SEMIFINALES (IDA) | REAL MADRID - CHELSEA
Un sue?o y un hueso
Primer asalto de semifinales para el Madrid ante un rival herm¨¦tico. Con Tuchel, los 'blues' han dejado su puerta a cero en 16 de los 21 partidos.


Cuando el Chelsea lleg¨® por primera vez a unas semifinales de la Copa de Europa/Champions el Madrid hab¨ªa ganado ya nueve. Fue en 2004 (sigue el partido en directo en AS.com). El verano anterior el oligarca ruso Roman Abramovich le hab¨ªa comprado el club a Ken Bates, su anterior propietario, por 140 millones de libras. Bates se hab¨ªa hecho con la propiedad del Chelsea 22 a?os antes por una libra cuando estaba al borde de la quiebra y tuvo que entablar una dura batalla con varios promotores inmobiliarios para evitar perder Stamford Bridge. Abramovich inyect¨® 100 millones de libras en fichajes y cambi¨® la historia de un club que hasta entonces s¨®lo hab¨ªa ganado una Liga inglesa, tres Copas, dos Recopas y una Supercopa.
Aquel efecto de las petrolibras fue perdi¨¦ndose con la entrada de capital medioriental y norteamericano en sus competidores, la mayor¨ªa con mejor palmar¨¦s. As¨ª que este verano Abramovich le dio un segundo impulso gastando en plena pandemia casi 250 millones en futbolistas. La cosa ha funcionado a la segunda. Con Frank Lampard, una leyenda del club, no result¨®. Cuando le echaron, en enero, el equipo marchaba noveno. Abramovich decidi¨® entonces contratar a Thomas Tuchel, reci¨¦n despedido por el PSG, uno de esos entrenadores de efecto inmediato, aunque, por su car¨¢cter y su nivel de exigencia, poco duraderos.
Tuchel puso al equipo del rev¨¦s. Cambi¨® el 4-3-3 por un 3-4-2-1, rescat¨® jugadores del fondo del armario (Marcos Alonso, R¨¹diger¡) y remodel¨® el equipo de atr¨¢s hacia adelante, no se sabe si por convicci¨®n o por necesidad. Y es que los superfichajes ofensivos del verano estaban pinchando. De hecho, Abraham (12 goles) y Giroud (11), dos suplentes, estaban muy por encima de los reci¨¦n llegados Werner (53 millones), Havertz (80) o Ziyech (40). El equipo marca ahora menos goles (de dos por partido ha pasado a 1,3), pero encaja una tercera parte (s¨®lo 0,4)

Un equipo con escudo
Tuchel ha convertido al Chelsea en un equipo impenetrable. De los 21 partidos en que le ha dirigido, en 16 no ha encajado un solo gol y ha sido capaz de ganar a Tottenham, Atl¨¦tico (dos veces), Liverpool, Everton, Oporto y City. Al United le arranc¨® un empate. Ahora es cuarto, con buenas perspectivas de clasificarse para la Champions.
El t¨¦cnico alem¨¢n es un fan¨¢tico de la estad¨ªstica (quiso conocer a Mathew Benham, due?o del Brentford que hizo su fortuna con una casa de apuestas, por ser una autoridad en la materia) y del m¨¦todo Sch?llborn, que entiende los futbolistas no mejoran por repetici¨®n, sino por una adaptaci¨®n a la soluci¨®n de problemas. Durante su paso por la Bundesliga se hicieron famosas sus reuniones de alta carga t¨¢ctica con Guardiola. Dise?a entrenamientos sobre escenarios circulares o romboidales para fomentar el uso de las diagonales, convierte al futbolista en multidisciplinar y ha llegado a ordenar a sus defensas entrenarse con pelotas de tenis en las manos para que se abstuvieran de agarrar. Tambi¨¦n es obsesivo con el orden y la puntualidad. Y no oculta un car¨¢cter fuerte: "Aunque he cambiado. Hace diez a?os atacaba a todo el mundo. ?rbitros, banquillo¡ Nadie estaba a salvo. Ahora me he calmado". Con el Madrid se ha enfrentado cuatro veces y no ha perdido ninguna (una victoria y un empate con el PSG, dos empates con el Dortmund).
4-3-3 o tres centrales
El Madrid encontrar¨¢, pues, una caja fuerte a su altura, porque el equipo de Zidane es un poco lo mismo. Los segundos anotadores del equipo (Vinicius, Casemiro y Asensio) llevan seis goles, una cifra rid¨ªcula. As¨ª que lo que no tiene delante lo gana atr¨¢s. El Madrid lleva 17 partidos sin perder. En esa racha ha encajado s¨®lo ocho goles (ninguno en los cuatro ¨²ltimos partidos) y nadie le hecho m¨¢s de uno por encuentro.
En esta Champions, sus principales registros est¨¢n por encima de los del Chelsea. Tira m¨¢s (14-11), tiene m¨¢s la pelota (56%-54%), ofrece un mejor porcentaje de pase (87%-84%) y le disparan menos (8-10), pero est¨¢ muy por debajo en los duelos a¨¦reos, una fuente de problemas. En experiencia, no hay color: 30 semifinales blancas y 8 del Chelsea (s¨®lo super¨® una). La historia, pues, manda al Madrid a la final de Estambul.

La vuelta de Kroos permite a Zidane componer el centro del campo de los magn¨ªficos (as¨ª los llama Florentino), algo que no ha podido hacer en los tres ¨²ltimos choques, y la gran decisi¨®n est¨¢ en si ordenar al equipo con el 4-3-3 tradicional o recurrir a los tres centrales. La primera opci¨®n llevar¨ªa a Nacho al lateral izquierdo, porque Mendy sigue siendo baja. La segunda meter¨ªa a Marcelo en el once y le quitar¨ªa un acompa?ante a Benzema. Asensio, Vinicius y Hazard se disputar¨ªan la plaza. La irregularidad de los dos primeros le da alguna opci¨®n al belga, que en el Madrid s¨®lo ha jugado nueve partidos de Champions y ha marcado un gol. El Chelsea fue su casa en los buenos tiempos. En el Madrid su libro sigue en blanco.