103 a?os ¡®Real¡¯
El 29 de junio de 1920, la Casa Real autorizaba al entonces Madrid Club de Football la posibilidad de disponer del t¨¦rmino ¡®Real¡¯ en su nombre: desde entonces, el equipo se denomina Real Madrid...
1916 fue un a?o importante en la historia del Madrid Football Club. Su buena actuaci¨®n en el Campeonato Regional, en donde gan¨® cinco de sus seis encuentros, le propici¨® el acceso a disputar el Campeonato de Espa?a (lo que actualmente se conoce como la Copa del Rey). Adem¨¢s, el conjunto madridista estaba forjando los or¨ªgenes de un gran equipo. Contaba con Eduardo Teus como portero, la clase de Ren¨¦ Petit (se le puede considerar como la primera gran estrella madridista), con los hermanos Eulogio y Sotero Aranguren (otros dos ilustres madridistas) y Jos¨¦ Mar¨ªa Pepe Castell (que luego ser¨ªa el arquitecto del viejo Chamart¨ªn) en las alas, con Santiago Bernab¨¦u como delantero centro y Montenegro, un delantero onubense que hab¨ªa llamado la atenci¨®n en un partido con el Recreativo de Huelva, debido a su juego aguerrido y su potente remate de cabeza. Entre Petit, Bernab¨¦u y Montenegro marcaron los 15 goles que lograron los blancos en este torneo: cada uno anot¨® cinco tantos¡
Tras ganar ese Campeonato Regional, accedi¨® a disputar el Campeonato de Espa?a. El sorteo le depar¨® un enfrentamiento con el Barcelona. Ambos se volv¨ªan a ver las caras en dicho torneo tras haberlo hecho en 1902. Y ah¨ª surgir¨ªa la primera gran bronca entre los blancos y el conjunto azulgrana: la eliminatoria tuvo cuatro cap¨ªtulos que desembocaron en el abandono del terreno de juego de los barcelonistas tras la concesi¨®n de un gol que ellos consideraban que no deb¨ªa valer: para los azulgrana, Sotero Aranguren, autor del gol, estaba en posici¨®n antirreglamentaria. La final fue otro cantar: se perdi¨® 4-0 ante el Athletic Club en un partido disputado en Barcelona y con Paco Bru, jugador del Barcelona, como colegiado. Aduciendo esa derrota y tambi¨¦n por sus obligaciones militares, el presidente blanco, Adolfo Mel¨¦ndez, dej¨® la presidencia. En su lugar, el 21 de mayo, accedi¨® a la presidencia Pedro Parages, que ya era directivo en la junta anterior: lo que se lograba de esa manera era garantizarse la continuidad en la gesti¨®n de la entidad blanca.
Pedro Parages Diego-Madrazo hab¨ªa nacido en Madrid, a finales de 1883. Hab¨ªa ido a estudiar a Manchester, donde aprendi¨® a jugar al football mientras estudiaba Comercio. Pose¨ªa un sentido del juego superior al resto de sus compa?eros. Fue fundador del club, extremo derecho, uno de los jugadores que gan¨® la Copa de Espa?a cuatro veces de manera seguida entre 1905 a 1908, directivo, presidente, e incluso lleg¨® a ser el socio n¨²mero uno del club (lo era cuando falleci¨® en 1950 en Burdeos). Y un apasionado madridista.
Los dos a?os siguientes ver¨¢n al Madrid alcanzar la final de Copa. La ganar¨¢ en 1917, al derrotar al Arenas de Guecho por 2-1 en el encuentro de desempate y en la pr¨®rroga. En el Campeonato Regional hab¨ªa arrasado: seis victorias en otros tantos encuentros, con 28 goles marcados (la mitad, 14, en los dos ¨²ltimos partidos¡). Mientras, en 1918 caer¨¢ ante el Real Uni¨®n (2-0) en una final en la que el gran protagonista fue Ren¨¦ Petit (jugaba con el conjunto irundarra), aunque el goleador fue Legarreta y por partida doble. Su campa?a en el Campeonato Regional no hab¨ªa sido tan formidable como la campa?a anterior: gan¨® cinco encuentros, pero tres fueron por la m¨ªnima¡
Mientras, el club atraviesa un gran momento en consonancia con el boom que se vive en el aspecto deportivo, y sobre todo, futbol¨ªstico. El runr¨²n de la creaci¨®n de una posible Selecci¨®n espa?ola hab¨ªa tomado cuerpo a lo largo de 1919 y que fuese a competir un a?o despu¨¦s en los Juegos Ol¨ªmpicos de Amberes hab¨ªa dado un empuj¨®n formidable al football (as¨ª se escrib¨ªa entonces), y as¨ª ser¨¢ hasta que concluya la cita ol¨ªmpica con la consecuci¨®n de la medalla de plata: el primer gran ¨¦xito del f¨²tbol espa?ol a nivel internacional.
