La historia de Elden Ring, vol. 2: la era primigenia
Ahondamos en el origen de la vida en las Tierras Intermedias. Las primeras razas y los primeros conflictos antes de la aparici¨®n de la Orden Dorada.
Al final del primer volumen, centrado en los portadores de Grandes Runas, prometimos dedicar el siguiente texto a ahondar en el lore profundo de Elden Ring. Los siglos ¡ªo milenios¡ª de historia que preceden a la ruptura del C¨ªrculo y los eventos del propio juego. Lo que podr¨ªamos calificar como El Silmarillion particular de este universo creado por George R.R. Martin, Hidetaka Miyazaki y los desarrolladores de From Software. No sobra avisar, por cortes¨ªa, que la entrada estar¨¢ cargada de SPOILERS, aunque no podr¨ªa ser de otra forma dada la materia tratada.
Tambi¨¦n vale la pena aclarar que cuanto m¨¢s atr¨¢s nos remontemos en la cronolog¨ªa de las Tierras Intermedias, m¨¢s difusos se pueden volver los eventos y su orden. Fiel al estilo de los Souls, las cr¨®nicas de este mundo no son unas recopiladas con precisi¨®n en manuscritos, sino narradas de forma oral y pasadas entre generaciones. Con aspectos deliberadamente ambiguos para dejar margen a la interpretaci¨®n. As¨ª que la intenci¨®n no es presentar un relato definitivo e incuestionable, sino poner piezas sobre la mesa para que luego cada jugador elabore el suyo a?adiendo o cambiando cosas. Como Miyazaki y su equipo siempre han pretendido con esta serie de juegos.
El origen de la vida
Pese a su condici¨®n de universo de fantas¨ªa, con dioses y cataclismos m¨¢gicos, Elden Ring comparte con el nuestro la existencia de enigmas que en la actualidad siguen escapando al conocimiento humano. Desde tiempos inmemoriales, sus astr¨®logos se han perdido en la infinidad del cosmos y sus fundamentalistas religiosos han elaborado teor¨ªas orientadas a simplificar ¡ªy manipular¡ª ideas complejas. Tanto la noci¨®n de un Big Bang espont¨¢neo como la intervenci¨®n de una figura divina tienen cabida, y la ¨²nica referencia al inicio de todo nos llega a trav¨¦s de una de las doncellas de los Tres Dedos, que alude a una entidad primigenia original: el Grand¨ªsimo.
¡°Todo lo que existe procede del Grand¨ªsimo. Despu¨¦s vinieron las fracturas y los nacimientos, as¨ª como las almas. Pero la Voluntad Mayor ha cometido un error. Tormento, desesperaci¨®n, aflicci¨®n. Todo pecado, toda maldici¨®n. Todos nacimos del error.¡±
Esta referencia al Grand¨ªsimo es la ¨²nica en todo el juego y se articula de modo que invita a pensar en que la Voluntad Mayor no es el origen, sino a lo sumo la responsable de convertir ese Uno al que ans¨ªan regresar los Tres Dedos ¡ªvasallos de la Llama Fren¨¦tica¡ª en varios. Eso ayudar¨ªa a contextualizar por qu¨¦ los vasallos de la Orden Dorada son los Dos Dedos. Un s¨ªmbolo de dualidad, de la primera divisi¨®n. Y tambi¨¦n de lo que necesitan los Tres Dedos para completar la mano. Ser un todo de nuevo.
Pero antes de bajar por esa madriguera, vale la pena recordar que el universo de Elden Ring abarca mucho m¨¢s que lo mostrado en el juego. Tanto en la tierra, con regiones fuera del mapa que se referencian de forma directa (Eochaid, Tierra Bald¨ªa, el Ca?averal), como en el cielo. Galaxias enteras aparecieron antes del nacimiento del ?rbol ?ureo, y desde vastos y desconocidos rincones del firmamento llegar¨ªan razas inorg¨¢nicas como los cristalianos y los se?ores de ¨®nice, adem¨¢s de otras criaturas destinadas a acabar con ciudades enteras.
