Far Cry: New Dawn, impresiones: el para¨ªso aguarda

Hace casi un a?o recibimos la quinta entrega de la c¨¦lebre franquicia de Ubisoft, Far Cry. Desde entonces, un pase de temporada repleto de experiencias de todo tipo fue el ¨²nico sustento para su numerosa comunidad. Lo que nadie esperaba es que estuvi¨¦ramos tan cerca de recibir su secuela. Una secuela que toma prestadas la fant¨¢stica base de las andanzas por el condado de Hope para experimentar de la misma forma que lo hizo Far Cry: Primal.

La compa?¨ªa lo tiene claro: este tipo de proyectos a medio camino del siguiente paso numerado, son clave para construir un nuevo futuro en la saga. New Dawn no ser¨ªa para menos, y m¨¢s all¨¢ de su chapa reconocida, se esconde un producto plagado de novedades pensadas para exprimir hasta la m¨¢s m¨ªnima gota de esta espiral de violencia desenfrenada. Gracias a Ubisoft Espa?a, hemos podido pasar cerca de cuatro horas en la nueva Montana, tanto en solitario como en cooperativo. Es innegable reconocer que nos pusimos a los mandos con los prejuicios cl¨¢sicos, pero la realidad nos guardar¨ªa una sorpresa. Qu¨¦ locura m¨¢s divertida acababa de pasar por nuestras manos. Y es que Far Cry sigue siendo Far Cry: una puesta segura.

Will the circle be unbroken¡­

Joseph Seed, ¡®El Padre¡¯, era el perfecto psic¨®pata que alimentaba de fe a una marabunda de fieles descarriados. Los pastos del condado de Hope se convirtieron en el perfecto recreo de su secta edenista. ?l y sus seguidores se apropiaron de todo a su alrededor, sometiendo a los d¨¦biles y acabando con quienes osaban contrariar la ?palabra de Dios? a trav¨¦s de su hijo en la tierra. Tras toda la delirante aventura vivida el pasado a?o (y con m¨¢s gozo inhalado del que querr¨ªamos), las palabras del l¨ªder cobraban sentido justo al final, cuando el Planeta Tierra se pon¨ªa patas arriba.

Diecisiete a?os despu¨¦s del desastre nuclear, nos encontramos en el mismo punto de partida. El ser humano se ha visto empujado una vez m¨¢s a sobrevivir, a comenzar de nuevo una vida arrebatada por la insensatez de los poderes modernos. Si bien en un principio fue la fauna el ¨²nico peligro que habitaba m¨¢s all¨¢ de la seguridad que proporcionaban los muros de las diferentes comunidades creadas, poco a poco el af¨¢n por consolidar un nuevo estatus de poder hizo que los enfermos de mente se alzaran una vez m¨¢s a las armas.

De esta forma, los Salteadores, un grupo despiadado venido de la lejan¨ªa, puso su paso firme en el condado para esquilmar a su paso cada reducto de esperanza con tal de alimentar su nihilista causa. Esta suerte de sujetos obsesivos por los deportes del motor, son liderados por las gemelas que portagonizan la portada oficial. Sus voces se agolpan en nuestra radio en cada sabotaje que hagamos en contra de sus intereses. Siempre presentes y amenazantes, no dudan en atajar los potenciales peligros como mejor lo saben hacer: atando a su presa y despellej¨¢ndola hasta morir presa del dolor.

Por una serie de cuestiones que no revelaremos, somos rescatados por uno de los ¨²ltimos grupos que sobrevivieron al hacer del temible adversario. Despertamos en Prosperity, la capital de la esperanza para aquellos que simplemente buscan una segunda oportunidad. Poco despu¨¦s conoceremos que el desarrollo ¨ªntegro del juego girar¨ªa en torno a ella. ?De qu¨¦ manera? Muy sencillo: mejorando sus principales puestos de desarrollo. Ya sea la enfermer¨ªa, la armer¨ªa, la habitabilidad en s¨ª del fort¨ªn, etc¨¦tera. Como es normal, contribuir a su mejora nos reportar¨¢ suculentas recompensas que nos permitir¨¢n acceder a nuevas opciones de juego. Por ejemplo, una de las mejoras que se antojan imprescindibles en las primeras horas es el helic¨®ptero de expediciones, un nuevo modo de juego que desvelaremos en pr¨®ximas l¨ªneas.

