es algo para lo que nosotros terminaremos encontrado una soluci¨®n, tras muchos rodeos, pero no sin antes derrotar al propio Morgott y despojarlo de su Runa. El augurio se desploma, reseco y ag¨®nico, para horas m¨¢s tarde desvanecerse entre las manos de Godfrey. La realeza no estaba destinada para ¨¦l a pesar de sus esfuerzos.
Godrick, el Injertado
Y hablando de Godfrey, ahora s¨ª nos toca pasar a Godrick, otro descendiente del linaje formado por M¨¢rika y su primer consorte. Anta?o, antes incluso de la era del ?rbol ?ureo, Godfrey se erigi¨® como h¨¦roe de guerra contra los gigantes de fuego y acab¨® siendo designado por la Voluntad Mayor ¡ªla entidad detr¨¢s del Orden Dorado¡ª como el primer Se?or del C¨ªrculo. ?l, junto a M¨¢rika, dio origen a los primeros semidioses (como Godwyn el Dorado). Y ¨¦l, tambi¨¦n, proyect¨® una larga sombra de la que la mayor¨ªa de sus descendientes nunca podr¨ªan salir. Uno de ellos fue Godefroy, antecesor de Godrick, y pionero en la grotesca pr¨¢ctica de los injertos.
Debido a ello, Godefroy fue encerrado en una c¨¢rcel eterna cercana a la capital, pero eso no disuadi¨® a Godrick de seguir sus pasos. Con Godfrey exiliado (de nuevo, ahondaremos en los planes de M¨¢rika en un texto aparte), la sangre divina diluida por el paso de las generaciones y clara incapacidad para hacer frente a los semidioses ¡ªun monumento de Necrolimbo recoge su humillaci¨®n ante Malenia¡ª, Godrick empez¨® a injertarse tanto a s¨ª mismo como a otros nobles en un desesperado intento por restaurar el poder del linaje dorado. Y funcion¨®, al menos hasta cierto punto: se hizo con una de las Grandes Runas y se estableci¨® como el se?or del castillo de Velo Tormentoso, majestuosa fortaleza de un rey que anta?o cayera a manos de Godfrey.
Pero a nuestra llegada, hay poco de majestuoso en Velo Tormentoso. Los vientos son p¨²tridos y los muros est¨¢n carcomidos, llenos de agujeros y zarzas gigantes que tambi¨¦n cubren los cuerpos de algunos soldados. No todo es producto de las acciones de Godrick, eso s¨ª; los restos de una criatura escondida en las profundidades tambi¨¦n guardan relaci¨®n. Pero las pilas de cad¨¢veres y los miembros cercenados que cuelgan de las estancias superiores ofrecen vistas nauseabundas, y los monstruosos ¡°nobles¡± que corretean como ara?as, usando sus m¨²ltiples brazos y piernas injertadas, tienen poco de realeza a pesar de lucir coronas doradas en la cabeza.
En nuestro camino hacia Godrick, sin embargo, encontramos a una cara amable: Nepheli Loux. Una guerrera que acaba de matar a uno de los caballeros proscritos al servicio del nuevo se?or del castillo. Aunque no lo celebra, lo lamenta, y luego se dirige hacia nosotros para ofrecernos ayuda en nuestra misi¨®n.
¡°Es obvio que no eres de los de Godrick. Soy Nepheli Loux. Sinluz y guerrera, como t¨². Estoy aqu¨ª porque as¨ª me lo ordena mi padre. Es realmente repulsivo. Estos injertos de Godrick no son apropiados para un se?or. Ha corrompido hasta el mismo viento.¡±
La derrota de Godrick, capaz incluso de injertarse y reanimar la cabeza de un drag¨®n muerto para detenernos, pone el punto y final a su macabra historia, pero apenas empieza la de Nepheli: de vuelta en la Mesa Redonda, descubrimos que su padre no es otro que el erudito Sir Gideon, principal asistencia del jugador a la hora de localizar a los semidioses. Se trata, eso s¨ª, de un padre adoptivo que solo la acogi¨® por inter¨¦s, cuando la joven perdi¨® su Gracia ¡ªel benepl¨¢cito de la Gran Voluntad¡ª y se convirti¨® en una Sinluz. Nepheli, considerada de forma abierta como una salvaje por su tutor, en realidad pertenece a la misma tribu de guerreros que Godfrey, tambi¨¦n conocido como Hoarah Loux, lideraba cuando no hac¨ªa de consorte para M¨¢rika.
