Las batallas en el training camp de los Cincinnati Bengals
La presi¨®n en Cincinnati no s¨®lo afectar¨¢ a los jugadores. Los nuevos t¨¦cnicos deben mantener la competitividad de una plantilla de calidad.

La batalla contra el sue?o cuando suena el despertador. Contra el tr¨¢fico. Contra el jefe intransigente o el compa?ero impertinente. Contra el tr¨¢fico otra vez. Contra la implacable hipoteca y el final de mes¡ Batallas, batallas, batallas¡ Toda la vida es una continua batalla con escasas y preciosas treguas de paz. Para los jugadores que buscan su hueco en la NFL, el training-camp s¨®lo es una m¨¢s de ellas. La batalla por destacar entre los compa?eros. Por mantenerse alejado de tentaciones o malas compa?¨ªas en este mundo globalizado donde no existen secretos. Por asimilar cuanto antes los conceptos que pretenden implantar los entrenadores. Contra la naturaleza que hace resistirse a los cuerpos a perder un kilo m¨¢s, a correr una d¨¦cima m¨¢s r¨¢pido. Contra las inoportunas lesiones. Contra las agujetas y los golpes que te har¨ªan desear continuar en la cama el resto del d¨ªa. Y s¨®lo es el principio. La ansiada recompensa es tener m¨¢s de lo mismo, pero m¨¢s intenso y durante m¨¢s meses. Bendita locura.
De todas las batallas de training-camp, las que llevan aparejada como premio la titularidad son sin duda las m¨¢s llamativas, pero distan de ser las m¨¢s dram¨¢ticas. El cuarteto titular de la l¨ªnea defensiva bengal¨ª est¨¢ bien definido: Dunlap y Johnson en los DEs, y Atkins y ¨Ca mi pesar- Peko, en los DTs. Tras ellos, es donde se desencadena la lucha. Hunt y Clarke son los ¨²nicos DE con cierta experiencia, y por consiguiente, los m¨¢ximos favoritos a permanecer en plantilla como suplentes. Pero su irrelevancia durante los a?os que llevan el equipo, sumada a la reconversi¨®n del jugador de 2? a?o Hardison de DT a DE, puede hacer que sobre uno de los anteriores. Para relevar a Peko, es segura la presencia de Billings por su condici¨®n de rookie, lo que son malas noticias para Sims. Como remplazo de Atkins aparecen el veterano Thompson y el undrafted Williams. Entre estos dos estar¨¢ en juego la ¨²ltima plaza de roster para esta l¨ªnea.
En la unidad de linebackers tienen dos prioridades: una urgente y otra necesaria. La urgente es encontrar un sustituto en el WLB para Burfict durante los partidos que est¨¦ sancionado. En principio, su lugar lo ocupar¨ªa Vincent Rey, pero sin un cambio en el comportamiento de Vontaze, el n¨²mero de partidos que pueda perderse en el futuro puede aumentar, y su falta de disciplina, provocar que los t¨¦cnicos se planteen no seguir depositando la responsabilidad de la defensa sobre ¨¦l. La necesaria es reemplazar en el centro de la zaga a Maualuga, un LB tirando a regulero, a quien s¨®lo la mediocridad de sus compa?eros ha mantenido en la titularidad tantos a?os seguidos. Resulta primordial encontrar una soluci¨®n mejor para el puesto de MLB, ya sea el propio Burfict rehabilitado y reinstruido, o el rookie Vigil. Por ¨²ltimo, pero no menos importante, encontrar una soluci¨®n a largo plazo en el SLB. El veterano Dansby es un nuevo parche temporal (Harrison y Hawk lo fueron en el pasado reciente) como consecuencia del lento desarrollo de los j¨®venes drafteados Dawson y Flowers. Para este a?o, no preveo serias amenazas al previsible tr¨ªo titular Burfict-Maualuga-Dansby, pero por la edad y controversia que arrastran, es probable que 2017 plantee un escenario donde varios de ellos no est¨¦n, y las opciones para los j¨®venes pretendientes a estos puestos pasan por hacerlo bien esta pretemporada, antes de que el club traiga nuevos aspirantes en el pr¨®ximo draft.
Para el final dejo la batalla con m¨¢s enjundia, la que se producir¨¢ en el grupo de wide-receivers. En todos sus frentes. Green es incuestionable como n¨²mero 1, y las bajas de Marvin Jones y Sanu ser¨¢n cubiertas por LaFell y Boyd respectivamente¡ en principio, aunque una baja forma del veterano, o una excesiva inmadurez del novato, podr¨ªan provocar el ascenso a la titularidad de otros WRs ahora mismo inesperados y que destaquen en el training-camp. Tate podr¨ªa ser una de esas sorpresas, aunque su mayor preocupaci¨®n ser¨ªa evitar que el joven Alford le quite el trabajo de retornador. El principal combate de Wright ser¨¢ consigo mismo para recuperar la forma tras su lesi¨®n. De hacerlo, su plaza como gunner en equipos especiales parece indiscutible. Para el resto, ser¨¢ todo o nada. El cielo, una titularidad que los favoritos no tienen asegurada; el infierno, ser cortados, o incluidos en el equipo de pr¨¢cticas como mal menor. Core, Kumerow, Bennett, Erickson y otros no-drafteados, a¨²n no tienen la puerta de la plantilla totalmente cerrada, pero deber¨¢n llamar con fuerza si pretenden que se les abra.
Por ¨²ltimo, recordar que este a?o se estrena como coordinador ofensivo Ken Zampese, y que el staff t¨¦cnico presenta 4 caras nuevas: Lazor en el puesto de entrenador de QBs dejado por Zampese, Haslett de linebackers, Burney de l¨ªnea defensiva y Coyle de secundaria. Ser¨ªa exagerado afirmar que los jugadores a su cargo partan de cero, pero es leg¨ªtimo que quienes no han disfrutado en el pasado de oportunidades piensen que ¨¦sta ser¨¢ su ocasi¨®n para llamar la atenci¨®n; y los veteranos establecidos, que deban volver a ganarse su confianza. Adem¨¢s, tambi¨¦n es un desaf¨ªo para estos nuevos entrenadores. Por un lado, tienen la responsabilidad de unos elevados est¨¢ndares que alcanzar; pero por otro, saben por sus predecesores de las posibilidades de promoci¨®n si hacen bien su labor. El nuevo curso, es un examen para todos.