The Procession To Calvary: el chiste m¨¢s gracioso del renacimiento

En febrero de 2017 una m¨¢s que original aventura gr¨¢fica nos sorprendi¨® con su personal y atractiva puesta en escena. Four Last Things, desarrollada por una ¨²nica persona, Joe Richardson, tomaba enteramente su apartado visual de piezas de arte del renacimiento. Absolutamente todos los fondos y personajes de la aventura estaban sacados de cuadros de artistas de dicho movimiento. Por las pantallas de nuestros ordenadores desfilaban los trazos de artistas como El Bosco o el mism¨ªsimo Goya, con una puesta en escena espectacular como no hab¨ªamos visto antes en videojuego alguno. La historia y el desarrollo de la aventura acompa?aban muy acertadamente a semejante despliegue. Y es que su propio creador defin¨ªa a su obra como lo que habr¨ªa sido Monkey Island de haber sido desarrollada en la Flandes del siglo 16 por un viajero del tiempo que fuera fan ac¨¦rrimo de los Monty Python. Dicha aventura nos conquist¨®, y la ¨²nica pega seria que le encontramos fue su escasa duraci¨®n, de apenas dos o tres horas a lo sumo, algo entendible teniendo en cuenta que detr¨¢s del proyecto hab¨ªa una ¨²nica persona y viendo la enorme calidad del acabado final.

Tras haberla anunciado hace un tiempo, y superado una exitosa campa?a de financiaci¨®n mediante Kickstarter, el pasado 9 de abril el se?or Joe Richardson nos obsequi¨® con una excelente continuaci¨®n de aquella propuesta que tanto nos gust¨®, bautizada para la ocasi¨®n como The Procession To Calvary, t¨ªtulo sacado del cuadro hom¨®nimo pintado por Pieter Bruegel en 1564. Y es que aqu¨ª, nuevamente, todo est¨¢ sacado del arte Renacentista, con id¨¦nticos o a¨²n mejores resultados que en su antecesor. La aventura gr¨¢fica que hoy nos ocupa tiene un desarrollo cl¨¢sico en lo jugable y hace gala de un mordaz humor negro, pero donde destaca sin par es en una soberbia puesta en escena directamente sacada del arte renacentista, siendo, literalmente, un cuadro en movimiento. Nuevamente, la obra de Joe Richardson nos ha parecido una maravilla, recomendable tanto a quien busque una buena y entretenida aventura gr¨¢fica, como a quien simplemente busque deleitar sus sentidos con una magistral muestra del mejor arte Renacentista. Eso s¨ª, The Procession To Calvary vuelve a flaquear donde lo hac¨ªa la anterior obra de su creador, ya que si bien es algo m¨¢s largo que aquel, se nos ha hecho tristemente corto.

Un ¨²ltimo derramamiento de sangre

La historia de esta atractiva aventura gr¨¢fica acontece en el mismo universo de Four Last Things, y si bien no es necesario haber jugado a aquel para poder disfrutarla, es algo que os recomendamos encarecidamente si no hab¨¦is hecho ya. Los hechos aqu¨ª narrados acontecen tras el final de la Guerra Santa. Las iglesias del Viejo Dios han ca¨ªdo tras a?os de cruentas batallas que han costado la vida de millares de inocentes y otros que no lo son tanto. Nuestra protagonista es una brava guerrera de las cruzadas, cuya imagen est¨¢ directamente sacada del cuadro ¡°Bellona¡± pintado por Rembrandt en 1633. Dicha protagonista resulta ser una combatiente sedienta de v¨ªctimas cuya pasi¨®n es derramar la sangre de sus enemigos, y es que a todo acaba uno cogi¨¦ndole el gustillo¡­ El caso es que con el final de la guerra, y la ascensi¨®n al poder de un nuevo monarca con ideas de paz y bien com¨²n, vemos como a nuestra protagonista se le acaban sus posibilidades de seguir dando rienda suelta a su morbosa pasi¨®n. Tras mucho suplicar al nuevo monarca para que le permita seguir derramando sangre, este finalmente accede en un ¨²nico y conciso punto: la ¨²nica sangre que podr¨¢ derramar ser¨¢ la del anterior gobernante, el tirano que se hace llamar a s¨ª mismo ¡°Heavenly Peter¡± y que ha logrado escapar tras el final de la guerra.

As¨ª pues, comenzaremos nuestra particular cruzada en pos de poner fin a la existencia del citado tirano. No esper¨¦is mucha m¨¢s profundidad de gui¨®n en la aventura, y es que la historia aqu¨ª narrada es una mera excusa para que desfilen en pantalla una sucesi¨®n de tronchantes gags y nos devanemos los sesos con inteligentes y variados puzles. Eso s¨ª, como ya se coment¨® cuando hablamos de su antecesor, Four Last Things, hace gala de un excelente humor negro y muy c¨ªnico, en la mejor tradici¨®n de los maestros de esto como son los Monty Python. La aventura est¨¢ constantemente sazonada de momentos de humor an¨¢rquico y surrealista como aquel con el que nos hicieron gozar en su momento los genios mencionados. Aqu¨ª no encontraremos inesperados giros de gui¨®n, ni personajes profundos, simplemente una buena excusa para un divertid¨ªsimo desfile de humor, cinismo y ciertas gotitas de cr¨ªtica social. Como ya hemos comentado, desgraciadamente la aventura no dura mucho, pero mientras juguemos lo haremos con una sonrisa casi constante en nuestro rostro, y realmente nos sentiremos atrapados y disfrutando en todo momento que pasemos en este alocado universo Renacentista.

