Locura por Carolina

Nada m¨¢s entrar por la puerta principal del Polideportivo Municipal Gallur, un grupo de j¨®venes, delante de uno de los paneles corporativos del Europeo de Madrid, se coloca para sacarse, aparentemente, una foto. Finalmente, es un v¨ªdeo. "?Vamos, Carolina!", gritan. Cuando la jugadora onubense sale a la pista, el c¨¢ntico se extiende por todas las gradas. El martes, en su debut, no cab¨ªa ni un alfiler. "Lo siento, tengo que encontrar sitio para toda esta gente", se excusa, muy amable, una de las voluntarias del evento cuando es preguntada por este peri¨®dico. Son s¨®lo los primeros d¨ªas de torneo, pero el ambiente ya es de fase final. "Esto tampoco es lo habitual, se nota mucho el regreso de Carolina", explica uno de los aficionados que llenan el recinto, habituado a asistir a competiciones de b¨¢dminton. Para los ¨²ltimos tres d¨ªas, ya no hay entradas.

El efecto Carolina es un hecho. Desde 2010 a 2015, el n¨²mero de licencias deportivas de la Federaci¨®n Espa?ola de B¨¢dminton pas¨® de 6.838 a 7.289. En cinco a?os, un incremento menor a las 500. En 2021, ya con la onubense como campeona ol¨ªmpica (R¨ªo 2016), los registros pasaron a rondar las 10.000. Un peque?o paseo por las gradas del Gallur permite entenderlo. "Lleva la victoria en la sangre", exclama ?lex G¨®mez, del Club Deportivo B¨¢dminton Sureste. Como muchos de sus compa?eros de equipo, estar¨¢ toda la semana echando una mano en el Polideportivo.?"Va a ganar. Seguro. Est¨¢ bien preparada. Cuando ella ha decidido empezar a jugar es porque est¨¢ bien. Va a por todas", a?ade Vanesa Gonz¨¢lez, tambi¨¦n del club, que ofrece una radiograf¨ªa perfecta de la situaci¨®n:?"Por la ma?ana quedaban sitios, pero para ver a Carolina... ya no hay".

Madrid vibra con la pentacampeona de Europa, de vuelta casi un a?o despu¨¦s de romperse el ligamento cruzado y los meniscos interno y externo de su rodilla izquierda. Durante los partidos, cuando el p¨²blico celebra con gritos ensordecedores todos y cada uno de sus puntos, pero tambi¨¦n antes. En los entrenamientos, grupos y grupos de aficionados se acercan para disfrutar al detalle de sus ¨ªdolos, conseguir aut¨®grafos y echarse fotos. "Me sorprende mucho, no me esperaba p¨²blico en los entrenamientos. Mogoll¨®n de ni?os y todos como locos por vernos. Sentir el cari?o y el apoyo, a los jugadores, nos hace tener ese empujoncito que, muchas veces, nos falta en pista para acabar el partido o para sentirnos m¨¢s animados. Competir aqu¨ª, en Madrid, y sentir todo esto, 'jo', es una gran alegr¨ªa y estoy eternamente agradecida por ello", reconoce la propia Carolina, con la clara intenci¨®n de devolver todo el amor con resultados.

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Canalizar la energ¨ªa positiva

Cuando Mar¨ªn juega, multitud de pancartas invaden unas gradas especialmente alegres. Principalmente, porque la mayor¨ªa de las sonrisas est¨¢n a la vista, ya sin mascarillas, siendo uno de los primeros grandes eventos deportivos en poder disfrutar de ello. #PuedoPorquePiensoQuePuedo, se lee en una cartulina que sostiene ?lex Morales, tambi¨¦n del Club Sureste. "El fin de semana, estuvieron haciendo un mont¨®n de pancartas para sacarlas. Para todos los jugadores, sobre todo para los de Espa?a, pero tambi¨¦n para (Viktor) Axelsen o (Anders) Antonsen", explica Vanesa. Mucha energ¨ªa que, canalizada de forma correcta, puede ser diferencial. "En la charla previa hablamos, sobre todo, del p¨²blico, del entorno. Le he transmitido que no debe hacer de las expectativas un problema, sino todo lo contrario. Salir a disfrutarlo. Como si saliera a un tablao flamenco, como cuando era peque?a", revelaba Fernando Rivas, entrenador de Carolina, tras el debut de su pupila. Madrid empuja y la onubense avanza.