Francisco Caro (Madrid, 16-10-1929) es el abonado n¨²mero 1 y hoy sopla las velas por el 97 cumplea?os de su Rayo. "Verle de nuevo en Primera y jugando bien" es el deseo de quien se hizo socio en 1951 y lo ser¨¢ "hasta que palme". El patriarca de cuatro generaciones de rayistas, que disfrut¨® con Felines y sac¨® pecho con el Matagigantes y la UEFA. Memoria de la Franja.
?Por qu¨¦ soy del Rayo? Pues por lo mismo que te enamoras y no sabes por qu¨¦...". Francisco Caro Garc¨ªa (Madrid, 16 de octubre de 1929) es el abonado n¨²mero 1 y el autor de una reflexi¨®n que sienten y comparten miles de aficionados franjirrojos. M¨¢s si cabe, en un d¨ªa tan se?alado como ¨¦ste, 29 de mayo. Hace 97 a?os se fundaba la Agrupaci¨®n Deportiva El Rayo y hoy es su socio m¨¢s antiguo quien sopla las velas de la tarta, formulando un deseo: "Verle de nuevo en Primera y jugando bien. Lo seguir¨ªa por la tele, aunque ser¨¦ abonado del Rayo hasta que palme".
"Una vez, en invierno, hicimos una hoguera en la grada lateral. Y mi mujer, al acercarse, se quem¨® las medias"
La historia de Francisco arranca en el n¨²mero 3 de la Plaza de Canalejas, en pleno centro de Madrid, pero fueron sus estudios en "la escuela de Artes y Oficios de la Avenida de la Albufera" los que le descubrieron Vallecas y el equipo. Hubo feeling y cita a cita, partido a partido, surgi¨® un amor que dura ya casi 70 a?os. Se abon¨® un 12 de septiembre de 1951 y hasta ahora. "Nunca he vivido en el barrio, pero me encari?¨¦ con ¨¦l. Aqu¨ª me form¨¦, hice amigos¡ En el estadio entrenaba y jugaba el Atl¨¦tico Aviaci¨®n y hab¨ªa d¨ªas que hac¨ªa pellas para verlo. Me gustaba mucho el f¨²tbol. Me aficion¨¦ al Rayo y segu¨ª, segu¨ª, segu¨ª¡¡±, narra.
Poco a poco, las instant¨¢neas van revel¨¢ndose en su memoria. Una: "?El campo del Rodival! Ahora son casas". Otra: "?El traspaso de Lolo y el Lechero al Plus Ultra! Justo se los llevaron cuando estaban despuntando". Y otra: "?Qu¨¦ bueno era Pe?alva! Era delantero y creo que ten¨ªa una tienda de alfalfa". Para Francisco, hablar del Rayo es hacerlo de su vida, puesto que se han ido entrelazando en cada etapa: "Trabajaba en una sala de fiestas, Pasapoga, y como ten¨ªa las ma?anas libres me ven¨ªa al f¨²tbol con mi mujer, por entonces mi novia. Una vez, durante un invierno, con un fr¨ªo horrible, hicimos unas hogueras con peri¨®dicos en la grada lateral, en la que est¨¢bamos de pie. Y ella, al acercarse, se quem¨® las medias de cristal".
Suspira con nostalgia cuando echa la vista atr¨¢s y verbaliza c¨®mo han cambiado las cosas: "Antes los futbolistas llegaban corriendo de trabajar, pero luego se fue profesionalizando. Vinieron Felines, Potele, Wilfred, Cota¡ Cota me dio dos invitaciones para ver un partido contra el Sevilla, empez¨® a caer agua y se suspendi¨®, as¨ª que me qued¨¦ con las ganas. Tambi¨¦n les di de comer varias veces en el Hotel Alameda, por el que pasaba el equipo cuando viajaba¡±. Y es que Francisco no paraba, llegando incluso a ejercer de extra en pel¨ªculas como '55 en Pek¨ªn' o 'Atraco a las tres'. Precisamente, en pleno tajo, le pill¨® el primer ascenso del Rayo a Primera (76-77). "Aun as¨ª lo celebr¨¦ con champ¨¢n y todo", apostilla.
¡°Felines era un fen¨®meno y le daban mucha le?a porque era tan bueno que les hac¨ªa cada roto...¡±
El h¨¦roe de aquel choque es el jugador que m¨¢s le ha cautivado de cuantos ha visto defender la Franja: ¡°Felines era un fen¨®meno, no era chill¨®n y le daban mucha le?a porque era tan bueno que les hac¨ªa cada roto...¡±. Y si el posterior 'Matagigantes' le hizo disfrutar a lo grande ("Los ganamos a todos. No nos lo cre¨ªamos"), vivi¨® la aventura de la UEFA como un motivo de tremendo orgullo. ¡°Hombre, fuimos capitanes generales. Hicimos un buen papel e iba a trabajar m¨¢s estirado...¡±, r¨ªe.
