La NFL es due?a y se?ora de su imagen para hacer lo que quiera
A una liga seria y bien organizada no se la pueden andar exigiendo excepciones en el vestuario ni solidaridades a la carta.

La noticia de que la NFL ha denegado a DeAngelo Williams la posibilidad de vestir algo rosa durante toda la campa?a para honrar la memoria de su madre muerta?por c¨¢ncer de mama ha sido una de las m¨¢s controvertidas de toda la semana. La liga dedica el mes de octubre a concienciar sobre esta enfermedad y luce el color rosa en vestimentas, adornos, anuncios y todo tipo de objetos y personas que est¨¢n sobre el campo en los partidos. Parece, pues, que tiene cierta l¨®gica dejar que alg¨²n jugador con especial inter¨¦s por el tema contin¨²e con ello el tiempo que estime.
Pero, por supuesto, no la tiene.
La NFL es una organizaci¨®n inmensa y, como tal, ha de cuidar lo m¨¢ximo posible de todos los aspectos sobre los que tiene influencia. Ante un tama?o tan descomunal lo ¨²nico que funciona es la creaci¨®n de unas leyes homog¨¦neas de obligado cumplimiento que sirvan para todos los casos. Recalco el para todos. Porque lo contrario se vuelve ingobernable.
El c¨®digo de vestimenta sobre el campo recae en la propia liga. Es su producto. Y ha de estar controlado para que no se convierta en un caos. Es por eso que no puede dejar que ning¨²n jugador se lo salte en ninguna circunstancia, porque la creaci¨®n de excepciones s¨®lo puede llevar a subjetividades que las leyes, aunque sean las de vestimenta, no pueden permitirse pues es eso, en esencia, lo que combaten.
Puede parecer que honrar el fallecimiento de una madre es uno de los motivos m¨¢s l¨ªcitos para ser flexible en una norma. Pero seguir¨ªa siendo un asunto subjetivo y personal ajeno a lo que una ley debe ser, objetiva y as¨¦ptica. Si abres la espita en esto no tardar¨¢n en aparecer jugadores con ansias de recordar a sus madres, padres, abuelos, hermanos... hasta perros, gatos y, al poco, m¨®viles o coches. Que los conozco. Y no os quiero contar las bizarras ideas est¨¦ticas que se les ocurrir¨ªan. Poned el l¨ªmite que se os ocurra (s¨®lo familiares directos, s¨®lo seres vivos, s¨®lo m¨®viles o coches de patrocinadores oficiales...) y aparecer¨¢n las excusas, lamentos y excepciones por doquier pues "yo a mi tata la quer¨ªa como a una madre, no se me puede hacer esto", "no muri¨® de c¨¢ncer sino de cirrosis, as¨ª que me visto de verde lim¨®n", "en ese m¨®vil ten¨ªa fotos de aquel burdel de Philadelphia y una parte de m¨ª muri¨® con ¨¦l". O se cumple la regla o no, y en el no inicial, primigenio, natural de DeAngelo Williams est¨¢ incluido el inicio de las subsiguientes excepciones y agravios comparativos.
Es muy injusto, tambi¨¦n, decir que la NFL es insensible. Es que, ver¨¦is, est¨¢ en todo su derecho. Es una organizaci¨®n comercial. Y punto. DeAngelo Williams tambi¨¦n tiene todo el derecho del mundo a vestir el rosa, o lo que le de la gana, durante siete d¨ªas a la semana salvo el rato que est¨¢ en el campo. En el emparrillado el producto que se ofrece es propiedad de la NFL, de nadie m¨¢s, y est¨¢ en su poder de decisi¨®n, pues es due?a y se?ora de su imagen, de ordenar el c¨®digo que estime. Es m¨¢s, en los salarios de los jugadores ya est¨¢n incluidos los beneficios que una pol¨ªtica seria y sensata en cuanto a vestimenta reportan, pues los ingresos por ese concepto (como en todas las ligas americanas) son ping¨¹es, y no por casualidad o por dejar que cada cual haga lo que quiera.
En cuanto al argumento de la hipocres¨ªa de la liga, de que no se toman en serio su apoyo a las causas que dicen defender, me vuelvo a¨²n m¨¢s radical. Ya hay que querer dar lecciones de moral a una organizaci¨®n que regala un mes entero de publicidad a un asunto como el c¨¢ncer de mama. Que alguien, por favor, calcule lo que vale en dinero el estar todo un mes en el espect¨¢culo m¨¢s seguido de todo Norteamerica, y con mucha diferencia, concienciando sobre la causa. Ya os lo digo yo: literalmente impagable por cualquiera organizaci¨®n.
Desde luego, y vuelvo a subrayar, la NFL es una liga comercial cuyo objetivo es ganar dinero, y por eso saca sus propios beneficios de la campa?a: una buena imagen, captar a mujeres que no son su p¨²blico ya asegurado, la parte al¨ªcuota de los beneficios por la venta de merchadasing... es que estar¨ªa bueno que no pudiese usarse a si misma como foco de beneficios, que a veces exigimos la cuadratura del c¨ªrculo. Adem¨¢s de que estamos hablando de un gesto de solidaridad que debe tener los l¨ªmites que estimen, faltar¨ªa m¨¢s, al igual que cada uno de nosotros, o cada empresa, no tiene m¨¢s obligaci¨®n moral que la que cada cual estimemos. Lo contrario es, esto s¨ª que s¨ª, pura hipocres¨ªa.
As¨ª que mi conclusi¨®n es clara: la liga puede, y debe, tener una normativa est¨¦tica en la que no caben excepciones; los jugadores pueden hacer de su capa un sallo siempre que no est¨¦n el campo, y que honren lo que estimen en su horario fuera de trabajo; y la NFL est¨¢ en su total derecho de apoyar las causas que quiera, en el tiempo que quiera y con la intensidad que quiera, como cualquier persona u organizaci¨®n deber¨ªa poder hacer siempre.