Pero antes de eso, en los albores de las Tierras Intermedias,?la vida nativa empez¨® a surgir del crisol primordial. Un caldo de cultivo con material gen¨¦tico diverso. Atributos como escamas, cuernos, colas o alas que al inicio formaban un todo, pero luego fueron dando lugar a una variedad cada vez mayor de especies. Siglos m¨¢s tarde, los designios de este crisol se atribuir¨ªan a la Orden Dorada, puesto de que su epicentro tambi¨¦n acabar¨ªa naciendo el ?rbol ?ureo. Pero aunque la Voluntad Mayor pudo estar relacionada con el incidente cero, el crisol no era dorado, sino rojo (como los trajes de los caballeros del crisol que mucho m¨¢s tarde servir¨ªan a Godfrey), y de ¨¦l surgi¨® primero un gran ¨¢rbol natural, marr¨®n como la madera, que extendi¨® sus ra¨ªces por todo el mundo como el Yggdrasil de las leyendas n¨®rdicas.
Los dragones y los hombres bestia
Esta expansi¨®n del gran ¨¢rbol y el material gen¨¦tico del crisol marc¨® el inicio de la primera era, un mundo poblado por bestias, dragones, gigantes y tambi¨¦n los primeros humanos. De hecho, antes incluso de nacer el ?rbol ?ureo, las Tierras Intermedias ya tuvieron su primer Se?or del C¨ªrculo, aunque no el de Elden, sino una versi¨®n primigenia que ilustraba la creciente amplitud de las ra¨ªces del gran ¨¢rbol. Una versi¨®n que todav¨ªa podemos ver en las ruinas de Farum Azula, la misma ciudad donde estaba el trono de Placidusax, se?or drag¨®n con cuatro cabezas (aunque en el juego lo veamos con solo dos, un amuleto revela su forma original).
Los dragones de esta era, a diferencia de los m¨¢s d¨¦biles y abundantes de la actual ¡ªv¨¢stagos de Greyoll, la dragona gigante acostada al norte de Caelid¡ª, ten¨ªan escamas de grava, gozaban de vida eterna y rend¨ªan pleites¨ªa a su propio dios. Tambi¨¦n, a partir de cierto punto, fueron acompa?ados por los hombres bestia. Mam¨ªferos m¨¢s primitivos, pero que con el tiempo dejar¨ªan de ser simples animales para convertirse en una civilizaci¨®n con ritos funerarios, armas de metal e incluso capacidad para invocar las magias de rayo rojo de los dragones. ?Fue un proceso natural o producto de una intervenci¨®n externa? Bueno, aqu¨ª es donde toca especular algo m¨¢s.
Porque en las ruinas de Farum Azula, la arquitectura no solo representa dragones y bestias, tambi¨¦n hombres. Numerosas esculturas tienen forma inequ¨ªvocamente humana, y la estancia con el mural del C¨ªrculo primigenio, la misma en la que encontramos a Maliketh, tambi¨¦n tiene un altar dedicado a una muchacha y tres lobos. Es una de esas pistas contextuales que tanto gusta a los dise?adores de From Software dejar para que nos rompamos la cabeza y por s¨ª sola resulta casi indescifrable, as¨ª que a?adiremos dos m¨¢s que quiz¨¢ ayuden a completar el puzle.
La primera es la descripci¨®n de Cinquedea, daga que utiliza la bestia cl¨¦rigo antes de revelarse como Maliketh para invocar la Hoja Negra, y podemos encontrar en la zona inferior del santuario de la bestia en Caelid:
Varios de los encantamientos de bestias que podemos conseguir llevando ra¨ªces mortuorias a Gurranq (alter ego encubierto de Maliketh) referencian la naturaleza primitiva que anta?o caracterizaba a esta especie. Pero cambi¨®, al menos parcialmente ¡ªtodav¨ªa conservan rasgos y comportamientos salvajes¡ª, y la forma de articular la descripci¨®n (¡°la inteligencia que se otorg¨®¡±) invita a pensar en una causa externa, no mera evoluci¨®n. Dada la condici¨®n de Farum Azula como la ciudad de los dragones, ser¨ªa f¨¢cil atribuir a ellos dicha causa. Pero el altar se?ala en otra direcci¨®n. A una interacci¨®n temprana entre hombres y bestias cuando estas eran simples animales.
A partir de aqu¨ª, la segunda pista requiere dar un salto de l¨®gica algo m¨¢s grande, puesto que nos lleva hacia una de las razas m¨¢s misteriosas de Elden Ring: los n¨²menes. Poco se dice sobre ellos a pesar que de ser la estirpe de la que proviene uno de los personajes m¨¢s importantes, la Reina M¨¢rika. Pero s¨ª sabemos que no son nativos de las Tierras Intermedias, con posibilidad a?adida ¡ªseg¨²n deja entrever el editor al elegirla como raza para crear nuestro personaje¡ª de que ni siquiera provengan de este mundo, sino de otro entre las estrellas.
