Previa NFC Norte 2016: Vikings y Packers aspiran a todo
El ataque de Aaron Rodgers y la defensa de Zimmer convierten a Green Bay y Minnesota en aspirantes al anillo, en una divisi¨®n de dos velocidades
Despu¨¦s de que Green Bay Packers ejerciera un dominio aplastante en esta divisi¨®n, los Minnesota Vikings consiguieron alzarse con un t¨ªtulo que no pose¨ªan desde 2009, cuando un veteran¨ªsimo Brett Favre comandaba el equipo y un joven Adrian Peterson nos empezaba a mostrar lo grande que llegar¨ªa a ser.
El trabajo bien hecho, y la paciencia, suele recompensar a las franquicias que tienen la capacidad de llevarlas a cabo. Los Vikings llevan trabajando muy bien desde los despachos desde hace alg¨²n tiempo y la llegada de Mike Zimmer les ha dado ese mismo trabajo en el emparrillado. Desde que cogi¨® las riendas del equipo en 2014, la franquicia de Minneapolis ha ido creciendo en su juego, partido a partido, hasta levantar el t¨ªtulo divisional en el curso pasado, con todo merecimiento y derrotando en el ¨²ltimo partido de liga regular a los grandes favoritos en su casa, en el temido Lambeau Field. Todo un ejemplo de fuerza. Es m¨¢s, si Walsh no hubiese errado ese field goal frente a los Seahawks, en playoffs, los Vikings hubiesen sido un rival muy duro para cualquier contendiente al anillo.
Por todo esto que os estoy contando, los Vikings se merecen toda la confianza del mundo por parte de sus seguidores, as¨ª como la etiqueta de favoritos, que mucha gente le pone, para ganar por segundo a?o consecutivo la NFC Norte.
Su mayor fortaleza es su defensa. Zimmer ha creado una de las unidades defensivas m¨¢s temibles por toda la NFL. Mientras se mantuvo sana su columna vertebral, anotar a estos Vikings era una tarea de titanes. Esta columna est¨¢ formada por Linval Joseph, Everson Griffen, Anthony Barr y Harrison Smith. El front-7 es de lo mejor que puede haber en toda la liga. Su l¨ªnea defensiva es muy buena contra el juego terrestre y posee un rush exterior temible de la mano de Griffen, el cual est¨¢ alcanzando la plenitud de su juego de la mano de su head coach. Por detr¨¢s de esta l¨ªnea aparecen dos hombres que est¨¢n llamados a ser estrellas absolutas. Uno ya lo es. La progresi¨®n de Anthony Barr es descomunal. A su poder¨ªo entrando a presionar al quarterback se le une un juego contra el pase cada vez m¨¢s amplio. La otra parte de este d¨²o es un Eric Kendricks que nos dej¨® claro que todo lo que se hablaba de ¨¦l pre-draft era completamente cierto. El chico tiene unos instintos para jugar a este deporte fuera de lo com¨²n.
Y, por ¨²ltimo, la secundaria tiene a uno de los tres mejores safeties en el planeta football. Harrison Smith se encarga de que la zona profunda sea un campo minado, aunque es cierto que no terminan de conseguirle un compa?ero que le haga un poco m¨¢s f¨¢ciles las cosas.
En el ataque, Bridgewater debe seguir dando pasitos hacia delante, exactamente como est¨¢ haciendo hasta ahora. El peso de la ofensiva volver¨¢ a recaer sobre las espaldas de su m¨¢xima estrella, Adrian Peterson, pero el joven QB tiene que ir ganando su espacio para tomar las riendas cuando ¡°All Day¡± Peterson flojee, que la edad no perdona ni a uno de los m¨¢s grandes de la historia de este deporte. Para que Bridgewater brille a¨²n m¨¢s, la gerencia del equipo le drafte¨® a uno de los mejores WR que salieron en el ¨²ltimo draft. Laquon Treadwell llega para darle un arma que no tuvieron el a?o pasado. Un receptor grande, con buenas manos y que es capaz de jugar tanto rutas medias, como rutas profundas. Veremos si Teddy se atreve m¨¢s con lanzamientos largos marca de la casa Norv Turner. Diggs, y el tight end Rudolph, ser¨¢n las otras dos amenazas m¨¢s importantes para los Vikings.
Los destronados Packers quieren?recuperar su corona y para ello no hay mejor noticia que la vuelta de su receptor estrella: Jordy Nelson. Aunque, a principios del curso 2015, no parec¨ªa que se iba a notar mucho su baja, los resultados, y sobre todo las sensaciones, fueron muy clarificadoras. Nelson es vital para el ataque comandado por Rodgers. Solo los milagros del mejor quarterback de la liga permitieron a los Packers no acabar una temporada como el rosario de la Aurora.
Los problemas en el ataque, m¨¢s all¨¢ de la baja de Nelson, tambi¨¦n vinieron por el nulo juego de carrera y por una l¨ªnea ofensiva que daba una de cal y cuatro de arena. La espeluznante (por mala) forma f¨ªsica de Eddie Lacy lastr¨® la carrera toda la campa?a, solo tuvo apariciones espor¨¢dicas en un jugador al que se le exige much¨ªsimo m¨¢s. Parece que esta off-season ha estado trabajando muy duro en el gimnasio y amenaza con ser ese martillo que fue en sus dos primeras temporadas. Al igual que Lacy, la decepci¨®n con Davante Adams fue may¨²scula. ?l ten¨ªa que haber sido el que diera un paso adelante ante la lesi¨®n de Nelson y lo que hizo fue dar dos pasos para atr¨¢s. Randall Cobb se qued¨® sin espacios para correr rutas y tuvo que jugar de casi todo en ese ataque, incluso saliendo desde el backfield para poder abrir un poco el campo. Se espera que tanto la OL como los receptores sean capaces de ayudar a Rodgers a llevar al equipo a ese nivel ofensivo que demostr¨® en 2015, donde fueron una m¨¢quina casi imposible de defender.
