Superliminal, an¨¢lisis

Los videojuegos de rompecabezas no son los m¨¢s populares o los m¨¢s vendidos, aunque s¨ª se trata de un g¨¦nero que nos ha dejado aut¨¦nticas joyas atemporales, t¨ªtulos imaginativos, sorprendentes y que nos animan en ocasiones a romper con lo establecido para experimentar nuevas sensaciones a sus mandos. Y Superliminal, obra de Pillow Castle, se posiciona como una de esas apuestas atrevidas que no se quedan en lo superficial para proponer al jugador todo un universo propio de lo m¨¢s sugerente en el que las reglas conocidas no tienen cabida. Lamentablemente, Superliminal se queda a medio camino en ciertos aspectos, dejando al jugador con ganas de m¨¢s a pesar de sus no pocas virtudes, especialmente en el terreno de lo inesperado e imaginativo. Veamos qu¨¦ nos puede ofrecer esta curiosa mezcla de Portal, walking simulator y otros t¨ªtulos de corte experimental como bien pudiera ser el notable The Stanley Parable; a continuaci¨®n analizamos Superliminal en PC, PS4, Xbox One y Nintendo Switch.

Nada es lo que parece... ?o quiz¨¢s s¨ª?

Superliminal, sin desvelar nada realmente significativo de su trama, puede tomarse como una suerte de psicoan¨¢lisis interactivo en el que el jugador, en primera persona, experimenta una serie de sensaciones e indagaciones a trav¨¦s de unos escenarios on¨ªricos en los que jugar con la perspectiva. Visto as¨ª, esta nueva propuesta de rompecabezas narrativos puede parecer el en¨¦simo experimento interactivo pretencioso que no pasa de efectista en su puesta en escena. Nada m¨¢s lejos de la realidad; lo nuevo de Pillow Castle llega a sorprender e incluso emocionar gracias al notable trabajo imaginativo de muchos de sus planteamientos y que eclosionan en un sugestivo tramo final, sin interpretaciones libres que traten de enmascarar un gui¨®n vacuo. Superliminal huye de eso y apuesta por un viaje con un final claro y autoconclusivo.

?ste es precisamente uno de sus grandes logros junto a la presentaci¨®n y ejecuci¨®n de ciertos desaf¨ªos o rompecabezas; y decimos ¡°ciertos¡± porque el t¨ªtulo no logra mantener un nivel elevado a lo largo de sus dos o tres horas de duraci¨®n, dependiendo de nuestra destreza para ir resolviendo los puzles, la mayor¨ªa de ellos, de soluci¨®n din¨¢mica y amena. Superliminal nos pone en la piel de un individuo que despierta una y otra vez en una habitaci¨®n de lo que parece ser un centro de ayuda tras o¨ªr el irritante sonido de un despertador digital, uno de esos cachivaches que tirar¨ªas por la ventana; una m¨¢s que probable reacci¨®n que, precisamente, tiene mucho que ver con el videojuego que nos ocupa.

Desde un primer momento se nos aclara que las diferentes percepciones de lo que vemos en pantalla representan la realidad, por muy lejos que puedan estar de cualquier sentido y l¨®gica. En resumidas cuentas, todo en Superliminal es real y es por ello que r¨¢pidamente empezaremos a jugar con esta realidad distorsionada pero a la que r¨¢pidamente encontraremos un sentido. Y todo ello pasa por interactuar con la perspectiva de los elementos en pantalla, lo que nos obligar¨¢ a dar con los ¨¢ngulos adecuados para que un objeto tridimensional surja de un dibujo plano o que otro objeto crezca en tama?o dependiendo de su perspectiva respecto a nosotros. Estas particularidades y muchas otras forman el aut¨¦ntico eje central de Superliminal a trav¨¦s de numerosas salas en las que dar con la tecla correcta de una forma m¨¢s o menos ocurrente.