Como ahora sabemos, M¨¢rika acabar¨ªa sirviendo a la Orden Dorada, pero tanto ella como su pueblo se remontan a un tiempo anterior y bastantes runas de numen pueden ser encontradas cerca de la Ciudad Eterna sepultada bajo el ?rbol ?ureo. Una ciudad cuyo nombre, a diferencia de Nokron y Nokstella, ya ha ca¨ªdo en el olvido. Pero de momento vamos a dejar eso a un lado porque hablar de M¨¢rika no solo sirve para introducir a los numen, sino tambi¨¦n el v¨ªnculo entre emp¨ªreos y sombras.
Tras derrotar a Maliketh, su equipamiento descubre que este cl¨¦rigo bestia era hermanastro de M¨¢rika, lo que puede llevar a cierta confusi¨®n si se interpreta de forma literal (que ambos comparten un progenitor). Sin embargo, la subtrama de Ranni aclara que no es el caso, que se trata de un t¨ªtulo adquirido por adopci¨®n. Iji, el herrero gigante al servicio de la casa cariana, lo comenta al rememorar viejos tiempos:
¡°Blaidd es el hermanastro de la se?ora Ranni. La madre de Ranni, la Reina Rennala, lo acept¨® y jugaron como hermanos desde la infancia.¡±
Cabe matizar que la imposici¨®n de la sombra como vasallo de un emp¨ªreo es algo ligado a los mandatos de los Dos Dedos y, por tanto, un concepto quiz¨¢ no presente ¡ªo al menos no con las mismas connotaciones¡ª durante la era anterior al ?rbol ?ureo. Pero cuesta no considerar que la existencia de este v¨ªnculo no guarde relaci¨®n alguna con el hecho de que hombres y bestias estrechasen lazos durante el apogeo de los dragones, o de que las segundas se ¡°humanizasen¡± m¨¢s a ra¨ªz de este contacto.
Otro de los grandes misterios, siguiendo con Farum Azula, es el lugar en el que se ubicaba originalmente esta ciudad antes de elevarse hasta su posici¨®n actual entre las nubes. Evento que seg¨²n algunas descripciones parece que sucedi¨® hace mucho, pero probablemente no sea el caso ¡ªahondaremos en ello al tratar la muerte de Godwyn, pero la presencia de ra¨ªces mortuorias delata una separaci¨®n relativamente reciente¡ª. Y aunque aqu¨ª de nuevo toca especular un poco, una apuesta razonable es la zona entre Caelid y el Pico de los gigantes, cerrando el c¨ªrculo formado por las torres divinas (ahora queda una solitaria en medio del mar) y conectando las monta?as con el santuario de Gurranq, de arquitectura id¨¦ntica, o el lecho de Greyoll situado justo al sur.
Huelga decir que no es ni mucho menos seguro, y que los restos diseminados por Necrolimbo y Liurnia podr¨ªan se?alar hacia otro origen m¨¢s al oeste. Pero como contraargumento, hay referencias de que la ciudad, ahora convertida en mausoleo volador, fue golpeada por meteoritos. Uno de los caballeros del crisol ¡ªal que hacemos frente en un castillo de Caelid¡ª incluso cre¨® un arma a partir de sus restos:
El dios c¨ªclope y los gigantes de fuego
En el fondo no es tan importante saber d¨®nde estaba, aunque esta hipot¨¦tica ubicaci¨®n ayudar¨ªa a contextualizar mejor una de las primeras batallas de las Tierras Intermedias, la que enfrent¨® a los dragones contra los gigantes de fuego. El duelo se sald¨® con la victoria de los ¨²ltimos, aunque es necesario incidir en que estos gigantes no eran los que los humanos actuales tratan como tal (esos son gigantes menores o troles). Los que derrotaron a los dragones eran aut¨¦nticas torres humanas, siempre de pelo rojo, y algunos de sus restos todav¨ªa pueden ser vistos ahora en Caelid, sugiriendo la enorme escala de la batalla y explicando por qu¨¦ Greyoll yace moribunda a pesar de la vida eterna de la que gozaba en esos d¨ªas su especie.
