REAL ZARAGOZA / HISTORIAS DE SEGUNDA (XIII)
1946-47: el Zaragoza desciende a Tercera Divisi車n
El &alifante* Olivares, el mismo que hab赤a conducido al equipo a Primera Divisi車n en 1936 como jugador-entrenador, fue incapaz de impedir la mayor cat芍strofe de la historia del club aragon谷s.
Si hay una temporada maldita en la historia del Zaragoza esta es la 1946-47, la de su descenso a Tercera Divisi車n, una cat芍strofe que nadie pod赤a imaginar, pese a que el equipo estaba ya muy lejos de ser un favorito al ascenso. La verdad es que todo se fue torciendo hasta desembocar en una hecatombe que llev車 al club al tercer pelda?o del f迆tbol espa?ol, cuando s車lo cuatro a?os antes estaba en Primera.
Julio Ostal谷, que hab赤a vuelto a la secretar赤a t谷cnica a mediados de la temporada anterior con el relevo en la presidencia de Carlos Salvador por Mariano Lasala, pretendi車 sin 谷xito durante todo el verano de 1946 traspasar al delantero centro Mariano, tan notable goleador como d赤scolo y alborotador del vestuario, con el objetivo de poder financiar con su venta una renovaci車n completa del equipo, pero cuando se hicieron p迆blicas sus intenciones decenas de socios de a pie inundaron el club y los peri車dicos de cartas de protesta y la junta directiva tuvo que salir al paso para anunciar que Mariano, el m芍ximo artillero de la campa?a anterior en Segunda, era intransferible.
As赤 que Ostal谷 tuvo que variar su estrategia inicial y el dinero no le dio m芍s que para fichar a alg迆n veterano con la carta de libertad, como Llona y Mart赤nez (Murcia), Castillo (Real Sociedad) o el hispano-argentino &Pancho Villegas (Gimn芍stico de Tarragona), que se rompi車 el menisco en la pretemporada, fue operado y se pas車 el curso en blanco. S車lo se pag車 traspaso por el extremo derecha Ar芍iz, de la Gimn芍stica Segoviana, y el defensa Solsona, del Mollerusa, que sufri車 en la temporada una doble fractura de tibia y peron谷 que liquid車 su carrera. Y completaron la plantilla el medio ala Mesita, que morir赤a dos a?os despu谷s de tuberculosis, el extremo derecha Viso, el defensa Paquito, ex del Santander y el Real Madrid, y el tambi谷n zaguero y estudiante de Medicina Bernab谷. La euforia no ten赤a cabida alguna, pero no falt車 una copla repleta de optimismo: ※Tiene este a?o el Zaragoza / un color descomunal, / estupendo y que alboroza / ?algo m芍s que colosal!§.
Ostal谷 apost車 para el banquillo por el &alifante* Manolo Olivares, el mismo que hab赤a conducido al Zaragoza a Primera Divisi車n en 1936 como jugador-entrenador, pese a que acababa de descender con el Salamanca a Tercera. El 12 de julio de 1946 se hizo oficial su contrataci車n como nuevo t谷cnico del Zaragoza, incomprensiblemente en sustituci車n de Juanito Ruiz, al que se mand車 al Atl谷tico Zaragoza cuando hab赤a sido clave en la reacci車n del equipo la campa?a anterior. Olivares firm車 por 15.000 pesetas de ficha, un sueldo mensual de 1.000 y una prima especial de 20.000 pesetas por lograr el ascenso. Para ayudarle en el d赤a a d赤a, se incorpor車 como nuevo preparador f赤sico a Jos谷 Mar赤a Salvo, antiguo medio centro del Iberia infantil.
El formato de la Segunda Divisi車n para la temporada 1946-47 tampoco sufri車 cambios: un 迆nico grupo de 14 equipos. Los dos primeros ascend赤an de forma autom芍tica y el tercero y el cuarto disputaban una promoci車n contra el decimoprimero y el decimosegundo de Primera Divisi車n. Los dos 迆ltimos descend赤an de forma autom芍tica a Tercera, y el und谷cimo y el decimosegundo disputaban una promoci車n de permanencia.