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A efectos pr¨¢cticos, en un abrir y cerrar de ojos estaremos arrancando un peque?o cartel de ¡°Salida¡± de la pared para convertirlo en una colosal rampa por la que escalar tras jugar un poco con la perspectiva y la posici¨®n del objeto en el escenario. A decir verdad, la jugabilidad resulta amena e intuitiva, con lo que manipular objetos y modificar su tama?o se convertir¨¢ en una constante, s¨ª, aunque de un modo menos redundante de lo que cabr¨ªa esperar. Otra de las mec¨¢nicas con la que lidiar a lo largo de tan on¨ªrico periplo ser¨¢ la de alinear figuras planas, formando objetos con los que interactuar o caminos por los que pasar, adem¨¢s de mover y modificar el tama?o de diferentes objetos para activar interruptores o escalar por ellos.

En general, las sensaciones resolviendo este tipo de puzles en los que la f¨ªsica y nuestra habilidad y l¨®gica tienen mucho que decir son muy positivas y en ning¨²n momento se convierten en tediosas o excesivamente repetitivas; siempre hay algo novedoso que nos sorprende de un modo u otro. No obstante, y con el paso de los niveles, el efecto sorpresa deja paso a una sensaci¨®n de d¨¦j¨¤ vu que no se abandona hasta el final de la aventura; si bien no ocurre con todos los puzles, s¨ª lo hace en un porcentaje elevado de los mismos. Por otro lado, uno de los mayores contratiempos de Superliminal es su constante limitaci¨®n en las posibles resoluciones de cada puzle o desaf¨ªo, delimitados a una ¨²nica soluci¨®n que suele pasar por un determinado objeto de cada sala o escenario.

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En este sentido, la exploraci¨®n se resiente de forma notable al obligar al jugador a dar con ese elemento que servir¨¢ para superar un obst¨¢culo u otro. Y es que la interacci¨®n con los objetos se limita siempre a un elemento clave (o en alguna ocasi¨®n, a un par de ellos), pero no podemos interactuar con el resto de objetos. Como claro ejemplo, si al acceder a una nueva sala solo podemos coger un dado o una cu?a de queso, inmediatamente sabremos que la soluci¨®n pasa por modificar su tama?o y usarlo para alcanzar o abrir una posible puerta de salida; y as¨ª sucesivamente. No obstante, otros puzles s¨ª nos obligar¨¢n a exprimir las neuronas, dando como resultado un desarrollo poco equilibrado en este sentido. Eso s¨ª, algunos momentos son verdaderamente ¨²nicos e inesperados.

Como decimos, Superliminal presenta varios conceptos que recuerdan a un gran exponente del g¨¦nero como es Portal, tanto en su idea de resoluci¨®n de puzles para avanzar como en el plano narrativo, con voces que nos ir¨¢n guiando en nuestro viaje a trav¨¦s de los planos m¨¢s profundos del subconsciente. Junto a los desaf¨ªos delimitados por salas se une un componente de walking simulator a trav¨¦s del cual se nos explicar¨¢ buena parte del contexto, siempre a modo de nexo entre escenarios. Todo ello hasta llegar al ascensor del final de cada nivel para pasar al siguiente. Las voces est¨¢n en ingl¨¦s y los textos traducidos a nuestro idioma, aunque no exentos de m¨¢s errores ortogr¨¢ficos de los que nos gustar¨ªa.

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Su puesta en escena es sencilla y sobria, sin ning¨²n tipo de alarde gr¨¢fico. Los entornos son muy limpios, casi as¨¦pticos, con modelados y texturas bastante justitas, eso s¨ª; si bien Superliminal no pretende en ning¨²n momento ser un exponente gr¨¢fico, no estar¨ªa de m¨¢s ofrecer un acabado algo m¨¢s detallado. Adem¨¢s, la versi¨®n de Switch, incluso en modo televisor, sufre de algunas ca¨ªdas de rendimiento que pueden llegar a ser fastidiosas. Eso s¨ª, el dise?o de ciertos niveles, as¨ª como sus diferentes resoluciones, delatan un gran trabajo conceptual por parte de sus creadores. A nivel sonoro recurre a melod¨ªas pausadas y pl¨¢cidas, temas a piano y otros instrumentos ambientales que nos invitan a disfrutar del contexto melanc¨®lico de su propuesta.