Este respeto unidireccional se pone a prueba en la siguiente misi¨®n, cuando Gideon organiza un ataque a la aldea de los albin¨¢uricos en Liurnia. Su objetivo es hacerse con el medall¨®n que abre paso al ?rbol Hier¨¢tico, pero Nepheli se niega a participar en la masacre y nos asiste para derrotar al asesino de augurios contratado por su padre adoptivo. Esto rompe la relaci¨®n y sume a la guerrera en una crisis, aunque el jugador puede ayudarle entreg¨¢ndole las cenizas del rey de los halcones. Gracias a ellas, Nepheli recuerda su pasado y regresa a Velo Tormentoso, donde es reconocida por Kenneth Haight ¡ªnoble al que ayudamos a recuperar una fortaleza cercana¡ª como nueva gobernante de Necrolimbo. Una l¨ªder noble, opuesta a todo lo que simbolizaba Godrick, y capaz de asistirnos contra el mism¨ªsimo Godfrey llegado el momento.
Rykard, se?or de la Blasfemia
Claro que no todas las historias acaban as¨ª de bien en las Tierras Intermedias. Ni siquiera la de Nepheli lo hace si acudimos demasiado tarde a Velo Tormentoso (la aparici¨®n de solo su hacha apunta a que acaba siendo asesinada por las tropas de Godrick) o decidimos darle la poci¨®n de Selivus, un hechicero al servicio de la bruja Ranni que convierte a sus v¨ªctimas en marionetas sin voluntad. Pero antes de centrarnos en la casa real cariana y sus intrigas, hablemos un poco del pretor Rykard, hermano de Ranni e hijo de la reina Rennalla que un buen d¨ªa desapareci¨® con su Gran Runa en las tierras del norte, entre los accidentados acantilados del Monte Gelmir.
All¨ª se levanta la Mansi¨®n del Volc¨¢n, y hacia all¨ª nos dirigen varios personajes durante la exploraci¨®n de Liurnia. Diallos, un noble en busca de venganza. Parches, el emblem¨¢tico y traicionero mercader capaz de saltar no solo entre juegos, sino tambi¨¦n entre sagas de From Software. Y sobre todo Rya, asistenta de la propia mansi¨®n con car¨¢cter dulce que, tras ser asistida por el hurto de un collar, nos ofrece una invitaci¨®n formal para unirnos a la familia de recusantes. Guerreros que han dejado de creer en el dogma del ?rbol ?ureo y ahora se dedican a cazar a otros Sinluz. ?Suena bien? Lo haga o no, apuntarse es la ¨²nica forma de averiguar el paradero de Rykard.
Lady Tanith, la enmascarada due?a de la mansi¨®n, nos asigna varias misiones para demostrar nuestra val¨ªa antes de conocer a su maestro, aunque podemos participar en otros encargos si dialogamos con el recusante Berhnahl o incluso Parches, que tambi¨¦n se une y deja entrever cierto inter¨¦s en la se?ora de la casa. La sorpresa real viene cuando un d¨ªa, explorando los cuartos de la mansi¨®n, nos topamos con una gran serpiente b¨ªpeda. Aunque no es agresiva y nos saluda como si ya nos conociera: su voz, temblorosa, pero amable, evidencia que se trata de Rya.
¡°?Por qu¨¦ me miras de esa forma tan extra?a? Cielos... ?Sigo siendo una serpiente? Oh, es terrible... [...] Esta es mi verdadera forma. Mi verdadero nombre es Zorayas. Todo este enga?o ha sido cosa m¨ªa. Lady Tanith jam¨¢s miente y la Mansi¨®n del Volc¨¢n es justo lo que parece. [...] Lady Tanith es mi madre. Me contaron que nac¨ª por la gracia de un glorioso rey. Que mi madre aprecia la forma en la que habito. Estoy orgullosa de lo que soy. Pero la gente es cruel. Si vieran mi verdadera forma, se negar¨ªan a hablar conmigo. As¨ª que adopto esta apariencia cuando busco a nuevos reclutas.¡±
Pero el secreto de Rya dista de ser el ¨²nico. La muchacha m¨¢s tarde empieza a desconfiar de su madre (adoptiva, como descubrimos al hablar con ella) y asegura haber visto desaparecer a alguien en una habitaci¨®n sin m¨¢s salidas. Es una pista para que encontremos el muro falso que da a la parte oculta del volc¨¢n. Un enclave de depravaci¨®n con guerreros serpiente, instrumentos de tortura, albin¨¢uricos apresados para experimentar e incluso una capilla donde se adora a la nueva deidad adoptada por Rykard. Aquel que anta?o sirviera como autoridad religiosa del Orden Dorado, ahora forma parte de la gigante serpiente ancestral por la que se dej¨® engullir, Runa incluida, adquiriendo en el proceso inmortalidad y un poder creciente a medida que Tanith pon¨ªa a prueba campeones para luego envi¨¢rselos como sacrificios.
