Brenda Laurel, llevando al videojuego a nuevas fronteras

Brenda Laurel destac¨® por ir un paso m¨¢s all¨¢ en el dise?o de videojuegos. Procedente del mundo del teatro, su visi¨®n art¨ªstica le permiti¨® acercarse a los videojuegos con una perspectiva que valora la narrativa y la interactividad. Investigadora de la realidad virtual en el albor de dicha tecnolog¨ªa, profundiz¨® en los mecanismos que permiten crear un espacio multisensorial. Al igual que su contempor¨¢nea Dona Bailey, creadora de Centipede, decidi¨® acercar los videojuegos al p¨²blico femenino haciendo uso del estudio sociol¨®gico. Fue as¨ª como fund¨® Purple Moon, desarrolladora con la que aspiraba a ofrecer a las ni?as una experiencia diferente a la que se estilaba en el mercado.

Brenda Laurel (1950) cultiv¨® una pasi¨®n por el teatro que la llev¨® a dejar huella en la historia de los videojuegos, en los que investig¨® su faceta interactiva para crear experiencias que conectaran con el ser humano. Pero, ?cu¨¢l es la relaci¨®n entre el escenario y el ordenador/consola? Brenda Laurel aborda dicha cuesti¨®n en su ensayo Computers as Theatre (1991). Asimismo, su g¨¦nero preferido, el teatro interactivo ¡ªcuyo auge ubica la propia dise?adora en los a?os 60¡ª fue el que estableci¨® las bases para su futura profesi¨®n tecnol¨®gica. ¡°El arte interactivo es aqu¨¦l en el que tienes un gui¨®n esbozado, o partes de ¨¦l, con interludios improvisados¡±, explica a Adlin Inc / UX Pioneers durante una entrevista en 2007. ¡°En ese sentido, bebe mucho de la Commedia dell¡¯arte. Se perfilan los elementos b¨¢sicos del guion, pero son los actores quienes improvisan a ra¨ªz de la respuesta directa del p¨²blico a la representaci¨®n. En algunos casos, los espectadores participan en las mismas acciones, pero esto no funciona tan bien porque hay mucha gente a la que le da verg¨¹enza salir a escena¡±. Laurel destaca que durante dicho apogeo del teatro interactivo empezaron a florecer comunidades de jugadores de rol, incluso antes de la primera edici¨®n de Dragones & Mazmorras en 1974.

Brenda Laurel encarril¨® su vida acad¨¦mica a los escenarios, y se gradu¨® con un M¨¢ster de Bellas Artes especializado en interpretaci¨®n y direcci¨®n teatral (1975) en la Universidad de Ohio. Poco despu¨¦s, conoci¨® un mundo nuevo de la mano de su amigo Joe Miller: los ordenadores. Miller trabajaba en los laboratorios de investigaci¨®n Battelle y una noche invit¨® a Brenda a conocer su puesto de empleo. ¡°Vi im¨¢genes de la NASA en una pantalla¡±, relata Laurel a Adlin Inc / UX Pioneers. ¡°Creo que me ca¨ª de rodillas de la impresi¨®n y dije algo as¨ª: ??Madre m¨ªa, quiero esto, sea lo que sea!?¡±. Despu¨¦s de dejar el laboratorio, Joe Miller y su compa?ero John Powers fundaron Cybervision, empresa con la que deseaban explorar programas interactivos. El amor de Brenda Laurel por el teatro llev¨® a Miller a proponerle a su amiga el siguiente proyecto: dise?ar cuentos de hadas interactivos, ante lo cual se lanz¨® sin reservas. El ¨²nico escollo con el que se top¨® Laurel fue la programaci¨®n, lo cual aprendi¨® en su nueva aventura, seg¨²n recuerda a Adlin Inc / UX Pioneers: ¡°Me encontr¨¦ haciendo cosas como reinventar los dibujos animados porque no ten¨ªa ni idea de c¨®mo funcionaba la animaci¨®n. Tambi¨¦n programaba sincronizaci¨®n de labios y dem¨¢s en un ambiente tecnol¨®gico muy rudimentario. ?Estamos hablando de una RAM de 2k! Era interesante¡±.

