La mejor m¨²sica de los videojuegos de 2021
Repasamos lo mejor que hemos escuchado este 2021 en videojuegos
Hay ya tantos compositores consagrados a los que se espera escuchar cada a?o, que hacer un repaso a lo que han dado de s¨ª los ¨²ltimos meses bien podr¨ªa plantearse desde esos nombres que han estado activos en los t¨ªtulos m¨¢s destacados. Al final son talentos como Gareth Coker, Peter McConnell o Keiichi Okabe los que suelen llevar la batuta en lo que m¨¢s escuchamos en los videojuegos del a?o, pero siempre hay sorpresas en un panorama que no deja a nadie indiferente por m¨¢s que estemos ya predispuestos a cualquier cosa. Con esta premisa en mente, vamos a aproximarnos a lo que ha dado de s¨ª este curso, otorgando por el camino nuestros premios y menciones honor¨ªficas a lo que mejor nos ha sonado estos ¨²ltimos doce meses.
Nier Replicant: la (en¨¦sima) confirmaci¨®n de un grande.
Keiichi Okabe es uno de esos compositores que siempre han estado ah¨ª, aunque en realidad fue en 2017 gracias a Nier: Automata cuando su nombre comenz¨® a llamar la atenci¨®n de un p¨²blico m¨¢s amplio, por lo que a nadie extra?a que sus composiciones para Nier: Replicant ¨Cretocadas o no con respecto al Nier original¨C vuelvan a estar entre lo mejor de este curso. La fusi¨®n perfecta entre las melod¨ªas de corte oriental, la voz de la cantante Emi Evans y el sentido ¨Cahora ¨¦pico, ahora ¨ªntimo¨C de las composiciones de Okabe eleva todo a un nivel sensacional. La m¨²sica se pasea por casi todos los estados de ¨¢nimo que atraviesan los robots de Yoko Taro, dando de nuevo vida a una de esas bandas sonoras que uno no se cansa de escuchar fuera del juego. Pocas veces nos han parecido m¨¢s merecidos los premios que ha recibido este curso, merecidos a nuestro juicio para un Okabe que se encuentra a sus anchas en este universo que hace sonar como quiere. Aunque nos pueda gustar m¨¢s lo que suena en Nier: Automata, posiblemente estamos ante la OST m¨¢s esencial del a?o.
La gran sorpresa
Hay juegos, como los Nier, cuya m¨²sica se escucha con ganas fuera de la pantalla, pero lo de The Artful Escape es algo diferente, pocas veces visto. No se trata ya de que la m¨²sica nos guste m¨¢s o menos en el juego, sino de que el ¨¢lbum resultante suena ?¨Crecomendamos escucharlo de principio a fin desligado de pantalla alguna¨C como una especie de what if en el que Bob Dylan hubiese abrazado el rock progresivo brit¨¢nico de los 70. Olvid¨¢ndose de la indigesti¨®n de nostalgia pero con mucha inspiraci¨®n mel¨®dica a cambio, Johny Galvatron y Josh Abrams se lo pasan bomba con una instrumentaci¨®n de brillante colorido virtuos¨ªstico que aprobar¨ªan los miembros de Yes, Genesis o King Crimson. Adem¨¢s, todo est¨¢ tan integrado con el juego y su narrativa que dar¨¢ que hablar durante a?os a los estudiosos del asunto. Una sorpresa absoluta que encaja perfectamente con las propuestas de Annapurna, que esta vez parece querer llegar m¨¢s lejos con la m¨²sica que con el propio videojuego.
Pianos y mal rollito en Ender Lilies.
Aunque haya quien lo niegue con vehemencia, Nintendo redefini¨® el uso del piano en la m¨²sica para videojuegos con esas notas que sonaban de cuando en cuando en Zelda Breath of the Wild. M¨¢s o menos al mismo tiempo, Christopher ¡°Hollow Knight¡± Larkin decidi¨® que el violonchelo y el piano se las bastaban por s¨ª mismos para caracterizar a nivel sonoro todos esos mundos decadentes que tanto gustan ahora mismo en videojuegos. Por suerte, es algo de lo que hemos tenido nuevos ejemplos posteriormente: el tema de Lily en Ender Lilies suena exactamente a eso, pero su utilizaci¨®n como leitmotiv a lo largo del juego es realmente sobresaliente, como lo es pr¨¢cticamente todo en una banda sonora que acierta de pleno con un g¨¦nero en el que siempre hay que tener cuidado para que la m¨²sica no se haga pesada. Miremos por donde miremos ¨Czonas, bosses, cutscenes¨C en Ender Lilies encontramos algunas de las melod¨ªas mas hermosas del a?o, dentro de un estilo en el que tenemos que dar una menci¨®n de honor. En concreto, a Jose Ignacio Teruel con su Trial of the Kings en Aeterna Noctis, una pieza cuyo pianismo abraza esas referencias que Breath of the Wild ha dejado para siempre tras de s¨ª.
Los otros Triple A del a?o.
