"El suplicio de la familia de Pablo Ibar est¨¢ siendo infinito"
Andr¨¦s Krakenberger preside la 'Asociaci¨®n contra la pena de muerte Pablo Ibar', el sobrino de Urtain que afronta un cuarto juicio para evitar la pena capital.


-?En qu¨¦ momento nos encontramos del cuarto juicio contra Pablo Ibar?
-En pleno juicio en Estados Unidos. Comenz¨® el 1 de octubre con la selecci¨®n del jurado y ahora se est¨¢ desarrollando la vista oral. Esperamos que para mediados o finales de enero pueda haber un veredicto si el jurado se pone de acuerdo. Debe tener unanimidad.
-?Por qu¨¦ se est¨¢ repitiendo el juicio?
-Porque as¨ª lo dictamin¨® el Tribunal Supremo de Florida el 4 de febrero de 2016 al decir que Pablo no tuvo una defensa letrada eficaz y que las pruebas presentadas eran "escasas y
d¨¦biles".
-Fue cuando Pablo sali¨® del corredor de la muerte, ?cierto?.
-Exacto, en 2016. Ahora est¨¢ una prisi¨®n de Broward County, en Fort Lauderdale, a m¨¢s de una hora de Miami. Hasta entonces estaba en el corredor de la muerte en un penal que hay en la frontera del estado de Florida con el de Georgia.
-?C¨®mo est¨¢ la familia?
-Por un lado contentos de estar en lo que esperamos que sea la recta final, pero nerviosos porque la fiscal¨ªa sigue pidiendo la pena de muerte. Han tenido que pasar por un suplicio infinito.
-Especialmente su mujer, ?no?
-Mire, me emociono cada vez que abordo el tema de Tanya. Ten¨ªa 16 a?os en 1994, cuando se producen los asesinatos de Miramar. Sal¨ªa con Pablo, que era mayor que ella. La chica pertenec¨ªa a una familia portorrique?a que es cat¨®lica, apost¨®lica y romana. Aprovechando un viaje de los padres a Irlanda, Pablo se las ingeni¨® para dormir con ella una noche, pero su hermana les sorprendi¨® y se mont¨® una buena. Inmediatamente hizo varias llamadas a Irlanda que est¨¢n reflejadas en una factura.
-Eso fue en el d¨ªa del crimen, ?no?
-S¨ª, la coartada de Pablo tiene varios testigos y pruebas de llamadas telef¨®nicas desde Estados Unidos a Irlanda. Tania nunca le ha dado la espalda a Pablo, se cas¨® con ¨¦l cuando estaba en el corredor de la muerte y le iba a visitar todos los s¨¢bados con un viaje de cuatro horas de ida en coche y cuatro de vuelta. Ha dedicado su vida a su novio primero y, luego, esposo. Ahora tiene 40 a?os y toda su existencia la ha sacrificado por ¨¦l.
-?Por qu¨¦ y c¨®mo le inculpan a Pablo?
-Por un error de un chaval que quiso, como muchos, ganar un dinero f¨¢cil y r¨¢pido. Pablo siempre ha dicho: 'No soy un santo, pero tampoco un asesino'. Le detuvieron por un altercado tras un asunto de trapicheo de drogas y alguien dijo en comisar¨ªa que ese chico se parec¨ªa al del v¨ªdeo de la casa de Miramar.
-?Qu¨¦ pruebas se presentaron entonces?
-Un video borroso y un testimonio que no se sostiene. La Justicia hizo un llamamiento ofreciendo una recompensa econ¨®mica a quien supiera algo del tema y tuviera pruebas se pusiera en contacto con la polic¨ªa. Sali¨® un te¨®rico testigo que aseguraba haber visto a Pablo en el asiento del copiloto de un coche que sal¨ªa de la casa y con el que coincidi¨® en un sem¨¢foro. El mismo dura 17 segundos, seg¨²n ¨¦l mir¨® por el retrovisor pero los cristales de los dos coches ten¨ªan cristales tintados. Imag¨ªnese la fuerza de esas pruebas. Y luego en comisar¨ªa una rueda de identificaci¨®n claramente ama?ada.
-?Y por qu¨¦ tuvo una mala defensa de oficio?