La ¡°blasfemia¡± de Rykard es una de las mejores muestras de la idiosincrasia de Elden Ring como obra. Un jugador puede limitarse a cumplir los encargos de Lady Tanith y conseguir audiencia ante la monstruosa fusi¨®n de semidios y serpiente con?espada formada por los cuerpos de sus tributos anteriores?ignorando que existe una zona m¨¢s all¨¢ de las paredes. Otro, puede encontrar dicha zona gracias a los mensajes dejados por usuarios en el suelo, darle contexto gracias a la narrativa visual y acabar frente a Rykard sin participar en los encargos de la mansi¨®n. Y otro, puede formar la imagen completa mediante la subtrama de Rya. Descubrir que la muchacha ha sido enga?ada toda su vida. Que no es hija de un rey, sino producto de rituales macabros. Y que la verdad es tan dolorosa que pide que acabemos con ella.
El jugador, entonces, puede hacerle caso, dejarla sola con sus penas o entregarle una poci¨®n desmemorizadora que nos proporciona su madre adoptiva. Gracias a ella, tambi¨¦n descubrimos que Rykard y Tanith se conocieron cuando el pretor todav¨ªa era humano. Que se enamoraron y regresaron juntos a las Tierras Intermedias desde el lugar donde ella hab¨ªa trabajado como bailarina ¡ªhecho que Parches demuestra conocer si luego lo volvemos a encontrar en otro lugar¡ª. Y que antes de sacrificarse a la serpiente, Rykard entreg¨® esa misma poci¨®n a su amada para que lo olvidara y no sufriera. Pero Tanith decidi¨® no tomarla; al contrario, se convirti¨® en su c¨®mplice. Su consorte. Y como tal permanece despu¨¦s de nuestra victoria. Bajo la mansi¨®n, consumiendo restos todav¨ªa vivos para volverse una con la criatura.
Rennala, Reina de la Luna Llena
Y de una historia de amor que se resiste a terminar, a otra que lo hizo mucho antes de nuestra llegada. Y aqu¨ª es donde las cosas se empiezan a complicar. Donde Elden Ring deja entrever que su universo tiene m¨¢s alcance que la historia sobre semidioses y Grandes Runas que nos lleva hacia los cr¨¦ditos. Porque los hechizos usados por el jugador o muchos de los enemigos no proceden del poder del ?rbol ?ureo. Sellen, una bruja exiliada, nos lo explica si encontramos su escondrijo en Necrolimbo:
¡°Nuestro arte se basa en los poderes de las piedras refulgentes. ?Pero cu¨¢l es la naturaleza de tal poder? Las piedras refulgentes son el ¨¢mbar del cosmos. Si el ¨¢mbar dorado contiene los restos de antiguas formas de vida y conserva su vitalidad, de las piedras refulgentes es el estudio de las estrellas, de la vida que estas encierran.¡±
Mucho antes del Orden Dorado, los astr¨®logos de Liurnia vislumbraron la corriente primigenia, entraron en contacto con los cristalianos y fundaron la Academia de Raya Lucaria para estudiar las artes m¨¢gicas de las estrellas. Sin embargo, con el tiempo se tendr¨ªan que enfrentar a dos conflictos. El primero a nivel interno cuando Rennala, una campeona de la familia Caria, se convirti¨® en regente de la academia gracias a su dominio de la magia lunar. La consideraci¨®n de la luna y las estrellas como fuentes de poder equiparables no solo sembr¨® malestar entre facciones, acab¨® con el destierro de los eruditos de la corriente primigenia por los extremos hacia los que llevaban sus estudios: algunos, como podemos comprobar si seguimos la subtrama de Sellen, acababan convertidos en hombres de cristal casi inertes.