Francisco no presenci¨® el 'Tamudazo' en el estadio, pero sufri¨® de lo lindo dado que "el Rayo no es apto para card¨ªacos". Y eso que ¨¦l, con la edad, ha conseguido templar los nervios. "Antes, por amor propio, mi equipo me parec¨ªa bueno siempre. Ahora, no lo miro con la euforia con la que lo hacen mi hijo o mi nieto. Aquella ¨¦poca era todo gritos, me quedaba ronco. No ve¨ªa que hicieran nada mal y, si uno de los m¨ªos le daba una patada a otro, estaba bien dada", expone, antes de contar entre risas: "Una vez jugamos contra un conjunto catal¨¢n y el ¨¢rbitro nos pit¨® fatal, as¨ª que muchos saltamos al campo para recriminarle. Deb¨ªa ir solo y un poquito alumbrado; si no, no me tiro. Tonter¨ªas las justas. Y nada m¨¢s bajar, me sub¨ª otra vez".
Ese amor por la Franja se lo inculc¨® a toda su familia, en la que hay cuatro generaciones de rayistas, desde Francisco hasta sus bisnietos. Lo son su esposa Mar¨ªa Luisa, sus hijos Ignacio y Pilar, su nieto Nacho, sus sobrinos nietos David y Adri¨¢n... A su cita con AS, le acompa?an los 'Ignacios', con quienes sigue compartiendo sus momentos en el estadio, aunque a sus 91 a?os cada vez son menos. "Me trae mi nieto en alguna ocasi¨®n. La vista me falla. Por la tele ni veo el bal¨®n. Suelo meterme en la cama y poner el transistor porque me entero mejor¡±, argumenta, antes de retomar c¨®mo viv¨ªa los partidos anta?o: "Hab¨ªa ambientazo. Nos junt¨¢bamos con nuestro bocata, la bota de vino¡ Y luego, cuando sal¨ªamos, nos hac¨ªamos el recorrido por los bares de la Avenida de la Albufera, tomando el aperitivo, hasta coger el metro en Puente de Vallecas¡±.
Sigue fiel a sus colores y atento al Rayo de Iraola, aunque no le est¨¦ cautivando. "Salvo estos dos ¨²ltimos encuentros han jugado tan mal... No me est¨¢ gustando nada este a?o, pero lo seguir¨¦ y ser¨¢ mi equipo siempre", corrobora. De la actual plantilla siente debilidad por un futbolista: "Beb¨¦. Le regal¨® unas botas a mi bisnieto y las tiene en su habitaci¨®n". Tambi¨¦n se emociona hablando de Paco J¨¦mez, cicerone en el homenaje que el club brind¨® a Francisco por su 90 cumplea?os. ¡°Ha sido un entrenador buen¨ªsimo y con el Rayo, un caballero. Por lo visto con la directiva no deb¨ªa de andar muy bien, creo que no se hablaban...¡±, susurra.
Entonces, le obsequiaron con una camiseta firmada por todos los jugadores. Uno de los tesoros que guarda, como sus antiguos carnets o la insignia de oro y brillantes de la entidad. "La he llevado a empe?ar y no me la han cogido", afirma con una sonrisa p¨ªcara, entre las carcajadas de todos. "Es broma, es broma", insiste antes de retomar el relato: "Nos la entreg¨® Teresa Rivero en una comida a los cinco primeros abonados. Nos conocimos m¨¢s en unos premios de la Pe?a Rayista 2004 y con el actual n¨²mero 2 ¡ªRafael Garrido¡ª es con quien m¨¢s charl¨¦". Ellos encarnan la memoria, las ra¨ªces, el origen, como lo fueron Rafael Sanju¨¢n, Antonio S¨¢nchez Berenguer y Jos¨¦ Garc¨ªa Concejo, sus antecesores como socios n¨²mero 1 y fallecidos a lo largo de estos dos ¨²ltimos a?os. Su recuerdo estuvo presente en esta reuni¨®n.
¡°Paco J¨¦mez ha sido un entrenador buen¨ªsimo y con el Rayo, un caballero¡±
"Me parecer¨ªa una gran idea hacer un museo. Todo lo que sea bueno para el club lo quiero", apunta Francisco, mientras saca un abono de los 80, que lleva impresa su foto en la parte trasera. "?Mira qu¨¦ guapo estaba! Y aqu¨ª se met¨ªa un cup¨®n... Regal¨¦ algunos carnets antiguos, de la d¨¦cada de los cincuenta, a un vecinito m¨ªo que era del Rayo. Me he sentado en casi todas las zonas del estadio, aunque en la lateral de la Albufera es donde m¨¢s y los n¨²meros que m¨¢s tiempo tuve fueron el cien y el trece", comenta sin darle demasiada importancia: "Son historia, pero mira, los ten¨ªa guardados en el caj¨®n de la mesilla...".
Para Francisco, que ha viajado acompa?ando al equipo desde su etapa en Tercera ("Iba a El Escorial, Aranjuez, Alcal¨¢¡ En Toledo nos dieron una zurra, pero de pedradas y eso, no veas qu¨¦ mala leche se gastaban. Despu¨¦s, ya con la familia, estuve en San Sebasti¨¢n, Zaragoza, Valladolid¡¡±), la cita de ma?ana domingo ser¨¢ especial. Volver¨¢ a estar pendiente de la Franja, que se juega su presencia en el playoff contra el Lugo. Volver¨¢ a sufrir. A querer. Porque hay amores que el tiempo no consigue borrar y el de Francisco por su Rayo es eterno...