El caso Messi llega al c¨¦sped
Perdi¨® 23 balones en el Wanda, una barbaridad si se admite que s¨®lo dio 36 pases buenos. Ya no es s¨®lo su incomodidad en el contexto del club, es su bajo rendimiento en el terreno de juego.

Leo Messi, capit¨¢n del Bar?a, perdi¨® 23 balones en el Wanda Metropolitano. Una cifra b¨¢rbara, si se admite que s¨®lo dio 36 pases buenos en todo el partido. Su imagen al final del partido, march¨¢ndose de manera burocr¨¢tica, aceptando una derrota m¨¢s, refleja la imagen de un equipo que ha aprendido a caer y de un futbolista que, de ser determinante jornada tras jornada durante una d¨¦cada, ha pasado a ser intrascendente, literalmente, lejos del Camp Nou. Messi no ha marcado ni un gol decisivo lejos de Barcelona en todo el a?o 2020, un dato que no est¨¢ acorde a su fama y a su condici¨®n de actual Bal¨®n de Oro.
Que Messi ten¨ªa un problema con su contexto actual en el Bar?a ya estaba claro. ?l mismo se encarg¨® de recordarlo el mi¨¦rcoles pasado a su regreso de los partidos internacionales con Argentina. "Estoy cansado de ser el problema de todo en el club", dijo. El verdadero problema para Messi es que su caso se est¨¢ trasladando al campo. Ya no es una cuesti¨®n de desavenencias con Bartomeu, que ya se ha ido. De que no se traiga a Neymar o de que Abidal no quiera afrontar que la destituci¨®n de Valverde es su responsabilidad. De que al equipo que ha dise?ado la direcci¨®n deportiva "no le llegue" para ganar la Champions; de que el entrenador no d¨¦ el nivel. El verde, ah¨ª donde Messi era indiscutible, tampoco le da la raz¨®n ahora. A ¨¦l tampoco le alcanza. Y eso es lo ¨²nico que no enga?a en el f¨²tbol.

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El acab¨®se del triunfo atl¨¦tico: la jugada de Lemar con Messi
Messi deambul¨® por el Wanda, perdi¨¦ndole poco a poco el hilo al partido. Un a?o despu¨¦s de ganar el partido pr¨¢cticamente solo en el Metropolitano con un ejercicio de jerarqu¨ªa en la segunda parte (0-1), en el ¨²ltimo partido en el que marc¨® un gol decisivo lejos del Camp Nou, pareci¨® un jugador m¨¢s que, adem¨¢s, result¨® t¨®xico para el equipo: 23 p¨¦rdidas.
Es un Bar?a, adem¨¢s, que necesita mucho m¨¢s que goles de Messi en el c¨¦sped. M¨¢s all¨¢ de sentirse impotente por no poder marcharse este verano, cuando de pronto su Bar?a dej¨® de ser su Bar?a porque se marcharon amigos como Vidal o Su¨¢rez, el equipo necesita un capit¨¢n, un l¨ªder, una bandera y un ejemplo al que seguir. Y, de momento, Messi no est¨¢ colaborando con sus goles y sus gestos a que el proceso de reconstrucci¨®n del Bar?a sea m¨¢s sencillo. O al menos, para que, aunque piense en irse, el club quede mejor encarrilado y j¨®venes como Pedri, Ansu, Dest o Trincao tengan m¨¢s sencillo. Messi sabe de esto. ?l entr¨® en un club que ven¨ªa de a?os de infierno y en el que muchos colaboraron para que a su entrada, sobre la temporada 2004-05, fuese m¨¢s sencilla. Entre ellos, el mismo Ronaldinho. De momento, el caso Messi ha llegado al c¨¦sped. Hace a?os, este angustioso escenario se vivi¨® en Argentina. En Barcelona se asegur¨® que su pa¨ªs no entend¨ªa a Messi. Ahora, Messi juega un partido notable en Per¨²; llega a la Ciudad Condal, dice que est¨¢ cansado de ser el problema de todo y juega horrible en el Wanda. En Argentina se asegurar¨¢ que Barcelona no entiende a Messi. Un tri¨¢ngulo problem¨¢tico con las elecciones de fondo y dudas sobre qu¨¦ es lo mejor ahora mismo para el futuro del Bar?a. V¨ªctor Font, uno de los precandidatos, pide "fuego nuevo". Tambi¨¦n unir la marca Bar?a a la de Messi para siempre. Es dif¨ªcil saber si eso es posible a d¨ªa de hoy.