Alone in the Dark III
Alone in the Dark III - En la piel del puma
Despu谷s de las desagradables experiencias de Derceto y La Cocina del Infierno, atr谷vete con un nuevo desaf赤o.
EN LA PIEL DEL PUMA
Cuando Edward Carnby despert車, sus feroces ojos eran capaces de ver en la oscuridad; su olfato captaba todos los olores de la noche, y sus cuatro patas provistas de afiladas garras le permit赤an desplazarse con gran rapidez. Gracias al amuleto indio, el hechicero hab赤a conseguido recuperar su alma e introducirla en el cuerpo de un puma, aunque s車lo temporalmente. Si quer赤a recuperar su forma humana deb赤a devolver el 芍guila dorada a la tierra de donde proven赤a, antes de que se apagasen las cenizas de la hoguera.
Sin perder ni un instante, Ed aprovech車 su cuerpo felino para entrar en el saloon y subir de un salto las escaleras rotas que la anterior vez no hab赤a podido franquear. As赤 llego al primer piso. Saltando h芍bilmente el agujero del suelo y la ventana rota, alcanz車 el tejado de la c芍rcel, justo hasta uno de los rebordes donde se divisaba la estatua de Jed Stone. Una vez m芍s, de un poderoso brinco aterriz車 cerca de su brazo, donde descansaba una hermosa figura con forma de 芍guila. Con la reliquia en su poder, sigui車 la v赤a hasta llegar a un barril de alquitr芍n, en el que introdujo una de sus patas delanteras.
Despu谷s se encamin車 a la mansi車n y meti車 la garra manchada en el bid車n con las sales de plata. Ahora ya dispon赤a de un arma para acabar con los lobos que le imped赤an el paso al camposanto, donde se encontraba la cueva del hechicero. Tras una dura batalla, coloc車 el 芍guila en el fuego de la caverna, recuperando su conciencia humana bajo un metro de tierra prensada. Afortunadamente, hacia apenas unos minutos que acababa de ser enterrado, as赤 que no le cost車 demasiado salir de su propia tumba.
El susto se lo llev車 el sorprendido enterrador, que dej車 caer su rev車lver, suministrando un arma al reencarnado Carnby, junto a una pastilla de jab車n que encontr車 por all赤 cerca. De nuevo, se dirigi車 al tanque de agua, en busca de alg迆n rastro de Emily, pero s車lo encontr車 a un pistolero que aprecia ser su propio doble.
Ed dej車 el revolver en el suelo y le ofreci車 su mano, entremezcl芍ndose con la extra?a aparici車n, mientras se transformaba en un imponente vaquero. Tras recoger de nuevo el arma, subi車 hasta la cima del tanque y se introdujo en su interior, donde us車 el jab車n con su espectro que patrullaba la zona, y el cepillo met芍lico que encontr車 con el agujero de la viga. De esta forma, abri車 una trampilla que le llev車 a otro sobrecogedor complejo de cavernas.