El resultado fue Goldilocks?(1977-1978), una aventura narrativa que ofrec¨ªa una versi¨®n de Ricitos de Oro en animaci¨®n interactiva. En el mismo per¨ªodo, Cybervision lanz¨® Hangman, una versi¨®n electr¨®nica del juego del ahorcado en la que Laurel contribuir¨ªa con la sincronizaci¨®n de labios del verdugo que inclu¨ªa 16 posiciones. Rumplestiltskin (1979) fue el siguiente cuento de hadas interactivo, en el que el jugador escoger¨ªa con qu¨¦ personaje realizar¨ªa una acci¨®n determinada, lo cual le convert¨ªa en un nuevo cuentacuentos y espectador. Brenda Laurel hab¨ªa aprendido a dise?ar y programar, y despu¨¦s dirigi¨® el departamento de dise?o de productos educativos en CyberVision hasta su cierre en 1979.

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Brenda Laurel se mud¨® a California en 1980 para continuar su carrera profesional como especialista de software en Atari, la tit¨¢n de los videojuegos del momento. En la serie de entrevistas Don¡¯t Die (2015), la dise?adora recuerda con un ¨¢cido sentido del humor c¨®mo era la ¨²nica mujer del departamento: ¡°Cuando fui al ba?o de se?oras, apestaba a marihuana. Como no hab¨ªa mujeres trabajando all¨ª, resulta que el ba?o era la nueva sala de fumadores. Les dije: ??Las cosas van a cambiar aqu¨ª!?, y despu¨¦s les tuve que explicar que yo ya trabajaba all¨ª¡±. Poco despu¨¦s, ascendi¨® a gerente de la Divisi¨®n para Marketing y Estrategia Software para Ordenadores Personales, donde dirigi¨® su labor a enfocar los videojuegos como una herramienta educativa.

Sin embargo, Brenda Laurel se sinti¨® incompleta en su nuevo puesto, que se acab¨® encaminando hacia la producci¨®n de software para la familia de 8 bits de Atari, lo cual consist¨ªa en la adaptaci¨®n de juegos antiguos y creaci¨®n de nuevos t¨ªtulos. Entonces, conoci¨® a Alan Key, el flamante director del departamento de investigaci¨®n de Atari, quien otorg¨® un nuevo puesto a la dise?adora para explorar la interactividad y la inmersi¨®n en los medios. En Women in Gaming ¨C 100 Professionals of Play (Meagan Marie), Brenda Laurel relata c¨®mo, a trav¨¦s de brillantes debates con Key, empez¨® a inquietarse por nuevas cuestiones en los videojuegos: ?Qu¨¦ es un videojuego? ?Qu¨¦ es la interactividad? ?C¨®mo podemos lograr que los juegos resulten m¨¢s inteligentes? Su experiencia en el dise?o de videojuegos llev¨® a Brenda Laurel a elaborar su tesis doctoral sobre ficci¨®n interactiva y fantas¨ªa, en la que explor¨® la experiencia en primera persona en entornos interactivos, y c¨®mo la calidad de un videojuego pod¨ªa beneficiarse gracias a ello. En 1985, public¨® el resultado de su investigaci¨®n: Toward the Design of an Interactive Fantasy System: A trav¨¦s del dise?o en un sistema de interacci¨®n de fantas¨ªa.

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Brenda Laurel pas¨® a Activision a trabajar como productora durante un a?o (1985 a 1986) y despu¨¦s tuvo una etapa en Epyx que la propia Laurel califica a Adlin Inc / UX Pioneers como ¡°deprimente¡±.

Alan Kay, por su lado, hab¨ªa fundado el Proyecto Vivarium en Apple (Los ?ngeles), dedicado a despertar en los ni?os el inter¨¦s por la inform¨¢tica y tecnolog¨ªa. Cont¨® de nuevo con el talento de Brenda Laurel, quien, junto con la cineasta Rachel Strickland, desarroll¨® un sistema de inteligencia narrativa que invitara a los ni?os a realizar tareas sencillas de programaci¨®n. ¡°Trabaj¨¢bamos con historias de coyotes. Fue un buen experimento con cuentos infantiles de nativos americanos para comprobar si los ni?os ten¨ªan asimilado el concepto occidental de narrativa. Result¨® que no; pod¨ªan y estaban interesados en desarrollar elementos narrativos no lineales si les otorg¨¢bamos las herramientas necesarias¡±. (Laurel para Adlin Inc / UX Pioneers).

