"Un a?o en Vallecas marqu¨¦ tres goles de c¨®rner, los entrenaba"

Debut¨® con el Valladolid en Segunda con 17 a?os y all¨ª, durante seis campa?as, demostr¨® que iba para futbolista de los buenos. Exquisita t¨¦cnica. Visi¨®n de juego. Especialista a bal¨®n parado. Con 22 'eneros' lleg¨® al Rayo de rebote porque ten¨ªa que haber fichado por el Sevilla, como ¨¦l mismo contar¨¢ m¨¢s adelante. Dos temporadas en Vallecas, ya en Primera, le abrieron las puertas del Camp Nou. Vestido de azulgrana, de m¨¢s a menos, cumpli¨® su contrato de tres a?os. Con la carta de libertad de su bolsillo fich¨® por el Atl¨¦tico donde jug¨® otra media docena de temporadas antes de retirarse antes de tiempo por sus desavenencias con el presidente Gil y Gil.

La v¨ªspera de un Atl¨¦tico-Rayo es una coartada perfecta para rescatar del t¨²nel del tiempo a este palentino de Guardo que tambi¨¦n lleg¨® a estrenarse en la Selecci¨®n, aunque fuera un solo partido (Espa?a-Holanda, 23-1-80, 0-0).

Con el Valladolid luchando por meterse en los puestos de ascenso, sus otros tres equipos est¨¢n de moda, cada uno por lo suyo.

Aunque no sigo el f¨²tbol con intensidad, me da para saber que el Rayo va muy bien, como aquel Rayo nuestro matagigantes del 78; que el Atl¨¦tico est¨¢ m¨¢s flojo de lo que se pod¨ªa esperar y, en cuanto al Bar?a, lo que le ocurre entra dentro de lo normal cuando se ha ido un jugador como Messi. Era predecible y l¨®gico. Ha sido un equipo que ha dependido de Messi de una manera bestial, sobre todo desde que se fueron Xavi e Iniesta y lo tiene que notar ahora. Le va a costar recuperarse m¨¢s que al Atl¨¦tico.

El cambio de los rojiblancos de un a?o a otro no parece normal.

No lo es. Sobre todo, teniendo en cuenta que est¨¢ Simeone en el banquillo. Puede ser normal que los equipos que hacen una gran temporada y ganan un t¨ªtulo se puedan relajar a la siguiente, pero eso con Simeone es impensable. Puede pasar cualquier cosa menos eso. ?l ya ha demostrado que sabe mantener la tensi¨®n a?o tras a?o.

Su trampol¨ªn de lanzamiento como jugador fue el Rayo, pero usted realmente iba a fichar por el Sevilla.

Y fich¨¦ por el Sevilla. Estaba todo hecho. Pagaban 18 millones al Valladolid, pero en el reconocimiento m¨¦dico encontraron una arritmia en reposo. Ya sab¨ªamos que lo ten¨ªa y hab¨ªa jugado seis temporadas sin problemas. Me hicieron un cateterismo. Todas las pruebas salieron negativas en el sentido de que no ten¨ªa ning¨²n problema para jugar al f¨²tbol, pero el Sevilla rompi¨® el acuerdo.

Y ah¨ª lleg¨® el Rayo.

S¨ª, pero pas¨® un mes por medio. Al final pagaron tres millones menos, pero el Valladolid necesitaba dinero. Mi experiencia en Vallecas fue fant¨¢stica. Era el primer a?o en Primera y salvo Ferm¨ªn, ninguno de los jugadores de aquella plantilla hab¨ªa jugado en Primera antes. Hicimos de Vallecas un fort¨ªn. Ganamos a todos los grandes, uno por uno y tambi¨¦n a los peque?os. Adem¨¢s, conseguimos varias remontadas y nos ¨ªbamos creciendo. Nuestro juego era muy f¨ªsico y las medidas del campo nos echaban una mano. Carlos ?lvarez del Villar, que era el preparador f¨ªsico, nos ten¨ªa como cohetes.

Lo suyo eran los goles de saque de esquina directo.

S¨ª esa temporada marqu¨¦ seis goles y tres fueron de c¨®rner. Al Valencia, al H¨¦rcules y al Barcelona. No eran por casualidad. Lo entrenaba mucho y tiraba a marcar. Creo que sorprend¨ªa a los porteros, el campo era m¨¢s estrecho y posiblemente esos remates tan cerrados les llegaban antes de lo que pensaban¡­ Luego lo segu¨ª intentando en los otros equipos, pero ya me conoc¨ªan y era m¨¢s dif¨ªcil. Solo hubo el de la final de la Copa del Rey contra el Athletic, que Urtubi la sac¨® con la mano cuando entraba.

Y nada menos que el Barcelona se fija en usted.

Pues como suele pasar siempre. El Rayo se salv¨® tambi¨¦n esa segunda temporada, pero con m¨¢s problemas que la anterior y como necesitaba dinero no desaprovech¨® la oferta del Barcelona que fue buena: 15 millones de pesetas al contado y otros 15 si jugaba 20 partidos por temporada. Por mi parte no lo dud¨¦. Mi objetivo siempre hab¨ªa sido jugar en Primera en un equipo que luchase por ganar la Liga, no por salvarse. Fue la culminaci¨®n de mi carrera.

La aventura no sali¨® todo lo bien que usted se hab¨ªa imaginado.

Estuve tres a?os. El primero, con Rif¨¦ primero y despu¨¦s con Helenio Herrera de entrenadores, jugu¨¦ los 34 partidos de Liga y marqu¨¦ nueve goles. En la segunda, con Kubala no jugaba y hasta que no volvi¨® H.H. no jugu¨¦ pr¨¢cticamente. Despu¨¦s, al a?o siguiente, lleg¨® Udo Lattek y apenas jugu¨¦ cinco partidos. Quer¨ªa un f¨²tbol m¨¢s f¨ªsico que de talento y pensaba que con el talento de Schuster le sobraba. Sorprendentemente el club me dio la carta de libertad. Acababa mi contrato, pero me pod¨ªan haber retenido como hicieron con otros jugadores que no contaban para el primer equipo y los ten¨ªan hasta apartados de los entrenamientos, pero tampoco les dejaban irse. Lattek s¨ª me dej¨® marchar.

Y libre como el viento fich¨® por el Atl¨¦tico.

Por un lado, tuve mucha suerte, pero por otra me encontr¨¦ que el Atl¨¦tico estaba en una situaci¨®n muy delicada. Se hab¨ªa ido Cabeza, estaba una gestora. Menos mal que volvi¨® Vicente Calder¨®n al club y Luis al banquillo. Estuve cinco a?os con ¨¦l y en el ¨²ltimo fue cuando lleg¨® Gil al club y se trajo a Menotti. Fueron seis a?os muy buenos en tres temporadas jugu¨¦ m¨¢s de 50 partidos y en las otras tres pas¨¦ de los 40¡­ pero despu¨¦s pas¨® lo que pas¨®.

Lo que sucedi¨® fue que fue despedido por Gil y Gil, a pesar de que en su contrato exist¨ªa una cl¨¢usula que quedaba prorrogado un a?o m¨¢s si jugaba 25 partidos oficiales: jug¨® 42. Finalmente se desvincul¨® del club tras ganar el juicio y se retir¨® del f¨²tbol.