Previa de la temporada NFL-2016 de Los Angeles Rams

tras la ilusi¨®n de la mudanza llega el ba?o de realidad

Mudarse es divertido. Ilusionante. El principio de una nueva etapa en la que todo ser¨¢ mejor en todos los aspectos. La mayor¨ªa hemos cambiado de casa alguna vez y hemos pensado que la nueva era m¨¢s luminosa, m¨¢s bonita, con mejores vistas, habitaciones m¨¢s amplias... Perfecta. Pero esa luna de miel dura pocas semanas, hasta que descubrimos que los vecinos son la familia Adams, el techo tiene goteras, la calefacci¨®n suena a cafetera o damos alojamiento gratis a un clan de cucas.

Los Rams hasta ahora han vivido la fase brillante de su traslado. La fiesta. De la aburrida St. Louis a la deslumbrante California, al coraz¨®n del segundo mayor mercado de EEUU. Un salto mortal del puesto quince del draft a la cima, para convertir el rostro de actor de Hollywood del quarterback californiano Jared Goff en la nueva imagen de la franquicia. Desmadre a lo bestia. Juerga y desenfreno. La envidia de la NFL en una offseason llena de alfombras rojas.

Pero despu¨¦s de las fanfarrias llega la resaca; el momento de ponerse a currar, de quitarse los postizos y descubrir la dura realidad. La hora de las goteras. Entonces nos encontramos con un Jeff Fisher que lleg¨® en 2012 para iniciar una reconstrucci¨®n que todav¨ªa estamos esperando. Con ese pasito para delante, seguido de un pasito atr¨¢s, s¨ªntoma inequ¨ªvoco de bucle a ninguna parte. Y con un manager general, Les Snead, que este a?o parece haber trabajado m¨¢s pensando en los focos que en un presunto proyecto deportivo.

La lista de bajas es terrible: Janoris Jenkins, Nick Fairley, Rodney McLeod, Chris Long, James Laurinatis¡­ gran parte de la columna vertebral de su defensa. Y ni en la agencia libre, ni en un draft sacrificado a la lujuria de la primera elecci¨®n global, se han planteado taponar tantas v¨ªas de agua. S¨®lo queda encomendarse a que Todd Gurley consiga abrirse camino en una l¨ªnea ofensiva de juguete, y a que Jared Goff justifique su elecci¨®n lanzando desde el primer d¨ªa pases como Zeus env¨ªa rayos. Y ni por esas.

Quiz¨¢ haya que plantearse que Kroenke quiera aprovechar que en sus dos primeros a?os en Los Angeles los Rams jugar¨¢n en el viejo Coliseum, para convertir ese periodo en un impasse perfecto que sirva para romper con todo el pasado, entrenador incluido. La mudanza de verdad no llegar¨¢ hasta dentro de dos a?os en su flamante estadio de Inglewood. Y entonces volver¨¢n, sin duda, la juerga y el desenfreno.

Y tambi¨¦n seguiremos hablando de agujeros y reconstrucci¨®n. Eso s¨ª, con mucho glamour¡­

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Las tres claves del equipo por Marco ?lvarez

1??Cu¨¢nta paciencia tendr¨¢ el propietario, Stan Kroenke, con su entrenador jefe y general manager? Tanto Jeff Fisher como Les Snead entran en su ¨²ltimo a?o de contrato. Aunque renovasen, a poco que se tuerzan las cosas uno de los dos o ambos podr¨ªan no acabar la temporada. La hipoteca concedida por Jared Goff puede ser el factor decisivo para un despido precipitado.

2?La adaptaci¨®n del n¨²mero uno del draft a la NFL se antoja decisiva en el futuro m¨¢s inmediato de los Rams. Goff ser¨¢ titular desde la primera semana, eso es algo tan seguro como que la noche sigue al d¨ªa. Aunque en principio el protagonismo del ataque lo deba llevar Todd Gurley, el quarterback rookie tiene que dar la talla si Los Angeles quiere dar un paso adelante.

3?Mientras se van construyendo el nuevo estadio y campo de pr¨¢cticas, los Rams tendr¨¢n que hacer un peque?o tour por el estado. Los entrenos de primavera, el training camp y los entrenamientos durante la campa?a se ir¨¢n haciendo en diferentes localizaciones. Todos este trasiego del equipo puede repercutir negativamente en el reinicio en Los Angeles.

Lo mejor?

Lo peor