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Hacia tintes de rol ligero

Quiz¨¢ pod¨¢is pensar en este punto la cantidad de objetos que necesitaremos para completar los diferentes niveles de esas estaciones de Prosperity. Realmente el n¨²mero no es nada descabellado. La principal moneda de intercambio es el Ethanol, un recurso clave que escasea especialmente en el mundo de New Dawn. Para obtenerlo, tendremos que embarcarnos en diferentes actividades que nos har¨¢n dar el todo por el todo. Desde conquistar campamentos y saquearlos, pasando por completar misiones de especialista, contribuir al completado de las expediciones¡­ hay diferentes maneras de acceder a ella no sin antes silenciar varias bocas a base de plomo.

Donde s¨ª abusa de la recolecci¨®n de objetos es a la hora de fabricar armamento y veh¨ªculos. Tened en cuenta una cosa: ahora las armas se dividen seg¨²n su rareza al m¨¢s puro estilo Assassin¡¯s Creed moderno. Cuanto m¨¢s nivel tenga, mejor comportamiento tendr¨¢n y m¨¢s da?o har¨¢n a los rivales semejantes. Y es que la propiedad intelectual comienza a beber de esta vertiente rolera light que ya introdujo en la aventura egipcia de los asesinos m¨¢s famosos del panorama. Adem¨¢s de esto que comentamos de las armas, tambi¨¦n veremos que se extiende hacia los enemigos, los cuales tambi¨¦n se dividen seg¨²n su poder y nivel de dificultad. Otro a?adido casi est¨¦tico es la barra de salud que tendr¨¢n encima de ellos, con la que calcular el grado de da?o que le repercutimos.

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Realmente no notamos una diferencia real con respecto a la f¨®rmula cl¨¢sica. Siempre hubo diferentes arquetipos de enemigos que planteaban cambios entre s¨ª. Estaban los desarmados, los protegidos con armaduras, los lanzallamas¡­ La peculiaridad radica precisamente en lo que coment¨¢bamos l¨ªneas atr¨¢s: el da?o realizado. Si utilizamos un arma de nivel dos en un enemigo de nivel tres, veremos que apenas sufrir¨¢ nuestros embites. Sin embargo, si ocurre al contrario, nuestras balas pasar¨¢n suaves como la mantequilla.

Expediciones, m¨¢s all¨¢ de Hope

La principal novedad de la oferta jugable de Far Cry: New Dawn pasa por el modo Expediciones, una cadena de misiones secundarias cruciales para el devenir de los jugadores que quieran llevar m¨¢s all¨¢ las posibilidades de creaci¨®n. Una vez mejoremos el helic¨®ptero de Prosperity, el piloto nos permitir¨¢ viajar hacia encrucijadas de los Salteadores localizadas fuera de Montana. Es decir, podremos ver nuevos paisajes at¨ªpicos de la sinfon¨ªa de prados y granjas a este lado de Estados Unidos.

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Durante dicha versi¨®n, pudimos probar la misi¨®n inicial, localizada en un portaaviones atestado de enemigos. Nuestro objetivo siempre ser¨¢ el mismo: conocer el punto donde se encuentra la mochila de recursos y extraerla de vuelta a Prosperity. Desde la lejan¨ªa suele indicarse el punto concreto a trav¨¦s de una bengala de humo rosa. Sin embargo, lejos de esta peque?a ayuda visual, la chicha se encuentra en la manera en la que llegamos y extraemos el dichoso paquete. Podemos optar por el sigilo, la acci¨®n desenfrenada o un mixto de ambos estilos; la cuesti¨®n es que el jugador puede decidir c¨®mo tomar las riendas del nivel.