El segundo conflicto, c¨®mo no, se dio cuando el Orden Dorado intent¨® extenderse por las Tierras Intermedias. Esto llev¨® a una guerra abierta entre los ej¨¦rcitos del ?rbol ?ureo y Raya Lucaria, y tambi¨¦n a la entrada en escena de Radagon. Este guerrero logr¨® despuntar y conseguir la primera victoria para el Orden Dorado, pero despu¨¦s la guerra se reanud¨® y resolvi¨® de una forma bastante inesperada: Radagon y Rennala se enamoraron, contrajeron matrimonio y sellaron la paz entre el ?rbol ?ureo y la casa de la Luna Llena. De esta uni¨®n nacer¨ªan Ranni, tambi¨¦n versada en las artes lunares; el comentado Rykard, devoto del Orden Dorado hasta que tom¨® el camino de la blasfemia; y el general Radahn, del que hablaremos en un momento.
Pero fue felicidad pasajera y, siguiendo a la expulsi¨®n de Godfrey de la capital, Radagon abandon¨® a Rennala para convertirse en nuevo consorte de M¨¢rika. El segundo Se?or del C¨ªrculo. Este repentino cambio se cuenta entre los mayores misterios de las Tierras Intermedias, y ser¨¢ tratado en profundidad otro d¨ªa, porque ahora tenemos suficiente con Rennala: tras la separaci¨®n, la reina de los Caria cay¨® en depresi¨®n y fue cuestionada. Una nueva revoluci¨®n interna sigui¨®, los guerreros del Cuco se volvieron en contra de la casa real y Rennala acab¨® encerrada en la biblioteca de la academia. Absorta, practicando magia de renacimiento con un huevo ¨¢mbar regalado por Radagon. El mismo huevo que alberga la Gran Runa que podemos reclamar si somos capaz de hacer frente al conjuro creado por Ranni para protegerla.
Esta Runa, adem¨¢s de acercarnos a nuestro objetivo de convertirnos en el tercer Se?or del C¨ªrculo, tambi¨¦n nos permite participar con ¨¦xito en el proceso de renacimiento para cambiar el aspecto o las estad¨ªsticas de nuestro personaje. Sin embargo, no es algo tan simple para los dem¨¢s. Y para muestra, un bot¨®n: Boc. Este semihumano ¡ªraza con rasgos m¨¢s simiescos que humanos¡ª puede ser encontrado y ayudado en Necrolimbo, donde es expulsado de una cueva por sus semejantes. En ella queda una aguja recuerdo de su madre, as¨ª que si se la recuperamos, nos sigue durante la aventura, apareciendo en varios lugares para ofrecer sus servicios de costura.
¡°?Qu¨¦ es esto, mi se?or? ?Pero esto tan bonito es para m¨ª de veras? ?C¨®mo lo has sabido, mi se?or? ?C¨®mo has averiguado que mi ¨²nico deseo era poder honrarte con un aspecto digno? [...] Me marcho a ver a Rennala, de Raya Lucaria, para que me ayude a renacer en un nuevo y renovado cuerpo.¡±
Y justo eso hace: Boc renace como humano. Pero uno imperfecto, fr¨¢gil. Un cascar¨®n de vida ef¨ªmera. Sin capacidad de coser, sin capacidad de hablar. Una sombra de su yo original como los defectuosos renacidos que a duras penas asisten a Rennala en combate, sin siquiera poder levantarse. As¨ª que ya sab¨¦is. Aceptad a Boc tal y como es.
Radahn, Azote de las Estrellas
Otra sombra de su yo original durante los eventos presentes del juego es Radahn. Pese a nacer de la uni¨®n entre Rennala y Radagon, este guerrero pronto empez¨® a sentir incluso m¨¢s admiraci¨®n por Godfrey, el entonces a¨²n consorte de la Reina M¨¢rika, e incluso lleg¨® a adoptar como s¨ªmbolo propio el le¨®n en honor a Serosh, la bestia regente que Godfrey llevaba a sus espaldas para calmar la sed de batalla. Gracias a su decisi¨®n y entrenamiento, Radahn creci¨® hasta convertirse en un combatiente formidable, con una fuerza y un tama?o m¨¢s propios de un gigante.
