El liderazgo perdido de Messi
El argentino ni estuvo acertado en el campo ni tras el partido, cuando dej¨® que Pedri, de 17 a?os, diera la cara tras la derrota, algo que ya pas¨® con Dest en el Cl¨¢sico.
La constataci¨®n de que el Barcelona es un equipo hu¨¦rfano de cualquier liderazgo lleg¨® cuando acab¨® el partido en el Wanda Metropolitano y los jugadores, despu¨¦s de perder ante el Atleti un partido que les descuelga en la tabla en pleno mes de noviembre se retiraron del campo cabizbajos, deprimidos y aturdidos. Se fueron tal y como jugaron, sin ning¨²n atisbo de rebeld¨ªa u orgullo. Pero la dejaci¨®n de funciones no se limit¨® simplemente a los 90 minutos de partido. Se hizo patente a la hora de dar explicaciones.
Al acabar el duelo se dieron cuenta los responsables de prensa del equipo de que ning¨²n jugador se hab¨ªa quedado en el c¨¦sped para conceder la entrevista superflash a la televisi¨®n con derechos que retransmiti¨® el partido.
Messi, una vez m¨¢s, no dio el paso para hablar siendo el ¨²nico capit¨¢n en disposici¨®n de hacerlo puesto que Piqu¨¦ y Sergi Roberto se lesionaron en el partido y Busquets ya no viaj¨® a Madrid por el mismo motivo. Tuvo que ser Pedri Gonz¨¢lez, de 17 a?os y en su primera temporada en el club el que saliera a dar explicaciones.
En este sentido, llueve sobre mojado en el Barcelona. El pasado 24 de octubre con motivo de la derrota ante el Real Madrid en el Cl¨¢sico del Camp Nou el que atendi¨® a los medios de comunicaci¨®n sobre el c¨¦sped fue Sergi?o Dest. El lateral holand¨¦s de 19 a?os, que hac¨ªa dos d¨ªas que hab¨ªa llegado al club tuvo que dar la cara antes de pedir por favor que le hicieran la pregunta en ingl¨¦s.
La ausencia de liderazgo en el vestuario ya es un elefante en el pasillo. Messi sigue llevando el brazalete de capit¨¢n pese a que en agosto ya dej¨® claro que quer¨ªa irse del club y que estaba enfrentado a la junta. Una directiva, que por cierto, ya no est¨¢ y ya no sirve de paraguas para el desgobierno del club. Los jugadores est¨¢n a la intemperie y sin un l¨ªder que les gu¨ªe.
