?Qu¨¦ fue de Bob Beamon? El atleta que salt¨® hacia la historia
Bob Beamon cumple 74 a?os. Su hist¨®rico salto en M¨¦xico'68, de 8,90 metros, sigue siendo la mejor marca en unos Juegos Ol¨ªmpicos casi 52 a?os despu¨¦s.
El caso de Bob Beamon (Nueva York, 24 de agosto de 1946) es algo pr¨¢cticamente in¨¦dito en el atletismo. Los aficionados de este deporte conocen al estadounidense, quien es, sin lugar a dudas, una aut¨¦ntica leyenda. Y para convertirse en historia del salto de longitud y de los Juegos Ol¨ªmpicos, Beamon no necesit¨® una larga carrera repleta de medallas, victorias y r¨¦cords. Ah¨ª reside la particularidad en la historia del estadounidense. Solo necesit¨® un salto para entrar en el olimpo del deporte.
Nacido en South Jamaica, un humilde vecindario de Nueva York, Beamon se cri¨® en una familia desarticulada, puesto que nunca conoci¨® a su padre biol¨®gico y su madre muri¨® durante la infancia de Bob, que creci¨® junto a su padrastro, quien ten¨ªa problemas con la bebida y acab¨® en la c¨¢rcel. El propio Beamon tuvo problemas judiciales a una temprana edad tras pertenecer a una pandilla, pero pudo ser redirigido. En el instituto, el futuro atleta fue descubierto por Larry Ellis, un prestigioso entrenador, y pronto comenz¨® a despuntar, ya que consigui¨® el r¨¦cord nacional de triple salto y fue segundo en salto de longitud, ambas proezas todav¨ªa en ¡®high school¡¯.
Tras un breve paso por una universidad de Carolina del Norte, Beamon consigui¨® una beca como atleta en la Universidad de Texas. Ah¨ª, adem¨¢s, jug¨® al baloncesto, deporte en el que tambi¨¦n destacaba gracias a su altura de 1,91. Incluso, un a?o despu¨¦s de su hito ol¨ªmpico, Bob ser¨ªa seleccionado por los Phoenix Suns en el Draft de la NBA, aunque nunca lleg¨® a debutar en la liga.
Beamon se present¨® en los Juegos Ol¨ªmpicos de M¨¦xico 1968, su primera prueba de verdadero nivel, como una rara avis en el salto de longitud. A sus 22 a?os, el norteamericano destacaba por su altura, pero tambi¨¦n por su poco peso (70 kilos por aquel entonces) y su escasa definici¨®n de la musculatura. Bob nunca hizo pesas, ¨²nicamente trabajaba la velocidad previa al salto. En la calificaci¨®n, el joven saltador a punto estuvo de ser eliminado. Tras dos saltos nulos, Beamon quiso asegurar, dejando casi un metro de distancia con la tabla¡ y aun as¨ª salt¨® 8,19 metros.
El r¨¦cord mundial por aquel entonces era de 8,35 metros, compartido por el estadounidense Ralph Boston -quien entrenaba de manera no oficial a Beamon- y el sovi¨¦tico Igor Ter-Ovanesyan. Pero el 18 de octubre de 1968, varios factores se juntaron para propiciar una gran marca en salto de longitud. La altitud de Ciudad de M¨¦xico (2.250 metros) se ve¨ªa acompa?ada por un viento de cara de 2,0 metros por segundo, el m¨¢ximo permitido para que un intento sea legal.
Y ah¨ª estaba el joven Bob Beamon, delante del imponente Estadio Ol¨ªmpico Universitario de Ciudad de M¨¦xico. Le bast¨® un salto, el primero, para entrar en la historia del deporte. Seis segundos es lo que tard¨® en proclamarse leyenda del atletismo. Necesit¨® 19 pasos, corri¨® 44 metros, su salto dur¨® menos de un segundo, y dej¨® una marca de otro planeta: 8,90 metros.
El registro hist¨®rico tard¨® en hacerse oficial, ya que las m¨¢quinas para medir los saltos no estaban preparadas para medir tanta distancia. Los jueces tuvieron que calcular a mano, y tardaron 20 minutos en dar el resultado oficial. Beamon, consciente de haber logrado un gran salto, no era pleno conocedor del sistema m¨¦trico al ser estadounidense, pero cuando Ralph Boston le comunic¨® su marca, explot¨® de j¨²bilo. Se fue al suelo y sufri¨® un breve ataque de cataplexia. Hab¨ªa batido el r¨¦cord mundial por 55 cent¨ªmetros cuando la media en la que se superaba cada plusmarca era de 6 cent¨ªmetros. El registro de Beamon era imbatible. "Te has cargado la prueba", le dijo tras su salto Lynn Davies, vigente campe¨®n ol¨ªmpico en ese momento.
