PilotWings Resort
- Plataforma3DS7.5
- G¨¦neroAcci¨®n
- DesarrolladorNintendo EAD
- Lanzamiento25/03/2011
- EditorNintendo
Vuelos en profundidad
La pantalla superior de la 3DS se transforma en la ventanilla de un avi¨®n para mostrarnos de lo que es capaz en materia de gr¨¢ficos tridimensionales con profundidad y relieve. El nuevo PilotWings es un t¨ªtulo que, pese a ser de los m¨¢s vistosos en esta primera remesa, no vuela demasiado alto en cuanto a opciones o modos de juego, ya que recupera las rutas de otros muchos minijuegos con similar mec¨¢nica y estructura por misiones. Color, libertad y retos para un jugador. Sobrevolamos despacio la Isla de Wuhu.
Nintendo 3DS llega este viernes 25 de marzo a Europa con un cat¨¢logo considerable que, como en el caso del t¨ªtulo que nos concierne, buscar¨¢ demostrar con fuerza qu¨¦ es capaz de hacer la consola gr¨¢ficamente e impresionar al jugador con esta nueva revoluci¨®n que suponen las 3D sin gafas en una m¨¢quina port¨¢til. Pilotwings Resort retoma la saga ya olvidada con Nintendo 64 de los retos de aviones y otros veh¨ªculos a¨¦reos, y los traslada hasta la Isla de Wuhu, aquella que sirvi¨® de id¨ªlico escenario para las pr¨¢cticas deportivas con Miis de WiiSports Resort. Con desaf¨ªos tan directos como retantes, Nintendo nos propone ahora surcar los cielos de esta paradis¨ªaca localizaci¨®n a bordo de avionetas, bajo un ala-delta y otras variantes de planeo, o con una mochila propulsora a nuestras espaldas que equilibre precisi¨®n y potencia.
La pantalla superior de la consola funciona desde la primera imagen del juego y el men¨² principal como una ventana a un mundo exterior completamente detallado y colorista, donde los distintos niveles de profundidad quedan marcados de manera muy realista y en la que si nos acercamos a alg¨²n elemento -como una palmera o la torre del castillo de la isla- conseguimos la sensaci¨®n de que sobresalga de dicha pantalla. El t¨ªtulo es en s¨ª un espect¨¢culo t¨¦cnico pero que, a cambio, ha sacrificado algunos apartados puramente jugables, como sus modos de juego, su duraci¨®n o la variedad. Este nuevo Pilotwings es muy cl¨¢sico en su estructura y mec¨¢nica, tanto, que este respeto old school ha acabado por pasarle cierta factura, haci¨¦ndolo poco novedoso, repetitivo, sin modos multijugador ni uso de la pantalla t¨¢ctil, y -tambi¨¦n hay que decirlo- verdaderamente arduo de completar al cien por cien.
No por ello estamos ante un juego mediocre, ni mucho menos. Pilotwings Resort es ese desaf¨ªo que, sin proponer nada que no hayamos visto en muchos otros minijuegos de aviones o ala-deltas de otros t¨ªtulos, consigue enganchar hasta que se acaba con ¨¦l y hace un poderoso uso de la estrategia de primer impacto para que el jugador tenga a priori la sensaci¨®n de no haber visto nunca algo igual en una pantalla m¨¢s peque?a que la palma de su mano. El cuidado que se ha puesto en su exhibici¨®n tridimensional no tiene nada que envidiar a otros juegos de consolas de sobremesa, como Killzone 3 (PlayStation 3) o pel¨ªculas que hac¨ªan un uso muy potenciado de esta tecnolog¨ªa, como Avatar. Obviamente no est¨¢ al nivel visual de ¨¦stos (aunque solo sea porque la pantalla es min¨²scula comparada con un televisor 3D o una pantalla de cine) pero s¨ª que consigue sacar mucho partido a la consola y abre todo un abanico de esperanzas sobre qu¨¦ y c¨®mo podremos llegar a jugar en 3DS.
