?? El a?o que termina, con las consolas de pr¨®xima generaci¨®n asomando cada vez m¨¢s cerca, ha gozado como siempre de la habitual sucesi¨®n de proyectos mastod¨®nticos (en los que la calidad musical se da pr¨¢cticamente por sentada), con la t¨ªpica libertad creativa de la escena independiente que raramente deja de sorprendernos desde el punto de vista musical. En una ¨¦poca adem¨¢s en la que, por suerte, los nombres de los grandes compositores de este folklore propio que es la m¨²sica para videojuegos empiezan a ser relativamente conocidos por el gran p¨²blico. De aqu¨ª viene precisamente lo que m¨¢s nos ha llamado la atenci¨®n de la m¨²sica de los juegos de este a?o, ya que a lo largo de estos meses han estado activos varios de los nombres propios m¨¢s relevantes de siempre, en obras en las que han dejado bien patente que la jubilaci¨®n les queda lejos. Junto a esta coincidencia tan feliz, las bandas sonoras independientes con su variedad inagotable y el sentido ¨¦pico propio de los grandes proyectos de este curso son las tendencias que nos han parecido m¨¢s destacables de los videojuegos de este a?o. T¨ªtulos en los que, por cierto, tambi¨¦n hemos apreciado una importante dosis de nostalgia, en el buen sentido del t¨¦rmino por fortuna.
Lo ¨¦pico en 2019.
?? Como cada a?o que se lanza un videojuego de From Software hay que hablar de sus melod¨ªas de este estilo, sobre todo porque la m¨²sica de Sekiro: Shadows Die Twice contiene novedades que a buen seguro se van a dejar notar en los futuros t¨ªtulos del estudio. De acuerdo con el tono mucho m¨¢s oriental del videojuego, la OST contiene esta vez un importante componente de instrumentos folkl¨®ricos japoneses, como queda patente en esa hermosa melod¨ªa samur¨¢i interpretada con la flauta shakuhachi, de una autenticidad fuera de lo com¨²n. Ni que decir tiene que lo mejor del entramado musical de Sekiro est¨¢ en los enfrentamientos con los jefes finales y en el tema principal, pero lo que nos interesa m¨¢s es comprobar que nada de ello termina de sonar como Dark Souls. Se nota mucho la mano como compositora principal de la jovenc¨ªsima Yuka Kitamura, artista cuyo instrumento principal es el viol¨ªn, lo cual se deja notar en algunas melod¨ªas muy elaboradas para este instrumento, en el que consigue un tratamiento de las disonancias muy avanzado para la m¨²sica de un videojuego. Una compositora a la que habr¨¢ que seguir el rastro.
?? Si hablamos de m¨²sica ¨¦pica fuera del mundo del videojuego, pr¨¢cticamente cualquiera tardar¨¢ poco en recordar a John Williams y a Star Wars, verdadera historia viva de la m¨²sica para el cine. Medio este, por cierto, sin el que se entiende poco de lo que ha pasado musicalmente en los videojuegos. Es por eso que resulta muy interesante que este a?o contemos con una buena dosis de m¨²sica ¨¦pica en un videojuego de Star Wars. Gordy Haab y Stephen Burton se han enfundado el traje de fans devotos de Williams, siendo perfectamente conscientes de que en este juego era f¨¢cil hacerlo bien, pero tambi¨¦n cansar con rapidez al oyente que se fija en la m¨²sica mientras juega. Conscientes de esa limitaci¨®n, la OST del mejor juego de Star Wars en mucho tiempo alterna temas, orquestaciones, contrapuntos y fanfarrias dignas de John Williams con un recurso casi obligado: los peque?os solos de instrumentos de viento-madera que nos transportan de inmediato a Star Wars y que nos pueden sorprender en cualquier momento. Con todo ello han realizado un muy buen trabajo global que no llega nunca a hacerse mon¨®tono, aunque ninguna de las melod¨ªas llegue a tener el nivel descomunal de lo que sale de la mente de John Williams. Pero ese es otro tema diferente, y trasciende el mundo del videojuego.
Devil May Cry 5: no por esperado deja de sorprender.
?? Las ¨²ltimas dos entregas de Devil May Cry (la cuarta numerada y el divisivo DMC) ya fueron videojuegos muy cuidados a nivel musical. No es por tanto una sorpresa que la OST de Devil May Cry V, un juego pulido hasta lo enfermizo en todas sus facetas, sea una de las mejores del a?o. Desde luego, hay que quitarse el sombrero en t¨¦rminos absolutos ante un juego que cuenta con m¨¢s de cinco horas de m¨²sica. En todo ese tiempo se alternan temas que abundan en el heavy metal con otros mucho m¨¢s tradicionales dentro del canon de la m¨²sica para videojuegos (en momentos como la introducci¨®n o los men¨²s) y se llega hasta a ofrecer versiones para piano y viol¨ªn de algunas de las melod¨ªas m¨¢s recurrentes, en instrumentaciones muy bien elaboradas. Una aut¨¦ntica barbaridad de banda sonora con una variedad de estilos muy destacable, de las que hay que escuchar al completo para hacernos una idea de todo lo que atesoran.
