Pilot Sports, an¨¢lisis

Pilot Sports, de Z-Software, nos invita a una isla paradis¨ªaca para disfrutar de los deportes a¨¦reos y a surcar los aires en avioneta, ala-delta, mochila propulsora?y paraca¨ªdas. Su propuesta nos evoca a los?Pilotwings, simuladores de vuelo de Nintendo que nos trasladaba a las nubes en medios de transporte similares a los citados. Pilotwings, Pilotwings 64 y Pilotwings Resort formaron una saga querida y con personalidad, en la que super¨¢bamos peque?as misiones a bordo de veh¨ªculos que no est¨¢n al alcance del p¨²blico general y alentaban la superaci¨®n de retos a trav¨¦s de partidas breves y disfrutables. Tampoco olvidamos la tr¨¢gica historia de Pilotwings para Wii, que nunca consigui¨® aterrizar. Z-Software toma los mandos y nos invita a subirnos a la cabina en PS4 y Nintendo Switch con un nav¨ªo a¨¦reo construido sobre la misma premisa que el de Nintendo. Sin embargo, el viaje que nos proponen carece totalmente de encanto debido a un dise?o en el que todos sus pilares se derrumban.

Z-Software apuesta por la variedad de g¨¦neros, pero sus t¨ªtulos ¡ªde poca proyecci¨®n¡ª no siempre han acertado a la hora de ofrecer la calidad esperada, y a algunos pecan de ser una versi¨®n descafeinada de otro videojuego comercial. El estudio alem¨¢n nos dej¨® un sabor agridulce con 3D Minigolf, que no termin¨® de transmitir la diversi¨®n de su an¨¢logo en el mundo f¨ªsico. En su cat¨¢logo hallamos t¨ªtulos de una amplia variedad de g¨¦neros y cuyo ¨¦xito en Steam ha sido moderado. Dustwind, el t¨ªtulo post-apocal¨ªptico estrat¨¦gico, guarda una gran similitud con Fallout Tactics. En la trayectoria de Z-Software, ¨¦sta es de las obras m¨¢s valoradas por su p¨²blico. Autobahn-Simulator y Autobahn-Simulator 2, con una acogida favorable, nos convert¨ªan en un polic¨ªa de tr¨¢fico y su acogida result¨® favorable. History in Letters - The Eternal Alchemist es una aventura gr¨¢fica detectivesca e hist¨®rica ubicada en Francia. Solar Struggle es un arcade espacial en la que la nave se mueve en una dimensi¨®n 3D dentro de escenarios en 3D. Pilot Sports, desgraciadamente, se suma a la lista de t¨ªtulos mediocres a los que les falta garra y, en este caso, el propio sentido de la diversi¨®n.

Pilot Sports se sit¨²a en una isla paradis¨ªaca en la que participaremos en diferentes circuitos fragmentados en diversas pruebas que afrontaremos a bordo de una avioneta, un paraca¨ªdas, un ala delta y una mochila propulsora, seg¨²n se requiera. Antes de subirnos a los mandos, escogeremos a nuestro piloto entre un elenco de personajes estereotipados cuya ¨²nica funci¨®n es meramente est¨¦tica: un anciano aviador, un ejecutivo, una joven g¨®tica, etc. Despu¨¦s, escogeremos uno de los circuitos y despegaremos.

Antes de cada prueba, se nos ofrecer¨¢ un escueto y claro tutorial sobre c¨®mo pilotar el veh¨ªculo en cuesti¨®n. Las misiones de Pilot Sports resultar¨¢n variadas, lo cual se convierte en el ¨²nico atractivo del juego: por ejemplo, completar un recorrido hasta la meta pasando por todos los aros, recolectar todos los paquetes desperdigados en diferentes puntos y alturas del mapa o ascender por una monta?a de plataforma en plataforma. En caso de que fallemos uno de dichos aros, recibiremos una penalizaci¨®n. En caso de estrellarnos, reanudaremos la carrera en el punto anterior. A lo largo de cada recorrido, hallaremos tambi¨¦n bonificaciones de puntos y de tiempo. Si logramos finalizar todo el circuito con ¨¦xito, y con una puntuaci¨®n m¨ªnima cuantificada en estrellas, podremos desbloquear el siguiente, que nos ofrecer¨¢ un nivel mayor de desaf¨ªo.

