Kubala, una laguna en la memoria de Hungr¨ªa
Los comunicadores Kocsis y Varr¨® intentan rescatar la historia del jugador azulgrana, un "nombre prohibido" en el pa¨ªs por su fuga en 1948.


Tibor Kocsis nunca olvidar¨¢ una cena en 2008 en un hotel de Amsterdam cuando compart¨ªa mesa y mantel con un catal¨¢n, entusiasmado seguidor del Bar?a, que le habl¨® de Ladislao Kubala. Era la primera vez que escuchaba ese nombre. "?C¨®mo era posible?", se pregunt¨®. Lo mismo le ocurri¨® a Krisztian Varr¨®, criado en una Hungr¨ªa que a¨²n rememoraba los a?os dorados de su f¨²tbol. "Cada uno por su lado empezamos a buscar informaci¨®n. Ahora nos hemos juntado a?os despu¨¦s", comentan desde Budapest.
Varr¨® escribi¨® un libro titulado?Kubala en 2019 en el que ahonda en la historia personal y deportiva del que fuera un jugador crucial del Barcelona desde su llegada en 1950. Kocsis estren¨® un documental titulado H¨²ngaros por el Bar?a que present¨® en 2016 en el Camp Nou y que contaba la historia de Kubala, Czibor y Kocsis, los tres h¨²ngaros que llegaron en los 50 despu¨¦s de huir del pa¨ªs. Ahora abordan otro proyecto: hacer una pel¨ªcula de Kubala. "Queremos mostrar por todo el mundo su historia, especialmente sus a?os en el Barcelona", comentan.
?C¨®mo era posible ese anonimato? "Antes estaba prohibido hablar de los jugadores que se hab¨ªan ido del pa¨ªs, eran traidores. Nunca aparec¨ªan los goleadores de los partidos para que nadie leyera los nombres de Puskas, Kocsis, Czibor¡ Y menos Kubala", explica Kocsis. Varr¨® pone un ejemplo a¨²n m¨¢s hilarante: "En la final de la Champions de 1978, el Brujas perdi¨® ante el Liverpool. En el club belga hab¨ªa un h¨²ngaro llamado Lajos Ku. El comentarista no pod¨ªa decir su nombre, as¨ª que lo llamaba el n¨²mero diez".
La infancia, la huida y el reencuentro con su madre
Varr¨® y Kocsis llevan diez a?os de trabajo documental sobre la infancia de Kubala y no tienen "evidencias" de algunos detalles que se instalaron con el tiempo como verdades absolutas. Una de ellas es que el padre del futbolista fuera jugador del Ferencvaros y su hijo recogepelotas. "No jug¨® ni en el primer ni en el segundo equipo. Era muy aficionado al club, eso s¨ª, y por eso su hijo so?¨® siempre con ser jugador en el Ferencvaros", explica Kocsis. Su padre y su madre trabajaban para sacar adelante a su hijo, quien tambi¨¦n tuvo que dejar los estudios con 14 a?os y ponerse a trabajar en la f¨¢brica. En sus ratos libre, jugaba en el ¡®grund¡¯ (espacios destinados para que los ni?os jugar¨¢n a f¨²tbol) de su barrio humilde de la calle ?r?mv?lgy, en el octavo distrito, una zona pobre. "Era de los mejores jugando en esos parques. ?l era consciente de que era bueno y pod¨ªa ser profesional. Con 15 a?os dio el paso y ya ganaba m¨¢s que sus padres", explica Varr¨®.
Su primer club fue el Ganz y luego, en 1945, lo fich¨® el Ferencvaros. Pero su padre no pudo disfrutarlo demasiado. Enfermo, falleci¨® cuando el equipo de su hijo estaba a punto de ganar un t¨ªtulo que finalmente se le escap¨®. Con una Budapest destruida por la guerra, Kubala pas¨® dos a?os en Checoslovaquia hasta que en 1948 regres¨® al Vasas. "Le prometieron que en un a?o podr¨¢ irse a Italia, que era su sue?o, pero justo el partido comunista empez¨¦ a dominar el mapa pol¨ªtico e impidi¨® que nadie saliera del pa¨ªs. Kubala decidi¨® irse solo. Cruz¨® la frontera de noche en una furgoneta vestido de militar ruso y dej¨® atr¨¢s a su madre y a su novia", comentan los dos autores de su vida. "Kubala tom¨® decisiones muy duras. Esta lo era. Si lo pillan, lo detienen o lo matan", sentencian.

Despu¨¦s de su paso por Italia acab¨® finalmente en el Barcelona gracias a Samitier. La historia de sus ¨¦xitos es ya conocida, aunque qued¨® otro momento para la posteridad, que fue el reencuentro con su madre en 1961, 12 a?os despu¨¦s de su marcha. "Kubala hab¨ªa ayudado a que Osterreicher fuese secretario t¨¦cnico del Real Madrid, quien adem¨¢s fich¨® a a Puskas. Kubala y Puskas son del mismo a?o y nacieron en el mismo distrito de Budapest", empieza la historia Varr¨®. "En la Copa de Europa de 1961, el Real Madrid gan¨® 0-2 al Vasas h¨²ngaro y Santiago Bernab¨¦u, con la ayuda de la diplomacia, hizo las gestiones pertinentes para que se produjera el reencuentro entre Kubala y su madre. Se reencontraron y ella luego vino a pasar la Navidad a Barcelona. Kubala regres¨® por primera vez a Budapest en 1976 para el entierro de su madre. Hab¨ªan pasado 28 a?os desde su marcha", detalla Kocsis.
Un futbolista popular en Espa?a, extraordinario jugador y t¨¦cnico de la Selecci¨®n, maestro de varias generaciones. En Hungr¨ªa, poco a poco, su figura empieza a trascender gracias, principalmente, a la labor de Varr¨® y Kocsis. Kubala ya no es una laguna en la memoria del f¨²tbol h¨²ngaro.