Roger Goodell solo es un gran comisionado para los due?os
No se puede negar la magn¨ªfica gesti¨®n econ¨®mica de Goodell desde que es comisionado de la NFL, pero la gesti¨®n humana ha sido muy deficiente. <ul> <li> - Super Bowl 2017, ir a la cr¨®nica: <a href="http://masdeporte.as.com/masdeporte/2017/02/06/nfl/1486355192_289816.html"title=" Patriots ganan la Super Bowl tras remontar a los Falcons"> Patriots ganan tras remontada hist¨®rica </a>. </li> </ul>


Antes de empezar, os cuento que esta semana empez¨® con una noticia sorprendente: durante un mes ning¨²n jugador de la NFL ha tenido problemas con la justicia. Y continu¨® con otra igual de inesperada: no ha trascendido que en la reuni¨®n de propietarios se decidiera que Roger Goodell dejara de tener competencias disciplinarias, pese a que todo el mundo daba por hecho que iba a ser uno de los puntos m¨¢s importantes de la orden del d¨ªa (aunque no hay que descartar que la decisi¨®n se haya tomado de hecho, pero que los due?os no hayan querido hacerla p¨²blica para no minar a¨²n m¨¢s la figura de Goodell).
A Pepe y a m¨ª nos encanta discutir sobre NFL. En muchos aspectos tenemos puntos de vista muy diferentes. Lo sucedido nos llev¨® a tener un debate sobre el aut¨¦ntico legado de Goodell en la NFL que nos dio una idea. A partir de esta semana intentaremos publicar todos los viernes un art¨ªculo en el que daremos nuestros particulares puntos de vista sobre un mismo tema. A veces opinaremos cosas muy diferentes y en otras ocasiones coincidiremos bastante, pero creo que siempre ser¨¢ un debate interesante.
Y ahora vamos al tema. Roger Goodell es elegido comisionado de la NFL el 8 de agosto de 2006. En ese momento hereda una liga floreciente y en constante crecimiento, cuyos eventos aparecen siempre en el top de los rankings diarios, semanales, mensuales y anuales de audiencia televisiva, con un aumento exponencial de beneficios y con unas perspectivas m¨¢s que optimistas. El deporte preferido de los estadounidenses. Por tanto, valorar la gesti¨®n de Goodell resaltando el aspecto econ¨®mico no me parece correcto. Los grandes n¨²meros en ese aspecto no son m¨¦rito suyo. ?l simplemente se subi¨® en marcha al cohete que viajaba hasta las estrellas.
Lo complicado es coger una empresa en crisis y levantarla, o encontrar soluciones para problemas irresolubles. Ser director general de una empresa como la NFL es una perita en dulce para cualquiera. Estoy seguro de que si hacen una encuesta a todos los grandes ejecutivos de EEUU, y probablemente del mundo, sobre qu¨¦ empresa les gustar¨ªa dirigir, la NFL estar¨ªa entre las m¨¢s elegidas, si no la que m¨¢s. Lo que de verdad tendr¨ªa m¨¦rito ser¨ªa hundirla econ¨®micamente. Y m¨¢s si por encima del hombro te miran 32 de los tipos m¨¢s ricos de EEUU, que no van a consentir que des un paso en falso cuando se habla de dineros.
Por tanto, creo que el legado de Goodell no debe ser analizado desde el punto de vista econ¨®mico, sino en el resto de los aspectos.
No hay que olvidar que Goodell era un aut¨¦ntico depredador que empez¨® a trabajar en la NFL en tiempos del comisionado Pete Rozelle y que termin¨® siendo poco menos que la mano derecha de Paul Tagliabue, el anterior comisionado. Digo esto porque otro de los factores a favor de Goodell que se suelen poner en la balanza es la expansi¨®n internacional de la NFL. Pero lo cierto es que ni siquiera las Series Internacionales son idea suya. Paul Tagliabue, el anterior comisionado, trabaj¨® a fondo durante todo su mandato para abrir la NFL al mundo. De hecho fue uno de los puntos m¨¢s importantes de su legado. La expansi¨®n internacional de la NFL comenz¨® con Tagliabue. Se empezaron a televisar partidos fuera de EEUU con regularidad, se disputaron infinidad de American Bowls, se cre¨® la NFL Europa y en 2005 llev¨® a M¨¦xico el primer partido de temporada regular fuera de EEUU dentro de un programa de expansi¨®n perfectamente dise?ado. Cuando Roger Goodell lleg¨® al cargo, una de sus primeras decisiones fue cerrar la NFL Europa dentro de una pol¨ªtica de ahorro de costes que pareci¨® m¨¢s bien una eliminaci¨®n del legado de su antecesor. De hecho, la relaci¨®n entre ¨¦l y Tagliabue, que casi parec¨ªa de padre e hijo en la anterior etapa, termin¨® como el rosario de la aurora.
Las International Series eran un proyecto de Tagliabue al que tambi¨¦n se subi¨® Goodell. ?Que lo ha gestionado estos a?os con ¨¦xito? Eso est¨¢ por ver todav¨ªa. La expansi¨®n fuera de EEUU se est¨¢ haciendo con un enfoque b¨¢sicamente econ¨®mico y eso est¨¢ provocando conflictos con los equipos, con los aficionados estadounidenses, con el calendario¡
La eliminaci¨®n de la NFL Europa tambi¨¦n es un error importante. Primero porque fren¨® la expansi¨®n del deporte en Europa y los partidos en Londres no han compensado la p¨¦rdida. Despu¨¦s, y m¨¢s importante, porque elimin¨® una liga de desarrollo que la NFL necesitaba y cuya resurrecci¨®n, con el formato que sea, se est¨¢ convirtiendo en un clamor. Goodell tuvo muy poca visi¨®n a largo plazo de los problemas reales cuando la elimin¨® con argumentos econ¨®micos.
