Antonio L¨®pez: ¡°La Copa de Hamburgo durmi¨® con mi padre¡±

Ah¨ª est¨¢ de nuevo el Atl¨¦tico. En una final de Europa League. Supongo que a usted le inundar¨¢n los recuerdos.

(Sonr¨ªe). S¨ª, imag¨ªnate.

Recuerda que sent¨ªa en 2010, en la primera, Hamburgo.

Mucha responsabilidad. El Atleti llevaba muchos sin ganar un t¨ªtulo en Europa y nosotros est¨¢bamos ah¨ª, pod¨ªamos hacerlo. Nunca se me olvidar¨¢ la gente. C¨®mo te animaba por la calle. ¡°Venga, ten¨¦is que ganar¡±. Toda. Y a ti se te pon¨ªa esa cosilla en el est¨®mago.

?C¨®mo ve esta final en Lyon?

Al cincuenta por ciento. En una final puede pasar cualquier cosa e ir de favoritos nos perjudicar¨ªa. El Marsella es un equipo aguerrido que ha llegado hasta aqu¨ª superando fases previas, de grupos, eliminatorias... Y eso le cuenta. T¨² cuando juegas una final vas con el convencimiento de ganar. Pero tambi¨¦n hay un rival, as¨ª que no se debe hablar de m¨¢s. Hay que demostrar en el campo.

En Bucarest, segunda Europa League, le dijo a Gabi: ¡°Levantas conmigo¡±. No ha podido tener mejor relevo su brazalete.

(R¨ªe) S¨ª. En esa final yo no hab¨ªa jugado un minuto y ¨¦l lo hab¨ªa hecho todo el partido, ya era segundo capit¨¢n, me parec¨ªa que era lo suyo. Y s¨ª. Me siento orgulloso de que haya sido mi relevo como capit¨¢n. No deja de demostrar que es un l¨ªder.

?Le ha mandado alg¨²n mensaje dese¨¢ndole suerte?

No. O sea: hablo con ¨¦l todos los d¨ªas, tambi¨¦n hoy (por ayer), pero de nuestras cosas. ?l est¨¢ muy centrado y tiene todo muy claro. No hace falta ese mensaje. Lo sabe. Siempre estoy con ellos. Les deseo toda la suerte del mundo. En Lyon, cada d¨ªa.

Torres podr¨ªa ganar su ¨²nico t¨ªtulo con el Atl¨¦tico..

Lo merece. Como persona, como futbolista, por lo que representa. Ser¨ªa la guinda a su marcha del Atleti. Pero si no lo consigue que se sienta orgullo igual: ya es un grande se gane o no, ya siempre historia.

Confiese: ?qu¨¦ se siente cu¨¢ndo se sube ah¨ª arriba, a ponerle la bufanda a Neptuno?

Es el mayor orgullo que puede tener un rojiblanco. Ver a toda esa afici¨®n. La Castellana llena. Bueno, ?todas las calles! Todas de rojiblanco. Y luego subir a la fuente y ponerle la bufanda: saber que en ese momento t¨² eres la persona que representa a un club tan grande es algo ¨²nico, sin nombre.

?Le dijo algo en la noche de Bucarest? ?El ¡®volveremos¡¯?

Le di un beso y le susurr¨¦: ¡°Hasta el a?o que viene¡±.

Y cumpli¨®, volvi¨® otras dos veces tras aquella noche.

Noche, por cierto, ?en la que termin¨¦ yo llev¨¢ndome la Copa a casa! Durmi¨® con mi padre.

?Y eso?

Se la iba a llevar un utillero a no s¨¦ donde para la celebraci¨®n del d¨ªa siguiente y dije yo: ¡°No, no, de eso nada¡±. La llevo yo ma?ana. Y se fue conmigo y mi familia a casa. Le hicimos fotos en el comedor, la cocina...

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