Sin embargo, pese a su evidente inter¨¦s en las artes de batalla tradicionales, Radahn tambi¨¦n dedic¨® mucho de su tiempo a la magia, aunque no a la lunar de su madre biol¨®gica y su hermana mayor, o la refulgente de tantos otros eruditos de Raya Lucaria, sino la gravitacional impartida en Sellia. En esta ciudad de Caelid, el joven cariano fue instruido por uno de los se?ores de ¨®nice que, al igual que los seres cristalinos de Liurnia, preced¨ªan al propio ?rbol ?ureo. Formas de vidas antiguas, con piel de piedra y capaces de aprender las t¨¦cnicas de los innatos del vac¨ªo. Criaturas c¨®smicas que en el pasado hab¨ªan asolado ciudades ahora escondidas bajo tierra.
Curiosamente, la motivaci¨®n inicial para aprender esta clase de magia no era otra que poder seguir cabalgando sobre su corcel, ya inapropiado debido a su creciente estatura, pero por el que Radahn sent¨ªa demasiado aprecio y no quer¨ªa dejar atr¨¢s. Sin embargo, el talento natural para la hechicer¨ªa de su familia le acabar¨ªa llevando mucho m¨¢s all¨¢ de ese objetivo: con el tiempo, la magia gravitacional de Radahn alcanz¨® semejante nivel que le permit¨ªa controlar a las propias estrellas, vali¨¦ndole un nuevo sobrenombre y la consideraci¨®n como el m¨¢s poderoso de los semidioses.
Fue una consideraci¨®n, eso s¨ª, que se puso a prueba durante la Devastaci¨®n. En ella, Radahn al fin encontr¨® una rival digna: Malenia. En larga peregrinaci¨®n desde el norte, e invicta hasta el momento de su encuentro, su hermanastra libr¨® contra ¨¦l la batalla m¨¢s feroz de la guerra. Pero el resultado no fue triunfal para ninguno. Malenia, afligida desde nacimiento por la putrefacci¨®n roja, una enfermedad degenerativa solo mantenida a raya gracias a una aguja de oro creada por su hermano Miquella, fue herida de gravedad y se convirti¨® en una flor carmes¨ª, una aeonia gigante cuyo florecimiento infect¨® tanto a Radahn como a la pr¨¢ctica totalidad de Caelid.
Desde entonces, el general vag¨® por la costa de la regi¨®n como un zombi, carente de voluntad, aliment¨¢ndose de cad¨¢veres de enemigos y amigos por igual. Sus soldados m¨¢s leales, viendo que la enfermedad no ten¨ªa cura, intentaron darle una muerte digna, como guerrero en el campo de batalla. Pero incluso en ese estado, Radahn no ten¨ªa rival, as¨ª que empezaron a organizar festivales para intentarlo en grupo. Una vez tras otra, sin ¨¦xito. Hasta que nosotros tenemos oportunidad de intentarlo tambi¨¦n, sea para reclamar la Runa que todav¨ªa posee, sea para ayudar a su hermana Ranni a dar con un tesoro guardado en una Ciudad Eterna con acceso bloqueado.
Al igual que en la Mansi¨®n del Volc¨¢n, el juego dispone m¨²ltiples formas para enterarse tanto del evento como de sus consecuencias. Podemos llegar de casualidad y simplemente pelear, pero tambi¨¦n ser se?alados en su direcci¨®n por el tarro gigante Alexander, por la citada bruja Sellen o incluso haciendo nuestras propias pesquisas: Jerren, el guerrero al frente del festival ¡ªadem¨¢s de un cazador de brujas cuyo destino termina entrecruz¨¢ndose con el de Sellen¡ª, tiene nuevos di¨¢logos si estamos al servicio de Ranni y consigue que el herrero Iji rememore viejos tiempos:
¡°Antes de levantar el estandarte del general Radahn, [Jerren] fue hu¨¦sped de la familia real cariana. Un experto espadach¨ªn, sin duda, pero tambi¨¦n un exc¨¦ntrico. No me extra?a que haya terminado en un festival. Oh, no. Espera... ?C¨®mo es que no me di cuenta antes! ?Deber¨ªa renunciar a mi puesto como consejero de guerra por tal descuido! Deja que me explique. Son las estrellas las que rigen el destino de la familia real cariana. Pero el General Radahn es el conquistador de las estrellas. Se enfrent¨® a las constelaciones y detuvo su movimiento en una aplastante victoria.¡±
Es una idea que suena menos disparatada cuando nos medimos contra ¨¦l: incluso invocando a varios personajes para hacerle frente, Radahn domina por completo la arena de combate. Pero al final cae, y las estrellas pueden reanudar su curso.