-Yo no estoy en contra de los abogados de oficio, ni all¨ª ni aqu¨ª. Pero ¨¦ste coincidi¨® con Pablo en prisi¨®n por un delito de violencia de g¨¦nero. Fue incre¨ªble para ¨¦l encontrarse en la c¨¢rcel con el letrado que le ten¨ªa que haber defendido como Dios manda.
-A partir de ah¨ª, la traves¨ªa por el desierto y la b¨²squeda de fondos para pruebas periciales, de ADN, de huellas, para contratar abogados¡
-S¨ª, el presupuesto que manejamos ahora para este juicio que se est¨¢ celebrando es de 1,3 millones de d¨®lares. Hemos conseguido partidas de la Comunidad Aut¨®noma Vasca, de los Presupuestos Generales del Estado y de los de la Diputaci¨®n Foral de Gipuzkoa. En los dos primeros casos, son cantidades destinadas a la defensa letrada de ciudadanos que afronten condenas a muerte en el extranjero. El dinero costea las minutas de abogados y el montante de las pruebas periciales. Con lo de la Diputaci¨®n, podemos costear los pocos gastos de la Asociaci¨®n, mantener la p¨¢gina web o hacer campa?as y convocatorias para la prensa por ejemplo.

-?C¨®mo naci¨® la 'Asociaci¨®n contra la Pena de muerte Pablo Ibar'?
-Conoc¨ª a los familiares en una tertulia de ETB y a partir de ah¨ª empezamos a colaborar. Yo entonces era el presidente de la secci¨®n espa?ola de Amnist¨ªa Internacional.
-Tambi¨¦n tienen una campa?a de crowdfunding, ?no?
-S¨ª. Con las aportaciones de las instituciones hemos cubierto un 84 %. Gracias a las donaciones llevamos m¨¢s de 20.000 euros. Todav¨ªa nos queda bastante, pero todo suma.
-?Han recibido ayudas del deporte? Su t¨ªo fue el boxeador Urtain y su padre jug¨® a cesta punta en Florida.
-Hubo un festival de pelota en Zarautz en 2016 y la taquilla se destin¨® a la defensa.
-Y, ?de otros espectros sociales?
-Los pol¨ªticos en general se han portado muy bien. El frente com¨²n se forma al tratar de combatir la pena de muerte, algo que no se puede defender en ning¨²n sitio. Hay pocos ejemplos en el Parlamento Vasco y en Madrid de que se pongan todos los partidos pol¨ªticos de acuerdo y act¨²en con unanimidad. Hay actores, como Alex Gadea, Maitena Salinas y Alberto Delgado, que tambi¨¦n est¨¢n muy activos en las redes sociales. Es de agradecer por la notoriedad que nos dan.
-?Qu¨¦ panorama se dibuja ahora?
-Hay tres posibilidades: no culpable, culpable o juicio nulo.
-Vamos con la opci¨®n 1¡
-Quedar¨ªa libre y se vendr¨ªa a vivir al Pa¨ªs Vasco con Tanya, su mujer. Otro ejemplo de la dedicaci¨®n de ella a su marido. Vuelvo a recordar que se cas¨® con ¨¦l en el corredor de la muerte.
-Opci¨®n 2¡
-No quiero ni pensar en ella. Est¨¢ claro que recurrir¨ªamos y tratar¨ªamos de hacer todo lo posible para evitar que se ejecute una condena a muerte.
-?Y la 3?
-Tampoco nos apetece nada contemplarla. Habr¨ªa que empezar de nuevo de cero.
-?Son ustedes optimistas ahora mismo?
-Mire, ya no funcionamos en clave de esperanza, ni de optimismo, ni de pesimismo. Funcionamos en clave de determinaci¨®n. Y en esas estamos ahora.
-Le noto un poco cansado de todo.
-Las cosas funcionan as¨ª en Estados Unidos, a base de dinero. Ha sido un trabajo de hormiguitas. Por otro lado, hay que comprender que, al estar siguiendo todas las sesiones d¨ªa a d¨ªa, por la diferencia horaria con Florida, me acuesto a las 4 o a las 5 de la ma?ana todas las noches. Hablo con los abogados, me dan sus sensaciones y ese tipo de cosas.
-D¨¦jeme que le invite a los caf¨¦s.
-No, tranquilo. Este es mi territorio. Llevo ya unos cuantos a estas horas.