La prueba continu¨®. En el segundo salto, Bob apenas super¨® los 8 metros. La lluvia apareci¨® y se dio por finalizado el concurso. Beamon consegu¨ªa el oro ol¨ªmpico y, sobre todo, una marca estratosf¨¦rica. En el podio, el estadounidense levant¨® el pu?o como s¨ªmbolo de la lucha negra. Sus compatriotas John Carlos y Tommie Smith hab¨ªan hecho lo propio en esos Juegos y fueron expulsados por ello. No era la primera vez que el atleta participaba en reivindicaciones raciales. Beamon fue suspendido en la Universidad de Texas tras boicotear una competici¨®n por las ense?anzas que hab¨ªa en el Libro de Morm¨®n sobre la raza.
Pasados los Juegos Ol¨ªmpicos, Bob Beamon simplemente desapareci¨®. Pese a su temprana edad, el plusmarquista mundial apenas volvi¨® a saltar y se retir¨®. Volvi¨® a competir de manera espor¨¢dica despu¨¦s de M¨²nich¡¯72, aunque nunca regres¨® a unos Juegos Ol¨ªmpicos. La carrera de Beamon destac¨®, adem¨¢s de por el 8,90, por su brevedad: World Athletics solo registra la participaci¨®n del estadounidense en trece pruebas durante su carrera, y ¨²nicamente seis desde su r¨¦cord, en las que solo pudo saltar un m¨¢ximo de 8,22 metros.
La marca del estadounidense perdur¨® en el tiempo y en la historia del atletismo. Tuvieron que pasar casi 23 a?os para Mike Powell saltase 8,95 metros en el Mundial de Jap¨®n de 1991. El tambi¨¦n norteamericano super¨® una marca que parec¨ªa imbatible, y esta vez sin tanto viento a favor. Su r¨¦cord mundial sigue vigente a d¨ªa de hoy. Sin embargo, la plusmarca ol¨ªmpica de Beamon sigue sin ser superada. Casi 52 a?os despu¨¦s, nadie en los Juegos Ol¨ªmpicos ha podido superar los 8,90 metros. Ning¨²n r¨¦cord ol¨ªmpico lleva tanto tiempo en vigor.
Tras su retirada definitiva a los 27 a?os, Bob desapareci¨® del foco medi¨¢tico. A?os antes, se hab¨ªa graduado en la Adelphi University en el grado de sociolog¨ªa. Beamon sigui¨® vinculado con el atletismo, especialmente relacionado con los m¨¢s j¨®venes ya que comenz¨® a entrenar a promesas del deporte. Adem¨¢s, particip¨® en diversas campa?as para promocionar el atletismo, incluyendo una colaboraci¨®n con el por entonces gobernador de California, Arnold Schwarzenneger, ayud¨® a varias universidades para elaborar sus programas atl¨¦ticos y colabor¨® en la campa?a de Los ?ngeles¡¯84.
Junto a ello, Beamon comenz¨® a dedicar tiempo a su otra pasi¨®n, el arte gr¨¢fico. Lleg¨® a ser jefe del Museo de Arte Ol¨ªmpico de Florida y cre¨® la Bob Beamon Communications Inc, adem¨¢s de haber exhibido sus obras en numerosas ocasiones. Por ello vivi¨® durante un breve tiempo en M¨¦xico y en Espa?a, aunque ha pasado su vida casi siempre en Miami.?En 1999 escribi¨® junto a Milana, su tercera esposa, el libro autobiogr¨¢fico ¡®El hombre que pudo volar¡¯, y desde entonces desarroll¨® su programa motivacional, dando charlas dedicadas a los ni?os, su m¨¢xima preocupaci¨®n. En 1983, poco despu¨¦s de su creaci¨®n, Beamon fue introducido en el Hall of Fame Ol¨ªmpico estadounidense, y Sports Ilustrated incluy¨® su salto de 8,90 entre los cinco grandes momentos del deporte en el siglo XX. Un salto y un atleta que, casi 52 a?os despu¨¦s, perduran en la historia del atletismo y de los Juegos Ol¨ªmpicos.