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Aventura gr¨¢fica cl¨¢sica o resoluci¨®n por las bravas

A nivel jugable, estamos a priori ante una muestra tradicional de lo que viene ofreciendo el g¨¦nero. El control se realiza mediante puntero. Haciendo click con el bot¨®n izquierdo del rat¨®n desplazamos a nuestra protagonista por sus escenarios. Cuando pasemos el puntero sobre alg¨²n elemento con el que podamos interactuar, se resaltar¨¢ su nombre. Haciendo click con el bot¨®n derecho sobre ¨¦l, se desplegar¨¢n tres iconos para realizar las acciones pertientes: un ojo para tener una descripci¨®n del elemento o una vista m¨¢s cercana, una boca para hablar o una mano para realizar alg¨²n tipo de acci¨®n. A mayores, y para facilitar las cosas, si pulsamos la rueda central del rat¨®n se resaltar¨¢n en pantalla todos los elementos interactuables, para evitar el tan temido y odiado ¡°pixel hunting¡± que en determinados t¨ªtulos del g¨¦nero nos tiene locos buscando alg¨²n elemento casi inapreciable a simple vista. Desplazando el puntero a la parte superior de la pantalla desplegamos el invetario donde se muestran los objetos que vamos recogiendo. Precisamente, los puzles de inventario son los predominantes a lo largo de la aventura, debiendo buscar objetos para usarlos donde sea necesario o para entreg¨¢rselos a la persona adecuada. Tambi¨¦n nos encontramos con puzles de diferente naturaleza, lo que hace m¨¢s variado el desarrollo, si bien se habr¨ªa agradecido algo mas de variedad o alguna mec¨¢nica original o personal, m¨¢s all¨¢ de la que comentaremos a continuaci¨®n.

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Como ya se ha comentado, nuestra protagonista tiene una peculiar inclinaci¨®n por el derramamiento de sangre. Pues bien, pulsando el bot¨®n derecho del rat¨®n desenvainaremos nuestra espada, y esto nos servir¨¢ tanto para realizar determinadas acciones como en forma de alternativa a determinadas tareas. En el g¨¦nero de la aventura gr¨¢fica estamos acostumbrados a que ciertos personajes nos realicen una serie de encargos para mostrarse colaborativos y ayudarnos a avanzar. Pues bien, en The Procession To Calvary podemos optar por resolver por las bravas dichos momentos, y si un personaje nos pide algo para darnos alg¨²n objeto o dejarnos pasar, podemos optar por ceder a su pretensiones o por ceder a las ansias homicidas de nuestra cruzada. Dicha opci¨®n tendr¨¢, eso s¨ª, consecuencias, y seg¨²n cedamos a nuestros sanguinarios instintos o no veremos uno de los 3 finales con los que cuenta el juego.

En general, la aventura no es excesivamente complicada, y en la mayor¨ªa de los puzles impera la l¨®gica y resultan muy satisfactorios de resolver, si bien tambi¨¦n hay un par de momentos de resoluci¨®n algo m¨¢s obtusa¡­ Desgraciadamente, la nueva propuesta del se?or Richardson se nos ha vuelto a hacer demasiado corta y nos ha dejado con ganas de m¨¢s. En tres o cuatro horas a lo sumo completaremos la aventura, y la verdad es que se disfruta tanto que nos habr¨ªa gustado que durase mucho m¨¢s. Tambi¨¦n es una pena que el t¨ªtulo no cuente con traducci¨®n de sus textos al castellano, algo que supondr¨¢ un obst¨¢culo para que pueda ser disfrutado con por aquellos no versados en la lengua de Shakespeare, ya que adem¨¢s el nivel de sus textos es bastante exigente para poder disfrutar de su explosi¨®n de humor Pythoniano.

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Un cuadro renacentista en movimiento

Donde esta genial aventura gr¨¢fica realmente destaca sin par en con su apabullante puesta en escena. Absolutamente todo lo que vemos en pantalla est¨¢ sacado de obras de artistas como Rembradt, Botticelli o Michelangelo entre muchos otros. El resultado es una suerte de soberbio collage renacentista, uniendo personajes y escenarios de diversas obras de la ¨¦poca con gran acierto y habilidad. El apartado visual as¨ª conseguido es majestuoso y ¨²nico, como solo hemos podido disfrutar en la anterior obra de Joe Richardson. Las curiosas animaciones y expresiones con las que se han dotado a los personajes refuerzan el humor inherente al t¨ªtulo. Solo por el mero hecho de contemplar y sumergirse en semejante despliegue art¨ªstico resulta un aut¨¦ntico placer disfrutar de esta aventura.

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Para completar el soberano fest¨ªn para los sentidos que supone The Procession To Calvary, la banda sonora tambi¨¦n est¨¢ enteramente sacada de obras de artistas de la ¨¦poca, con nombres del peso de Vivaldi, Bach y Handel, dej¨¢ndonos con un t¨ªtulo audiovisualmente maravilloso, que presenta el ¨²nico peque?o lunar de no contar con ning¨²n tipo de voces para sus personajes, lo cual se echa de menos para remarcar las personalidades de los mismos. En definitiva, estamos ante una aventura gr¨¢fica realmente ¨²nica y personal (junto con su antecesora) que se disfruta tanto por su espectacular despliegue audiovisual directamente sacado del mejor arte renacentista, como por su alocado, negro, c¨ªnico y surrealista humor en la mejor tradici¨®n de los Monthy Python.