Malenia, la Espada de Miquella
Explorando el Pantano de Aeonia, zona cero de la batalla entre Radahn y Malenia, podemos encontrar la aguja de oro que llevaba la semidiosa. Ahora est¨¢ partida por la mitad, pero Gowry, un sabio afincado en las afueras de Sellia, se ofrece a repararla para que tratemos a Millicent, joven tambi¨¦n afligida por la putrefacci¨®n roja que yace con un brazo amputado en una capilla cercana. Aunque cuando la encontramos a¨²n no lo sabe, Millicent es una hija de Malenia; pero no nacida mediante parto, sino un brote resultante del florecimiento que transform¨® la zona durante la Devastaci¨®n. Caelid nunca volvi¨® a ser la misma, pero en medio de la muerte, surgi¨® nueva vida.
Del mismo cataclismo tambi¨¦n proceden los ancestros de la putrefacci¨®n, par¨¢sitos insectoides que merodean la regi¨®n y veneran a Malenia como una diosa. Sin embargo, el origen real de estas criaturas y de la putrefacci¨®n roja como tal termina por revelarse como una deidad externa. Una entidad de otro mundo que, seg¨²n las leyendas, fue sellada en las profundidades por un espadach¨ªn ciego. El mismo de espada fluvimorfa que luego entrenar¨ªa en las artes del combate a una joven infectada por la putrefacci¨®n desde nacimiento. Una guerrera de brazo prot¨¦sico que se acabar¨ªa convirtiendo en una valquiria de gran poder a pesar de su maldici¨®n, seg¨²n relata el emblema que la propia Millicent nos entrega como agradecimiento tras usar la aguja.
No sabemos a ciencia cierta si ese espadach¨ªn era Elphael, tutor en cuyo honor se nombra la ciudad en la base del ?rbol Hier¨¢tico; pero s¨ª sabemos que Miquella, el gemelo de Malenia, hizo todo lo posible por curar a su hermana. El muchacho ten¨ªa su propia maldici¨®n, la imposibilidad de crecer y dejar atr¨¢s su ni?ez; pero su empat¨ªa e inteligencia le hicieron sobresalir entre los dem¨¢s semidioses. Tras buscar en vano una cura en las ense?anzas del Orden Dorado, Miquella reneg¨® de la fe de sus padres y parti¨® hacia el norte, donde reg¨® otro ¨¢rbol con su sangre. En ¨¦l se levant¨® un refugio para los desamparados. La elusiva tierra prometida de los albin¨¢uricos, seres de creaci¨®n humana que no regresan al ?rbol ?ureo tras morir.
Miquella dio cobijo a los menos afortunados y encontr¨® un remedio para su hermana gracias al oro inmaculado, capaz de detener la putrefacci¨®n al ser insertado en el cuerpo. Por desgracia, el ?rbol Hier¨¢tico compartir¨ªa su maldici¨®n y tendr¨ªa un crecimiento truncado, as¨ª que Miquella decidi¨® introducirse en una cris¨¢lida entre sus ra¨ªces para reanudar la maduraci¨®n de ambos. Pero en el caos que sigui¨® a la ruptura del C¨ªrculo de Elden, su cuerpo fue robado, y Malenia parti¨® en una b¨²squeda desesperada, uni¨¦ndose a la Devastaci¨®n con las consecuencias que ya sabemos. Ahora, si el jugador interviene ¡ªd¨¢ndole un brazo prot¨¦sico como el de su madre¡ª, Millicent recorre el camino opuesto, recordando poco a poco su origen y prop¨®sito.
