El lado gamberro de id y Avalanche
Rage 2, impresiones finales: identidad propia
Volvemos a ponernos a los mandos de Rage 2 para comprobar sus avances y parte de la experiencia que los jugadores encontrar芍n en la recta final.
Ya son varias las ocasiones que hemos tenido que ponernos a los mandos de Rage 2, el fruto de la colaboraci車n entre Avalanche Studios e id Software. Desde su revelaci車n en el pasado E3 dejaba entrever los factores diferenciadores dentro de la hoja de ruta de las producciones internas de Bethesda. Wolfenstein y Doom hab赤an sido hasta el momento los dos estertores de sus first person shooter, parec赤a dif赤cil que entrara en el terreno de juego el tercero en discordia.
Pese a las dudas que tuvimos el pasado mes de enero, la versi車n a la que hemos podido acceder recientemente ha despejado casi por completo las dudas que ten赤amos. Nos hemos encontrado un producto mucho m芍s formado, en el que pudimos experimentar con las dos grandes etapas como jugador, tanto las horas iniciales como un breve repaso a c車mo se siente el soldado una vez tenemos pr芍cticamente todo desbloqueado. Algunas asperezas siguen presentes, aunque en l赤neas generales estamos satisfechos.
Aniquila de maneras creativas
Durante la prueba a la que acudimos a inicios del a?o, apenas pudimos manejar el surtido de armamento completo. Pr芍cticamente el tridente inicial, compuesto por una pistola, un rifle de salto y la ic車nica escopeta, permit赤an interactuar con las posibilidades de los diferentes modos de disparo. Ahora, con el surtido completo, hemos comprobado que su prop車sito no es solo acabar con el enemigo, sino el de servir como una herramienta con la que dar rienda suelta a nuestra creatividad.
Es el caso del revolver firestorm. Pese a su apariencia ya conocida por todos, dentro esconde una forma diferente de utilizar un arma de mano respecto a lo que estamos acostumbrado. Al disparar, deja una se?al en el lugar donde haya impactado la bala; al apretar el bot車n de apuntado desatar芍 su verdadero potencial. Las marcas comenzar芍n a quemar todo lo que haya a su alrededor. Por tanto, debemos utilizarla como un creador de trampas en potencial. ?Viene una oleada de salvajes? Colocamos un par de marcas en cualquier bid車n de gasolina cercano y esperamos a que la muchedumbre pase cerca de ella.
Para obtener nuevas armas y habilidades activas, debemos buscar por el mapa un enclave muy especial: las arcas. Estos refugios tecnol車gicos ser芍n los enclaves m芍s fuertemente armados del juego, por lo que debemos ir bien pertrechados antes de siquiera pensar en pasar alrededor. Aunque el juego no tenga una progresi車n del enemigo jerarquizada por niveles, en el mapa podemos ver la dificultad de quienes los defienden independientemente de la selecci車n que hayamos elegido al comienzo de la partida.
Uno de ellos fue especialmente intenso. Cuando nos acercamos al arca en cuesti車n, pudimos contemplar un combate entre las fuerzas salvajes y las defensas rob車ticas del lugar. Tras acabar con la oposici車n, lo peor estaba por llegar: un coloso ataviado con un l芍ser de grandes proporciones apareci車 en escena. Al principio luchamos contra 谷l como si de un enemigo m芍s fuese. Craso error, y al poco perecimos. Fue en el segundo intento cuando comprendimos c車mo funcionaba: no se trataba de disparar cual esponja de balas, sino de cansarle lo suficiente para que revelara sus puntos d谷biles, unas peque?as c谷lulas de energ赤a repartidas por su cuerpo. Lleg車 un punto de la pelea en la que 谷l se volvi車 loco e intentaba asestar m芍s golpes de l芍ser de lo normal; al poco, muri車.
Estas posibilidades cobran m芍s sentido si cabe cuando entran en acci車n las habilidades. Pese a que no pudimos jugar con ellas mucho tiempo, esa escasa media hora en la que tuvimos el potencial completo de la jugabilidad nos hizo sentir los combates de una manera diferente. Las elegidas en esta ocasi車n eran las que suelen mostrarse en los v赤deos promocionales, como la bola gravitatoria, el muro hologr芍fico defensivo y el empuje de fuerza, adem芍s del incremento de salud y da?o temporal a modo de ultimate.
