The Elder Scrolls Online: Elsweyr, an¨¢lisis

The Elder Scrolls: Online es como tu m¨¦dico de cabecera. Puntualmente te recomienda pasar unas revisiones anuales para saber qu¨¦ pasa debajo de tu piel. Lo mismo ocurre con este t¨ªtulo y sus expansiones, un momento imprescindible del a?o en el que nos sumergimos por muchas horas en la nueva aventura ante nosotros. El MMO de Zenimax Online ha pasado por todo tipo de estados, incluyendo el ¨¦xito que lleva viviendo desde la unificaci¨®n de facciones.

A falta de la sexta entrega numerada de la serie, qu¨¦ mejor que hacerlo m¨¢s llevadero con una experiencia complementaria como la que tratamos en este an¨¢lisis. Tras Morrowind y Summerset, la compa?¨ªa ten¨ªa dif¨ªcil elegir la siguiente cita con el universo de Tamriel. Cita que termin¨® a solas con la raza m¨¢s carism¨¢tica de la franquicia: los Kajhiit.

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Elsweyr, tierra de oportunidades

Han pasado 25 a?os desde que visit¨¢ramos por primera y ¨²ltima vez la tierra natal de los felinos b¨ªpedos, concretamente en el debut de la marca, Arena. Desde entonces, uno de los mayores valores de este proyecto multijugador ha sido revitalizar territorios que no hab¨ªan sido visitados por sus seguidores en d¨¦cadas. En el caso de la isla de Vvardenfell, se reutiliz¨® la escala real del mapa original para construir un modelo actualizado de lo que ser¨ªa el territorio con la tecnolog¨ªa de estos momentos. Un trabajo b¨¢rbaro que brill¨® con luz propia.

Os refrescaremos la memoria: en marzo os adelant¨¢bamos nuestras primeras impresiones sobre Elsweyr. Ya en aquel momento, pese a ser una versi¨®n temprana, tuvimos la sensaci¨®n de que la porci¨®n jugable no era lo suficientemente atractiva respecto a lo que nos ten¨ªan acostumbrados en expansiones anteriores. Las dudas se confirman; la naturaleza ¨¢rida de Elsweyr deja p¨¢ramos demasiado anodinos, de grandes explanadas con mucho enemigo aut¨®ctono y poco que rascar.

Bien es cierto que la parte selv¨¢tica ayuda a mejorar las sensaciones, por no mencionar la primera impresi¨®n al contemplar la magnitud de Rimmen, una de las ciudades m¨¢s grandes explorables. Pero creemos que no todo debe estar supeditado a ciertos enclaves. La acci¨®n se concentra demasiado en ciertos elementos del mapa que distraen al contenido de aportar constante variedad a cada momento.

Por no hablar de lo visual, sobre todo por la repetitividad de la escenograf¨ªa comentada en anteriores l¨ªneas. Tampoco es que la l¨ªnea art¨ªstica de la arquitectura sea demasiado compleja, pues apuesta por la arenisca y la piedra roja por encima de otros materiales. En general, no consigue tampoco tener esa l¨ªnea caracter¨ªstica lograda a?os atr¨¢s.

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Dragones y mazmorras

El lanzamiento de la presente expansi¨®n contribuye a afianzar la temporada del drag¨®n, una serie de contenidos en donde el denominador com¨²n son, c¨®mo no, estos seres mitol¨®gicos. Ya en TES V: Skyrim tuvieron su momento para brillar; un juego entero que dio paso a varios de los momentos m¨¢s imborrables de la pasada generaci¨®n. Su aparici¨®n en The Elder Scrolls Online es menos fogosa, excepto en la incursi¨®n. Aun as¨ª, varios de los momento argumentales que nos dar¨¢n durante la trama principal merecen su menci¨®n para todos aquellos fans.

Y es que Elsweyr vive sumida en la guerra. Por cuestiones que no querr¨ªamos revelar, una antigua facci¨®n se libera de la opresi¨®n de sus cadenas para ayudar la m¨ªtica vuelta de los dragones. Su objetivo: acabar con esta tierra y expandir sus dominios por toda Tamriel. Nosotros llegaremos a esta provincia con las dudas obvias de un reci¨¦n llegado. ?Qu¨¦ est¨¢ ocurriendo? ?Por qu¨¦ los Khajiit pierden tanto terreno? Ayudar a sacar la verdad a la luz ser¨¢ la meta a alcanzar.