El modo Misiones, principal, nos propone 5 premios a ganar o categor¨ªas: Entrenamiento, Bronce, Plata, Oro y Platino. Cada una de ¨¦stas tiene varios minijuegos o retos disponibles (seis en las tres primeras y nueve en las dos ¨²ltimas). De manera general, podemos decir que casi todos estos retos nos exigen recorrer rutas prefijadas pasando por diversos puntos, ya sea atravesando aros, apoy¨¢ndonos en plataformas con el jet-pack, explotando globos, disparando dianas, cruzando paneles de velocidad... pero si analizamos profundamente esta mec¨¢nica, es siempre similar. A partir del premio de Bronce, el segundo, todos los retos suelen tener principio y final, es decir, despegue y aterrizaje, aunque el primero se produzca de forma autom¨¢tica y siempre se nos coloque ya en el aire y dentro del veh¨ªculo con que vayamos a llevar a cabo la misi¨®n.
De esta forma, no habr¨¢ momentos con nuestro Mii fuera de los aparatos o en los que podamos recorrer el suelo de la isla. Todo el juego se enmarca en el aire, aunque habr¨¢ misiones que nos obliguen a adentrarnos en cuevas de Wuhu, perseguir un cami¨®n con globos por la carretera y t¨²neles, seguir el r¨ªo o acercarnos much¨ªsimo a las aceras de las calles del pueblo, por ejemplo. La variedad la encontramos por tanto en el modo de plante¨¢rsenos los desaf¨ªos (misiones). Hay algunas muy ingeniosas que aportan cierta innovaci¨®n al juego y no las hab¨ªamos visto en otros t¨ªtulos, pero son relativamente escasas y aparecen ya en los niveles avanzados. Y sobre esto, la curva de dificultad est¨¢ cuidad¨ªsima, cada premio es un pelda?o m¨¢s retante que el anterior, sin ninguna misi¨®n fuera de su lugar ni situaciones de atasco rimbombante. Aunque bien es cierto que acabarlas con la m¨¢xima puntuaci¨®n es un verdadero desaf¨ªo que nos parecer¨¢ casi imposible.
La mec¨¢nica y esquema son otros aspectos que recuerdan much¨ªsimo a los b¨¢sicos videojuegos de hace 15 a?os. Junto al simpl¨®n men¨² de misiones encajadas en cuadros, en Pilotwings Resort encontramos un sistema de estrellas para evaluar c¨®mo hemos finalizado cada desaf¨ªo, con una, dos o tres estrellas, y relieve en rojo si hemos alcanzado la m¨¢xima puntuaci¨®n. Por otro lado est¨¢n los puntos, que son los que determinan cu¨¢ntas estrellas obtenemos y que conseguiremos, adem¨¢s de por el objetivo principal de la misi¨®n, por varios par¨¢metros, como el tiempo que nos ha sobrado, el aterrizaje que hemos hecho o los items de puntos que hayamos recogido. Este cl¨¢sico y cuadriculado esquema de valoraci¨®n del ¨¦xito hace que, por ejemplo, nos podamos quedar a un solo punto de conseguir una estrella o dos, y tener que repetir la misi¨®n entera desde el principio, misi¨®n que dura cinco minutos como mucho pero que requerir¨¢ toda nuestra pericia con el joystick, el ¨²nico modo de control para el juego ya que la cruceta se usa para cambiar el ¨¢ngulo de la c¨¢mara.
Las categor¨ªas de misiones siempre tendr¨¢n minijuegos de los tres veh¨ªculos disponibles (avioneta, ala-delta y mochila propulsora) y, a veces, sus rapid¨ªsimas variantes (avioneta m¨¢s potente, ala-delta a pedales y Turbo-mochila propulsora). Para pasar de una a otra de estas categor¨ªas, tendremos que obtener al menos dos tercios de las estrellas disponibles, esto es, que si un premio tiene seis misiones y un total de 18 estrellas por tanto, habr¨¢ que conseguir 12 repartidas de cualquier forma para que se abra el siguiente premio. Como dec¨ªamos, completar las 36 misiones con la m¨¢xima puntuaci¨®n ser¨¢ absolutamente complicado, pues sobre todo las finales son bastante exigentes, largas y con el tiempo justo. Ahora, eso s¨ª, siempre con toda la isla disponible, pues no hay l¨ªmites de espacio y se ha creado el mismo enorme escenario para todos los desaf¨ªos.