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La idea de Pilot Sports resultar¨ªa atractiva si la propia jugabilidad no la arruinara. El pilotaje aspira a un naturalismo excesivo y no muy bien trasladado a los mandos de una consola, lo cual vuelve la experiencia tediosa y frustrante, m¨¢s a¨²n en un t¨ªtulo que funcionar¨ªa mucho mejor como arcade, aunque continuara ausente la opci¨®n de personalizar nuestros veh¨ªculos. La avioneta se desplaza autom¨¢ticamente a velocidad pausada, y hay que ir modulando su ritmo para cumplir con el recorrido, a la vez que hay que virar hacia el siguiente objetivo, si ¨¦ste est¨¢ situado en un ¨¢ngulo del mapa diferente a nuestro rumbo. Con el ala delta hay que posicionarse para aprovechar las corrientes y dirigirnos a donde deseemos, y considerar que el aterrizaje debe hacerse de pie. La conducci¨®n de la mochila propulsora es la menos sangrante en cuanto a sus controles, ya que consiste en impulsarnos hacia arriba y desplazarnos hacia adelante seg¨²n convenga; no obstante, su h¨¢ndicap es el combustible, que recargaremos en estaciones no siempre f¨¢ciles de encontrar. La ca¨ªda libre tiene una mec¨¢nica similar a la del ala delta; dirigiremos al piloto a las corrientes m¨¢s favorecedoras y, despu¨¦s de activar el paraca¨ªdas deberemos dirigirnos a la meta, para lo cual hay que ir perfilando nuestra trayectoria.

Las mec¨¢nicas de Pilot Sports se hacen a¨²n m¨¢s desastrosas con unos controles ortop¨¦dicos, en los que adem¨¢s la precisi¨®n peca de un exceso de sensibilidad. Asimismo, la pobre profundidad de los gr¨¢ficos dificulta la afinaci¨®n de la ruta. Con el tiempo, es posible acostumbrarse a los mandos, pero ello requerir¨ªa un m¨ªnimo de paciencia que el propio juego no incentiva, puesto que es dif¨ªcil hallar un aliciente que mantenga nuestro inter¨¦s en la partida, salvo la frescura en el dise?o de misiones, con pruebas diferentes entre s¨ª, en la que los transportes se alternan, evitando as¨ª la sensaci¨®n de repetitividad.

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Pilot Sports tiene un modo multijugador local para 2-4 jugadores. La pantalla se divide y los concursantes deber¨¢n participar en un circuito al que se podr¨¢n agregar, en cualquier orden, todas las pruebas deseadas y pertenecientes a un circuito ya desbloqueado. En el modo para dos jugadores, adem¨¢s, hemos comprobado que cuando uno alcanza la meta, su rival tiene 15 segundos para completar la prueba o ¨¦sta contar¨¢ como fallida, lo cual generar¨¢ muchos sinsabores. Tras cada misi¨®n, los jugadores recibir¨¢n la puntuaci¨®n obtenida seg¨²n el tiempo r¨¦cord en el que hayan completado la carrera y, una vez completado el circuito, el vencedor ser¨¢ laureado en el podium. El componente competitivo tal vez sea otro de los escasos ingredientes que se aproximan a a?adir diversi¨®n, si los jugadores ponen m¨¢s peso en el propio ¨¢nimo de retarse y pasar el rato, a la vez que su complicidad se despierta ante compartir un sistema de juego tan nefasto.

Pilot Sports no s¨®lo se muestra insuficiente en su apartado jugable, sino en su apartado visual. Su calidad gr¨¢fica luce texturas toscas y con tendencia a lo poligonal, algo aceptable en un t¨ªtulo de hace dos generaciones, pero no en uno de 2018. Por otro lado, los escenarios lucen una gran exuberancia de elementos cuya intenci¨®n es ambientarnos en una atractiva isla vacacional, y cabe destacar la presencia de animales salvajes como p¨¢jaros y cabras montesas que aportan vida a la ambientaci¨®n.

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El infortunio art¨ªstico de Pilot Sports no s¨®lo se limita a la calidad de los escenarios, sino a la misma presentaci¨®n de los pilotos antes mencionados. Se ve el intento de aportar al jugador un decente abanico de avatares entre el cual encuentre alguien con quien identificarse, pero el propio dise?o de los mismos causa rechazo: todos los personajes son desproporcionados, con cabezas grandes, troncos muy largos y miembros muy cortos. Ni siquiera el piloto que homenajea a Magnum PI?resulta carism¨¢tico. La animaci¨®n de sus rostros y la de los propios veh¨ªculos que conducen son el aspecto m¨¢s salvable del apartado art¨ªstico.

La m¨²sica es tambi¨¦n de los ¨²nicos elementos decentes de Pilot Sports, sin llegar a ser sobresaliente. Surcamos los aires acompa?ados de una banda sonora compuesta por temas tropicales que aportan un aire festivo a nuestras carreras a¨¦reas, adem¨¢s de conjuntar de forma adecuada con los paisajes playeros en los que nos movemos. El repertorio de canciones no resulta muy variado, pero la compa?¨ªa musical acaba siendo tan discreta que no acaba molestando.

Pilot Sports podr¨ªa haber sido un digno sucesor de Pilotwings, si su apartado audiovisual hubiera sido m¨¢s refinado y, sobre todo, si sus mec¨¢nicas apostaran por un arcade m¨¢s c¨®modo de manejar. Ante un vuelo tan accidentado, no queda m¨¢s remedio que bajarse de un avi¨®n cuyo dise?o est¨¢ condenado al fracaso.

Este juego ha sido analizado en su versi¨®n para PS4.

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