?lex Grijelmo: ¡°Un estilema es la huella dactilar de las palabras¡±
?lex Grijelmo ha publicado dos libros los ¨²ltimos meses. Uno, el ¡®Libro de estilo de As¡¯. El otro, su primera novela: ¡®El cazador de estilemas¡¯.
Publica ¡®El cazador de estilemas¡¯, una novela negra alrededor de las palabras.
(Sonr¨ªe) S¨ª. Es la historia de un profesor de lengua que se ofrece a la Polic¨ªa para desentra?ar la autor¨ªa de an¨®nimos. En redes, en un hecho luctuoso.
?C¨®mo?
A trav¨¦s de los estilemas: los rasgos de estilo que todos tenemos sin darnos cuenta. Ortograf¨ªa, l¨¦xicos. Como una huella dactilar... de palabras.
?Es su primera novela?
S¨ª. He publicado nueve ensayos, pero novela es la primera.
?Y qu¨¦ prefiere?
Es m¨¢s agradable inventar todo. El ensayo es m¨¢s transpiraci¨®n; la novela, inspiraci¨®n.
Y usted, un completo enamorado del lenguaje.
Es que es la herramienta. Es como si un futbolista no est¨¢ enamorado del bal¨®n.
?En su casa se le¨ªa mucho?
S¨ª. Mis padres eran lectores.
?A qu¨¦ se dedicaban?
Mi padre era administrativo, trabajaba en una oficina. Siempre muy vinculado a papeles.
?Sus primeras lecturas?
Una colecci¨®n de Bruguera, con dibujos. Empec¨¦ por las vi?etas pero luego me empez¨® a intrigar qu¨¦ dir¨ªa el texto. La isla del tesoro, Viaje al centro de la tierra. Literatura infantil, juvenil.
Con 16 a?os entr¨® en ¡®La Voz de Castilla¡¯.
S¨ª (sonr¨ªe). La madre de un amigo del colegio colaboraba con La Voz de Castilla y yo una vez en su casa dije que quer¨ªa ser periodista.
?Lo ten¨ªa tan claro?
En mi casa se le¨ªa el peri¨®dico. Mis abuelos, que viv¨ªan en el piso, ABC. Mi padre, Diario de Burgos. Yo, ambos. Cuando sali¨® As empec¨¦ a compr¨¢rmelo en el quiosco de la Plaza de Vega de Burgos, ya desaparecido, y en el bar de mi t¨ªo, cuando me dejaban all¨ª para que me cuidaran.
?Qu¨¦ recuerda de aquel As?
Lo que me fascinaba, con mi mirada a¨²n infantil, eran las fotos: se imprim¨ªa en huecograbado a diferencia del Marca. Recuerdo firmas. Fernando Vadillo, Chema, Sarmiento Birba, Sim¨®n Rufo, Hebrero San Mart¨ªn...
?Y cu¨¢ndo decidi¨® que quer¨ªa ser periodista?
A los 11 a?os. Como andaba siempre con peri¨®dicos, libros...
?Pero era muy peque?o...!
Con esa edad, 1? de Bachillerato, hice una revista para mis compa?eros de clase. Escrib¨ªa, pegaba fotos que sacaba de los peri¨®dicos. Luego, en 3?, me un¨ª con otros amigos y cobr¨¢bamos una peseta. Ya era a m¨¢quina, la grap¨¢bamos... Y como s¨®lo pod¨ªamos hacer un ejemplar porque no exist¨ªan las fotocopias, la alquil¨¢bamos. Sac¨¢bamos 12 pesetas... Para las chuches (r¨ªe).
?Hab¨ªa en su familia alg¨²n referente en el periodismo?
No, ninguno. Que yo sepa.
Y qu¨¦ pas¨® tras decidir, con 11, que quer¨ªa ser periodista.
Me enfoco a lo que iba a ser mi profesi¨®n. Me interesa la lengua, los libros, los peri¨®dicos, la tele, la radio. Me dorm¨ªa oy¨¦ndola, una peque?ita que ten¨ªa, con 14, 15 a?os, un programa en Radio Juventud, Grader¨ªo, de informaci¨®n deportiva.
Y con 16, ¡®La Voz de Castilla¡¯.
