Las cinco razones del colapso de los Cleveland Indians
La Tribu tendr¨¢ que esperar un a?o m¨¢s y ser¨¢n ya 70 desde su ¨²ltimo t¨ªtulo de las Series Mundiales, pero intentamos explicar los motivos de su eliminaci¨®n.

Si hab¨ªa una certeza casi absoluta cuando empezaron los playoffs de este a?o en la MLB es que los Cleveland Indians se perfilaban como el equipo m¨¢s equilibrado de los diez que se hab¨ªan ganado el derecho a optar al t¨ªtulo de las Series Mundiales. Con un bloque soberbio a todos los niveles en los que no hab¨ªa ninguna grieta obvia a simple vista, la Tribu se presentaba como el m¨¢ximo favorito a ganar para levantar el trofeo del comisionado por primera vez desde 1948¡ salvo por el hecho de que no lo har¨¢n, al menos esta temporada.
A fin de cuentas, esto es b¨¦isbol, ?no?
La naturaleza imprevisible del deporte ha vuelto a hacer de las suyas a la hora de poner palos en las ruedas de los de Ohio que se sumar¨¢n a la casi interminable lista de equipos que en la era Wild Card y habiendo sumado 100 o m¨¢s victorias, no se proclaman como campeones y nos impide ver el primer cruce entre dos trasatl¨¢nticos como hubiese sido una serie contra los Houston Astros desde que en 1977 cruzasen sus caminos los Kansas City Royals y los New York Yankees en el inicio de la leyenda de Reggie Jackson, el propio Sr. Octubre, con los del Bronx.
Sea como fuere, no se le puede poner ni una sola pega a la prodigiosa campa?a de los Indians, que establecieron el r¨¦cord de triunfos consecutivos con 22 en la historia de la Liga Americana y que ganaron 33 de los 37 ¨²ltimos encuentros de temporada regular¡ antes de que todo saliese mal y perdieran tres partidos seguidos por primera vez en m¨¢s de dos meses.
Por este motivo, parece interesante resaltar distintos aspectos que han contribuido a la eliminaci¨®n de Cleveland Indians y que pone en perspectiva la impresionante haza?a que han protagonizado los Baby Bombers dirigidos por Joe Girardi.
1. La fortaleza de su rotaci¨®n no se hizo notar en la serie
Si algo diferencia la candidatura de los Indians respecto al a?o pasado es el trabajo milagroso que hizo Terry Francona a la hora de componer una rotaci¨®n que ten¨ªa a Corey Kluber y poco m¨¢s para rozar con la yema de los dedos el t¨ªtulo. En esta ocasi¨®n, todo se presentaba mejor y despu¨¦s de ver a Trevor Bauer en el primer partido, ya se pensaba que todo segu¨ªa el gui¨®n previsto¡ salvo porque no fue el caso.
Corey Kluber no pudo ofrecernos el excelso nivel habitual al que nos tiene acostumbrados y han surgido rumores sobre que sus molestias en la espaldas volvieron a aparecer en un momento tan inoportuno. Tal como suele ser habitual en ¨¦l, ¡®Klubot¡¯ neg¨® la mayor, pero ser¨ªa una explicaci¨®n l¨®gica ante unas dificultades que le impidieron superar la cuarta entrada en ambas actuaciones y eso es algo que suele hacer casi con los ojos cerrados.
2. Andrew Miller no estuvo igual que el a?o pasado
Eso resulta tremendamente cruel, pero cierto al mismo tiempo. El zurdo, que es uno de los mejores relevistas de la actualidad sino el mejor, no estuvo inmaculado como durante la inmensa mayor¨ªa de los playoffs del a?o pasado antes de mostrar signos de agotamiento en el s¨¦ptimo encuentro de la final contra los Cubs.
En esta ocasi¨®n, Miller no se mostr¨® tan firme y autom¨¢tico como de costumbre y permiti¨® la carrera decisiva en un duelo zurdo contra zurdo ante Greg Bird que decidi¨® el tercer encuentro y el comienzo de la remontada de los Yankees. Se redimi¨® en su formidable relevo del ¨²ltimo partido, pero ya era demasiado tarde.
3. El ataque perdi¨® su identidad
Si algo caracteriz¨® al ataque de los Cleveland Indians durante el transcurso de la temporada regular fue su gran capacidad para generar ofensiva manteniendo unos niveles de contacto soberbios en la ¨¦poca actual, con home runs y strikeouts por doquier. El porcentaje de eliminaciones por v¨ªa tres strikes durante el a?o fue de un 18.5%, solo mejorado por los Houston Astros, mientras que los Yankees lograron ejecutar su game plan y que los turnos fuesen r¨¢pidos sin mostrar la paciencia debida y expandiendo su zona de strike hasta acumular un 37.1% durante la serie, que es un ratio insostenible para cualquier jugador y menos para todo un equipo.
Ah¨ª empez¨® la debacle ante su incapacidad para poner la pelota en juego y anotar desde tercera cuando hab¨ªa menos de dos outs como ocurri¨® con el triple de Kipnis en la derrota por 1-0 del tercer partido. Fiarlo todo al home run no result¨® muy rentable.
4. La baja de Edwin Encarnaci¨®n
Cuando se inici¨® la offseason anterior, los Indians ten¨ªan muy claro que ten¨ªan que conseguir ese bate referencial que anclara el resto del turno de bateo y consiguieron a su hombre en Encarnaci¨®n, que firm¨® por 3 a?os y 60 millones de d¨®lares para lograr 38 home runs y 107 carreras impulsadas.
Su inoportuno esguince de tobillo en el segundo partido y consiguiente baja para el resto de aquel encuentro m¨¢s los dos siguientes form¨® un boquete que nunca pudo llenar un Michael Brantley falto de rodaje y contribuy¨® a que Francisco Lindor y Jos¨¦ Ram¨ªrez, dos de las m¨¢s rutilantes estrellas j¨®venes del equipo y de la competici¨®n intentasen hacer demasiado. Regres¨® para el ¨²ltimo partido, pero no contribuy¨® a evitar que la marca de bateo de la Tribu llegase al .171 y solo un inminente agente libre como Jay Bruce estuvo a su nivel o incluso por encima de lo esperado.
5. Los fallos en defensa
Dentro del soberbio grupo de cualidades que presentaba la Tribu, su defensa era una de las m¨¢s notables con solidez en todas las posiciones aunque la aventura con Jason Kipnis como exterior central era un potencial quebradero de cabeza que les podr¨ªa pasar factura como pas¨® con el ¨²ltimo partido del a?o pasado con Tyler Naquin en esa misma posici¨®n.
Sin embargo, Kipnis no fue el mayor de los problemas sino que el grupo cometi¨® siete errores en los ¨²ltimos dos encuentros que ¡®regalaron¡¯ siete carreras para los Yankees y complicando much¨ªsimo sus opciones de victoria.
Los Cleveland Indians volver¨¢n a ser un equipo muy poderoso en 2018 porque la parte fundamental de este bloque seguir¨¢ junta, pero la previsible marcha de Jay Bruce supondr¨¢ que la Tribu tenga que volver a reinventarse para saldar cuentas con el b¨¦isbol y con el poso que les queda de ocasi¨®n desaprovechada.
No sabemos si el a?o que viene estar¨¢n mejor el actual porque es muy dif¨ªcil conseguirlo, pero se dice que hay que aprender de las derrotas y este proceso espera hacer de estos Indians un grupo m¨¢s unido y s¨®lido en un imprevisible octubre que tantas tristezas ha creado a lo largo de la historia.