New York Giants 26 ¨C New England Patriots 27
Los Patriots se sobreponen a su maldici¨®n con los Giants
New England gana con un field goal en el ¨²ltimo segundo a unos Giants que destaparon todas sus carencias durante casi todo el encuentro.
Definitivamente, los Patriots le tienen alergia al azul. Cada vez que ven un casco de Nueva York sufren un colapso completo que les convierte en un equipo desconocido, incapaz de usar sus armas, de rendir al ciento por ciento. Los Giants son la horma del zapato de New England. Pero los de Nueva York se bastan y se sobran solos para perder cualquier partido por muy ganado que parezcan tenerlo. Y en los ¨²ltimos minutos del Giants-Patriots volvimos a ver c¨®mo Bill Belichick es un dios del tiempo, capaz de sacar petr¨®leo de cada segundo, pedir los tiempos muertos justo en el momento exacto y elegir cada jugada con precisi¨®n quir¨²rgica.
Sin embargo, los Giants parecen nuevos ricos. Derrochan el tiempo como si les sobrara. Y en esos instantes decisivos, cuando la tensi¨®n bloquea la mente y el coraz¨®n se sale de la boca, parecen funcionar a golpe de intuici¨®n. Con muy buenas intenciones, pero muy poca cabeza.
A falta de 2:34, Eli Manning conect¨® con Dwayne Harris un pase de 30 yardas que llev¨® a los Giants hasta la yarda 28 de New England, Belichick pidi¨® su primer tiempo muerto de la segunda mitad, par¨® el reloj en 2:14 e, incre¨ªblemente, los de Coughlin perdieron completamente la iniciativa en ese preciso instante.
El resultado fue que 27 segundos despu¨¦s los Giants se adelantaban 26-24 y los Patriots recuperaban el bal¨®n con un minuto y 47 segundos para alcanzar la distancia de field goal. Y por muy mal que estuviera jugando Tom Brady, que tuvo una de sus peores actuaciones de los ¨²ltimos tiempos, es una utop¨ªa pensar que no va a ser capaz de atravesar el campo para dejar el bal¨®n de la victoria en las piernas de Gostkowski. Y es igual de ut¨®pico pensar que el kicker de New England va a fallar una patada decisiva de54 yardas. As¨ª que, por mucha alergia que tengan al azul, mucha horma de zapato y mucho colapso, los Patriots se llevaron la victoria y dejaron con dos palmos de narices a unos Giants que hab¨ªan jugado mejor que ellos gran parte del encuentro.
Los de New England empezaron bien. De lujo. Con una serie marca de la casa, combinando pases y carreras para volver loca a la defensa local. Touchdown de Chandler tras m¨¢s de ocho minutos de orquesta sinf¨®nica y festival en el horizonte. Pero la fiesta se acab¨® en 50 segundos, que fue el tiempo que tard¨® Eli Manning en conectar con Odell Beckham para anotar un touchdown de 87 yardas.
Empate a siete en el marcador y runr¨²n de partidazo en las gradas. A partir de ese momento la l¨ªnea ofensiva de los Patriots empieza a hacer aguas como en los ¨²ltimos partidos, la secundaria se las ve y se las desea para sobrevivir a Beckham, Harris, Tye y compa?¨ªa, Edelman se marcha al vestuario con una lesi¨®n en el pie, y los Patriots orgullosos del resto de la temporada se convierten en un equipo con problemas que intenta sobrevivir a base de veteran¨ªa y casta.
Los de Belichick volvieron a adelantarse con un field goal (7-10). Un fumble de Manning en la yarda 16 de sus rivales salv¨® moment¨¢neamente la papeleta a New England, que a esas alturas empezaba a acurrucarse en las cuerdas. Antes del descanso, los Giants empataron con un field goal y se adelantaron (17-10) con un touchdown de Harris de una yarda, mientras los aficionados de New England lloraban la baja de Edelman que parec¨ªa imposible de suplir con el mal cariz que estaba tomando el partido para ellos.
Tras el descanso, los Patriots se escondieron en las trincheras, abrieron el paraguas y esperaron a ver si escampaba. Los primeros s¨ªntomas no fueron buenos para ellos. Nuevo field goal de los Giants. 20-10 en el marcador, dos anotaciones de ventaja y pocas ideas en la banda de Belichick. Pero entonces empez¨® la locura. Amendola retornaba un punt y, cuando el touchdown parec¨ªa inevitable, su compa?ero Harmon le zancadilleaba inexplicablemente para dejar el bal¨®n en la yarda 7 rival. La incredulidad surcaba la grada. Aunque Blount solvent¨® el error con un touchdown de carrera de una yarda. 20-17.
Los Giants devolv¨ªan el golpe con otro field goal (23-17) y agobiando m¨¢s que nunca a Tom Brady, incapaz de sobreponerse a la presi¨®n, nervioso e impreciso. El quarterback sufri¨® un fumble para inaugurar el ¨²ltimo cuarto, pero se resarci¨® en la siguiente serie con un pase de 76 yardas para touchdown a Gronkowski, que siempre aparec¨ªa cuando m¨¢s falta hac¨ªa (23-24). Parec¨ªa imposible, pero los Patriots, con dos golpes de genio, hab¨ªan conseguido darle la vuelta al marcador.
A esas alturas la secundaria de New England parec¨ªa mejor ajustada y Amendola supl¨ªa la baja de Edelman ofreci¨¦ndose constantemente y multiplic¨¢ndose como nunca. Incluso los Patriots tuvieron la oportunidad de sentenciar el encuentro con un drive que les llev¨® hasta la l¨ªnea de gol rival, pero que termin¨® con Brady lanzando una intercepci¨®n que devolvi¨® el bal¨®n a los Giants con seis minutos por jugar y la victoria al alcance de la mano.
Pero entonces apareci¨® Belichick como dios del tiempo, y los Giants volvieron a improvisar, como casi siempre, en una pat¨¦tica gesti¨®n del reloj en los momentos finales.
Victoria para los Patriots que conservan la imbatibilidad, pero esa pel¨ªcula ya la vimos hace algunos a?os en temporada regular. Seguro que, despu¨¦s de la experiencia vivida, a los de Belichick no les importa qui¨¦n pueda ser su rival en una hipot¨¦tica Super Bowl¡ con tal de que no sean los Giants.