A trav¨¦s de la madre de mi amigo me present¨¦ all¨ª y dije que quer¨ªa colaborar. Y, justo, en La Voz de Castilla ten¨ªan el proyecto de unas p¨¢ginas para los estudiantes de Burgos. Escrib¨ªa los domingos, una columna, un a?o. Despu¨¦s cuando empec¨¦ la Universidad hice las pr¨¢cticas en La Voz de Castilla y as¨ª empez¨® todo.
?C¨®mo salt¨® a Madrid?
Hice dos a?os de periodismo en Pamplona y en tercero vine a Madrid. En Europa Press estaba un antiguo redactor de La Voz de Castilla, Jos¨¦ Apezarena, que me ofreci¨® irme en pr¨¢cticas.
?C¨®mo eran aquellas sus primeras redacciones?
Muy parecidas a la oficina de mi padre: se?ores escribiendo con una m¨¢quina mecanogr¨¢fica. No recuerdo mucho humo, ni alcohol. La de Europa Press era bastante ordenada. Fue m¨¢s impactante entrar en El Pa¨ªs, en 1983. Ya no hab¨ªa m¨¢quinas de escribir, hab¨ªa ordenadores.
?Cu¨¢ndo hizo su libro de estilo?
En 1990. Pero ¨¦ste ya exist¨ªa. Las bases las hab¨ªa hecho Julio Alonso. Una peque?a edici¨®n de consumo interno. A m¨ª me encargan la edici¨®n para librer¨ªas. Y fue un ¨¦xito de ventas insospechado.
?Le sorprendi¨® el encargo?
No. ?Yo era muy pesado! Daba la brasa por cada rinc¨®n de la redacci¨®n. ¡°?Por qu¨¦ hab¨¦is puesto esto?¡±.
Cu¨¦nteme.
(R¨ªe) Yo me sab¨ªa el libro de estilo antes de entrar en El Pa¨ªs. Aunque no era f¨¢cil encontrar ejemplares. Pero yo quer¨ªa trabajar all¨ª. ¡°Tengo que llegar sabi¨¦ndomelo¡±. Mi sorpresa fue que lo sab¨ªa mejor que muchos que llevaban a?os en el peri¨®dico. Les dec¨ªa: ¡°Oye, el libro de estilo...¡±. Muy pesado. Cuando hicieron una reedici¨®n, dijeron: ¡°Pues que la haga el pesado de Grijelmo¡± (r¨ªe).
?Ha hecho m¨¢s?
S¨ª. Trabaj¨¦ en el de la Cadena Ser. Impuls¨¦ el del estilo urgente de Efe y ahora tambi¨¦n el de Diario As.
?Por qu¨¦ es necesario un libro de estilo para un medio?
Porque un medio de comunicaci¨®n es un intelectual colectivo. La gente que lee el As busca una referencia homog¨¦nea. Sonar¨ªa muy raro una palabra distinta para llamar a lo mismo en un sitio u otro. Dentro de ese estilo de un peri¨®dico cabe el estilo de cada periodista, pero debe haber unos rasgos comunes.
En As hace ya un peque?o libro de estilo cada domingo, con sus columnas...
(R¨ªe) Empec¨¦ en 2014. Me lo propuso Alfredo Rela?o.
¡®Stage¡¯. Usted dice: estad¨ªa.
S¨ª. Siempre que ves un t¨¦rmino en ingl¨¦s dices: ¡°No habr¨¢ manera de decirlo en espa?ol¡±. ¡°No hay palabra¡±. ?C¨®mo que no? Siempre hay. Otra cosa es que a ti te guste m¨¢s o menos. Estad¨ªa se usa mucho en Am¨¦rica. Hay alternativas que aqu¨ª no se nos ocurren y all¨ª est¨¢n muy vivas. Y hay que traerlas. Es idioma espa?ol, como el nuestro.
?C¨®mo surgi¨® la idea del ¡®Libro de estilo de As¡¯?
La idea fue de Alfredo. He tardado a?o y medio en hacerlo. Como leo el As cada d¨ªa, ve¨ªa algo y lo apartaba. ¡°?sta se puede mejorar¡±. Y buscaba en diccionarios. He hecho investigaciones muy divertidas. Lo he pasado pipa con algunas palabras.
D¨ªgame alguna.