El Zaragoza tuvo un inici車 notable del campeonato, con un empate y dos victorias en las tres primeras jornadas, pero enseguida se cay車 del caballo. Sucumbi車 con estr谷pito en Lasesarre frente al Baracaldo (4-0) y no tuvo opci車n frente al l赤der Gimn芍stico de Tarragona en Torrero (0-2), en un partido que dej車, adem芍s, la enorme factura de un castigo de tres jornadas de suspensi車n a Mariano ※por agredir a un contrario y protestar al 芍rbitro§, pese a no ser expulsado. Incre赤ble. E indignante. El equipo aragon谷s entr車 en barrena con hasta cuatro derrotas m芍s consecutivas que le llevaron a la pen迆ltima posici車n. Especialmente recordado fue el partido del 27 de octubre de 1946 en Granada. Durante el largo viaje en ferrocarril, el delegado de la expedici車n y vicesecretario Mart赤n Espa?a aprovech車 una parada en una estaci車n de Andaluc赤a para comprar unos bocadillos de lomo de cerdo, pero la carne estaba en mal estado y el s芍bado por la tarde varios jugadores sufrieron una tremenda colitis, que les impidi車, incluso, conciliar el sue?o por la noche. La cuesti車n trascendi車 a la prensa granadina, que se hizo eco de la m芍s que posible suspensi車n del partido. El problema se agrav車 el domingo, pero el Zaragoza, debido a su crisis econ車mica, decidi車 jugar para no volver a costear un desplazamiento tan largo. Eso s赤, se logr車 pactar con el 芍rbitro que los jugadores podr赤an libremente abandonar y regresar al campo cuando la &emergencia* lo aconsejase. Las puertas de la caseta se dejaron abiertas y la primera parte fue un ir y venir a las letrinas de varios jugadores del Zaragoza, que s車lo cay車 por 2-1.
Sin embargo, en la jornada siguiente el Zaragoza perdi車 con claridad en Santander (3-0) frente a un colista que hasta entonces s車lo hab赤a cosechado un empate y un semana despu谷s ya estall車 todo por lo aires, tras una derrota por 2-4 en Torrero frente al l赤der Alcoyano y con parte de la afici車n zaragocista gritando ※?A Tercera, a Tercera!§. El cronista ?ngel Castellot se despach車 a gusto en &Amanecer*: ※La actuaci車n del Zaragoza fue verdaderamente desdichada. No se puede tener ninguna aspiraci車n con jugadores fr赤os, sin genio, sin afici車n en su mayor parte, que buscan continuamente eludir su responsabilidad. El Zaragoza no tuvo el menor deseo de disputar la pelota. Fue una verdadera pena apreciar tanta medrosidad, unida a una falta de amor propio incomprensible. Las excepciones fueron Soladrero, el 迆nico que demostr車 saber jugar; Ar芍iz, sin clase, pero siempre en la brecha; y quiz芍 Castillo. Lo del resto es para tomar verdaderamente cartas en el asunto. Estamos sin interiores, sin extremos, sin medios alas, sin... Entonces, ?qu谷 queda en el Zaragoza? Unos directivos dignos de mejor suerte, unos socios que est芍n desilusionados y un d谷ficit &por los siglos de los siglos*. Si piensan saldarlo con los llenos que proporcione el equipo... ?arreglados estamos! El p迆blico se cansa de ver cosas tristes§.
El Zaragoza despidi車 la primera vuelta en la pen迆ltima plaza, con s車lo nueve puntos, y empez車 a oler cada d赤a m芍s a muerto. Fue capaz de ganar tres partidos seguidos en casa, pero cuando los m芍s optimistas segu赤an agarr芍ndose a un clavo ardiendo lleg車 de golpe una ola gigante de realidad. El colista Santander gan車 en Torrero, al aprovechar las lesiones consecutivas de Mariano, Azc芍rate y Soladrero, y puso el primer clavo en el ata迆d del equipo aragon谷s. Y sin salir del pozo se lleg車 a la 迆ltima jornada con el Zaragoza en posici車n de descenso, empatado a puntos con el Santander, pero con peor &goal-average* particular.
?stas eran sus cuentas en la jornada final, en la que los enfrentamientos de los implicados en la quema eran los siguientes: Zaragoza-H谷rcules, Baracaldo-Ferrol y Santander-Betis:
-El Zaragoza s車lo elud赤a el descenso directo y la promoci車n de permanencia si ganaba, ganaba el Baracaldo y empataban Santander y Betis. Entonces, descend赤an Ferrol y Santander y promocionaba el Betis.
