Shenmue III, impresiones: la c¨¢psula del tiempo
Yu Suzuki corresponder¨¢ a sus seguidores el pr¨®ximo 19 de noviembre. Shenmue III es una realidad.
A lo largo del a?o pasan infinidad de t¨ªtulos por nuestras manos. Todo tipo de propuestas y g¨¦neros se agolpan en una redacci¨®n que observa con ojo cr¨ªtico lo que las compa?¨ªas trasladar¨¢n al consumidor. Cuando analizamos, lo hacemos con un prisma diferente al que tendr¨ªamos en condiciones normales. Pero hay juegos que trascienden esa barrera. Una barrera en la que influye, en este caso, la emoci¨®n.
¡°No es tarde para Shenmue III¡±, narraba Yu Suzuki al micr¨®fono de MeriStation. Nunca es tarde, ni siquiera demasiado, para las viejas glorias. Shenmue nos hizo ser parte de la comunidad de Dobuita, sentir la g¨¦lida caricia de los copos de nieve ante la llegada de la navidad. Porque, para muchos, Shenmue fue la primera vez; el inicio de sentir el videojuego como un medio para transmitir m¨¢s all¨¢ de la pantalla.
Hay algo especial en la obra del creativo japon¨¦s, ahora bajo el manto de Deep Silver. Podemos cuestionar la torpeza de sus mec¨¢nicas, incluso lo delirante de sus di¨¢logos. Pero hay algo dif¨ªcil de explicar que consigue engancharte desde el primer momento, esas cosquillas en el est¨®mago que te empujan a levantarte cada d¨ªa en el mundo virtual. El triunfo de la saga no es su m¨²sculo jugable, sino su capacidad por dejar una huella imborrable.
Gracias a Koch Media, hemos podido pasar unas horas por la introducci¨®n de la tercera entrega. Un encuentro que deja claras las intenciones del estudio: trasladar lo que vivimos en 1999.
¡°I see¡±
No han pasado los a?os para Yu Suzuki. Muchos tenemos reciente la colecci¨®n remasterizada que la propia Sega lanz¨® al mercado el pasado a?o. En ella, pudimos actualizar de alguna manera las sensaciones que tuvimos a finales de los a?os noventa con la dupla original. Tras hablar con Shenhua, tomamos los mandos de Ryo 18 a?os despu¨¦s, un momento, sin duda, simb¨®lico por todo lo que hay detr¨¢s.
Reconocemos al mismo aprendiz de artes marciales. Esta vez el control ha sido adaptado para los tiempos que corren. Hazuki se mueve ¨¢gil, con precisi¨®n, aunque dentro de unos m¨¢rgenes en los que se puede leer entre l¨ªneas la evoluci¨®n del control tanque; sigue resaltando la misma base.
Esas conversaciones iniciales nos permiten observar ciertas limitaciones t¨¦cnicas. YS Net Inc ha apostado por el uso del Unreal Engine 4, lo que le permite ofrecer entornos vistosos en un primer barrido visual. Sin embargo, ciertos lastres, quiz¨¢ incomprensibles, impactan en la manera en la que se desenvuelven las secuencias de v¨ªdeo. Entre escena y escena hay fundidos en negro que cargan la siguiente conversaci¨®n.
Para que pod¨¢is haceros una idea, un paseo en el que los protagonistas charlan se convierte, en vez de en una ¨²nica escena, en tres diferentes. Como esto, m¨¢s veces: en la propia casa de Shenhua, descalzarnos para hablar con ella supone dos cortes. Este tipo de recursos tienen su explicaci¨®n en un hardware de hace dos generaciones. Tampoco parecen responder a una decisi¨®n narrativa, ya que no aportan nada; al contrario, entorpecen el conjunto.
Pese a ello, en lo visual mantiene el tipo correctamente. El director siempre suele centrarse en los detalles, y en ello destaca el pueblo inicial. Podemos pasar muchos ratos tan solo observando los objetos decorativos de las casas, el stock de la tienda o la cocina del bar local. Shenmue III es un juego en el que relajarse, permiti¨¦ndonos viajar a un 1987 en el que no exist¨ªa el ruido de la tecnolog¨ªa.
¡°Do you have a moment?¡±
Lo que m¨¢s haremos, como es natural, es interactuar con nuestros vecinos. Hablar es la m¨¢xima de la franquicia. Por ello, se ha querido mantener el esp¨ªritu de los di¨¢logos, con ese ritmo tan especial y el acento marcado que le caracteriza. Incluido el tono de Ryo, detalle que los fans no dejar¨¢n escapar.