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La curiosidad erudita de Brenda Laurel por la interactividad de los videojuegos la llev¨® a explorar un nuevo estadio: la realidad virtual, concepto que la propia desarrolladora desglos¨® en Medium a trav¨¦s de un art¨ªculo propio (2016). ¡°[Es] sumergirme en un espacio virtual en el que puedo tomar acci¨®n¡±, resume. En 1989 fund¨® Telepresence Research, una empresa centrada en el desarrollo de entornos virtuales y sistemas de presencia remota. Brenda Laurel destaca en su web profesional?el documental divulgativo? Be There Here (1991) sobre la realidad virtual. No obstante, las ganancias escasas llevaron a Telepresence a la bancarrota.

En 1992, Brenda Laurel entr¨® en Interval Reserach Corporation, donde dirigi¨® Placeholder (1993), un proyecto con el que, junto con Rachel Strickland, explor¨® las posibilidades multisensoriales de la realidad virtual y que se inaugur¨® en el Centro de Artes de Banff (Canad¨¢). ¡°Placeholder fue el primer proyecto de realidad virtual que desacopl¨® la mirada de la direcci¨®n de movimiento. Tambi¨¦n fue el primero en proporcionar dos manos virtuales a los participantes, representar m¨²ltiples localizaciones transitables y capturar im¨¢genes del entorno natural¡±, reinvindica Laurel en Women in Gaming ¨C 100 Professionals of Play. A trav¨¦s de Placeholder, los jugadores pod¨ªan introducirse en el cuerpo de diversos animales para experimentar sus peculiaridades motrices ¨²nicas, como el batir de alas de un cuervo.

En Interval, Brenda Laurel descubri¨® conducir sus investigaciones hacia un tema por el hab¨ªa gestado inquietud a lo largo de su etapa como dise?adora de videojuegos: la relaci¨®n entre tecnolog¨ªa y g¨¦nero. En su charla TED de 1998 Why not make video games for girls? (¡°?Por qu¨¦ no hacemos videojuegos para ni?as?¡±), Laurel explica c¨®mo lleg¨® a la conclusi¨®n de que las ni?as, al contrario de lo que se cre¨ªa en la ¨¦poca, ten¨ªan inter¨¦s en los videojuegos, pero deseaban una experiencia l¨²dica diferente a la que se comercializaba. Durante su investigaci¨®n, la dise?adora se preocup¨® por conocer en profundidad a su p¨²blico objetivo: cu¨¢les eran los intereses de las ni?as, sus aficiones, sus preocupaciones y su estilo de vida. En 1996, Brenda Laurel fund¨® Purple Moon, un estudio de videojuegos transmedia dirigida al p¨²blico femenino infantil. No obstante, su ideal se vio agriado por ciertos sinsabores:¡°Fue aqu¨ª donde consegu¨ª un espacio profesional libre de tintes sexistas, a pesar de que algunas feministas separatistas de mi primer equipo resultaron ser tan t¨®xicas como otros tantos jefes hombres¡±, se lamenta Laurel en Women in Gaming ¨C 100 Professionals of Play.

Purple Moon y los videojuegos para ni?as

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La visi¨®n de negocio con la que Brenda Laurel fund¨® Purple Moon se top¨® con diversos escollos por parte del equipo de desarrollo, tal y como describe en su autobiograf¨ªa Utopian Entrepreneur (1991), centrada en su nueva aventura profesional como emprendedora. Brenda deseaba crear t¨ªtulos que no explotaran las inseguridades femeninas, estrategia utilizada por la industria de la moda y la cosm¨¦tica. Purple Moon potenciaba la narrativa, la toma de decisiones y la exploraci¨®n en sus t¨ªtulos a trav¨¦s de historias con las que las ni?as pudieran identificarse, y lanz¨® una l¨ªnea de juguetes basada en su universo. La estrella de las obras de Purple Moon era Rockett Movado, una ni?a intr¨¦pida, sensible y con un f¨ªsico agradable aunque corriente, muy alejado de las princesas estilizadas que reinaban en las estanter¨ªas infantiles. Rockett¡¯s New School y Secret Paths In The Forest fueron seleccionados por PC Data como unas de las mejores obras de entretenimiento. Las aventuras de Rockett, adem¨¢s, ayudaron a crear una red entre las jugadoras a trav¨¦s de la web purple-moon.com; se organizaban quedadas para intercambiar los tesoros descubiertos en los juegos y formaron clubs de fans.