-El Zaragoza elud赤a el descenso, pero no la promoci車n: si ganaba y ganaban Baracaldo y Santander. Entonces, descend赤an Betis y Ferrol. O si ganaba y se produc赤a un empate en los otros dos partidos. Entonces, descend赤an, Santander y Betis.
-El resto de combinaciones propiciaban su descenso directo.
El Zaragoza se impuso por 3-0 al H谷rcules, que se jugaba el ascenso directo a Primera e intent車 sobornar a Mariano con 150.000 pesetas para que no jugase el partido, pero la victoria no le sirvi車 de nada al equipo aragon谷s, ya que el Baracaldo perdi車 con el Ferrol (2-3) y el Santander gan車 al Betis (4-1). Baracaldo, Santander y Zaragoza finalizaron empatados a 21 puntos, pero el Zaragoza ten赤a peor &goal-average* particular que los otros dos y el 13 de abril de 1947, fecha infausta en su historia, acompa?車 al Betis a Tercera Divisi車n.
La derrota del Baracaldo -a cuatro minutos del final lleg車 el tercer gol del Ferrol- fue muy sospechosa. S車lo hab赤a perdido en Lasesarre con la Real Sociedad y el Tarragona, los dos que ascendieron, mientras el Ferrol no hab赤a ganado un solo partido fuera de casa. La propia prensa vasca lleg車 a asegurar que el Baracaldo actu車 con un punto de desgana, por lo que posiblemente se vendi車.
El descenso provoc車 un primer rumor de desaparici車n del Zaragoza, aunque el club lo cort車 de ra赤z. No obstante, basta reflexionar un poco para comprender con qu谷 facilidad se destroz車 la labor de 15 a?os, el esfuerzo de muchos millares de zaragozanos, el de muchos directivos y conspicuos socios que, adem芍s de su entusiasmo, hicieron fuertes aportaciones con generosidad y romanticismo, con el 迆nico premio de la satisfacci車n de ver c車mo crec赤a la afici車n.
?ngel Castellot, en &Amanecer*: ※Zaragoza, quinta capital de Espa?a, ya tiene su equipo titular en Tercera Divisi車n. Con raz車n, los de Tauste nos tratar芍n en lo sucesivo ※de t迆§. Ahora otra vez a volver a empezar. Llevamos casi medio siglo empezando. Hay que reconocer que desde hace un a?o ol赤a a muerto en Torrero§.
El 26 de abril de 1947, al regreso de Carlos Salvador de Madrid, de un viaje por cuestiones militares, la junta directiva del Zaragoza se reuni車 para analizar detenidamente la cat芍strofe del descenso a Tercera y dos d赤as despu谷s se cit車 en la sede de Requet谷 Aragon谷s, 12, a los principales avalistas de los cr谷ditos firmados en favor del club y Salvador puso su cargo a su disposici車n. Pero los avalistas le pidieron que continuara en la presidencia y le ofrecieron su m芍ximo apoyo. Tambi谷n se lo dieron los socios que hab赤an adelantado dinero, anunciando que no lo iban a cobrar y que iban a entregar nuevos donativos ※hasta lograr el ascenso no s車lo a Segunda, sino a Primera Divisi車n§. El 10 de mayo les lleg車 el turno a los 50 socios m芍s antiguos, que tambi谷n respaldaron a la junta directiva, que se remodel車 un mes despu谷s con la entrada de nuevos directivos y la salida del vocal y secretario t谷cnico, Julio Ostal谷, que se hizo responsable del descenso.
El entrenador Olivares abandon車 el Zaragoza el 13 de mayo de 1947. Su fracaso en su vuelta a Torrero fue absoluto. No acert車 nunca con el once y fue demasiado amigo de los jugadores, lo que acab車 por relajar en exceso la profesionalidad del equipo, ya de por s赤 muy deteriorada por los graves problemas de cobro.
La paradoja de esta campa?a catastr車fica fue que, por segunda vez en su historia, se acab車 con un super芍vit -94.000 pesetas- y que la deuda neta se rebaj車 en casi 200.000, quedando en 553.000 pesetas.