Cuando se abre el abanico completo de posibilidades es una gozada combatir. Todas las transiciones entre habilidad y disparo funcionan a las mil maravillas, no pararemos de aprender nuevas combinaciones que se compenetran bien en seg迆n qu谷 situaciones. En una de las ocasiones, una veintena de salvajes corr赤a hacia nuestra posici車n; lanzamos el campo de gravedad sobre el grupo. Mientras todos se ve赤an atra赤dos por ella, lanzamos dos generosas granadas debajo de sus posiciones, lo que les hizo estallar por los aires.
El camino del guerrero
Esa uni車n entre el shooter moderno y el cl芍sico a la que nos refer赤amos en nuestras 迆ltimas impresiones se ha convertido en la mayor se?a de identidad de este Rage 2. No se juega como Doom, ni tampoco como Wolfenstein; se encuentra a medio camino, un hueco que era dif赤cil de rellenar y que sin embargo tanto Avalanche como id han sabido llenar.
Tambi谷n es un cambio radical la manera en la que progresaremos. Existen varias ramas de bonificaciones pasivas que poco a poco ir芍n mejorando la manera en la que navegaremos por el yermo. Cada una de ellas estar芍 protagonizada por uno de personajes secundarios estrella de la aventura; para mejorarlas, deberemos hacer frente a los encargos que se encuentran repartidos por el mapa. Seg迆n el asentamiento, recibiremos puntos de habilidad para una u otra rama, lo que variar芍 tambi谷n el tipo de actividad que suelen encomendarnos.
Las primeras horas son bastante planas. No tenemos doble salto, evasi車n, tampoco la posibilidad de recargar mientras corremos y mucho m芍s. El acierto de los estudios ha sido el de crear una exploraci車n org芍nica, que recompense al jugador de una manera coherente y natural. Literalmente poco a poco seremos m芍s fuerte, permiti谷ndonos enfrentarnos a misiones m芍s dif赤ciles. Pese a que el mundo puede parecer el t赤pico mundo abierto chapado a la antigua, Avalanche ha encontrado un equilibrio bastante acertado entre extensi車n y contenido 迆til. No hablamos del sentimiento de vac赤o que puede haber en la franquicia Just Cause (m芍s no es mejor), sino de algo similar a lo encontrado en Mad Max.
Estas misiones de la introducci車n mantienen un buen ritmo, y en ning迆n momento al salir al resto del terreno se siente que decaiga. Hay tantas actividades por el camino que pocos momentos tendremos para el descanso. En donde debemos discrepar todav赤a es en la conducci車n, la cual est芍 por debajo de la efectividad del primer Rage y mucho m芍s del est芍ndar que la compa?赤a mantuvo con, de nuevo, Mad Max.
El viraje de los veh赤culos no es preciso, tiene un peque?o retardo entre lado y lado que hace que en situaciones de peligro no responda todo lo bien que deber赤a. Una de las primeras misiones nos introduce en una carrera de buggys, donde se evidencia al momento las carencias de su comportamiento. Lo mismo ocurre con los chasis de dos ruedas, con la particularidad de que estos penalizan en exceso cualquier peque?a protuberancia. El m芍s m赤nimo roce har芍 que salgamos despedidos por los aires. Quedan por probar otros tipos de volantes, durante la sesi車n pudimos observar monster trucks y helicopteros, entre otros.
Queremos seguir en este yermo
Una cosa tenemos clara: contamos las horas para poder perdernos al completo dentro de su oferta. Esta segunda sesi車n ha mejorado much赤simo la percepci車n que ten赤amos de su jugabilidad. Encontramos algo diferente, una serie de complementos que, unidos, forman una obra que merece la pena visitar. Est芍 por ver si el ritmazo puede mantenerlo durante todo el modo campa?a, por no hablar de la dificultad de los asentamientos finales, que pueden suponer un reto vital para hacernos desarrollar el personaje. El 14 de mayo queda muy cerca; estamos deseando volver a hacer el gamberro en el yermo de Rage 2.
- Acci車n
Rage 2 es la secuela del FPS postapocal赤ptico de la pasada generaci車n a cargo de Avalanche Studios en colaboraci車n con id Software y Bethesda para PC, PlayStation 4, Xbox One y Stadia, un mundo abierto lleno de peligros por explorar. Un asteroide ha aniquilado al 80% de la humanidad, y la poblaci車n cae en picado. Despiadadas bandas sedientas de sangre vagan por las carreteras, y la tir芍nica Autoridad ans赤a gobernar a los supervivientes con mano de hierro. Encarnar芍s a Walker, el 迆ltimo ranger del Yermo que amenaza el poder de la Autoridad. Despu谷s de que te arrebaten tu hogar y te den por muerto, te tocar芍 luchar en nombre de la justicia y de la libertad.