Prince of Persia: Las Dos Coronas
Prince of Persia: Las Dos Coronas - Enemigos
Salva Babilonia de la tiran¨ªa de Visir.
Como los enemigos no tienen nombre, se los he puesto yo. Espero que os gusten.
Soldado
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El enemigo b¨¢sico. Lo ver¨¢s a la legua, m¨¢s que nada por el casco con cuernos. Se caracterizan por ir pertrechados con un amplio abanico de armas mort¨ªferas, con un sorprendente n¨²mero de bordes cortantes. Si esperabas un trato de favor por ser el pr¨ªncipe vas listo. Aparte, es obvio que un armario empotrado, con un casco con una calavera y cuernos, no ha sido educado en la compasi¨®n y la palabra para evitar la violencia. Mal empezamos.
Su estilo de combate es bastante tosco, aunque si te dan c¨²brete r¨¢pido, si conectan un par de golpes te quitar¨¢n mucha energ¨ªa. El bloqueo y el contraataque son buena idea, am¨¦n de los rebotes en las paredes, y en ellos. Dejan caer espadas.
Arquero
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Hartos de disparar a dianas coloreadas, que se est¨¢n siempre quietas, los arqueros han escogido un nuevo blanco: la poblaci¨®n civil de Babilonia. Como pr¨ªncipe es tu obligaci¨®n liberar a la gente de tal castigo, o esperar a que se les acaben las flechas. Aunque est¨¢ ¨²ltima opci¨®n no parece muy valiente.
Los arqueros debe de ser tu primer objetivo en el combate, las flechas pueden ser realmente molestas. Aparte tienen bastante punter¨ªa. Son ¨¢giles y se mueven r¨¢pido, y puede ser dif¨ªcil alcanzarles. Al igual que para los combates en general, ralentizar est¨¢ altamente recomendado. Por suerte no son muy fuertes, acaba r¨¢pido con ellos.
NOTA
Cuando liberes las arenas del tiempo los arqueros y soldados pasar¨¢n a llevar consigo arena. Tambi¨¦n habr¨¢ un soldado m¨¢s fuerte, el guardi¨¢n del portal. Que, obviamente, encontrar¨¢s vigilando los portales de las arenas. Mucho cuidado con ellos que pueden llamar refuerzos, objetivo primario.
Los verdes
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La vida en la oscuridad de las profundidades del abismo no sienta bien. La prueba son los verdes. Y no son activistas defensores de los derechos de la naturaleza precisamente. De hecho es poco probable que respeten los derechos humanos m¨¢s b¨¢sicos, y que coman con cubiertos. Son unos seres, obviamente verdes, deformes y que para saludar a sus visitantes los atacan con hachas. No parecen hechos para la vida en sociedad, ni para la vida en general.
No les gusta la luz, si los expones a ella se vuelven muy vulnerables y podr¨¢s acabar r¨¢pido con ellos. Si ves que no tienes esa posibilidad, emplea las t¨¦cnicas habituales. Pero intenta mantenerte en la luz, que se acercar¨¢n ellos. Dejan caer hachas.
Perros
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Los mejores amigos del hombre, ?verdad?. Pues no, los perros de Babilonia hacen que Cujo parezca Lassie a su lado. Si se hicieran amigos de un hombre ser¨ªa porque a¨²n no est¨¢ lo suficientemente gordo como para com¨¦rselo. Parece que el Visir, usando su licenciatura en Malo de Videojuego, los ha modificado gen¨¦ticamente. Les atraen las arenas del tiempo como si de un buen asado se tratase.
Camale¨®n
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B¨¢sicamente son como los verdes, pero se han adaptado a la vida en sociedad. Violando flagrantemente todas las leyes del universo, han desarrollado un camuflaje ¨®ptico. As¨ª pueden ir al supermercado sin que se declare el estado de excepci¨®n. A¨²n as¨ª parece ser que no olvidan su pasado en el abismo, y se dedican a vapulear a los dem¨¢s, amparados en la invisibilidad. Adem¨¢s emiten unos sonidos que hacen que los ara?azos de u?as en pizarras parezcan una canci¨®n Chill-Out. Por suerte el camuflaje se les puede quitar, usando la ancestral t¨¦cnica del golpe al vac¨ªo.
Muy complicados de ver, por suerte emiten sonidos y sabr¨¢s cuando est¨¢n cerca. Basta con golpearlos y se les quitar¨¢ el camuflaje. Son sencillos, simplemente intenta que no te rodeen y en unos cuantos golpes acabar¨¢s con ellos.
Genio
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Persia, la tierra de las l¨¢mparas m¨¢gicas, y de los genios. Milenios de ser sacados de un placentero estado de sopor, para conceder tres deseos a alg¨²n aventurero (o ladr¨®n) parecen haber acabado con su paciencia. El gremio de genios ha decidido un cambio en su pol¨ªtica de trato con el cliente. Ahora los genios en vez de conceder deseos, libran al cliente de la necesidad de desear algo. Lo malo es que normalmente suele acarrear la muerte del susodicho. Tambi¨¦n se ha pasado del aspecto de apacible-orondo-bonach¨®n-concede deseos a hist¨¦rico-psic¨®pata-aullante-lanzador de dagas.
Se desplazan muy r¨¢pido y no se les puede agarrar. Tambi¨¦n lanzan dagas muy r¨¢pido, y son dif¨ªciles de esquivar. Altamente recomendado usar la ralentizaci¨®n. Si no tienes arena bloquea y ac¨¦rcate con cuidado. Por suerte no tienen mucha energ¨ªa. Dejan dagas al acabar con ellos.
Bailarinas
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A?os de vida en un har¨¦n pueden hartar a cualquiera. Sobre todo si tienes que estar todo el d¨ªa bailando, y aguantando miradas lujuriosas. El t¨¦rmino armas de mujer adquiere un nuevo significado con ellas, aparte de las antiguas, ahora se incluyen las espadas. Con ellas han decidido dar nuevo uso a la famosa danza de las espadas: la reivindicaci¨®n de los derechos de la mujer. Por desgracia siguen llevando una cantidad m¨ªnima de ropa, es dif¨ªcil concentrarse en el combate b¨¢sico, m¨¢s a¨²n esquivar espadas lanzadas a toda velocidad.
Son b¨¢sicamente igual que los genios, pero combaten m¨¢s en cuerpo a cuerpo. Tambi¨¦n lanzan las espadas. Usa las t¨¦cnicas de los genios para ellas tambi¨¦n. Espera a que se detengan para atacar. Cuidado que muy pocas dan arena. Dejan espadas al morir.
Morlaco
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La versi¨®n bruta del soldado. Si albergabas alguna esperanza de di¨¢logo, olv¨ªdala. Aparte la m¨¢scara de metal no ayuda a hacer amigos. Han sido entrenados en la milenaria t¨¦cnica 'avanzar-golpear-destruir'. Por suerte no destacan por su velocidad, giran a la misma velocidad que un cami¨®n de 16 ruedas, incluso puede ser que pesen lo mismo. Si aprecias tu integridad f¨ªsica, y tu vida, que no te golpeen.
Mejor que uses la muerte r¨¢pida, aunque requiera 5 golpes. Las estrategias son las mismas que para el soldado, son m¨¢s lentos pero m¨¢s fuertes. Se cubren mucho, mucho. Tendr¨¢s que usar los rebotes en las paredes si te ves obligado a pelear con ellos.