¡°Debo devolverle algo a Malenia. La voluntad que una vez fue suya. La dignidad, la consciencia de s¨ª misma, que le ha permitido resistirse a la llamada de la putrefacci¨®n roja. El orgullo que ella abandon¨® para medirse con Radahn.¡±
Obtener las piezas del medall¨®n que motiv¨® el ataque de Gideon a la aldea en Liurnia sirve para abrirle el paso, pero su encuentro con Malenia es uno que no est¨¢ destinado a suceder: de vuelta en la choza de Gowry, el supuesto sabio revela sus intenciones:
¡°Pronto las conocer¨¢. A sus hermanas. Y cuando lo haga, ser¨¢ derrotada. [...] Te pido que ayudes a sus hermanas y mates a Millicent. Acaba con esa confianza. Alimentada por la traici¨®n, florecer¨¢ con m¨¢s intensidad. Cuando Malenia se convierta en diosa, Millicent florecer¨¢ de nuevo, como una valquiria escarlata.¡±
Porque Gowry no es un padre adoptivo preocupado. Gowry ni siquiera es humano. El hechicero en realidad es la manifestaci¨®n de un servidor del dios de la putrefacci¨®n antiguo que durante a?os ha estado ¡°cultivando¡± los brotes de Malenia esperando a su futuro florecimiento. Ahora, con Millicent reafirmada como la mejor, la m¨¢s semejante a la ¡°madre¡±, su prop¨®sito es que la historia se repita, que caiga malherida en batalla para florecer e iniciar un nuevo ciclo. Y si optamos por luchar contra ella, en efecto, se convierte en una aeonia gigante. Pero si le ayudamos a vencer a sus hermanas, Millicent toma una decisi¨®n diferente: morir como humana.
¡°Me siento totalmente en deuda contigo. Gracias. Con tu ayuda, he podido ser yo misma, aunque solo sea superficialmente. Pero aqu¨ª acaba todo. Hago una pausa para dec¨ªrtelo, pero... Me he quitado la aguja. Dile a quien te haya encomendado esta tarea que si voy a florecer en algo que no sea yo, prefiero pudrirme en la nada tal como soy.¡±
El jugador recupera la aguja de oro inmaculado, aunque no hay opci¨®n a usarla en Malenia. La valquiria original, muy deteriorada a estas alturas, se lanza a por nosotros y su derrota resulta en una nueva floraci¨®n. Es entonces cuando echa alas y se convierte de verdad en la diosa de la putrefacci¨®n. El jefe m¨¢s temible. Aunque en el fondo se trata de un poder in¨²til: ya no le servir¨¢ para recuperar a su hermano.
Mohg, Se?or de la Sangre
Pero entonces, ?qu¨¦ ha sido de Miquella? Un portal de teletransporte en los alrededores del acceso al ?rbol Hier¨¢tico responde esa pregunta. Pero antes de hacerlo nosotros, volvamos un momento al principio. Porque nada m¨¢s poner un pie en Necrolimbo, el primer personaje que nos recibe es Varr¨¦, uno de los servidores del Se?or de la Sangre. Entonces no lo revela, pero con el tiempo nos cita a una iglesia de Liurnia y nos ofrece la entrada a su clan. Un culto de invasores sanguinarios que asesinan a otros Sinluz para ofrecer su sangre a Mohg. El mismo Mohg que es gemelo de Morgott, y al nacer fue enviado a las cloacas de Leyndell por tratarse de un augurio.
Su historia durante la Devastaci¨®n, no obstante, fue bastante diferente a la de su hermano. Donde Morgott subi¨® para ocupar el trono vac¨ªo, velando por la capital y protegiendo el acceso al ?rbol ?ureo, Mohg descendi¨® todav¨ªa m¨¢s hacia las profundidades y estableci¨® contacto con otra deidad conocida como Madre Informe o madre de la verdad. Ese ser aliment¨® una nueva clase de ambici¨®n en ¨¦l, le empuj¨® a no conformarse con seguir los pasos de los dem¨¢s, sino a crear una nueva dinast¨ªa. Y as¨ª, del mismo modo en el que M¨¢rika hab¨ªa formado familia con Godfrey y luego Radagon, Mohg tambi¨¦n decidi¨® buscar consorte. Lo que le llev¨® a pensar en Miquella.
Su hermanastro, indefenso y eternamente joven, renacer¨ªa como un dios completo. Y ¨¦l, el augurio desterrado, se convertir¨ªa el rey de las profundidades. Mohgwyn, el primero de su linaje. Urdi¨® el plan y, aunque no sabemos si rob¨® la cris¨¢lida cuando Melania no estaba presente o si se atrevi¨® a plantarle cara ¡ªsuena dif¨ªcil, pero otra aeonia cerca de las ra¨ªces del ?rbol Hier¨¢tico puede apuntar a una posible batalla¡ª, al final realiz¨® el hurto con ¨¦xito. Miquella fue llevado a un palacio del inframundo, ruinas de una civilizaci¨®n antigua que Mohg quer¨ªa reapropiar como propia. Y all¨ª yaci¨® con ¨¦l. Esperando alguna respuesta. Y sirvi¨¦ndole tributos de sangre que su culto, los invasores del Dedo Sangriento, le ofrec¨ªan desde la superficie.
