Irene y Nita, dos futbolistas que fueron contra las reglas
Gallega y andaluza son dos de las grandes pioneras del f¨²tbol femenino espa?ol, al que abrieron paso tras jugar con hombres durante los a?os 20.
El f¨²tbol no es, ni tampoco fue, s¨®lo cosa de hombres. Pese a que la RFEF no reconoci¨® de manera oficial al f¨²tbol femenino hasta el 21 de octubre de 1980, las mujeres ya daban patadas a un bal¨®n desde mucho antes (el primer partido registrado data de 1914 en Barcelona). Eso s¨ª, lo hac¨ªan silenciadas y condenadas por una sociedad que ve¨ªa el f¨²tbol como un atentado contra la feminidad de la mujer. Sin embargo, para algunas de ellas las reprimendas o barreras no fueron suficientes para frenarles en esta afici¨®n. La pasi¨®n por la pelota pudo m¨¢s que todo ello...
Irene, la gran pionera del f¨²tbol femenino
La gran fuerza de este deporte empuj¨® a algunas mujeres valientes a romper con los prejuicios para dar forma a los primeros conatos, m¨¢s tarde ahogados por el franquismo, del f¨²tbol femenino espa?ol. Una de ellas fue Irene Gonz¨¢lez (1909-1928, A Coru?a), una carism¨¢tica jugadora que logr¨® hacerse un hueco en un mundo encorsetado por y para hombres. Su historia, recogida en el libro Irene y las puertas del f¨²tbol de los periodistas gallegos Rub¨¦n Ventureira y Juan Luis Cudeiro, es para muchos la de la primera jugadora profesional del f¨²tbol patrio.
Lo hizo superando todo tipo de convenciones y barreras, incluido un tr¨¢gico final, falleciendo a los 19 a?os de tuberculosis. Antes tuvo tiempo de competir en equipos masculinos e incluso crear el suyo propio, el Irene FC. Teniendo de referencia a una leyenda como Zamora, al que emulaba con su vestimenta, lleg¨® a dirigir a Chacho, el futbolista que todav¨ªa hoy tiene el r¨¦cord de m¨¢s goles marcados en un partido de la Selecci¨®n espa?ola.
Rub¨¦n Ventureira Novo y Juan Luis Rodr¨ªguez Cudeiro, periodistas y autores de la obra, destacan el impacto que tuvo Irene en la ¨¦poca: ¡°Fue una celebridad no s¨®lo en A Coru?a sino en muchos puntos de Galicia a los que fue a jugar con su equipo. Cobraba por hacerlo, as¨ª que podemos decir que fue la primera mujer profesional en Espa?a; as¨ª me lo confirm¨® el gran historiador del f¨²tbol Fernando Arrechea. Y fue tambi¨¦n la primera en jugar entre hombres¡±.
El papel de la mujer en el deporte, un siglo de debate
Pero este libro va mucho m¨¢s all¨¢ de la historia de Irene, que sirve como punto de partida para poner la lupa sobre un debate social que, con otros matices, sigue teniendo vigencia hoy. As¨ª lo ve Cudeiro: ¡°El fulgor de Irene coincide con una ¨¦poca de efervescencia en la ciudad y en el Deportivo, que compite y por fin logra su primer t¨ªtulo de campe¨®n de Galicia despu¨¦s de muchos a?os de triunfos de clubs vigueses. Era un tiempo adem¨¢s en el que la sociedad empezaba a practicar de manera m¨¢s o menos masiva el deporte como modo de ocio y se generaba un debate en torno a ello porque hab¨ªa tensiones entre quienes defend¨ªan esa visi¨®n de la vida, vamos a decir que progresista, y quienes alertaban sobre lo ¡°negativo¡± de hacer deporte. Y el debate se recrudeci¨® cuando la mujer entr¨® de lleno en ¨¦l¡±.
El libro hace referencia a varias publicaciones de la ¨¦poca, alguna en la calificaban a Irene como ¡®Zamorita del sexo d¨¦bil¡¯, y que ya se?alaban el avance que supondr¨ªa normalizar el deporte femenino. En un art¨ªculo titulado ¡®Feminismo deportivo¡¯ de El Orz¨¢n destacaban que ¡°no cabe duda de que el feminismo se impone. Al paso que va no tardar¨¢n mucho en ser ellas quienes gobiernen y dirijan todo, sustituyendo a los hombres a¨²n en aquellos menesteres en que parec¨ªa indispensable su intervenci¨®n (...) Y naturalmente no pod¨ªa faltar la intervenci¨®n de la bella mitad del g¨¦nero humano, que tambi¨¦n cultiva los deportes en el juego de moda (...) La primac¨ªa correspondiente a la Coru?a donde existe desde hace tiempo ya un ¡°team¡± que lleva el nombre de su capitana: Irene¡±.