No obstante, la investigaci¨®n sociol¨®gica de Brenda Laurel no fue respetada por el resto del estudio. ¡°Quer¨ªan dise?ar personajes que fueran acorde a su concepto de ni?a, lo cual difer¨ªa mucho de la realidad¡±, afirma Laurel en Women in Gaming ¨C 100 Professionals of Play, refiri¨¦ndose a las mujeres del primer equipo de desarrollo en Purple Moon. ¡°Al igual que los hombres que dominaban la industria, quer¨ªan presentar una noci¨®n de lo femenino acorde con su ideolog¨ªa. Sin embargo, yo deseaba crear juegos que conectaran con c¨®mo son de verdad las ni?as, y creo que en Purple Moon alcanzamos esa meta¡±. Pese a que los t¨ªtulos del estudio de Laurel ensalzaban valores como la amistad, la libertad y la autodeterminaci¨®n, no siempre fueron bien recibidos por la cr¨ªtica de perspectiva de g¨¦nero. Gamasutra critic¨® Rockett¡¯s New School por reproducir mecanismos sexistas como la rivalidad femenina, y el ensayo GREAT (Gender Relations in Educational Applications of Technology) (Amy Huang et al.) castig¨® su enfoque multicultural por caer en estereotipos racistas a la hora de representar etnias minoritarias.?

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Starfire Soccer Challenge (1998), un t¨ªtulo de f¨²tbol femenino, fue la ¨²ltima obra de Purple Moon. En 1999, el estudio perdi¨® sus inversores y fue adquirida por Mattel, quien acab¨® cerrando el estudio. Brenda Laurel achaca esta decisi¨®n a que ¡°no deseaban que Barbie tuviera competencia¡±. Rockett Movado tuvo un funeral simb¨®lico en casa de Laurel, como narra en Utopian Entrepreneur. La eleg¨ªa recitada para la ni?a hero¨ªna fue la siguiente: ¡°Siempre intentamos curar una herida: infancias miserables, tratos injustos, autoestimas desastrosas. Intentamos sanar algo cuando la creamos¡±.

Maestra de dise?o humanista

Brenda Laurel consagr¨® el resto de su trayectoria profesional a la vida acad¨¦mica y la investigaci¨®n. Ha sido catedr¨¢tica y profesora del Art Center College of Design y de la Universidad de las Artes de California. Despu¨¦s, fue profesora adjunta de dise?o de videojuegos en la Universidad de California Santa Cruz. En 2004, lanz¨® el ensayo Design Research: Methods and Perspectives. Actualmente dirige Neogaian Interactive, una consultor¨ªa especializada en la investigaci¨®n del dise?o interactivo fundado en valores humanistas y ecol¨®gicos.

Brenda Laurel ha sido galardonada por IndieCade (2016), Virtual World Society (2017) y es miembro de la Higher Education Video Game Alliance, asociaci¨®n que reconoce a estudiosos del videojuego cuyo trabajo ha enriquecido el medio. Al echar la vista atr¨¢s, Brenda Laurel es consciente del valor de su trabajo y, pese a las dificultades vividas, contempla sus logros con cari?o y as¨ª lo expresa en Women in Gaming ¨C 100 Professionals of Play: ¡°Me gusta pensar que, al igual que otros, he contribuido a crear una concienciaci¨®n ¨¦tica sobre los videojuegos. Estoy orgullosa de formar generaciones de estudiantes que entienden y utilizan el poder del dise?o humanista. Y, sobre todo, estoy orgullosa de acercar los videojuegos a las ni?as gracias a Purple Moon¡±. A d¨ªa de hoy, Brenda contin¨²a recibiendo con ilusi¨®n cartas de mujeres que le expresan c¨®mo Rockett Movado les cambi¨® la vida a mejor. Y es que, aunque imperfecta, Rockett result¨® la hero¨ªna para muchas ni?as que, al igual que Laurel, sab¨ªan que los videojuegos pod¨ªan ir m¨¢s all¨¢.

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