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La narrativa que encontramos sigue de manera similar los hilos ya conocidos. Por un lado tenemos las misiones principales, bastante guiadas, donde el peso del gui¨®n lo llevar¨¢n un elenco de personajes bastante comedido para lo que podr¨ªamos esperar. Todo ocurre de manera clara, apenas hay lugar para la libre interpretaci¨®n; otro signo m¨¢s del ¨¦xito que sus guionistas cosechan en este tipo de contenidos. Eso s¨ª, como dec¨ªamos, creemos que la presencia de los dragones pierde fuelle, o al menos no lo hace con la fuerza que se le presupone a tales iconos. Sin fallar en cuanto a calidad, es cierto que es la historia m¨¢s floja de las tres.

Hay que tener en cuenta las facilidades que se ofrecen para todos los espectros de jugador. Independientemente del nivel de personaje que tengas, podr¨¢s entrar en sus dominios como si de una expansi¨®n offline se tratara. De esta manera, quienes empiecen su aventura con la edici¨®n f¨ªsica, podr¨¢n hacerlo con Elsweyr como puerta de entrada a todo el grueso del contenido, que no es poco. Para ello se ha adaptado una zona pr¨®logo para iniciar a los nuevos usuarios sin tener que pasar por las escenas previas. Todo un lujo en cuanto a opciones.

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Nigromantes sin fronteras

Justo en la versi¨®n preview nos encandil¨® la forma en la que la nueva clase afectaba al ecosistema del resto. El Nigromante es un personaje sumido en las sombras, capaz de utilizar la magia negra a su favor en multitud de variantes. Mientras que la integridad de la expansi¨®n la probamos con nuestro personaje principal, s¨ª que pasamos varias horas probando cada una de las ramas de la habilidad que lo conforman.

El primer uso l¨®gico del Nigromante es, c¨®mo no, resucitar a los muertos para que sirvan como se?uelo e incluso como arma. En la versi¨®n primitiva de la clase, podremos invocar temporalmente compa?eros de tipo esqueleto, incluso moldear su temporizador para hacerles explotar en la cara de los rivales. Lo que puede parecer un estilo de juego simplista en demas¨ªa, poco a poco va destapando la profundidad que puede alcanzar.

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Dentro del meta se sit¨²a a medio camino entre un curandero de apoyo y un DPS. Con el suficiente nivel de habilidad, puede moldearse pr¨¢cticamente para convertirse en un superviviente nato, como es en el caso de la rama Bone Tyrant, en el que podemos construir barreras de carne con los enemigos resucitados. Aunque en nuestro caso, sobre todo mirando a la hora de realizar las mazmorras peque?as y los eventos de mundo, creemos que donde m¨¢s brilla es cuando puede acumular salud para repartirla entre los aliados, e incluso resucitarles cuando caigan incapacitados.

Esta capacidad camale¨®nica le confiere una oportunidad de oro de ir disparado a los tiers m¨¢s altos del panorama actual de The Elder Scrolls Online. Ya hacia falta que una nueva forma de jugar se a?adiera al plantel presente. Recordemos que no ocurr¨ªa desde el pasado 2017, cuando Morrowind introdujo al Guardi¨¢n, el h¨¦roe defensivo.

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M¨¢s all¨¢ del camino

La oferta de juego propuesta en Elsweyr se encuentra dentro del est¨¢ndar de la compa?¨ªa. Tendremos la oportunidad de completar seis delves, cuyo camino estar¨¢ relacionado con las diferentes historias que encontraremos por su mundo. Por otro lado, las dos mazmorras p¨²blicas demuestran el m¨²sculo a la hora de envolver al jugador en una experiencia en donde verdaderamente se requiere cooperaci¨®n. Cero reproches.

El principal problema que hemos tenido en estas semanas de juego ha sido en relaci¨®n a los encuentros contra los jefes globales. Desconocemos los motivos por los que fallaban su completado, pero era bastante molesto encontrarse bugs de este calado en algo que se presupone que est¨¢ en su versi¨®n final. Afortunadamente, cuando est¨¦is leyendo estas lineas estar¨¢ m¨¢s que solucionado. Aun as¨ª, no dejamos de pensar en la oportunidad que se les ha escapado de las manos a la hora de introducir un potencial tan arrollador como son los dragones. No est¨¢n a la altura de la fuerza que se les presupone, esper¨¢bamos que la variedad de animaciones y ataques fuese algo m¨¢s que permanecer est¨¢tico esperando recibir todo tipo de da?os, especialmente en grupos numerosos.