En el seno del Madrid, los buenos resultados llegan justo cuando el equipo alcanza su mayor¨ªa de edad. Pedro Parages y su Junta directiva tienen otras ideas en la cabeza. El 22 de abril el club blanco celebraba sus 18 a?os de existencia (el 6 de marzo de 1902 se procedi¨® a elegir una nueva junta directiva que promulgar¨ªa unos nuevos estatutos aprobados ese siguiente mes de abril), y el presidente Parages sue?a con conseguir un t¨ªtulo, pero aunque se puede conseguir en el terreno de juego, aspira a que sea la Casa Real quien conceda la posibilidad de poder utilizar el t¨¦rmino ¡®Real¡¯. Y empezaron a hablar de dicha posibilidad. Los directivos blancos han visto que otras sociedades se han dirigido y obtenido del rey Alfonso XIII el tratamiento de ¡®Real¡¯ y quieren lo mismo para el Madrid, caso del Deportivo coru?¨¦s (1909) Espanyol (ya luc¨ªa el t¨¦rmino ¡®Real¡¯ en 1911) y Mallorca (1916) por poner unos ejemplos.
Por tal motivo, dichas conversaciones se llevan con absoluta discreci¨®n, aunque en algunos medios se asegura la siguiente noticia con cierta antelaci¨®n: ¡°Tenemos entendido que, a petici¨®n del Excelent¨ªsimo se?or Capit¨¢n General y por conducto del Vicepresidente de la Junta Central de Balompi¨¦, le ser¨¢ concedido al Madrid F.C. el t¨ªtulo de Real¡±). Los rectores blancos no pueden arriesgarse a llevarse una negativa. Para facilitar la consecuci¨®n del objetivo se ofrece al Rey la presidencia de honor. Don Alfonso transmite a los interlocutores blancos que el futuro es su hijo primog¨¦nito, S. A. R. don Alfonso de Borb¨®n y Battenberg, pr¨ªncipe de Asturias, un joven de trece a?os y bastante aficionado al football. La Junta directiva acepta la sugerencia real y le nombra Presidente de Honor. Parages encarga su retrato al pintor Urquiola, cuadro que hasta el advenimiento de la Rep¨²blica presidir¨¢ la sala de juntas: dicho lienzo desaparecer¨¢ tras la proclamaci¨®n de la II Rep¨²blica. D¨ªas m¨¢s tarde, el 29 de junio de 1920, se recibe el oficio de la Mayordom¨ªa Mayor de Su Majestad por la que se concede al Madrid Football Club el t¨ªtulo de ¡®Real¡¯ a trav¨¦s de un comunicado que dice as¨ª: ¡°Su Majestad el Rey (q. D. g.), se ha servido conceder con la mayor complacencia el T¨ªtulo de Real, a ese Club de Football del que V. es digno Presidente, el cual, en lo sucesivo podr¨¢ anteponerse a su denominaci¨®n. Lo que de Real orden participo a V, para su conocimiento, y efectos consiguientes. Dios guarde a V. muchos a?os. Palacio 29 de junio de 1920. El Jefe Superior de Palacio¡±.
Desde entonces, el Madrid Club de Football pasaba a ser Real Madrid Club de Football. Una nomenclatura que sigue vigente hoy d¨ªa. S¨®lo tuvo un par¨®n temporal: desde la proclamaci¨®n de la II Rep¨²blica en 1931 hasta el final de la Guerra Civil. Eso s¨ª, uno de los elementos a variar fue el escudo: se le introdujo una corona, rematada por una cruz, se afinaron las letras M (de Madrid, su puente se ladeaba m¨¢s hacia el lado izquierdo), C (de Club) y F (de Football, y que crec¨ªa en longitud). Un nuevo escudo para una nueva etapa.
El 9 de julio de 1920, la directiva madridista acud¨ªa a Capitan¨ªa General para nombrar presidente de honor del conjunto blanco a don Alfonso de Borb¨®n y recibir la Real Orden correspondiente. Cuatro meses m¨¢s tarde, el Real Madrid Club de Football disputaba su primer encuentro bajo su nueva denominaci¨®n. Era un partido del Campeonato Regional ante el Racing que acab¨® en empate a dos tantos. Luis Torrado fue el autor del primer gol del Real Madrid, el mejor equipo del Siglo XX (la FIFA lo nombr¨® en diciembre de 2000)¡