Piscinazo. ¡°?Esto c¨®mo se dir¨¢ en Am¨¦rica? ?En Argentina dir¨¢n ¡®piletazo¡¯?¡±. As¨ª es all¨ª piscina, pileta. O con tangana.
?Por qu¨¦?
Es tangana o t¨¢ngana, con tilde, valen las dos. Viene de un juego: el del t¨¢ngano.
?En qu¨¦ consiste?
Se pon¨ªa una rama seca en el suelo y, en la parte superior, unas monedas. Cada concursante pon¨ªa las suyas y hab¨ªa que tirar una piedra o un tejo para elevar la t¨¢ngana. Seg¨²n ca¨ªan las monedas, o m¨¢s lejos o m¨¢s cerca, eran de uno u otro jugador. Reglas muy complicadas. Se montaban unas discusiones... Y de ah¨ª el nombre, que procede a su vez del t¨¦rmino t¨¢ngano, rama seca.
?Qu¨¦ le llam¨® la atenci¨®n? ?El decir: ¡°?De qu¨¦ viene?¡±?
Claro. Oyes: ¡°Se ha montado una ri?a¡±. Y t¨² sabes que ri?a viene de re?ir, un origen. Pero, ?y si no? ¡°Tengo que averiguarlo¡±. Pues mira, de t¨¢ngano. Buceas en su interior y encuentras. ¡°De ah¨ª es¡±. Y tiene una l¨®gica.
?El periodismo deportivo tiene muchas acepciones similares? ?M¨¢s que el generalista?
El generalista tambi¨¦n toma expresiones de tribunales, de la econom¨ªa, del arte, de la m¨²sica... El periodismo va tomando palabras de todos los ¨¢mbitos y el deportivo ha creado met¨¢foras que est¨¢n muy bien. ¡°Carrilero¡±. Jo, qu¨¦ bonito. Eso es un neologismo del f¨²tbol. Hay expresiones que est¨¢n muy bien. Que a un periodista se le ocurrieron y tuvieron ¨¦xito. Mat¨ªas Prats padre, ya abuelo, dec¨ªa: ¡°El jugador se ata el borcegu¨ª¡±. Es la bota. A¨²n se mantiene en Argentina y aqu¨ª se ha perdido. Es que el l¨¦xico del deporte te permite un poco analizar la historia del lenguaje. Borcegu¨ª era la bota militar. Cuando todos los hombres hac¨ªan el servicio militar deb¨ªa tener alguna presencia.
?Cu¨¢ntos diccionarios tiene usted en su casa?
No s¨¦, no los he contado... (r¨ªe). De deporte, arquitectura, econom¨ªa, materias especializadas y muchos generales, distintas ediciones. Los normales en alguien con afici¨®n a las palabras. Una vez estuve en casa de Garc¨ªa M¨¢rquez y me llam¨® la atenci¨®n... ?cu¨¢ntos diccionarios ten¨ªa en la mesa donde escrib¨ªa!
?S¨ª?
El Mar¨ªa Moliner, recuerdo. Varios etimol¨®gicos. Y especializados. ¡°Caray, cu¨¢ntos diccionarios¡±. ¡°Los tengo para que se peleen entre ellos¡±, dijo (r¨ªe). Y es verdad. A veces no coinciden.
?Alguna expresi¨®n del periodismo deportivo le chirr¨ªa?
Muchos pleonasmos, reiteraciones de significados. Pein¨® hacia atr¨¢s. O el pasamanos. ¡°Est¨¢n los jugadores en el pasamanos¡±, el saludo del principio. ?Pasamanos? Es la barandilla. Se confunde con besamanos, se han mezclado los t¨¦rminos. Y eso, cada vez que lo oigo...
El libro de estilo da ant¨ªdotos para no caer en las trampas.
Eso lo da la experiencia. No hay ant¨ªdotos contra trampas en un libro de estilo. Pero, si lo cumples, es dif¨ªcil equivocarte.
?C¨®mo ve el futuro del periodismo en papel?
El periodismo deportivo es la gu¨ªa para el periodismo de informaci¨®n general. T¨² ves un partido y tienes toda la informaci¨®n. Qui¨¦n meti¨® los goles, en qu¨¦ minutos. Pero al d¨ªa siguiente compras As para leer la cr¨®nica. ?Para qu¨¦, si te va a contar lo que sabes? Porque quieres que te interpreten la realidad. Que te la jerarquicen. El futuro del papel es la interpretaci¨®n. En la web habr¨¢ informaci¨®n de urgencia.