La defensa fue la nota m¨¢s positiva de todo el curso pasado, aunque todos tengamos en la retina esa carrera de Fitzgerald quit¨¢ndose defensores como si estuviese jugando contra ni?os. Las elecciones en la secundaria de Ted Thompson en el draft se acoplaron perfectamente al estilo Capers. La l¨ªnea jugaba bien y Matthews ocupaba distintas posiciones donde ayudaba a toda la unidad a ser mejor. Ahora todo hace indicar que Clay volver¨¢ al exterior y sus funciones pasar¨¢n, principalmente, a ser ese rusher demoledor de sus comienzos en la NFL. Veremos si la decisi¨®n es acertada o no, porque el agujero en la zona de linebackers crece ante su ausencia. Jake Ryan, Sam Barrington y el rookie Blake Martinez ser¨¢n los que se encarguen de tapar dicho agujero.
Green Bay, mientras mantenga de QB a Aaron Rodgers, siempre deber¨¢ ser considerado un candidato a todo. Nadie cuenta con un jugador tan excepcional y que te hace creer en que cualquier cosa puede pasar cuando el bal¨®n est¨¢ en sus manos. Por esto, y por otras virtudes, los Packers deben luchar por recuperar el trono perdido. Sin duda, los m¨¢ximos rivales que tendr¨¢n los Vikings.
La NFC Norte se ha fraccionado en dos partes. En la parte alta tendremos a los dos equipos antes mencionados, mientras que por abajo nos encontramos con dos franquicias que no terminan de tener un estilo claro y que muestran muchas dudas de cara a la temporada que se avecina. Los Detroit Lions y los Chicago Bears deben mostrar alguna mejora, sin prisas, en este 2016.
Los Lions no tuvieron el ¨¦xito que esperaban cuando reconstruyeron su defensa el verano pasado. Si a esto le unimos las lesiones en jugadores clave para ellos, caso de Levy y de Mathis, la tarea result¨® harto complicada. Nunca fueron esos Lions temibles de a?os anteriores y lo pagaron con demasiadas derrotas. Sin embargo, la explosi¨®n de Ziggy Ansah debe servir como revulsivo a una unidad que recuperar¨¢ a Levy y que tiene una serie de cornerbacks j¨®venes muy prometedores, que le pueden dar una seguridad en la retaguardia bastante importante. Los Slay, Lawson o Diggs son jugadores que se desenvuelven bien en coberturas individuales y presionantes, justo lo que necesita recuperar esa defensa: la dureza y agresividad.
En el ataque tenemos la noticia de este verano. Calvin Johnson decidi¨® retirarse mucho antes de lo que todos los aficionados a este deporte dese¨¢bamos. Megatron ya no ser¨¢ el chaleco salvavidas al que se aferraba Matthew Stafford y ahora es cuando se abre el abanico de incertidumbres alrededor de este jugador. Stafford ha sido capaz de mostrarnos pases estratosf¨¦ricos junto con errores infantiles incomprensibles en un profesional. Para intentar paliar la baja de Johnson, la gerencia de los Lions firmaron a Marvin Jones en la Agencia Libre. Jones es un excelente WR2, pero est¨¢ por ver si su rendimiento ser¨¢ el mismo cuando tenga m¨¢s protagonismo. Golden Tate se erige como WR1 dado su rendimiento estos dos ¨²ltimos a?os. Cuando Johnson fue baja por lesi¨®n, Tate cogi¨® el testigo y tuvo actuaciones sobresalientes. Sin embargo, esto fue puntual, y la misma duda que tenemos con Jones se traslada a Tate. Ninguno de los dos son WR1, pero son de lo mejor de la liga como WR2. Eso s¨ª, el ataque se volver¨¢ muy din¨¢mico e imprevisible por la capacidad de ambos de ganar yardas after catch y por su movilidad y buenas manos en zonas medias.
Los Bears, a priori, se presentan como el equipo m¨¢s d¨¦bil de la divisi¨®n. La marcha de Adam Gase ser¨¢ muy complicada de paliar ya que su trabajo, con un ataque con tantos problemas como los que tuvo Chicago el a?o pasado, fue muy bueno. Gase consigui¨® ¡°domar¡± a un Cutler que es la debilidad y la virtud de esta ofensiva. Si Cutler est¨¢ centrado vemos un ataque que puede crearle dificultades al m¨¢s pintado. Si Cutler pasa de todo, los Bears caen en picado. Es duro hablar as¨ª, pero es lo que nos demuestran a?o tras a?o ¨²ltimamente. Este a?o se espera con ansias a Kevin White. Si Jeffery se mantiene sano, la pareja que pueden formar ser¨¢ terror¨ªfica. Por ¨²ltimo, la marcha de Forte da oportunidades a dos corredores muy j¨®venes y de los que se espera mucho: Jeremy Langford y Ka¡¯deem Carey.
Sin embargo, John Fox y Vic Fangio tienen que hacer algo con esa defensa. Los Bears han sido un equipo maleable cuando tocaba defender, con poca capacidad de presionar al QB rival y con una secundaria demasiado blandita. Se ha reforzado la unidad de MLBs con dos nombres importantes como son Trevathan y Freeman, y sus OLBs tienen mucha calidad (Houston y McPhee), as¨ª que el interior de la DL debe ser donde concentren todo su trabajo para que el front-7 ayude a una secundaria que sigue creando muchas dudas.