Porque hay dos formas de abrirnos paso hacia el palacio de Mohg: una haciendo todo el recorrido hacia el campo sacron¨ªveo y usando el teletransportador; otra, uni¨¦ndonos al clan y ganando la confianza de Varr¨¦. Tras demostrar nuestra val¨ªa, hacer una ofrenda de sangre y dejar que nos corten un dedo, el enmascarado nos entrega una medalla que permite tener una audiencia con Mohg. Aunque nos insta a esperar: el renacimiento de Miquella se demora y el Se?or de la Sangre no debe ser molestado.
¡°He removido cielo y tierra para conseguirte una. Pero no debes utilizarla a¨²n. Debes esperar a que se establezca la dinast¨ªa Mohgwyn. El Corifeo Mohg a¨²n dormita junto a la Divinidad. [...] Ah, lo intenta. Pero debemos tener paciencia. Un d¨ªa te elevar¨¢s, por m¨¦ritos propios, y gozar¨¢s de su amor. ?De acuerdo, peque?o?¡±
Pero dar a Mohg v¨ªa libre con sus perversiones suena a mal gusto incluso obviando que tiene una de las Grandes Runas, as¨ª que all¨¢ nos vamos. Muertos vivientes llenos de p¨²stulas rezan con los brazos en alto. Nobles sanguinarios nos asaltan en la penumbra de una cueva mientras intentamos ascender hacia el palacio. Y una se?al de invasi¨®n nos deja ajustar cuentas con Varr¨¦ si hemos decidido dejar de mantener las apariencias. Aunque, lamentablemente, parece ser tarde para Miquella.
Solo un brazo asoma de la cris¨¢lida. Enorme, indicando que alg¨²n efecto s¨ª ha surtido el proceso ¡ªquiz¨¢ antes de ser retirado de las ra¨ªces del ?rbol Hier¨¢tico¡ª; pero marr¨®n y reseco, como el de un cad¨¢ver. Mohg, no obstante, sigue sin tirar la toalla. Emerge de un charco de sangre, como los nobles sanguinarios, y nos ataca para separarnos de su consorte. Tras acabar con ¨¦l, podemos acercarnos a los restos del semidios y comprobar que no hay respuesta. ?Fue todo en vano? El robo de la cris¨¢lida, la marcha de Malenia, la putrefacci¨®n de Caelid... Al final, para nada. O quiz¨¢ no. Porque de vuelta en la Mesa Redonda, una conversaci¨®n con Gideon lo deja abierto:
¡°Si contin¨²a durmiendo en la cris¨¢lida, todo ir¨¢ bien. Pero quiz¨¢s lo m¨¢s seguro es destruirla. Miquella es lo ¨²nico que sigue siendo un misterio para m¨ª...¡±
?Renacer¨¢ alg¨²n d¨ªa Miquella como dios adulto? ?Se habr¨¢ corrompido por los tributos de sangre maldita? ?Ser¨¢ este el misterio en torno al que gire una hipot¨¦tica expansi¨®n del juego? ?O ser¨¢ otro? Porque apenas acabamos de empezar. Ahora es cuando toca meterse en el lore profundo. En las eras de los dragones y los gigantes. En las diferencias entre los Dos y los Tres Dedos. En la identidad de Melina. Y en las razones de la Reina M¨¢rika para romper el C¨ªrculo. Elden Ring es un juego enorme en tama?o, pero su narrativa no queda atr¨¢s. As¨ª que la seguiremos explorando otro d¨ªa.
Otros vol¨²menes:
- RPG
- Acci¨®n
Elden Ring es un t¨ªtulo de acci¨®n RPG a cargo de From Software y Bandai Namco para PC, PlayStation 4, Xbox One, PlayStation 5 y Xbox Series. ?lzate, Sinluz, y que la gracia te gu¨ªe para abrazar el poder del C¨ªrculo de Elden y encumbrarte como se?or del C¨ªrculo en las Tierras Intermedias. Un vasto mundo perfectamente conectado en el que los territorios abiertos estar¨¢n repletos de situaciones y mazmorras enormes con dise?os complejos y tridimensionales.