?C¨®mo ve las redacciones de ahora, 40 a?os despu¨¦s?
M¨¢s silenciosas, tienen menos ambiente. Antes hab¨ªa m¨¢s voces, en el mejor sentido.
?C¨®mo enganchar a los j¨®venes, que leen en 280 caracteres?
Me preocupa eso. Todo conocimiento necesita una estructura. Qu¨¦ es importante, qu¨¦ fue antes, despu¨¦s, qu¨¦ es tonter¨ªa... Y eso el peri¨®dico lo ordena. ?Qu¨¦ pasa? Que los j¨®venes reciben multitud de informaciones y ellos han de decidir qu¨¦ es importante. El problema es que est¨¢n desacredit¨¢ndose los intermediarios, todo se confunde. ¡°No, si a m¨ª ya me llega por Twitter¡±. Pero sin orden. Ni siquiera temporal. Hace tres a?os una de las noticias m¨¢s le¨ªdas de El Pa¨ªs fue la muerte de Miliki, de cinco a?os antes. Alguien la puso en Twitter y...
?Cuando usted entr¨® en un peri¨®dico con 16 a?os cumpli¨® aquello de: ¡°Voy aunque sea a poner caf¨¦¡±?
(R¨ªe) No (r¨ªe). Habr¨ªa ido por el caf¨¦, s¨ª, s¨®lo por vivir una redacci¨®n. Pero tuve la suerte de que empec¨¦ a escribir esas columnas universitarias y luego ya hice las pr¨¢cticas de redactor en deportes.
?S¨ª?
Yo entrevist¨¦ a Juanito, en el vestuario del Burgos, ¨¦l llorando. Por un gol que le anul¨® S¨¢nchez Arminio. El de la victoria.
?Se lo ha contado eso a Tom¨¢s Roncero?
(R¨ªe) No. Fue un partido Burgos-Barakaldo. El bal¨®n peg¨® en el hierro de detr¨¢s de la porter¨ªa, cuando ¨¦stas ten¨ªan. Bilbao, portero del Barakaldo, ya daba golpes en el suelo: ¡°Nos han marcado en el ¨²ltimo minuto¡±. Pero S¨¢nchez Arminio: ¡°Sigan, sigan¡±. Crey¨® que hab¨ªa dado en el larguero porque el tiro fue tan fuerte que, al dar en el hierro, sali¨®. Cuando fui al vestuario, que pod¨ªamos entrar entonces, tuve que esperar a que Juanito terminara de llorar para poder entrevistarle.
?Qu¨¦ es el periodismo deportivo dentro del periodismo?
El periodismo deportivo cuando llega a sus m¨¢s altas cotas, muchos d¨ªas, es cuando es periodismo sobre personas. Que fracasan, que se esfuerzan, que triunfan. Proyectos humanos que salen bien o mal. Hay una disculpa, un bal¨®n, una raqueta, pero al final cuando cuentas una victoria de Nadal est¨¢s contando la humanidad de Nadal.
?Y dentro de los g¨¦neros qu¨¦ le parece?
Ser¨ªa una especialidad. A m¨ª me ha apasionado siempre. ?Yo me sab¨ªa el As Color! Ten¨ªa en mi habitaci¨®n sus posters, el de la Selecci¨®n que gan¨® la Eurocopa del 64. Con Luis Su¨¢rez, el genuino, con la mano vendada.
?Y escribir su libro de estilo tantos a?os despu¨¦s...?
Fue una gozada. Y encima rodeado de amigos. Alfredo, Cant¨®n, Roncero. Hace poco me dec¨ªa un intelectual: ¡°No acabo de entender que personas como t¨², que escrib¨ªs libros, c¨®mo pod¨¦is ser tan forofos del f¨²tbol¡±. ¡°Porque con el f¨²tbol nos sale el ni?o que llevamos dentro¡±. Yo cuando voy al Bernab¨¦u, va el ni?o que iba a El Plant¨ªo. Sale. Disfrutas como tal. Es una de las pocas veces en la vida en la que todos nos volvemos un poco ni?os.