No todas las misiones son a plena luz del d¨ªa y en la misma zona de la isla. De hecho, a veces nos alejaremos bastante de este escenario central, ya sea de manera horizontal o vertical, consigui¨¦ndose much¨ªsima altura en ciertas misiones. Hay retos de noche, atardeciendo, etc. pero nunca con condiciones clim¨¢ticas diferentes, salvo las tempestades de viento y los remolinos ascendentes. La pantalla t¨¢ctil muestra un mapa que podremos visualizar desde tres distancias distintas, seg¨²n las necesidades y el objetivo de la misi¨®n. De manera muy esquem¨¢tica, en ¨¦l se se?alan todos los objetivos o puntos de inter¨¦s, como los aros que tendremos que atravesar, los items de puntuaci¨®n extra o la diana de aterrizaje. Y sobre los aterrizajes, el juego nos exigir¨¢ aqu¨ª nuestra mejor precisi¨®n, teniendo que controlar la velocidad, la posici¨®n respecto al suelo y la distancia de la pista de aterrizaje. El ala-delta y la mochila jet-pack suelen tener dianas en altura mientras que la avioneta invita a aterrizar en el agua, en alargadas pistas improvisadas se?aladas con luces.
Gr¨¢ficamente la isla est¨¢ bien representada, resultando muy, muy similar a la del juego de Wii. Es enorme y tiene muchos detalles en ciertas ¨¢reas, aunque en otras el aspecto se empobrece bastante. El colorido de todo lo que sucede en la pantalla superior es sensacional, as¨ª como la rapidez de las animaciones o la fluidez de los fotogramas por segundo, siempre estable y potente. Hay cierta pixelaci¨®n molesta y arcaica cuando nos acercamos a algunos elementos, como las hojas de los ¨¢rboles o las olas del mar, pero en general el juego resulta vistoso, m¨¢xime si lo que se quiere es experimentar esto del 3D sin gafas. Sobre los veh¨ªculos, su dise?o es notable as¨ª como su comportamiento, que respeta la verosimilitud f¨ªsica de manera alucinante. Por el contrario, algunas animaciones -como cuando chocamos contra algo- son muy mejorables, habi¨¦ndose eliminado la explosi¨®n de los veh¨ªculos y utiliz¨¢ndose solo tres o cuatro patrones de reacci¨®n para todos los accidentes posibles en el juego.
En cuanto al sonido, el juego de nuevo parece un t¨ªtulo de hace 15 o 20 a?os. No hay voces y las canciones son pocas y sin demasiada variedad de instrumentos o estilos. Se juega con los ritmos suaves y algunas adaptaciones a contadas situaciones, como cuando nos quedamos sin combustible de la mochila propulsora, que la m¨²sica se apaga y ralentiza suavemente. Los efectos por su parte tampoco son numerosos. Cruzar un aro o disparar a una diana sonar¨¢ igual durante todo el juego, manteni¨¦ndose mucho la personalidad del t¨ªtulo y la saga pero dejando un resultado poco satisfactorio para lo que cabr¨ªa esperar de un producto de mucha calidad hoy. Un ¨²ltimo aspecto t¨¦cnico a mencionar a parte del sonido, es la posibilidad de ver las repeticiones de nuestros vuelos con una sencilla c¨¢mara m¨®vil, as¨ª como cambiar ¨¦sta con la cruceta en plena partida.
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podr¨ªan haberlo llevado a cotas m¨¢s altas. C¨®mpralo sin miedo.