Redout: Space Assault. An¨¢lisis. Disparos sobre ra¨ªles.

En 2016, los italianos 34BigThings nos sorprendieron con el excelente Redout, un arcade de carreras de naves deslizantes que heredaba las f¨®rmulas de cl¨¢sicos como Wipeout o F Zero para ofrecernos un videojuego estupendo. Teniendo en cuenta adem¨¢s que desgraciadamente este tipo de juegos nos es el m¨¢s prol¨ªfico que digamos, la alegr¨ªa de poder disfrutar de un t¨ªtulo as¨ª tan bueno result¨® ser may¨²scula. Desgraciadamente, este Redout: Space Assault que hoy nos ocupa poco tiene que ver con aquel t¨ªtulo, salvo compartir universo e historia. Disponible tanto en las plataformas de descarga habituales en Pc, como para Playstation 4, Switch y Xbox One, Redout: Space Assault no deja de ser un port directo de un videojuego para m¨®viles aparecido en la Apple Arcade a finales de 2019. Una l¨¢stima, porque teniendo buenos mimbres, y saliendo a precio muy reducido, su origen y la desidia por parte de sus desarrolladores a la hora de hacer una conversi¨®n m¨¢s ambiciosa le ha acabado pasando factura a la hora de disfrutarlo en plataformas dom¨¦sticas.

Hay que destacar que a nivel jugable tampoco tiene nada que ver con el juego de carreras de 2016. Space Assault se inspira en la f¨®rmula cl¨¢sica de t¨ªtulos como Star Fox o Panzer Dragoon, para ofrecer un arcade de disparos sobre ra¨ªles de ambientaci¨®n espacial. El desarrollo es el habitual en este tipo de juegos, por lo que deberemos esquivar disparos mientras fijamos nuestros misiles en el enemigo y diezmamos sus filas. A pesar del intento de variar la f¨®rmula con secciones m¨¢s abiertas, e incluso zonas de velocidad, la falta de ritmo, variedad y esa chispa que hac¨ªa que los mencionados cl¨¢sicos sean recordados hoy d¨ªa convierten a este videojuego en un t¨ªtulo solo recomendable para fan¨¢ticos del g¨¦nero. S¨ª nos encantan los arcades de este tipo, los echamos mucho de menos y hay que agradecer que hoy d¨ªa se apuesten por este tipo de videojuegos. Pero no debemos obviar que estamos ante un conversi¨®n de juego de m¨®vil que se queda lejos de las bondades de los t¨ªtulos en los que se inspira.

Colonizaci¨®n espacial por las bravas

Como ya se ha comentado, Redout: Stellar Assault comparte universo con el Redout de carreras de 2016, y funciona a modo de precuela de aquel. Estamos en el a?o 2395, en plena colonizaci¨®n de Marte. La humanidad ha comenzado a dejar atr¨¢s un planeta Tierra consumido y casi en las ¨²ltimas, empezando por formas una colonia en la Luna. La necesidad de expandir horizontes la ha llevado a poner el pie en el planeta rojo. Nuestro intr¨¦pido protagonista ser¨¢ Leon Barret, piloto de cazas espaciales al servicio de la corporaci¨®n Poseid¨®n, avanzadilla de la colonizaci¨®n marciana.

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Resulta sorprendente que un arcade directo de este tipo se esfuerce tanto por narrar una historia compleja, y la verdad es que la cantidad de giros, sorpresas, traiciones y dem¨¢s acabar¨¢n por ofrecernos una historia m¨¢s densa de lo que nos esperar¨ªamos en un primer momento. Esta est¨¢ narrada principalmente a trav¨¦s de conversaciones durante el las misiones, y la verdad es que una vez estamos en pleno fregado, ni nuestra atenci¨®n est¨¢ para mucho m¨¢s que para esquivar el fuego enemigo, ni nuestro inter¨¦s va mucho m¨¢s all¨¢ de diezmar las huestes enemigas. Es por ello que pese a agradecer la preocupaci¨®n por intentar narrar una historia, esto resulte en muchas ocasiones m¨¢s una distracci¨®n que aparte al jugador de su principal inter¨¦s que un a?adido realmente interesante para el mismo.