Una vez obtenido, entra en juego la segunda fase la misi¨®n. No solo ser¨¢ salir con vida como buenamente podamos, sino que tendremos que hacerlo mientras todos los enemigos de la zona y sus refuerzos nos persiguen v¨ªa GPS. De repente, la misi¨®n var¨ªa hacia una cacer¨ªa donde la presa somos nosotros. En dificultades bajas puede lidiarse con relativa facilidad; es cuando subimos a nivel dos o tres cuando las cosas se ponen realmente interesante. Cuanta m¨¢s dificultad, mejores recompensas. Merece la pena arriesgar el pellejo volviendo a la zona para contribuir a la comuna con nuevas piezas que se encuentran ¨²nicamente en el modo expediciones.

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Hasta este momento, desconocemos el n¨²mero total de misiones, pero calculamos que rondar¨¢ la media docena. Todas propensas a tres vueltas (cada dificultad) y la posibilidad de disfrutarlas en cooperativo, un aliciente que har¨¢s las delicias de quienes disfrutar la aventura en compa?¨ªa.

Las puertas del para¨ªso siguen abiertas

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Aunque hayan pasado cerca de dos d¨¦cadas desde que la predicci¨®n de Joseph Seed se convirtiera en realidad, su hacer en el mundo sigue presente. Durante la sesi¨®n, se nos indic¨® que visit¨¢ramos otra de las comunas neutrales del juego, localizada justo en las orillas al Norte de la isla de El Padre, catedral que ejemplific¨® el inicio y fin de Far Cry 5. Al acercarnos a la zona, vemos que un aura de misterio rodea la fortificaci¨®n. Es una se?al reconocible; familiar, dir¨ªamos. El gozo sigue presente en las vidas de esta nueva etapa en Hope, y con ¨¦l sus fieles edenistas. Los pocos supervivientes del cat¨¢strofe se reunieron a las puertas de su antiguo hogar para esperar una se?al divina con la que volver a creer.

Far Cry no ser¨ªa Far Cry sin ese punto de fantas¨ªa embriagadora. A trav¨¦s de alucinaciones protagonizadas por el temible antagonista, damos con la mism¨ªsima palabra de Joseph, que servir¨ªa como llave para abrir las relaciones con su tribu. Los edenistas de New Dawn son de todo menos hostiles, salvo con la nueva amenaza latente. Nosotros, justo en medio del fuego cruzado, accedemos a alimentar sus deseos de fe mientras volvemos a lugares clave de su antecesor, como los bajos de la estatua de El Padre o los restos de su propia vivienda.

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Desconocemos lo que ocurrir¨¢ en futuras misiones, pero esta cadena argumental apunta a ser una de las m¨¢s interesantes del juego por la conexi¨®n entre ambos t¨ªtulos. Al fin y al cabo, sin New Eden, no existir¨ªa gran parte del trasfondo que abraza toda Montana. As¨ª mismo, el psic¨®pata no ser¨¢ la ¨²nica cara amigable que reconoceremos. Gran parte de los especialistas y personajes secundarios forman parte del elenco de rostros familiares de la quinta entrega, como es el caso de la incombustible se?ora Lawrence o Nick, el cazafortunas aviador.

Far Cry en estado puro

Es f¨¢cil caer ante la cr¨ªtica recurrente de un producto que sigue a pies juntillas las directrices de su anterior iteraci¨®n. S¨ª, el reciclaje est¨¢ presente y el feeling que transmite es similar al encontrado en marzo de 2018. Haciendo un ejercicio de maduraci¨®n personal, si conseguimos quitarnos las gafas de sol, alcanzamos a dislumbrar un videojuego que existe por y para divertir al jugador tras la pantalla. Conseguir eso es con la estructura ya definida, es tan loable como construirlo desde cero.

Como dec¨ªamos al inicio del texto, Far Cry: New Dawn nace como una apuesta segura para todos aquellos seguidores o amantes del shooter de mundo abierto. Es f¨¢cil experimentar mientras mantienes una base que funciona a las mil maravillas. No inventa la rueda, pero ?qui¨¦n querr¨ªa eso en este caso? Est¨¢ claro que estamos ante un paso intermedio necesario para la vuelta por todo lo alto de la saga troncal. Nosotros lo tenemos claro: el condado de Hope sigue siendo el paisaje perfecto con el que deshinibirse durante un rato de los problemas que suceden en el mundo real.