Quiz¨¢ estemos ante el Shenmue al que m¨¢s importancia se le da la parte jugable. El progreso del personaje ha variado para no solo potenciar nuestras habilidades individuales, tambi¨¦n ciertos rasgos que elevar¨¢n su salud, ataque, agilidad, etc¨¦tera. El dojo es la clave, todav¨ªa m¨¢s, para desarrollar el potencial de Ryo. Podemos optar a combatir con un sparring; mientras peleamos, tendremos que elegir qu¨¦ combinaci¨®n de ataque queremos realizar para que pueda subir de nivel. Todo el progreso estar¨¢ representado en tiempo real. Por fin.
Dentro de ese impulso encontramos una decisi¨®n de la que necesitamos experimentar m¨¢s para dar nuestro juicio final. Las esferas tradicionales de salud reciben otro estado que lo alterar¨¢: el cansancio. Realizar acciones en el mundo abierto reducir¨¢ su vitalidad, ya sea corriendo, andando o peleando. Para recuperarlo tendremos que dormir o comer; esto ¨²ltimo estar¨¢ atado al sistema de alimentos y pociones, que podremos elaborar con plantas aut¨®ctonas o comprando suministros en los comercios.
Esto le permite ahondar en su f¨®rmula de simulaci¨®n de vida. A ciertas horas, comes; a cierta hora, descansas hasta el d¨ªa siguiente. El problema es que el reloj avanza despacio, dir¨ªamos que m¨¢s que sus antecesores, y en un mismo d¨ªa vemos que tenemos que llenar el buche varias veces antes de que se haga de noche. Iremos escasos de dinero, y quiz¨¢ sea uno de los motivos por los que los minijuegos juegan un papel m¨¢s importante.
China, 1987
El escenario est¨¢ repleto de actividades que nos har¨¢n desviarnos por unos momentos del avance narrativo. Pese a que la feria local no la pudimos probar, algunos minijuegos nos hac¨ªan completar peque?as acciones a cambio de dinero u objetos espec¨ªficos. En el m¨¢s b¨¢sico de todos, deb¨ªamos encestar una piedra en algunos de los cubos planteados.
Por otro lado, los m¨¢s f¨ªsicos, por as¨ª decirlo, requer¨ªan de mayor pr¨¢ctica, pues son vitales para seg¨²n qu¨¦ aspectos. Como la tala, la que nos permitir¨¢ ahorrar los yuanes necesarios para adquirir alimentos. El dojo tambi¨¦n contar¨¢ con algunos propios que ejercitar¨¢n el f¨ªsico de Ryo.
No hay lugar para las prisas en la China de 1987. Como ya est¨¢bamos acostumbrados, Suzuki-san ha querido imponer un ritmo lento, marcado por el avance horario, en el que se pueda masticar cada momento vivido en su universo. Los grandes momentos de Shenmue III no est¨¢n en el combate, ni siquiera en el entorno: son las conversaciones junto a Shenhua al calor del fuego.
Ese traspaso de informaci¨®n entre la pareja hace florecer la nostalgia que guard¨¢bamos en el ba¨²l de los recuerdos. Hablar de la vida que transmit¨ªa Hot Dog Tom, la ayuda de Fuku-san, de lo que pudo ser y no fue con Nozomi¡ son tantos, tantos recuerdos que terminan emocion¨¢ndote.
Amor correspondido
Shenmue III no es una puerta de entrada sencilla para quienes puedan tomarlo como iniciaci¨®n a la saga. Para disfrutarlo en su plena forma, es vital haber vivido los dos anteriores. No hay mejor momento para descubrir (o rememorar) una de las marcas m¨ªticas del videojuego moderno. En cambio, si ya est¨¢ en tu coraz¨®n, esta entrega parece que corresponder¨¢ todos tus deseos. La espera habr¨¢ merecido la pena. La fecha: el pr¨®ximo 19 de noviembre en PS4 y PC a trav¨¦s de Epic Games Store.
- Acci¨®n
- Aventura
Shenmue III nace como campa?a Kickstarter a cargo de Ys Net y Deep Silver con Yu Suzuki al frente para aparecer s¨®lo en PlayStation 4 y PC, el cierre de una trilog¨ªa m¨ªtica en el mundo de los videojuegos y desarrollado con el motor gr¨¢fico Unreal Engine 4.