Rusia lleg¨® hace dos a?os a su Mundial con el cartel de v¨ªctima escrito en la frente y sali¨® de ¨¦l haciendo un gran papel: s¨®lo la tanda de penaltis ante Croacia le impidi¨® jugar las semifinales. Si las cosas van bien, lo mejor dejarlas como est¨¢n. Esa ha sido la filosof¨ªa de Cherchesov en la fase de clasificaci¨®n, en la que ha mantenido el bloque mundialista y con el que ha logrado el pase a la fase final con bastante holgura.

Lo que el t¨¦cnico ruso s¨ª ha cambiado es el sistema de juego. En el Mundial, Rusia jug¨® con tres centrales y dos carrileros largos. En esta fase de clasificaci¨®n, Cherchesov ha apostado por la defensa de cuatro para afilar un poco m¨¢s su ataque con un 4-2-3-1, un esquema en el que Cheryshev, Golovin y Dzyuba, sus tres jugadores m¨¢s peligrosos, tienen m¨¢s libertad y facilidades para explotar sus virtudes.

Respecto al Mundial, los principales cambios de nombres se han producido en la parcela defensiva. Guilherme se ha hecho cargo de la porter¨ªa tras una d¨¦cada en manos de Akinfeev. En la zaga, la retirada de Ignashevich ha dado la oportunidad a centrales como Chistyakov, Belyaev y Dzhikiya, entre otros, que se turnan para ser la pareja de Semenov, indiscutible.

El cerebro de la selecci¨®n rusa. El jugador del M¨®naco es de esos futbolistas a los que sus compa?eros buscan constantemente para que sea el faro que de luz al juego ofensivo de su equipo. Las lesiones le impiden a veces rendir durante un largo tiempo a pleno rendimiento, pero s¨ª llega bien a la Eurocopa, puede ser determinante.

El hombre que obr¨® el milagro en el Mundial. Cogi¨® a la selecci¨®n rusa en 2016, en uno de los peores momentos de su historia, y la meti¨® entre las ocho mejores en la Copa del Mundo y ahora la ha clasificado para la Eurocopa con mucha solvencia. Con personalidad y carisma, ha conseguido que sus futbolistas se adapten a sus distintas ideas: tanto cuando jugaba con cinco defensas, como cuando lo hace con cuatro.