Do a barrell roll

La jugabilidad del t¨ªtulo es la habitual en juegos de este corte, de manera que pilotamos a nuestra nave por recorridos semi guiados, esquivando disparos y masacrando enemigos de manera similar a lo que hacemos en videojuegos como Star Fox o similares. A pesar de que el avance est¨¢ guiado, podemos desplazar a nuestra nave arriba y abajo e izquierda y derecha. Tenemos un bot¨®n para realizar una esquiva, y manteniendo apretado el gatillo derecho y fijando el punto de mira sobre los enemigos dispararemos misiles sobre ellos al soltar el bot¨®n. El disparo de la ametralladora frontal de la nave est¨¢ en modo autom¨¢tico por defecto, y pese a que pueda parecer contradictorio en un t¨ªtulo de este corte, casi es mejor dejarlo de esta manera, lo que no habla muy bien de su jugabilidad.

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Para tratar de a?adir variedad a la mezcla, hay misiones y secciones que se salen de este patr¨®n. En algunas de ellas tendremos libertad de movimiento y tendremos que investigar peque?os entornos para encontrar ciertos elementos. Otro tipo de secciones ser¨¢n aquellas de velocidad, donde el t¨ªtulo se asemeja en cierta manera a un juego de carreras, aunque salvando las distancias. Tambi¨¦n habr¨¢ combates contra letales y en ocasiones inmensos jefes finales. Desgraciadamente, todo ello no consigue paliar un ritmo cansino una sensaci¨®n de repetici¨®n y hast¨ªo que llega casi inevitablemente tras las dos primeras horas de juego. Como hemos comentado, al juego le falta la chispa que hizo grandes a Star Fox o Panzer Dragoon.

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El control, sin ser malo, no transmite esa sensaci¨®n de dinamismo y fluidez necesaria en un t¨ªtulo como este, y al desarrollo de las misiones les falta garra para evitar que su propuesta pierda r¨¢pido ese inter¨¦s inicial que s¨ª consigue despertar en un principio. Resulta adem¨¢s en general un tanto lento y pesado, y falto de inspiraci¨®n. Es curioso su sistema de vidas infinitas, de manera que morir solo penaliza en la puntuaci¨®n final de la misi¨®n. Habr¨¢ eso s¨ª misiones con unos objetivos a cumplir en un determinado tiempo que s¨ª que habr¨¢ que repetir desde el inicio si no cumplimos los objetivos. Estas suelen coincidir con picos de dificultad innecesarios y mal implementados que ahondan en el hast¨ªo al hacernos repetir varias veces lo mismo en partes que no brillan precisamente por su implementaci¨®n o desarrollo.

Cada misi¨®n tendr¨¢ una serie de tareas opcionales, que si las completamos nos dar¨¢n unos puntos para poder gastar en mejorar nuestra nave. Al final de la misi¨®n tendremos tambi¨¦n un curioso sistema de recompensa con unas cartas que podremos elegir para mejorar tambi¨¦n las prestaciones de nuestro caza. En ocasiones, la mejor soluci¨®n para solventar esos terribles picos de dificultad ser¨¢ repetir las misiones para mejorar la nave, lo que tampoco ayuda en nada a evitar que nos cansemos de la propuesta del t¨ªtulo y mejore su m¨¢s que irregular ritmo. Para m¨¢s inri, el juego no est¨¢ todo lo pulido que deber¨ªa, y nos encontraremos con alg¨²n que otro bug que nos har¨¢ repetir misiones o problemas con las c¨¢mara que no deber¨ªan estar ah¨ª. Para completar los 9 cap¨ªtulos de la aventura, que oscilan entre 4 o 5 misiones cada uno, emplearemos entre 8 o 10 horas. Todos los textos del juego cuentan con un m¨¢s que correcta traducci¨®n al castellano.

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Espacio profundo y luces de ne¨®n.

El acabado t¨¦cnico final del t¨ªtulo es una cosa muy curiosa. Porque a pesar de que su origen humilde como juego de m¨®vil est¨¢ m¨¢s que presente, y tambi¨¦n est¨¦ sazonado de alg¨²n bug y muchas aristas sin pulir del todo, resulta por momentos espectacular y deja improntas de gran belleza y muy resultonas en pantalla. Mezcla tonos apagados similares al anterior Redout con un exceso de luces de ne¨®n y efectos de iluminaci¨®n por doquier que impregnan la pantalla de im¨¢genes vistosas. Todo ello conjugado con su buena ambientaci¨®n espacial termina por ofrecer un t¨ªtulo visualmente atractivo pese a lo modesto que es y lo limitado t¨¦cnicamente de su propuesta. Ni los modelos de los elementos en pantalla son un dechado de virtudes, ni la calidad general de su gr¨¢ficos es ning¨²n portento, y pese a ello nos dejar¨¢ improntas espectaculares en pantalla. El apartado sonoro cumple sin excesivos alardes.