Yoko Shimomura nunca defrauda.
?? Empezando el carrusel de nombres m¨ªticos que mencion¨¢bamos al comienzo, nos encontramos con uno de los nombres que han estado ah¨ª siempre, gracias a un impresionante instinto para reciclarse cuando el sonido chiptune empez¨® a ser cosa del pasado. Convertida en leyenda musical de los videojuegos tras Street Fighter 2, Yoko Shimomura ha sido mucho m¨¢s popular en tiempos m¨¢s recientes gracias a la m¨²sica de la saga Kingdom Hearts, cuya tercera entrega ha podido pasar algo desapercibida este a?o, pero no por su calidad musical. Haya cambiado o no su p¨²blico objetivo, Kingdom Hearts 3 es una de las bandas sonoras m¨¢s extensas y de mayor calidad media del a?o, con algunos temas m¨ªticos de la saga adapt¨¢ndose a la perfecci¨®n con remezclas que les han hecho justicia ¨C como el cl¨¢sico Dearly Beloved- pero tambi¨¦n con momentos de aut¨¦ntico genio por parte de Shimomura, como la versi¨®n orquestal de Don't think twice o el tema de Scala ad Caelum, pura m¨²sica pensada para los videojuegos. Una OST tambi¨¦n muy importante en cuanto a la cantidad de temas que la componen, pero con momentos algo m¨¢s irregulares esta vez. Aun as¨ª, todo trabajo con el nombre de Shimomura merece una escucha atenta.
Bloodstained: auto homenaje sin caer en la complacencia.
?? Hubo un tiempo en el que apenas escuch¨¢bamos la m¨²sica de los videojuegos fuera de su h¨¢bitat natural de las consolas. Esto no cambi¨® de la noche a la ma?ana, pero pocos pueden discutir que la m¨²sica de Castlevania: Symphony of the Night fue una de las que cambiaron el paradigma, gracias a melod¨ªas y arreglos que a¨²n hoy deber¨ªan ser estudiados por todo aquel que quiera componer para videojuegos. Michiru Yamane, otro de los nombres m¨¢s sagrados de la industria a nivel musical (si no el que m¨¢s), fue la responsable de una de las mejores bandas sonoras escuchadas hasta entonces. Es por esto que hab¨ªa mucha expectaci¨®n por ver lo que iba a ocurrir en Bloodstained, pero hay que decir que la compositora japonesa ha pasado la prueba con nota. De nuevo en un juego de Koji Igarashi, que adem¨¢s se plante¨® desde el comienzo como una secuela no oficial que homenajear¨ªa al viejo mito, hay que decir que Yamane ha conseguido homenajear a sus propias melod¨ªas de anta?o ¨C quede claro que no son pocas las referencias- sin que nada llegue a ser reiterativo o falto de calidad mel¨®dica. Es m¨¢s, podr¨ªa decirse que estos homenajes lo son m¨¢s bien por la localizaci¨®n de cada una de las melod¨ªas, cuya asociaci¨®n con los escenarios recuerda a las del viejo mito, especialmente en momentos como el de la biblioteca. Las melod¨ªas, eso s¨ª, cuentan con entidad suficiente como para mirar a los ojos a lo mejor de la m¨²sica de Yamane, gracias a temas magistrales como Luxurious Overture, Lost Garden o Biblioteca Ex Machina, con unas ideas secundarias much¨ªsimo m¨¢s desarrolladas que anta?o y una instrumentaci¨®n m¨¢s variada. Citamos ¨²nicamente tres de los m¨¢s especiales, pero lo cierto es que todo tiene un nivel alt¨ªsimo. Una muestra de la obra de una artista que evoluciona a la par que se mantiene fiel a su estilo. Imprescindible.
Katana Zero: la sorpresa del a?o
?? Uno de los indies del a?o, Katana Zero, es tambi¨¦n la mayor sorpresa a nivel musical de 2019. Lo es por la calidad de los temas electr¨®nicos de Bill Kiley y Ludowic, verdaderos monstruos del Synthwave que han producido pistas atmosf¨¦ricas y bastante variadas dentro del ¨¢mbito de la m¨²sica electr¨®nica. Aunque todos los temas merecen ser escuchados, la m¨²sica destaca sobre todo por estar muy bien integrada en el tono narrativo del juego y en ese estilo noir al que se entrega. No en vano hablamos de un videojuego en el que el protagonista se entretiene en cambiar la cinta de un walkman al comienzo de cada nivel. Los a?os ochenta que impregnan todo el juego tienen su reflejo sonoro en los ecos de m¨²sicos como Vangelis o Yellow Music Orchestra (referencias admitidas por los propios autores). Una aut¨¦ntica maravilla en todos los sentidos, que tambi¨¦n nos lleva a recordar por motivos similares a la m¨²sica de otro indie de este a?o: Sayonara Wild Hearts.
