El Real Madrid, Mejor Club del Siglo XX (2000)

Con el cambio de siglo, la FIFA hab¨ªa decidido premiar a los mejores y organiz¨® una votaci¨®n, mitad por Internet, mitad por correo, mitad m¨¢s un poquito por lo que quisiera Blatter. Para la elecci¨®n del mejor jugador de la historia hubo sus m¨¢s y sus menos entre Maradona y Pel¨¦. Maradona triunfaba entre los internautas, Pel¨¦ ganaba en los otros veredictos. Los aficionados de m¨¢s edad argumentaban que los que hab¨ªan visto jugar a Pel¨¦ no estaban tan inclinados todav¨ªa a Internet (entonces una novedad relativa), aparte de que muchos habr¨ªan ya fallecido. Y que los j¨®venes que votaban a Maradona carec¨ªan en realidad de referentes anteriores, singularmente del de Pel¨¦, al que no hab¨ªan visto jugar. Maradona exig¨ªa que el premio fuera para ¨¦l, puesto que ten¨ªa la mayor¨ªa de los votos en un espacio tan universal y abierto como Internet, lo que a ¨¦l le parec¨ªa definitivo. Al final hubo que repartir el premio entre ambos.

En lo que no hubo discusi¨®n fue en el mejor Club del Siglo XX, que fue para el Real Madrid, que para los ¨²ltimos a?os del siglo hab¨ªa reverdecido sus mejores a?os con otras dos copas de Europa en color (luego llegar¨ªa una tercera), m¨¢s dos de la UEFA, registros bastante recientes entonces. Esos ¨¦xitos establecieron un puente con los del pasado, aquellas cinco primeras copas de Europa, con Di St¨¦fano a la cabeza de un equipo que enamor¨® al mundo con su estilo, m¨¢s la sexta, seis a?os despu¨¦s de la quinta, a¨²n en blanco y negro y ganada por el que se llam¨® el Madrid ?yey¨¦?, en el que ya no estaba Di St¨¦fano, aunque s¨ª todav¨ªa el c¨¢ntabro Paco Gento.

El acto fue muy aleccionador sobre las distintas concepciones del f¨²tbol. Florentino P¨¦rez, presidente del Madrid, hab¨ªa nombrado a Di St¨¦fano presidente de honor y fue ¨¦l quien recogi¨® el premio concedido al Real Madrid. Maradona y Pel¨¦, que acudieron ambos a por su premio compartido, hicieron grandes alardes a la llegada y dedicatorias un poco chocantes al recogerlo, cuando no directamente rid¨ªculas. Maradona se lo dedic¨® ?a mis nenas y a Fidel Castro?. Pel¨¦, ?a Dios y a Guga? (por Guga Kuerten, el mejor tenista brasile?o en la ¨¦poca). Durante todo el acto lucharon por el primer plano. Su imagen de vedettes a¨²n hambrientas de gloria contrast¨® con la de Di St¨¦fano, m¨¢s discreta, pero en realidad m¨¢s triunfal. ?l no tuvo un premio a su persona, pero s¨ª lo tuvo su Real Madrid, el equipo al que ¨¦l contribuy¨® m¨¢s que nadie a hacer el mejor de la historia, con su juego, sus goles, su est¨ªmulo a los dem¨¢s, su compa?erismo permanente. Mientras Pel¨¦ y Maradona repart¨ªan un premio individual, Di St¨¦fano singularizaba en su persona un premio colectivo, el de mejor equipo del siglo XX, en un deporte de equipo. No se podr¨ªa haber dibujado una escena que explicara mejor al mundo la diferencia entre ¨¦l y los otros dos.