No sabemos si fue a ra¨ªz de esta batalla cuando el primer Se?or del C¨ªrculo perdi¨® dos de sus cabezas y el dios de los dragones decidi¨® huir, provocando que Placidusax se recluyese en el trono para esperarlo ¡ªall¨ª sigue durante los eventos del juego, en una dimensi¨®n m¨¢s all¨¢ del flujo natural del tiempo¡ª. Pero s¨ª sabemos que los gigantes tambi¨¦n ten¨ªan su propio dios, un c¨ªclope capaz de manifestarse a trav¨¦s de sus cuerpos para cederles su poderosa magia de fuego (de ah¨ª que los troles actuales tengan el abdomen abierto y un artefacto para evitar que el c¨ªclope tome control).
Gracias a esta deidad tambi¨¦n surgi¨® una llama divina y eterna que ard¨ªa en la Gran Forja del Pico de los gigantes, un lugar sagrado en el que se invent¨® la herrer¨ªa. Con ella, se desat¨® un nuevo potencial armament¨ªstico, tan poderoso como para hacer frente a los dragones; pero adem¨¢s tambi¨¦n naci¨® un nuevo tipo de arte, desde entonces indisoluble de la identidad de los propios gigantes.
Los astr¨®logos y las visiones del cosmos
Los gigantes hicieron frente a los dragones y con el tiempo tambi¨¦n encontrar¨ªan otras amenazas, aunque no fue el caso de los astr¨®logos, humanos de la era antigua que viv¨ªan en armon¨ªa con ellos y dedicaban el tiempo a contemplar el firmamento.
Mirando al cielo comprendieron que el mundo era mucho m¨¢s que lo que pod¨ªan ver o tocar en las Tierras Intermedias. Sus telescopios les acercaron las estrellas. Vieron nuevas formas de vida. Y con el tiempo, tambi¨¦n ver¨ªan la nada. Una inmensidad oscura y fr¨ªa, el destino que aguardaba al final de todo. Pero antes de ser absorbidos por sus visiones, aprendieron a canalizar la magia de la corriente primigenia y crearon hechicer¨ªas a partir de las piedras refulgentes que cayeron sobre Liurnia.
En esta regi¨®n conocieron a los cristalianos, seres llegados con las piedras refulgentes que dedicaban su vida a protegerlas; y construyeron la Academia de Raya Lucaria, un lugar para seguir estudiando los misteriosos poderes de las estrellas. Azur, uno de los astr¨®logos fundadores, cre¨® el ep¨ªtome de Karolos, disciplina centrada en los cometas; mientras que Lusat fue responsable del ep¨ªtome de Olivinus, la magia de meteoritos que m¨¢s tarde tambi¨¦n se popularizar¨ªa en Sellia, ciudad de hechicer¨ªa en Caelid.
Pero en el cosmos escond¨ªa m¨¢s secretos y Rennala, una astr¨®loga de la familia caria, qued¨® fascinada por la intensa luna llena que brillaba en el Pico de los gigantes. Esta luna se revel¨® como otra fuente de poder m¨ªstico y Rennala domin¨® su magia, lo que le sirvi¨® para alzarse como la nueva maestra de Raya Lucaria y hacer juramentos tanto con los cristalianos como con los caballeros trol del norte. La casa Caria se convirti¨® en realeza y Rennala en su primera reina, lo que acabar¨ªa despertando no pocos recelos entre algunos de sus compa?eros dedicados al estudio de las estrellas.
Esp¨ªritus ancestrales y la antigua dinast¨ªa
Claro que no todos los habitantes de la primera edad mostraron el mismo inter¨¦s por dominar la herrer¨ªa o la magia como los gigantes y los astr¨®logos respectivamente. Liurnia tambi¨¦n es hogar de los adoradores ancestrales, guerreros corn¨²petas que a nuestra llegada siguen cazando con arcos y hachas rudimentarias, visten usando pieles de animales y se re¨²nen alrededor de las ruinas de una antigua dinast¨ªa para venerar a esp¨ªritus con forma de ciervos. Es un ecosistema primitivo, que se mantiene al margen de la influencia del ?rbol ?ureo.
