A Tale of Paper, An¨¢lisis. Origamis y sensibilidad

A su manera, Limbo cambi¨® la forma de entender la narraci¨®n minimalista en los videojuegos. El estudio polaco Playdead, que llevar¨ªa a¨²n m¨¢s lejos su expresividad y maduraci¨®n del lenguaje en el portentoso Inside, m¨¢s cinem¨¢tico y quiz¨¢ 'menos videojuego' en favor de esa historia contada con peque?os detalles, pr¨¢cticamente cre¨® un g¨¦nero en s¨ª mismo o recuper¨® esas experiencias deudoras de Another World o Heart of Darknesspara traerlas a un nuevo p¨²blico. De esos ¨¦xitos han salido multitud de imitadores, juegos que podr¨ªamos tildar como 'narrativas on-rail' cuyo desaf¨ªo para el jugador es inversamente proporcional a aquello que pueden despertarles a nivel emocional.

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En este particular, nov¨ªsimo y aclamado g¨¦nero, podemos encontrar propuestas tan aplaudidas como Journey y su m¨¢s directo imitador, Abz?; por supuesto Limbo e Inside, los hermosos Unravel de ColdWood Interactive, o el aterrador acercamiento a esta filosof¨ªa de dise?o de Little Nightmares de Tarsier Studios. Mejor olvidemos los errores o intentos banales de convertir un cl¨¢sico de culto como Yume Nikki en un clon de Inside de marca blanca, como el que fue el banal YumeNikki -Dream Diary-. Hoy estamos aqu¨ª para celebrar la llegada de un nuevo t¨ªtulo a la lista, y adem¨¢s uno hecho con cari?o y talento.

Desarrollado por el estudio espa?ol Open House Games, la ¨²nica forma justa de juzgar A Tale of Paper es hacerlo sin tener en cuenta de d¨®nde sale, cu¨¢nta gente lo ha hecho (seg¨²n sus cr¨¦ditos, nos sobran dedos en una mano para enumerarlos) y hacerlo valorando sus objetivos y los resultados. Y como dec¨ªa anteriormente, estamos de celebraci¨®n, porque lo que hace un par de a?os era un simple proyecto con una demo en itch.io ha terminado por convertirse en el que quiz¨¢ sea el mejor juego surgido de los PlayStation Talents en todos estos a?os. O al menos, el que m¨¢s posibilidades tiene de triunfar fuera de nuestras fronteras.

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La premisa es muy sencilla: nos despertamos y somos un peque?o monigote de papel, que tendr¨¢ que avanzar por varios escenarios esquivando robots de limpieza y saltando por algunas plataformas para llegar a un destino que tardaremos apenas un par de horas en descubrir. S¨ª, es corto, pero el viaje est¨¢ plagado de momentos con una fuerza expresiva envidiable. Una de las se?as de identidad de este subg¨¦nero es que nuestro personaje sea vulnerable, y as¨ª ocurre con A Tale of Paper: no tenemos acciones ofensivas, s¨®lo podemos correr manteniendo un bot¨®n o saltar a zonas seguras para evitar ser arrollados por los (escasos) enemigos a los que plantaremos cara y nuestra mayor preocupaci¨®n ser¨¢ el entorno: no caernos al agua, por ejemplo.

Que no podamos defendernos no implica que s¨®lo nos limitemos a pegar saltos y correr, porque el ser criaturas de papel ha servido a sus dise?adores para introducir una idea muy inteligente basada en la recolecci¨®n de poderes con los que poder avanzar en la aventura. El primero de ellos por ejemplo nos permite transformar al personaje en una rana de origami, lo que nos dar¨¢ la opci¨®n de saltar m¨¢s alto. No ser¨¢ el ¨²nico: un avioncito de papel para planear, convertirnos en una pelota para rodar... entre otros.

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Siendo un juego tan cortito y que puede pasarse en una sentada ha permitido a sus creadores que cada peque?o nivel (todos interconectados, pero desde el selector hay una nomenclatura clara para cada uno de ellos) sea bastante ¨²nico e implique, adem¨¢s de lo ya comentado, la resoluci¨®n de algunos peque?os puzles. Uno de ellos por ejemplo consiste en activar una serie de paneles bas¨¢ndonos en el color de unas tuber¨ªas y para detectar el orden hay que jugar con la perspectiva del escenario y explorar cada peque?o rinc¨®n. Esto anima al jugador a revisar bien all¨¢ por donde pasa, algo a lo que contribuye la recolecci¨®n de origamis que dan contexto a la historia, porque quitando el final (que habla por s¨ª solo) poco se puede extraer de la aventura a menos que nos preocupemos en mirar bien.

Y hablemos del final, pero sin spoilers, claro. Porque una de las fortalezas de A Tale of Paper es tratar al jugador con inteligencia y comunicarse directamente a ¨¦l sin palabras de ning¨²n tipo. Y cuando parece que todo termina... ?record¨¢is NieR Aut¨®mata? Bueno, El equipo de Open House Games es bastante m¨¢s sutil que una pantalla firmada por el equipo de PR de Square Enix, simplemente cambia el punto de vista, las habilidades y ah¨ª es donde el juego alcanza su m¨¢ximo potencial.

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Como todo primer juego, A Tale of Paper no est¨¢ exento de errores y algunos bugs que el equipo ha prometido arreglar, tanto en PS4 -¨²nico sistema donde ha salido de momento- como en la futura versi¨®n de PC, que en teor¨ªa llegar¨¢ a finales de a?o. El control es algo tosco, especialmente girando al personaje sobre su eje o cuando estamos transformados en rana (el personaje se ancla al suelo y no se gira, directamente), la profundidad en algunos escenarios 3D no est¨¢ bien medida para los saltos y considero -personalmente- que reducir la narrativa a los coleccionables y no aportar algo a la parte jugable va a restar impacto emocional a la experiencia; pero una cosa no quita la otra. M¨¢s all¨¢ de peque?os detalles, estamos ante un juego con una puesta en escena exquisita con una banda sonora muy bonita, raz¨®n por la que veo el t¨ªtulo encajando en el mercado internacional sin mayor problema siempre y cuando haga suficiente ruido con su salida en PC.