De Londres a Budapest: siete medallas en ocho a?os m¨¢gicos
De 2012 a 2020, el waterpolo femenino espa?ol ha conseguido una plata ol¨ªmpica, tres medallas europeas y otras tres mundiales. En Tokio quieren el oro.
En los Juegos de Londres, la joven Selecci¨®n espa?ola de waterpolo dirigida por Miki Oca y capitaneada por Jennifer Pareja apenas ten¨ªa opciones de salir de la capital inglesa con una medalla. Era la primera experiencia ol¨ªmpica de una Espa?a que solo hab¨ªa logrado una plata en el Europeo de M¨¢laga de 2008 como ¨¦xito relevante, lejos de otras potencias. De hecho, en aquel equipo que logr¨® esa medalla ya estaban unas jovenc¨ªsimas Laura Ester y Maica Garc¨ªa, acompa?adas de Pili Pe?a.
Pero Londres fue el comienzo de una historia que a¨²n perdura, y que tiene visos de prolongarse m¨¢s a?os. Las guerreras, as¨ª se bautizaron en aquel campeonato, consiguieron colgarse la plata despu¨¦s de perder con Estados Unidos en la final. All¨ª empezaron a crear una historia de amor y odio con el equipo americano, una rivalidad sana en la piscina que en Tokio vivir¨¢ un nuevo episodio.
Aquella plata depar¨® los mejores momentos, sue?os hechos realidad. En 2013, las de Miki Oca fueron campeonas del mundo en Barcelona, en las Picornell. Por el camino dejaron a Estados Unidos, Hungr¨ªa y Australia, en la final. Espa?a sigui¨® su sendero de ¨¦xitos en Budapest, en el Europeo de 2014. No tuvieron rivales las guerreras, que de nuevo apearon a las anfitrionas y pulverizaron a Holanda en la final. En la piscina de la Isla Margarita se cierra el primer cap¨ªtulo de esta historia.
En 2015, en el Mundial de Kaz¨¢n, las espa?olas no se subieron al podio. Tampoco lo hicieron en los Juegos de R¨ªo de 2016 y meses antes en el Europeo de Belgrado. Dos mazazos en plena renovaci¨®n de la Selecci¨®n, con la incorporaci¨®n de j¨®venes ahora consolidados como Bea Ortiz o Paula Leit¨®n. Pero esos dos a?os de sombras fueron de cultivo. Otro gran ciclo estaba por llegar.
En 2017, tambi¨¦n en Budapest, Espa?a repiti¨® final mundial, en esta ocasi¨®n ante Estados Unidos. La plata supo a oro, como ocurri¨® en el Mundial de Gwangju, el pasado verano. Otra plata m¨¢s despu¨¦s de un torneo impoluto. Entre medio, en el Europeo de Barcelona de 2018, se tuvieron que conformar con el bronce. Una medalla de m¨¦rito, pero las guerreras, ambiciosas ellas, aspiraban al oro en las mismas Picornell.
Ahora repiten oro europeo seis a?os despu¨¦s. Una medalla que quieren volver a colgarse al cuello pero en agosto en Tokio, bajo el calor japon¨¦s. Una imagen que han so?ado mil y una veces. Ya son siete medallas en ocho a?os. Algo que est¨¢ al alcanza de muy pocas selecciones.