Porque las piedras refulgentes no solo sirvieron como base para las hechicer¨ªas de Raya Lucaria, tambi¨¦n se fundieron con la vida animal y vegetal. Los cuernos de estos esp¨ªritus tienen brotes que sirven para regenerar la magia del jugador, y perpet¨²an este ciclo de vida y renacimiento. Es una versi¨®n alternativa del crisol, ¨¢mbar de vida azul en vez de roja, o dorada. Otro recordatorio de que la orden del ?rbol ?ureo ser¨ªa una imposici¨®n tard¨ªa y no m¨¢s natural de este mundo que las antecedentes.
Ahora bien, un misterio m¨¢s cr¨ªptico son las propias ruinas entre las que habitan estas tribus, talladas en piedra y de arquitectura que evoca a nuestra propia antig¨¹edad. A civilizaciones cl¨¢sicas como la griega o la romana, grandes acueductos incluidos. Son los restos de la vieja dinast¨ªa, ahora en su mayor parte bajo tierra como parte del gran entramado subterr¨¢neo del que tambi¨¦n forman parte las Ciudades Eternas. Es posible que estos humanos precedan a todos los dem¨¢s y llegasen de m¨¢s all¨¢ de las Tierras Intermedias, de un reino que dejaron atr¨¢s navegando seg¨²n revelan los barcos cincelados en algunos relieves de sus monumentos.
Despu¨¦s de todo, el nombre de las Tierras Intermedias implica justo es. Un punto de encuentro, un espacio entre espacios. La pregunta m¨¢s pertinente quiz¨¢s es, ?se trata de los primeros n¨²menes? Uno de los enigmas de esa raza, como comentamos casi al principio, es que, si bien queda claro que no son nativos de las Tierras Intermedias, diferentes textos invitan a pensar en diferentes or¨ªgenes. M¨¢s all¨¢ del mar o m¨¢s all¨¢ de las estrellas. Pero no son posibilidades incompatibles, pudieron llegar del cosmos y establecerse en otra regi¨®n antes de cruzar (los fans de Tolkien dif¨ªcilmente habr¨¢n obviado la similitud entre Numen y N¨²menor, el reino de los primeros hombres).
Las Ciudades Eternas y la vida artificial
Pero la antigua dinast¨ªa no solo dej¨® atr¨¢s acueductos, monumentos y palacios como el que ahora Mohg, Se?or de la Sangre, utiliza para custodiar a Miquella y establecer una propia. Tambi¨¦n los hombres de barro, criaturas encorvadas y casi tan duras como la piedra que no desparraman sangre de color rojo, sino plateada al ser atacadas.
Es m¨¢s que posible que estos hombres de barro no sean criaturas originadas a partir de un dios o del crisol primordial, sino?creadas por los humanos, sobre todo teniendo en cuenta el patr¨®n que desde entonces se ha repetido en otras especies. Las l¨¢grimas plateadas, los albin¨¢uricos, los emisarios del or¨¢culo... Aunque puedan tomar diferentes formas y ser encontrados en diferentes lugares de las Tierras Intermedias, todos estos seres comparten una coloraci¨®n m¨¢s p¨¢lida y la misma clase de sangre plateada que denota la naturaleza artificial.
Aqu¨ª podr¨ªamos dejar volar un poco la imaginaci¨®n y teorizar sobre c¨®mo los albin¨¢uricos de primera generaci¨®n, en vista de su m¨¢s que evidente parecido f¨ªsico con las estatuas de la antigua dinast¨ªa (calvicie, barba profusa y brazos m¨¢s alargados de lo normal), quiz¨¢ sean un intento desesperado de perpetuar el linaje si de verdad eran n¨²menes y ten¨ªan problemas para procrear por medios naturales. Despu¨¦s de todo, si recuperamos la descripci¨®n del editor, de repente tambi¨¦n cobrar¨ªa cierto sentido que sus descendientes naciesen con un aspecto alien¨ªgena:
¡°El rostro de los n¨²menes, supuestos descendientes de habitantes de otro mundo. De larga vida, pero escaso n¨²mero.¡±
Los albin¨¢uricos de primera generaci¨®n son d¨¦biles e incapaces de sostenerse en pie, pero los de segunda, tras regresar a una forma primigenia, corren y dan volteretas con una agilidad incluso superior a la de los hombres. Aunque, como tantas otras cosas, es algo que queda a la interpretaci¨®n de cada jugador. Lo mismo ocurre con las Ciudades Eternas que ahora se funden en un mismo paisaje con las ruinas de la antigua dinast¨ªa?a pesar de proceder de ¨¦pocas y, presumiblemente, civilizaciones distintas.