Los shooter subjetivos norteamericanos son punto y aparte a nivel musical desde el primer Halo, un juego que dio un fort¨ªsimo pu?etazo en la mesa a nivel sonoro. Sabi¨¦ndolo muy bien, Bungie ha cuidado hasta el extremo lo que ha sonado estos a?os en Destiny, as¨ª que los m¨²sicos and¨¢bamos revolucionados con lo que pudiese ocurrir con Halo: Infinite, sobre todo por la presencia del gran Gareth Coker. No puede decirse que el ¨¢lbum resultante haya decepcionado, pero s¨ª que a los compositores les ha condicionado el peso hist¨®rico de las melod¨ªas de la saga y no han querido desarrollar todo su potencial. Por lo que respecta a otra de las grandes bandas sonoras del a?o, la de Deathloop, nos encontramos a un Tom Salta que ha dado una verdadera lecci¨®n magistral a la hora de adaptar armon¨ªas, instrumentaciones y cualquier par¨¢metro musical que nos venga a la cabeza al singular apartado visual del juego. Aunque todo pierde bastante sentido si lo escuchamos desligado del mismo, algo que debemos tener claro por m¨¢s que nos encanten las referencias a Frank Zappa y tantos otros.
Nuestra ¨²ltima menci¨®n de honor para la categor¨ªa AAA de este a?o va para otro compositor hist¨®rico de los que hablamos al comienzo. Tras su etapa en Lucasfilm, Peter McConnell est¨¢ en ese momento en el que un m¨²sico puede hacer lo que le venga en gana con su carrera, y su m¨²sica para Psychonauts 2 refleja eso exactamente. Desde ecos de John Williams en el pr¨®logo a verdadera psicodelia de los 70 con motivos musicales que regresan aqu¨ª y all¨¢, esta es una de las bandas sonoras m¨¢s variadas del a?o, con un nivel medio espectacular. En pocas palabras: muy recomendable.
La dosis anual de chiptune
No dir¨ªamos que 2021 ha sido el a?o m¨¢s sobresaliente en cuanto a lo que ya es una est¨¦tica retro, pero la nostalgia pura y dura es algo demasiado extendido como para olvidarlo en nuestro repaso anual. En abril, Cyber Shadow nos demostr¨® otra vez lo mucho que puede hacer el sonido de una NES algo dopada, con temas realmente poderosos a los que beneficiaba lo tradicional de la propia estructura del juego. Como no puede ser de otro modo en un juego as¨ª, la melod¨ªa del primer nivel ¨CGeothermal Towers¨C destaca, aunque no es la ¨²nica joya en una OST redonda a cargo de Pentadrangle, un artista espa?ol al que habr¨¢ que seguir en el futuro. Lo mismo se puede decir del synthwave de Narita Boy, donde Salvasky ha conseguido piezas incre¨ªblemente atmosf¨¦ricas que har¨¢n las delicias de los que siguiesen la demoscene de hace a?os en ordenadores como el Amiga 500. Nuestra ¨²ltima menci¨®n en esta parcela musical va, este a?o, para Astalon Tears of the Earth, un metroidvania de est¨¦tica pixelada con un Matt Cap que se luce en unas piezas que funcionan a la perfecci¨®n. Aunque si lo que nos gusta es la m¨²sica que enriquece esos sonidos chiptuneros con instrumentos m¨¢s actuales, Eastward tiene momentos sublimes como este Strange Quest. Ya sab¨¦is: m¨²sica que suena a chiptune, pero al mismo tiempo cuenta una historia m¨¢s avanzada.
El J-Rpg que no cesa
Normalmente, para encontrar algunas de las mejores melod¨ªas del a?o hay que irse a los temas de batalla, t¨ªtulo o primeras zonas del RPG japon¨¦s. Habl¨¢bamos antes de los shooter subjetivos americanos, pero la historia de la m¨²sica de videojuegos se ha construido en gran medida desde los grandes logros de los juegos de rol japoneses. Este a?o hemos recibido una entrada de una de las sagas m¨¢s cl¨¢sicas gracias a Tales of Arise, con partituras de un Motoi Sakuraba que sabe exactamente a lo que juega. Lo hace muy bien con los momentos ¨¦picos, con ese car¨¢cter tan especial de los japoneses armados con violines que decidieron sustituir al chiptune y leerse a fondo el libro de estilo de la m¨²sica ¨¦pica. Nos han parecido excelentes algunos temas de batalla ¨Cesto es algo que no puede salir mal en un juego de este g¨¦nero¨C y el de Alphen, dentro de una OST de un nivel medio alt¨ªsimo.
Lo de cada a?o
Seamos honestos: por muchas horas que dediquemos a escuchar, es casi imposible abarcar toda la m¨²sica para videojuegos de cada a?o. Muchos temas maravillosos se pierden en los vericuetos de la escena indie, y no es raro encontrarse piezas incre¨ªbles que luego no terminan de confirmarse en el entramado musical de un videojuego, como nos parece que ocurre en Returnal. 2021 ha sido un a?o con muy buenos representantes a nivel musical en casi todas las categor¨ªas, pero tambi¨¦n uno que nos hace esperar como agua de mayo regresos como el de Yuka Kitamura con Elden Ring, o a una Nintendo que empezaba la generaci¨®n cant¨¢ndonos el inolvidable Jump up Super Star!, pero que este a?o ha estado bastante m¨¢s callada de lo habitual. Y ya sabemos lo que significa Nintendo a nivel musical, guste m¨¢s o guste menos.
- Acci¨®n