Otra publicaci¨®n de referencia como Galicia: revista gr¨¢fica y popular, un art¨ªculo de 1925 hac¨ªa ¨¦nfasis en la importancia de que las mujeres siguieran a Irene para seguir conquistando el terreno de la igualdad: ¡°Yo pido que el ejemplo cunda y nuestra condici¨®n inferior de ¡®sexo d¨¦bil¡¯ habr¨¢ desaparecido. La igualdad de sexos ser¨¢ un hecho¡±, firmaba Mar¨ªa del Pilar, autora del art¨ªculo ¡®Femenina Futbolista¡¯. ¡°El ejercicio f¨ªsico, felizmente compartido con el pan espiritual, con el estudio diario, har¨¢n de la mujer algo muy distinto de lo que es ahora. A su vista se alzar¨¢n otros horizontes. La mujer se encontrar¨¢ apta para enfrentarse cara a cara con la vida¡±.
El recuerdo de Irene Gonz¨¢lez Basanta fue honrado m¨¢s que dignamente en A Coru?a con el nacimiento del Karbo, que en los 80 se convirti¨® en el primer campe¨®n nacional en el f¨²tbol femenino. Ya hoy, las futbolistas del Depor Abanca tratan de mantener el legado compitiendo al m¨¢ximo nivel en la Primera Iberdrola. Para conocer en profundidad la historia de Irene, el libro puede adquirirse en el siguiente enlace: 'Irene y las puertas del f¨²tbol: historia de una pionera'.
Veleta, mujer fuera del campo y hombre dentro de ¨¦l
De A Coru?a a M¨¢laga para descubrir la historia de otra de las jugadoras que desafiaron las leyes por el f¨²tbol. Se trata de Ana Carmona (1908-1940, M¨¢laga), conocida como Nita Carmona o Veleta, su apodo futbol¨ªstico. Esta jugadora malague?a jug¨® durante a?os con hombres de manera clandestina, escondiendo su apariencia femenina con vendas en el pecho y horquillas y una boina que cubr¨ªan su melena.
Su historia, descubierta por el periodista y coleccionista deportivo Jes¨²s Hurtado, fue un secreto guardado de manera fiel por todos sus compa?eros del V¨¦lez, equipo al que lleg¨® tras sufrir duras reprimendas en M¨¢laga, donde fue arrestada, le raparon la cabeza y recibi¨® el rechazo de la sociedad y de su familia.
Nacida y criada en el popular barrio malague?o de Capuchinos, Nita Carmona desafi¨® las normas, escritas y no escritas, que le imped¨ªan jugar a aquel deporte que vio crecer en el muelle donde su padre era estibador. Desde muy ni?a, el f¨²tbol se convirti¨® en su gran pasi¨®n, aunque pronto descubri¨® que no podr¨ªa disputarlo con la normalidad que lo hac¨ªan sus compa?eros en el campo.
La jugadora malague?a sufri¨® duros castigos desde sus primeros coqueteos con la pelota. En edad juvenil, Nita empez¨® a participar en algunos partidos disputados en la explanada cercana al cuartel de Artiller¨ªa con una consecuente respuesta negativa de su familia. Concretamente, sus padres le castigaron en m¨¢s de una ocasi¨®n sin salir de casa tras haber jugado alg¨²n encuentro, tal y como relata Jes¨²s Hurtado tras haber conocido la historia mediante testimonios de conocidos y de compa?eros en el campo que la conocieron muy de cerca.
La reprimenda de los padres de Nita estaba jaleada por los vecinos de la misma, que criticaron duramente su afici¨®n al f¨²tbol, cuyo juego era muy contrario a lo que se esperaba entonces de una ni?a y de una mujer. Cuenta tambi¨¦n Jes¨²s Hurtado la an¨¦cdota de que incluso un t¨ªo m¨¦dico de Nita hab¨ªa advertido a la familia de lo perjudicial que era la pr¨¢ctica de este deporte para la estructura corporal de una futura mujer. En medio de este clima, Nita fue enviada a V¨¦lez-M¨¢laga, donde ten¨ªa familia, para ser apartada de este mundo enconsertado entonces por y para hombres.
As¨ª, Nita tuvo que dejar atr¨¢s su amado Sporting de M¨¢laga, en el que jug¨® y fue descubierta por los rivales con continuos conflictos que desembocaron en arrestos policiales o insultos sobre ella. Pero, el f¨²tbol no se marchar¨ªa de su vida, en la que siempre mantuvo su fidelidad al Sporting de M¨¢laga, relat¨¢ndose que incluso fue enterrada (tambi¨¦n muri¨® joven, con 32 a?os, victima de una fiebre exantem¨¢tica) con la camiseta de este club malague?o.
El Sporting de M¨¢laga fue el equipo de su alma, pero el V¨¦lez se convirti¨® entonces en el club en el que pudo disfrutar de la pasi¨®n de su vida. Lo que empez¨® como un castigo acab¨® siendo una oportunidad para seguir disfrutando y jugando al f¨²tbol. En este equipo pudo seguir disfrutando de este deporte sin ser descubierta por nadie bajo el mote de Veleta, apodo que le pusieron sus compa?eros del V¨¦lez por su cualidad de mujer fuera del campo y hombre dentro de ¨¦l. Un secreto que perdur¨® hasta casi un siglo despu¨¦s para convertirla en toda una leyenda del f¨²tbol espa?ol.