La disparidad en el tipo de arquitectura es evidente, las Ciudades Eternas son posteriores; sin embargo, todav¨ªa representan la misma clase de experimentaci¨®n con vida artificial al margen del crisol ¡ªlas l¨¢grimas plateadas¡ª y se remontan m¨¢s atr¨¢s de lo que puede parecer en un primer momento. Porque la ubicaci¨®n bajo tierra de Nokron y Nokstella, las dos Ciudades Eternas con nombre propio y noches estrelladas, es atribuida a un castigo divino, una represalia de la Voluntad Mayor.
Pero la Ciudad Eterna sin nombre, situada entre las ra¨ªces del gran ¨¢rbol y claramente producto de la misma civilizaci¨®n que Nokron y Nokstella?a poco que nos fijemos en la arquitectura de sus ruinas, precede al ?rbol ?ureo por razones obvias y no dispone de ese mismo cielo estrellado. Su descenso hacia las profundidades fue ocasionado por una?cat¨¢strofe anterior a la llegada de Astel, el Innato del Vac¨ªo. Una que no le valdr¨ªa cambio de nombre para reflejar esa nocturnidad permanente.
La bestia de Elden y M¨¢rika la Eterna
La historia de la ca¨ªda de Nokron y Nokstella es una de venganza, del cambio de paradigma que supuso la Orden Dorada. La de la Ciudad Eterna sin nombre, en cambio, es una historia de ocupaci¨®n. Porque hubo un momento, con dragones, bestias, gigantes, hechiceros y dem¨¢s ya establecidos sobre las Tierras Intermedias, en el que?la Voluntad Mayor decidi¨® intervenir. Convertirse en un agente m¨¢s activo y controlar el destino del mundo. As¨ª que envi¨® una estrella dorada con una bestia en su interior. Y cay¨® justo sobre el gran ¨¢rbol, sobre la primera Ciudad Eterna.
Desde ah¨ª, el centro neur¨¢lgico de las Tierras Intermedias, lo que ahora conocemos como Leyndell, empez¨® a trazar su plan maestro. Las ra¨ªces del gran ¨¢rbol ofrec¨ªan conexiones directas por todo el mundo; pero al norte, los gigantes de fuego dispon¨ªan de una llama sagrada e imperecedera, capaz de frustrar sus intentos de expansi¨®n. As¨ª que la Voluntad Mayor eligi¨® a una numen, M¨¢rika la Eterna, y la convirti¨® en el recept¨¢culo del poder de la bestia. Una diosa entre hombres, aunque tambi¨¦n su sirviente, pues los elegidos no pueden rechazar el ¡°honor¡±.
Atada a su nuevo destino,?M¨¢rika dirigi¨® una ofensiva hacia las monta?as. Anta?o, los gigantes de fuego hab¨ªan logrado hacer frente a los dragones, pero los esfuerzos unidos de la reina, las huestes del feroz campe¨®n Godfrey, los norte?os caballeros de Zamor e incluso los troles, que traicionaron a los suyos, formaron un ej¨¦rcito temible.
Y la alianza triunf¨®. Los gigantes de fuego fueron empalados, exterminados todos ellos, y el dios c¨ªclope cay¨® a manos de la propia M¨¢rika, que maldijo al ¨²ltimo de los supervivientes para que vigilase las ascuas de la Gran Forja por toda la eternidad.
La llama divina de verdad era imperecedera, y alg¨²n d¨ªa volver¨ªa a arder con fuerza. Pero ahora, con el peligro m¨¢s inmediato aplacado, era momento de regresar a la capital y dejar que el ?rbol ?ureo brotase. La era primigenia hab¨ªa llegado a su fin. Empezaba la era de la Orden Dorada.
Otros vol¨²menes:
- RPG
- Acci¨®n
Elden Ring es un t¨ªtulo de acci¨®n RPG a cargo de From Software y Bandai Namco para PC, PlayStation 4, Xbox One, PlayStation 5 y Xbox Series. ?lzate, Sinluz, y que la gracia te gu¨ªe para abrazar el poder del C¨ªrculo de Elden y encumbrarte como se?or del C¨ªrculo en las Tierras Intermedias. Un vasto mundo perfectamente conectado en el que los territorios abiertos estar¨¢n repletos de situaciones y mazmorras enormes con dise?os complejos y tridimensionales.