Los j¨®venes mantienen a flote a los Dodgers
No hace falta mucho an¨¢lisis para afirmar que el plan de los Dodgers de Los ?ngeles no est¨¢ yendo como se esperaba. Al menos por ahora.
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El plan parec¨ªa perfecto. Hac¨ªa sol y todos sab¨ªan lo que ten¨ªan que hacer. Pero ay, la vida a veces se entromete en tus planes y bastan un par de casualidades para que acabes con un balazo en el vientre y te arrastren a un almac¨¦n abandonado en la 59 con Figueroa al sur de Los ?ngeles. Como le pasa al se?or Naranja en Reservoir Dogs, de Quentin Tarantino.
No hace falta mucho an¨¢lisis para afirmar que el plan de los Dodgers de Los ?ngeles no est¨¢ yendo como se esperaba. A punto de echar el cierre al mes de mayo, la novena angelina posee 25 victorias y 23 derrotas en su casillero. No es un balance terrible, pero la cima de la Divisi¨®n Oeste de la Liga Nacional pertenece a los Gigantes de San Francisco gracias a un r¨¦cord de 30-19.
Pero en Ch¨¢vez Ravine hay motivos para pensar que el golpe saldr¨¢ bien. Los Dodgers est¨¢n cuatro partidos y medio por detr¨¢s del equipo de la Bah¨ªa, pero las 25 victorias han llegado gracias al desempe?o de tres j¨®venes. Y de Clayton Kershaw, claro, pero Kershaw est¨¢ a otro nivel.
En un equipo con el mismo Clayton ¡®K¡¯, Adri¨¢n Gonz¨¢lez y Yasiel Puig, no se esperaba que Corey Seager, Joc Pederson y Trayce Thompson fueran la gran esperanza Dodger.
Seager tiene 22 a?os; Pederson, 24; y Thompson, 25. Si tuvieran la misma punter¨ªa con un rev¨®lver que con el bate, quiz¨¢ estar¨ªan vestidos de traje negro y gafas de sol caminando al ritmo de Little Green Bag y ser¨ªan los g¨¢ngsters m¨¢s molones de Los ?ngeles. El tr¨ªo es responsable de 22 jonrones de los 45 que llevan los angelinos.
El se?or Seager es quien m¨¢s hits ha conectado del equipo, y es posible que sea el bateador m¨¢s en forma de los Dodgers. Es una delicia verle fildear y batear, y cualquier aficionado del equipo se frota las manos imaginando hasta donde puede crecer este chico en todos los sentidos, porque mide 1,93 metros. La regularidad es su sello personal y el ¡®crack¡¯ del bate su sonido natural. En los 22 partidos del mes de mayo solo en 6 se qued¨® sin darle a la pelota.
Sobre el se?or Pederson se cierne siempre la sombra de la duda de su bipolar 2015. Porque antes del All-Star era el Doctor Jekyll, y despu¨¦s del All-Star se transform¨® en M¨ªster Hyde. ?Cu¨¢l es el aut¨¦ntico? De momento, el se?or Pederson de 2016 est¨¢ mejorando los promedios de su versi¨®n Jekyll.
Al se?or Thompson hay que aplaudirle su evoluci¨®n: desde el banquillo hasta un trabajo a tiempo completo en el exterior de la alineaci¨®n angelina, que le han valido para protagonizar atrapadas memorables. Tambi¨¦n ha sido notable su progresi¨®n dentro del orden de bateo: del octavo lugar ha subido hasta el quinto, se?al inequ¨ªvoca de que el entrenador, Dave Roberts, conf¨ªa en ¨¦l cada vez m¨¢s. Thompson ha demostrado que cuantos m¨¢s turnos al bate, mejor. En abril la mand¨® fuera del parque una sola vez. En mayo acumula seis home-runs y 14 carreras impulsadas. Thompson es un bateador de potencia, y su OPS (On base Plus Slugging) ha crecido de .697 a 1.042.
Los Dodgers ten¨ªan clara su hoja de ruta en invierno. No quer¨ªan cambios de planes ni imprevistos, por eso negaron cualquier posibilidad de traspasar a sus futuras estrellas. Una decisi¨®n que los propios j¨®venes han demostrado que era correcta.
La guinda la va a poner el mexicano Julio Ur¨ªas. Dave Roberts no estaba convencido del todo. Quiz¨¢ la ERA de 1.10 en Triple A termin¨® de convencerlo. Al fin y al cabo, el pitcheo de los Dodgers no domina tanto como deber¨ªa, con la excepci¨®n, por supuesto, de Clayton Kershaw. Todos en la organizaci¨®n de los Dodgers llevan tiempo esperando el debut de Ur¨ªas, que apunta a ser una sensaci¨®n en el mont¨ªculo a pesar de tener solo 19 a?os. El lanzador mexicano va a debutar este fin de semana en Nueva York, ante los Mets.
Como se confirmen los buenos augurios, los Dodgers tendr¨¢n otra joven estrella que no estaba invitada a la fiesta. Otro perro de reserva. As¨ª es imposible que los golpes salgan mal.