Yooka: Laylee y las mazmorras de David Wise
?? Otro de los grandes nombres de la m¨²sica para videojuegos que este a?o han sacado a pasear su magia es el de David Wise. Seguramente, con ¨¦l (junto con Chris H¨¹lsbeck) hablamos de uno de los mayores mitos europeos de la m¨²sica para videojuegos, que ¨²ltimamente ha llegado a alcanzar un renombre similar al de las compositoras japonesas que antes hemos mencionado. Yooka-Laylee and the Impossible Lair profundiza en el estilo del Wise que nos emocion¨® con los ¨²ltimos dos t¨ªtulos de Donkey Kong Country. Las melod¨ªas son totalmente reconocibles de su estilo, con su aparente sencillez y sus simp¨¢ticas instrumentaciones similares a las del monumental DKC: Tropical Freeze , adornado todo ello con un uso del ukelele a la Rayman Origins. Otra grandiosa banda sonora de un artista que se encuentra a sus anchas en los juegos de plataformas, que aqu¨ª ha encontrado un proyecto ideal para su m¨²sica.
Vuelve la Sinfon¨ªa de Hyrule
?? Lo que escuchamos en Zelda: Breath of the Wild supuso un claro punto y aparte dentro de una saga que no se entiende sin la calidad de su m¨²sica, pr¨¢cticamente desde sus comienzos. No en vano, temas como Kakariko Village o Gerudo Valley son iconos mil veces imitados por otros videojuegos, por no mencionar el uso recurrente de los propios instrumentos musicales que siempre ha hecho esta saga desde el punto de vista argumental. Este a?o hemos recibido dos aproximaciones musicales a lo que siempre ha hecho grande a Zelda con una calidad muy pocas veces vista. Por un lado, Cadence of Hyrule-Crypt of the Necrodancer? ha contado con el acompa?amiento de lujo de la mayor parte de las melod¨ªas m¨¢s recordadas en la saga, arregladas para la ocasi¨®n por un grand¨ªsimo m¨²sico como es Danny Baranowsky (Super Meat Boy) al que se nota que le gusta trabajar con este material. Un mix muy conseguido de sonidos que flirtean con el chiptune, los sintetizadores y con instrumentos que podr¨ªan haber sonado en una Super Nintendo, en los que adem¨¢s se advierte a la perfecci¨®n el estilo de Baranowsky y el de esta saga tan particular.
?? En cualquier caso, dentro de lo que ha supuesto 2019 para la saga Zelda y para los videojuegos en general, es inevitable hablar de lo bien que suena ese remake de Zelda: Link?s Awakening para Switch. Y lo es porque, sencillamente, entre las pistas de este juego est¨¢n algunos de los mejores momentos musicales de este a?o, por m¨¢s que las melod¨ªas tengan varias d¨¦cadas. La m¨²sica original de este juego para Game Boy siempre fue muy buena, pero la cosa se ha ido mucho m¨¢s all¨¢ de lo esperable en este remake. Utilizando esos instrumentos que juegan un papel tan importante en el propio argumento del juego, el tema principal de Zelda jam¨¢s hab¨ªa sonado tan bien como en la introducci¨®n de este t¨ªtulo, interpretado por un grupo de instrumentos de viento en un arreglo encantador. Se trata de uno de esos momentos tan bien llevados a cabo que nadie que se preocupe de estas cosas va a pulsar start para interrumpirlo, dentro de la que nos ha parecido una de las mejores bandas sonoras de un juego de Nintendo en Switch. Y, si nos apur¨¢is, de toda la trayectoria de Nintendo
Menciones honor¨ªficas
?? Llegando al final de nuestro repaso musical a este a?o, es preciso recordar que se trata ¨²nicamente de uno de los muchos posibles. Abarcar hoy d¨ªa todo lo que suena en los videojuegos es tarea imposible, ya que cada cual tiene sus propias preferencias tambi¨¦n en lo musical. No queremos por ello terminar esta selecci¨®n sin mencionar algunas otras composiciones interesantes, como las de Death Stranding o Travis Strikes Again: No More Heroes, muy cuidadas globalmente en ambos casos. Tampoco otros ataques a la nostalgia como los que siempre lleva a cabo Jake Kaufmann -un fuera de serie del chiptune- en Shovel Knight: King of Cards, o las bell¨ªsimas melod¨ªas de cuento de hadas de un compositor siempre inspirado como es Ari Pulkkinen, en el notable Trine 4. Los videojuegos de hoy d¨ªa pueden disfrutarse tambi¨¦n desde los servicios de streaming musical, y sus compositores por fin tienen nombres y apellidos. Un momento de madurez, que ya se viene prolongando por un tiempo.
- RPG
- Acci¨®n
Sekiro: Shadows Die Twice, desarrollado por From Software y editado por Activision para PC, PlayStation 4, Xbox One y Stadia, es un RPG de acci¨®n de los creadores de Dark Souls y Bloodborne que recoge el testigo de la m¨ªtica saga Tenchu y nos lleva a la era Sengoku, en el a?o 1500 en Jap¨®n, en el que un samur¨¢i deber¨¢ enfrentarse a la muerte a cada paso.