Otros ¨¦xitos econ¨®micos tambi¨¦n est¨¢n perjudicando al deporte. Los Partidos de los jueves han enriquecido a la NFL, pero han perjudicado a la competici¨®n con semanas largas y cortas, disminuci¨®n de calidad de esos partidos y aumento de lesiones. M¨¢s dinero pero menos espect¨¢culo. Quiz¨¢ las consecuencias de esos errores no se est¨¦n notando a corto plazo, pero a la larga est¨¢n haciendo que la liga sea peor deportivamente que antes de su llegada.
Tagliabue, el anterior comisionado, tuvo otra prioridad, que fue la paz social dentro de la NFL. ?l siempre dijo que era el encargado de evitar que los 32 propietarios devoraran su propia creaci¨®n por culpa de su propia avaricia. En las negociaciones colectivas consigui¨® que los jugadores salieran bien parados argumentando que ganar un poco menos ahora aseguraba m¨¢s beneficios futuros. En realidad, los propietarios nunca se lo perdonaron y ese fue el motivo de su ¡®jubilaci¨®n¡¯ anticipada. Goodell ha sido radicalmente diferente a su antecesor. Desde el primer momento se aline¨® con quienes le pagan y se enfrent¨® a los jugadores. La consecuencia fue un convenio colectivo firmado por los jugadores con la nariz tapada despu¨¦s de un lock out de los propietarios. La NFL ha estado en conflicto con la NFLPA (asociaci¨®n de jugadores) desde entonces. Nunca hab¨ªa habido tanta distancia entre jugadores y NFL, tantos problemas enquistados y tantas ganas de revancha. Goodell simplemente evita los actos en los que hay jugadores porque no le quieren ni ver. La persona encargada de tender puentes se ha convertido en el mayor enemigo.
Y m¨¢s cuando se convierte en juez supremo, se inventa un reglamento de pol¨ªtica de imagen de la NFL y empieza a sancionar a diestro y siniestro por asuntos que no tienen nada que ver con cuestiones deportivas para, inmediatamente, tener que echar marcha atr¨¢s cuando los perjudicados acuden a la justicia civil que una vez tras otra le quita la raz¨®n. Es curioso que Goodell haya conseguido que en el ¨²ltimo mes ning¨²n jugador haya cometido delitos con su pol¨ªtica autoritaria del miedo, pero que por el camino haya fomentado que la percepci¨®n social sea que los jugadores de la NFL cometen m¨¢s delitos que nunca. Con su forma de actuar ha dado altavoz a todas las actuaciones que quer¨ªa eliminar. Su gesti¨®n de ese asunto tambi¨¦n ha dejado mucho que desear.
Otro aspecto en el que Goodell est¨¢ fracasando es la gesti¨®n del prestigio de la NFL. Deportivamente no se puede negar que la competici¨®n tenga m¨¢s seguidores que nunca. Pero tambi¨¦n es cierto que la sensaci¨®n de que la pr¨¢ctica del football es perjudicial para la salud se est¨¢ extendiendo a la misma velocidad. La pr¨¢ctica no profesional del football a nivel escolar se ha reducido durante su mandato. Las campa?as de imagen muchas veces producen verg¨¹enza ajena, como la actual en que aparecen modelos voluptuosas sudando mientras hacen deporte con una camiseta con los colores de los equipos de la NFL, y apelando al esp¨ªritu familiar de la competici¨®n. El intento de ocultar y controlar toda la investigaci¨®n m¨¦dica referida a las enfermedades degenerativas originadas en la pr¨¢ctica del football americano (que la NFL sigue negando) le est¨¢ estallando tambi¨¦n en la cara...

Robert Kraft: ¡°El castigo excede mucho nuestra expectativa¡±
De hecho, una juez fren¨® hasta tres veces un acuerdo entre exjugadores con secuelas y la NFL porque la liga intentaba, directamente, comprar a los demandantes actuales, que necesitaban el dinero urgentemente para intentar aliviar su situaci¨®n muchas veces desesperada, para evitar pagar cantidades similares a los posibles afectados futuros. Insisto, una juez ech¨® atr¨¢s hasta tres veces un acuerdo torticero e impropio de una NFL que siempre dice considerar a cada uno de sus jugadores como hijos. Y todas estas cosas trascienden y dejan la imagen de la liga por los suelos.
La NFL de Goodell gana m¨¢s dinero que nunca, pero tiene latente una fractura social con los jugadores, una expansi¨®n internacional sin definir y poco clara, la necesidad de una competici¨®n de desarrollo que no termina de concretarse, demasiadas decisiones centradas en factores econ¨®micos que est¨¢n perjudicando el nivel deportivo, una gesti¨®n de las secuelas m¨¦dicas que no evita que la pr¨¢ctica del football haya descendido a nivel escolar¡ Sinceramente, a veces tengo serias dudas de que a Roger Goodell le guste de verdad el football americano. Y no, en absoluto est¨¢ siendo un buen comisionado. Ni en sue?os.